Ganadora del Oso de Oro a la Mejor Película y Mejor Opera Prima en la Berlinale 2018, la joven directora rumana, Adina Pintilie, escribe, edita y dirige esta original y polémica experiencia cinematográfica sobre la intimidad y la sexualidad inclusiva, con inteligencia, valentía y sensibilidad. Dime cómo te han amado y te diré cómo amas.
Nota de la directora Adina Pintilie
Cuando tenía 20 años, pensaba que sabía todo sobre el amor, sobre cómo debería ser una relación íntima saludable, sobre cómo funciona el deseo. Hoy en día, tras veinte años de experiencias y tribulaciones, todos los puntos de vista que tenía sobre la intimidad por aquel entonces han perdido su definición se han vuelto más y más complejos, y desconcertantemente contradictorios. Como reflejo de este viaje personal, TOUCH ME NOT (NO ME TOQUES) es una investigación artística sobre el deseo humano y también sobre la (in)capacidad para tocar y ser tocado, tener contacto.
La intimidad juega un papel central en la experiencia humana, teniendo sus raíces, tanto físicas como emocionales y psicológicas, en el vínculo inicial entre la madre y el recién nacido. Es a través de este apego primario cuando el bebé tiene su primer contacto con el mundo y comienza a construir su sentido del yo. Este contacto inicial moldea el cerebro del bebé, influyendo profundamente en su autoestima, sus expectativas de los otros y, más adelante, en cómo establece vínculos y aborda la intimidad como adulto.
Más allá de su rol crucial en la formación de identidad, la intimidad saludable a nivel individual tiene serias implicaciones a nivel comunitario, permitiendo una red psicosocial de seres humanos conectados mediante vínculos emocionales sólidos. La intimidad disfuncional dentro del núcleo familiar fomenta un terreno fértil para futuros conflictos, abusos, discriminaciones y prejuicios a una escala más vasta, política y social.
TOUCH ME NOT (NO ME TOQUES) tiene como objetivo convertirse en un espacio de (auto)reflexión y transformación, y reta a los espectadores a profundizar en sus conocimientos sobre la naturaleza humana y a reevaluar sus experiencias y opiniones sobre las relaciones humanas íntimas, con especial enfoque en la desobjetificación y en la individualización del intercambio humano, estimulando nuestra curiosidad sobre el "Otro" diferente y nuestra capacidad empática para ponernos en la piel del Otro. Personalmente creo que comprender la naturaleza humana y ejercer nuestra capacidad para percibir al otro como otro yo, como otra posibilidad de nuestro propio yo, puede tener un poder transformador esencial, tanto de nuestro ser interno como de la forma en que interactuamos como los demás. Como señala Gustav Landauer: "La sociedad no es algo que puede cambiarse con una revolución, sino que es una condición, una cierta relación entre los seres humanos, un modo de comportamiento humano; la cambiamos cambiando nuestra forma de relacionarnos y comportándonos de modo diferente".
Sobre la realidad y la ficción
Como cineasta, siempre he estado particularmente interesada en mi propia relación íntima con la realidad. Trabajo mucho con la realidad y no creo que haya una frontera entre realidad y ficción, solo hay cine, como experiencia subjetiva de la realidad.
El nivel principal en el que entra en juego la realidad frente a la dialéctica de la ficción es el proceso real de la realización cinematográfica: no solamente en términos del uso del potencial creativo en lugares y acciones reales, sino también, y principalmente, en el trabajo con los personajes. El elenco es una mezcla de actores profesionales y no-profesionales. Muchísimos talleres de improvisación experimentan con enfoques como la Constelación Familiar, las recreaciones, la "puesta en escena" de la realidad, el diario íntimo, la representación de los sueños y fantasías de los personajes, etc. para construir los personajes basados en los antecedentes emocionales reales de los participantes, y para revelar las capas cada vez más profundas de la verdad interior de los personajes. La ficción funciona como un marco para trabajar con la realidad, y al mismo tiempo ofrece un espacio seguro y protector a las personas que asumieron el riesgo de abrirse y compartir su alma con nosotros en el proceso.
