Esta épica aventura cómica está dirigida por JOEL CRAWFORD, que ha trabajado en múltiples películas de DreamWorks Animation, como Trolls y la saga Kung Fu Panda, y cuenta como productor con MARK SWIFT (Capitán Calzoncillos: Su primer peliculón, Madagascar 3: De viaje por Europa). La película está escrita por KEVIN HAGEMAN y DAN HAGEMAN (La LEGO Película), así como por PAUL FISHER y BOB LOGAN (La LEGO Ninjago película), a partir de una historia de los ya veteranos directores y guionistas de Los Croods. Una aventura prehistórica KIRK DEMICCO y CHRIS SANDERS. La música de LOS CROODS: UNA NUEVA ERA es obra del compositor (y figura principal del grupo musical DEVO) MARK MOTHERSBAUGH (Thor: Ragnarok, La LEGO Película, Los Tenenbaums. Una familia de genios).
La historia de fondo
La evolución de la familia. Arranca LOS CROODS: UNA NUEVA ERA
En primavera de 2013, el público de todo el mundo dio la bienvenida a los Croods, la primera familia de la historia en llegar a la gran pantalla con sus emociones a flor de piel y su capacidad de afrontar situaciones tan letales como totalmente ridículas. La película, todo un éxito comercial y de crítica para DreamWorks Animation, se supo ganar al público, que vio en el clan de Eep un reflejo de sí mismos y de su familia cuando se ven obligados a abandonar su hogar en busca de un mundo inexplorado. Ambientada en el ficticio Periodo Croodácico, tan salvajemente colorido como increíblemente peligroso, la película desplegaba una animación que brindaba a partes iguales un imaginario asombroso, acción trepidante, comedia vivaz y emociones sinceras.
Hablando sobre los Croods como familia, y de por qué los espectadores se sintieron intrigados por los personajes llevados a la gran pantalla por primera vez por los directores Kirk DeMicco y Chris Sanders, MARGIE COHN, presidenta de DreamWorks Animation, nos cuenta: «Lo que nos incita a identificarnos con el mundo de los Croods es que, sea o no primitivo, refleja nuestra propia realidad. Es muy fácil sentir que su dinámica familiar se asemeja a la nuestra, pero también me gusta de los Croods que saben cómo contradecir las expectativas habituales. Por ejemplo, Grug tiene cierto aspecto de bestia, pero, a la vez, es desternillantemente emotivo y sensible».
Cohn asegura que los desafíos que los Croods afrontan en su mundo suelen reflejar los nuestros, sobre todo en la actualidad. La pandemia mundial de COVID-19 nos ha recordado a todos la importancia de la familia y el valor de mantenernos unidos, sobre todo ante la incertidumbre que reina en el mundo. «Todas las familias evolucionan al afrontar nuevos desafíos», dice Cohn, «y con el cambio de necesidades de los hijos, a medida que crecen y maduran. Todos admitimos en mayor o menor medida la idea de que el clan es más fuerte unido, especialmente ahora mismo».
KRISTIN LOWE, directora creativa de DreamWorks Animation, no podría estar más de acuerdo. «Lo atractivo de los Croods es que son verdaderamente universales», afirma Lowe. «Se trata de una familia que simplemente trata de sobrevivir ante las dificultades de la vida y que intenta mantenerse unida, aunque tengan alguna que otra discusión en el proceso. Todo lo que hacen los Croods es motivado por el amor que se profesan. Incluso los errores que cometen tiene su origen en lo mucho que se quieren».
Cuando comenzó el proceso de desarrollo de la secuela, el equipo de Cohn recurrió al incondicional productor de DreamWorks Mark Swift, que ha capitaneado los éxitos del equipo de la productora Capitán Calzoncillos: Su primer peliculón y Madagascar 3: De viaje por Europa; así como al prometedor director Joel Crawford, cuya contribución clave a las sagas de Trolls, Shrek y Kung Fu Panda lo han convertido en el candidato perfecto para dar un paso al frente y hacerse con el timón de su primer largometraje.
En el transcurso del proceso de creación de la segunda entrega, Swift y Crawford adoptaron de forma consistente un tono alegre, convirtiendo esta en una aventura aún más cómica. «Joel es una persona superpositiva y considerada, y sabe imprimir emociones y corazón a la comedia», afirma Cohn. «Joel y Mark crearon una atmósfera de colaboración y diversión que se ha visto reflejada en la película. Emana alegría porque se hizo con ese espíritu».
Los cineastas se dieron a ese ambiente de colaboración y fomentaron el ingenio procedente de todos los departamentos del estudio. «Cuando involucras a la gente en tus decisiones y animas a contribuir, todo el mundo está más contento», asegura Cohn. «Nadie quiere limitarse a hacer la labor que tenga asignada; quieren sentirse parte de un equipo y sumar su aportación creativa».
Una cita a ciegas perfecta. Joel Crawford y Mark Swift forman equipo
Swift y Crawford llevaban años trabajando en DreamWorks Animation, pero sus caminos no se habían cruzado hasta que el destino los unió en LOS CROODS: UNA NUEVA ERA. «Por suerte, Mark y yo formamos un gran equipo desde el principio», nos cuenta Crawford, que ejerció de supervisor de la historia en Trolls y dirigió tráileres para esa película, además del especial de la NBC Trolls: Días de fiesta. «Mark es una persona muy auténtica, centrada y muy inteligente. Y no lo digo solo por su acento británico; es de verdad brillante. Nos reímos mucho juntos».
Cada uno de los socios es padre por partida triple. Swift tiene tres hijos (de 11, 15 y 16 años) y Crawford tiene dos hijas (de 7 y 10 años) y un hijo (de 12). Eso también ayudó a los dos cineastas a forjar un vínculo inmediatamente. «Fue como una cita a ciegas, en cierto modo», dice Swift. «Me lo he pasado en grande trabajando con Joel. Toda relación se reduce a una máxima: ¿vuestras personalidades casan y os complementáis mutuamente?". En este casos, la respuesta a ambas preguntas era "sí"».
DreamWorks Animation se enorgullece de su labor colaborativa a la hora de hacer películas, y Swift y Crawford se ocuparon de combinar diversos elementos de las tramas en desarrollo para luego determinar cómo continuar con la historia de la primera película.
«Los guionistas Kevin y Dan Hageman se sentaron con Mark y conmigo en una habitación con todos los elementos delante», cuenta Crawford. «Teníamos una historia padre-hija, la continuación de la historia de Eep y Chico y cosas que nos gustaban de versiones anteriores. Creamos una receta para algo que nos convenciera a todos. Kevin y Dan tuvieron que irse a un proyecto de Guillermo del Toro, pero cuando Paul Fisher y Bob Logan se subieron al barco, todos esos engranajes creativos comenzaron a girar sin esfuerzo ninguno».
Una comunicación directa y honesta fue clave para su colaboración. «Si a Mark no le gustaba algo, lo decía», afirma Crawford. «O si era a mí, yo tampoco me callaba. Y lo mismo pasaba con los guionistas. Era un entorno muy constructivo y colaborativo. A medida que el equipo fue creciendo y se sumaron más departamentos, esa actitud continuó».
La atmósfera favorecía la creatividad de todos y cada uno de los integrantes de producción. «Cuando nos ocupábamos de las tareas diarias de animación, la gente le presentaba ideas a Joel y él se reía mucho y les alentaba a ponerlas en práctica», dice Swift. «Como animador, puedes ayudar a dirigir tu propio rendimiento. Joel es de la opinión de que, si tienes una idea superior que hace que una escena fluya mejor, hay que apostar por ella».
La sensibilidad compartida de director y productor impregnó toda la producción. «Observábamos nuestras expresiones mutuamente, y si veíamos que alguien no disfrutaba el momento o que algo los molestaba, lo hablábamos», dice Crawford. «Cada vez que teníamos una proyección, traíamos un equipo de 200 personas al cine. Después, todos se sentaban y aportaban sus valoraciones. Puede dar cierto miedo afrontar ese nivel de observaciones, pero Mark y yo apreciamos la honestidad, así como ese aspecto colaborativo de expresar opiniones. Esa es la esencia de nuestra relación».