Yo "doy un papel" a una persona para que encarne a un "personaje", pero el personaje se torna "real" mientras trabajo con la historia personal de quien lo personifica, cuya biografía, recuerdos personales, etc. se convierten así en parte híbrida de la carne emocional del personaje. El ser humano en pantalla es una criatura nueva, compleja, llena de contradicciones, un híbrido entre mi propio material y su propia biografía.
Lo que a la vez me fascina y me conmueve profundamente durante este proceso es la forma inesperada en que la realidad y la ficción se reflejan y se conforman recíprocamente, cómo los límites entre ambos se vuelven cada vez más y más desdibujados, cómo la experiencia cinematográfica pueda cambiar la realidad y viceversa, tanto para los personajes como para mí misma, como cineasta.
A lo largo de este proceso, descubrí progresivamente cómo todas estas personas lidian de hecho, de maneras distintas, con el mismo aislamiento; cómo todas ellas están atrapadas en la misma trampa, entre una profunda necesidad de intimidad y un enorme temor hacia ella. Sin embargo, no estoy en absoluto interesada en un mero "catálogo de soledad". Lo que me fascina y me conmueve profundamente son las formas inesperadas en que las personas intentar salir de su prisión interior, para volver a estar en contacto con sus propios cuerpos y emociones. Vuelvo a descubrir una y otra vez que en el corazón del comportamiento humano más intrigante, y a menudo extravagante, la mayoría de las veces existe una irrenunciable y profunda necesidad de amar y ser amado.
Mientras que mi viaje emocional con los personajes de TOUCH ME NOT (NO ME TOQUES) me revela mucho sobre mis inconscientes mecanismos de defensa personales y proyecciones, prejuicios, percepciones distorsionadas en la intimidad, comportamientos irracionales, etc., me veo reflejada en cada uno de estos seres humanos, en diferentes momentos / etapas de mi vida, como en un espejo fragmentado hecho de trozos de cristal reales y posibles. "Madame Bovary soy yo" o definitivamente podría ser yo.
Festivales y premios
Berlinale-Festival Internacional de Cine de Berlín 2018: Oso de Oro a la Mejor Película y Premio a la Mejor Opera
Festival de Cine Europeo de Sevilla 2018: Nominada Descubrimiento Europeo
Festival de Cine Europeo de Sevilla 2018: Sección Oficial
Críticas
"No es solo una película. Es una experiencia. Tan íntima y tan profunda (…) Un viaje de autodescubrimiento. Un valiente trabajo experimental que devuelve al cine temas, gente, cuerpos y emociones que normalmente no verías nunca." Beatrice Behn, KINO ZEIT.
"Radicalmente humana, un audaz tratado sobre la extraña (y frecuentemente distanciada) relación que los humanos tienen con sus propios cuerpos." David Ehrlich, INDIEWIRE.
"Un gran logro implacablemente inmersivo. Una mirada reveladora a la sexualidad humana. Deslumbrante por su inteligencia, su autoconfianza y su originalidad." Deborah Young, THE HOLLYWOOD REPORTER.
"Fascinante, original, hipnótica, clarificadora" Robert Abele, LOS ANGELES TIMES.
"Una reflexiva, exigente y relevante exploración sobre la intimidad y la idea del yo. La desafiante Touch Me Not (No me toques) abre nuevos caminos al difuminar la frontera entre realidad y ficción." Stephan Dobroin, CINEUROPA.
"Esta es una película que te tocará. También te abrazará, te acariciará, te golpeará en la cara y te hará gritar de ira y felicidad." Victor Fraga, DMOVIES.
Actores_ Tómas Lemarquis, Christian Bayerlein, Grit Uhlemann, Hanna Hofmann, Seani Love.