El clan no se separa, pase lo que pase. Una apuesta emocional para crear una comedia cercana
Cuando conocimos a los Croods hace siete años, la familia tuvo que lidiar con un mundo en pleno proceso de cambio. Ahora tienen que afrontar cambios en su propio clan. «En la primera película, nos presentaron a una chica, Eep, que estaba creciendo y quería libertad», dice Mark Swift. «Grug era un padre que llevaba toda su vida luchando para mantener a su familia a salvo. De pronto, se veía con elementos adicionales que escapaban a su control, como un pretendiente, Chico, que aparecía mostrando interés por su hija. Grug, claro, se vio forzado a adaptarse. Y todo aquello en plena situación de vida o muerte. En cada instante de la primera película, los Croods estaban al borde de la muerte, así que esa primera entrega tenía un tono subyacente más dramático. La familia tenía que seguir moviéndose o corrían el riesgo de morir».
Esta vez no hay tanto en juego, por suerte. Aunque la vida de los Croods sigue bastante alejada de la comodidad y luchan continuamente por ganarse el sustento, no corren un peligro inminente 24 horas al día. «Eso nos permitió adoptar un tono más ligero y ligeramente más cómico», dice Swift. «Dicho lo cual, sigue habiendo grandes cuestiones emocionales que afrontar en el núcleo familiar que, esta vez, podrían desembocar en la ruptura del clan».
Volvemos a unirnos a la familia justo en el momento en el que se dan cuenta de que nada ha intentado matarlos en los últimos diez minutos. Eep y Chico están ahora profundamente enamorados y, secretamente, empiezan a fantasear con fundar su propio clan. Se dan perfecta cuenta de que ha llegado el momento de pensar en su propio porvenir. Por desgracia, Grug se entera de sus planes y está decidido a no permitir que los lleven a cabo.
Cuando los Croods se cruzan con los Masmejor, se produce un choque entre una familia cuya vida se rige la razón y otra que se deja dirigir por el corazón. Al principio, hacen de menos a los Croods considerándolos meras reliquias del pasado. Sin embargo, acaban dándose cuenta de que no es la fuerza física de los Croods lo que les ayuda a sobrevivir, sino sus férreos vínculos. El lema de los Croods, «El clan no se separa, pase lo que pase», acaba conquistando también a los Masmejor. Estas familias opuestas terminan dándose cuenta de que no es «ellos o nosotros», sino «ellos y nosotros».
Aunque la película se creó antes de la pandemia mundial, son temas que no podrían ser más relevantes con la situación actual del mundo. LOS CROODS: UNA NUEVA ERA pone énfasis en cómo los humanos necesitamos a nuestro clan más inmediato, aunque también debemos aprender a expandir nuestro círculo para incluir a nuevos miembros. Durante esta crisis, nos hemos visto obligados a estar cerca de familiares y vecinos de un modo que nunca antes habíamos experimentado. Los Croods nos recuerdan, con humor y corazón, que por mucho que puedan agotarte tus seres queridos, no puedes vivir sin ellos.
«Una de las cosas que más ha hecho que el público se identifique con la saga es que es una historia multigeneracional», asegura Swift. «Todas las dinámicas que experimentamos en nuestra propia familia las vivimos también viéndolas en pantalla. La película muestra que la familia no es meramente la gente más inmediata, sino aquellos en los que confías, a quienes amas y de quienes dependes; es la gente que necesitas. Nuestros familiares son quienes tenemos alrededor, y a quienes queremos, pero también son todos aquellos con quienes nos sentimos conectados».
Para Grug muy especialmente, y también para los Masmejor, esta aventura trata sobre aprender que la familia es más que meros lazos de sangre. «Una de las cosas que estoy aprendiendo, y creo que no soy el único, es que damos por hecho muy a menudo a nuestra comunidad», dice Swift. «Estamos descubriendo ahora que todos dependemos de todos. En el caso de los Masmejor y los Croods, ellos descubren ese sentimiento de necesitar a la gente de su alrededor».
Cuando los Croods entran en la vida de los Masmejor, estos no quieren tener nada que ver con ellos. Los miran con aires de superioridad, no creen que sean inteligentes y sienten que nuestros protagonistas no tienen nada que enseñarles. Solo les tienen en cierta consideración, al principio, porque creen que Chico podría ser un buen esposo para su hija, Alba. «La actitud de los Masmejor es "Nos quedaremos con Chico y al resto de la familia le daremos boleto"», aclara Swift. «Ven a los Croods como cavernícolas abocados a una extinción segura. No forman parte del futuro. Pero luego descubren lo equivocados que estaban. Phil anhela tener un amigo, y lo encuentra en Grug. Los Croods los salvan expandiendo los horizontes de los Masmejor a otro tipo de vida en el que coexisten con la naturaleza. Al final de la película, están mucho mejor que al principio».
Lejanía excesiva. Distancia física y unión familiar
¿Cuánta cercanía es demasiada? ¿Puedes estar alejado de alguien y seguir sintiendo conexión emocional? Los cineastas decidieron explorar el impacto de la distancia física en la familia tanto a efectos cómicos como dramáticos en LOS CROODS: UNA NUEVA ERA.
Para sobrevivir en un peligroso mundo, los Croods lo hacen todo unidos como un clan. Cazan juntos, comen juntos... Incluso duermen juntos. Como resultado, comparten un fuerte vínculo familiar. Los Masmejor, por contra, disfrutan de la seguridad y el confort de vivir en una lujosa casa del árbol rodeados de una muralla gigante. Pero los Masmejor también se han aislado entre sí y duermen en habitaciones separadas. Al principio, cada una de las familias considera impensable el modo de vivir de la otra. «Rodeados de comodidades modernas y de un espacio personal excesivo, los Masmejor han perdido el vínculo familiar que los unía», nos explica Crawford. «El poder de los lazos familiares es una gran lección que los Masmejor aprenden de los Croods».
Tanto Crawford como Mark Swift se basaron en sus propias infancias y dinámicas familiares para explorar la idea en pantalla. «Mark procede de una gran familia de cinco hermanos y una hermana, y crecieron en un lugar de espacio reducido», nos cuenta Crawford. «Nosotros éramos cuatro y nos criamos en un apartamento. En un momento determinado, mi primo se vino a vivir con nosotros y yo tenía que dormir en una especie de armario. Sé perfectamente cómo se siente una gran familia obligada a convivir en pocos metros».
Cuando Crawford tenía 18 años, su familia compró una casa y fue la primera vez en su vida que no tuvo que compartir habitación. «Fue muy raro pasar de estar siempre todos juntos y lidiar con la fricción que surge de una situación así a preguntarme continuamente: "¿Dónde se han metido todos?"», dice Crawford. «Al final del día, solíamos juntarnos en una estancia que había libre en el desván. Cuando estás acostumbrado a una compañía continua y a tener fricciones, no siempre lo vives como algo positivo, pero desde luego compartes una conexión. Y echas de menos ese vínculo familiar cuando dispones de tu propio espacio personal».
También se cumple si hablamos de la humanidad en conjunto. Tendemos a juntarnos y a intentar conectar mutuamente. Nos guste o no, nos necesitamos, incluso aunque nos saquemos mutuamente de nuestras casillas. Esa idea subyace a lo largo de toda la película, aunque sutilmente. «Hemos intentado no martillear al público con el tema, porque ya se percibe a la perfección», dice Crawford. «En esencia, la película trata de la amistad. De dos familias muy distintas que aprenden que su futuro brilla más si es compartido».
Los primeros visionados de la cinta confirmaron a los cineastas que habían tocado algo universal. «Esta película te hace sentirte más unido a tu familia y a gusto con el mundo», afirma Margie Cohn, presidenta de DreamWorks Animation. «Y eso es justo lo que necesitamos ahora mismo».
Departamentos clave
Historia, guion y storyboards. El equipo de montaje
Capitaneado por el jefe de montaje Jim Ryan (El bebé jefazo), este equipo, según el productor Mark Swift, ha sido indispensable durante todo el proyecto. «Desde el primer día, nuestro montador ha trabajado con nosotros en la historia, el guion y los storyboards», comenta Swift. «Jim ha sido clave en el proceso de composición. Ya había trabajado antes con él, y pensé que sería un gran complemento para el equipo».
Como responsable de montaje, Ryan dirige a un equipo que es uno de los primeros departamentos en empezar y el último en acabar. Algo único en la animación es que comienzan cortando cada escena en storyboards, y revisan continuamente las escenas mientras el resto del equipo técnico pasa a la fase de previsualización y, por último, a la animación. También construyen los pases temporales de banda sonora y efectos de sonido, que se convierten en un primer mapa de ruta para el compositor y los diseñadores de sonido.
El editor asegura que está especialmente orgulloso de la introducción. «Desde el principio, nuestra película fue muy divertida y una gran aventura», dice Ryan. «Pero queríamos añadir más profundidad emocional. Como ya teníamos a los Masmejor como una familia del pasado de Chico, nos preguntamos si podíamos indagar lo que le había pasado a este de pequeño». El editor reflexiona que corrieron un riesgo empezando con algo tan doloroso, pero que añade carga al viaje de Chico. Nos cuenta: «También nos llevó a preguntarnos qué hace de un grupo de personas una familia. Hacia el final, ver al chaval que estaba solo rodeado ahora de no una, sino dos familias es muy gratificante».
El responsable de la historia, JANUEL MERCADO (Trolls: Días de fiesta) hace años que conoce a Crawford y que trabaja con él, y eso les permitió entenderse rápidamente a la hora de trabajar con ideas para la trama. «Comparten el mismo sentido del humor», dice Swift. «Januel y Joel no hacen más que mandarse dibujitos. Joel ha sido artista de historias, y aún se involucra muchísimo en la trama. Se pasa la noche creando stoyboards para poder mantener ese flujo de toma y daca con Januel».
Al igual que el departamento de historia es el primer paso para convertir la película en un medio visual, los artistas de dicho departamento crean los storyboards a partir del guion (dibujando) o de cero (escribiendo y dibujando) cuando no hay guion de base. Muchos artistas de storyboard ven el guion como sujeto a interpretaciones, y Crawford y Swift fomentan esa libertad. La mayor parte de las repeticiones se dan en la fase de storyboard; más adelante en el proceso, los elementos son más difíciles de alterar.
Cuando le preguntamos a Mercado cuál es la secuencia de la película de la que está más satisfecho del trabajo de su equipo, nos dice: «Me enorgullece sobre todo el trabajo que hicimos en la secuencia 300, en la proposición de dormir con los Croods. Fue una de las primeras secuencias que había que desarrollar y meter en producción, marcando el punto de referencia tanto para la sinceridad emocional como para nuestro tono exageradamente cómico».
Esta escena, ambientada en su totalidad en la zona de dormir familiar de los Croods, prepara el terreno para el viaje personal de tres de los personales principales: Chico, Eep y Grug. «Chico le propone a Eep fundar un hogar propio», nos cuenta Mercado. «Ella acepta encantada, pero Grug estaba poniendo la orejilla y se queda muy tocado por la inminente partida de su amada primogénita».
Su equipo estaba totalmente centrado en el hecho de que el clímax del tercer acto (la secuencia 3000 y la 3100) era la gran pieza de acción que tenía que darle unidad a todo confiriéndole un resultado emocionalmente satisfactorio. «Fue una de las secciones más importantes y difíciles de la película que probablemente tuvimos menos tiempo para cocinar, porque estábamos en la última fase de la producción», dice Mercado.
El equipo responsable de la historia creó storyboards para una versión tras otra, con plazos cada vez más ajustados; se mantuvieron colectivamente con la misma visión y no perdieron de vista en ningún momento el objetivo que compartían: involucrarse plenamente en la relación entre Eep y Chico. «A medida que las ideas evolucionaron, grandes y pequeñas, tanto nuestro increíble equipo de artistas de gran talento como el apoyo de producción estuvieron a la altura como campeones, sin fallar ni una vez, para hacer realidad cada una de las versiones de la secuencia a la perfección», nos cuenta Mercado. «Aún me sorprende la cantidad de cambios que acometimos y el trabajo realizado».
Estilo y aspecto visual. Diseño de producción
Además de supervisar el estilo y aspecto visual de la película, el diseñador de producción Nate Wragg, con quien Swift había trabajado codo con codo en Capitán Calzoncillos —y que había trabajado en el equipo de desarrollo visual de Los Croods. Una aventura prehistórica—, también ejerció de diseñador principal de personajes del equipo. «Cuando trabajas en una secuela, ya tienes muchas piezas solucionadas», dice Mark Swift. «Pero, aunque no partamos de un lienzo en blanco, tenemos un diseñador de producción diferente en Nate. Lideraba ese equipo. En todo lo relativo al diseño de personajes o dirección artística, Nate es la voz principal. En cada paso del proceso, Nate asumía el rol de guiar el aspecto de los personajes. Nate y nuestra supervisora de efectos visuales BETSY NOFSINGER (Kung Fu Panda) estaban a cargo del look de la película en los diferentes departamentos, y de cuál acabó siendo su aspecto final».
En el proceso que va desde lo que el equipo quiere en principio a lo que realmente puede conseguir, Wragg y Nofsinger estaban a cargo de establecer lo que era posible y lo que podía llevarse a cabo. «En cuanto empecé en esta película, hice lo posible por animarlo a venir»; afirma Swift. «Comparte un rasgo con muchos de los integrantes del equipo técnico: pese a su increíble talento, no tiene un gran ego. Le gusta jugar en equipo y trabaja bien con producción en términos de adaptarse para hacer el proceso eficiente».
Aunque a Wragg les gustó mucho lo que vio en la primera película, ha capitaneado al equipo de diseño para implementar cambios significativos a todos los personajes principales. «Como apostamos por la comedia en esta película, Nate quería asegurarse de que los personajes resultaran atrayentes al espectador en todas sus poses», dice Swift. «Eso se trabaja parcialmente en el rigging y los modelos con los que fueron desarrollados. Rediseñaron, recompusieron y remodelaron a esos personajes para asegurarse de que fueran más atractivos».
Como los Croods están en un mundo totalmente diferente en este capítulo, el personal de producción tuvo que rediseñar esos enclaves de cero. «Cuando comenzamos con Nate, le dijimos que diera rienda suelta a su creatividad y desarrollase todo tipo de mundos y elementos interesantes que le apeteciera incluir en la película», dice Swift. «Le dijimos que lo que fuese diseñando podría resultarnos interesante, y que podríamos basarnos en ese material».
La intersección entre personaje y enclave es totalmente evidente cuando los Monopuños aparecen en pantalla. Para el diseñador, los personajes y su rol en la película fueron siendo cada vez más emocionantes a medida que la producción se desarrolló. «Originalmente, sentía cierto escepticismo; me parecía que al público podrían parecerles repetitivos los Monopuños», confiesa Wragg. «Pero según se desarrollaba la historia, comenzamos a tener la oportunidad no solo de rediseñar a los Monopuños para que resultaran más atractivos, sino de añadir primos de lo más descabellados y salvajes que llevan la especie a otras dimensión en cuanto a tamaño y formas, todo ello de un modo desenfrenadamente lúdico. Si os fijáis en el Monopuño de "mirada siniestra" sabréis exactamente hasta dónde nos hemos desmelenado a la hora de desarrollar estos personajes».
Color, luz y textura. Dirección artística
El director artístico PETER ZASLAV (El gato con botas) no solo es conocido por su fabuloso sentido del colorido; según Swift «es un pintor maravilloso». Un ejemplo de su habilidad es la secuencia con las Hermanas Trueno. «Peter se inspiró en portadas de álbumes de heavy metal de grupos como Iron Maiden y Slayer», dice Mark Swift. «Tienen una tipografía muy llamativa inspirada en el tipo de dibujos de Conan el bárbaro, de Frank Frazetta. Peter tomó esa idea y pintó todas esas imágenes de las mujeres acudiendo al rescate de los hombres».
El productor asegura que ese arte es uno de sus momentos favoritos de la película. «Parecen una portada de Kiss, Iron Maiden o AC/DC», dice. «Son superdivertidas y brillantes, y nos sirvió mucho de referencia. Este increíble pintor nos inspiró a avanzar en una dirección que ni siquiera habíamos considerado. Nos ayudaron a marcar el rumbo de avance de la historia; no eran elementos constantemente reactivos y fueron una gran inspiración para nosotros a la hora de crear la historia».
Como director artístico, el cometido de Zaslav consistía en trabajar con el departamento de arte, el diseñador de producción y la supervisora de efectos visuales para conceptualizar el look de la película, centrándose principalmente en entornos, colores, iluminación y texturas. «En fases previas de la producción, esto implica crear numerosos cuadros de desarrollo visual que capturasen el look de momentos clave de la película; más adelante, esta labor culminaba pintando claves de color para el departamento de iluminación. Luego trabajaba mano a mano con los equipos de iluminación y matte painting para ayudarles a traducir su arte clave en las imágenes finales en pantalla».
Para la secuencia inicial de persecución de un cangudillo y el subsiguiente «montaje amoroso», el equipo era consciente de que debía atrapar y sorprender al público, reintroduciendo personajes ya conocidos con su universo, y luego dejándolo patidifuso con emocionantes efectos visuales que marcara el tono del resto de la película. «Para enfatizar visualmente el arco emocional de la escena, elaboré un guion de iluminación muy detallado que incluía claves de color, diagramas de iluminación e imágenes de referencia visual», nos explica Zaslav. «El diseño de la iluminación y el color fue algo coreografiado cuidadosamente con un imaginario marcadamente contrastado para resaltar la amenaza de los inhóspitos cañones de lava, fluyendo suavemente luego a un "videoclip" colorido y estilizado que representase la felicidad mental de Eep y Chico. El resultado es una montaña rusa visual y emocional de la que estoy muy orgulloso».
Zaslav también está muy satisfecho con cómo quedó el enfrentamiento final entre las familias y el gorila monstruoso, muy diferente a las primeras versiones. «El departamento artístico facilitó docenas de diseños imaginativos para el monstruo final en el transcurso de la producción, muchos de los cuales no se parecen en absoluto a cómo decidimos finalmente que fuera la criatura», dice Zaslav. «El diseño del set también lo ajustamos para permitir el desarrollo de la acción. Al final, lo que tenemos es una amenaza increíblemente imponente y aterradora, ambientada en un enclave misterioso y traicionero, que es exactamente lo que necesitábamos para que el público sintiese la intensidad del momento».
La música de la película
Música espacial de piso de soltero. Mark Mothersbaugh despliega su talento
Cuando llegó el momento de complementar en la secuela la inimitable banda sonora de Alan Silvestri para Los Croods. Una aventura prehistórica, los cineastas sabían que solo había un músico que pudiera coger el testigo: Mark Mothersbaugh, que firma la música de películas como Thor: Ragnarok, La LEGO Película y Los Tenenbaums. Una familia de genios. Pero fue uno de sus primeros trabajos como compositor, para el emblemático programa de los sábados por la mañana Pee-wee’s Playhouse, el que hizo prender la chispa de ese amor por la animación que Mothersbaugh aportó a la producción.
Mothersbaugh cree que la animación es el género para el que es más complicado componer, musicales aparte. «Tienes que conseguir hacer cobrar vida a personajes que no son reales. En una película de acción real, si miras a una pradera o a un bosque lleno de árboles, hay un millón de cosas pasando que no se ven de primeras, pero que sabes que están sucediendo. Con la animación, a pesar de todos los avances tecnológicos conseguidos, hay que recurrir a colores y formas fantásticas para compensar. La música cumple gran parte de ese cometido, y siento que las orquestas son esenciales para la animación».
«En cualquier escena de una película de animación, hay de 80 a 100 personas tocando instrumentos», continúa. «Incluso aunque no lo oigas, todo lo que suponga cierta intimidad, como la respiración y los latidos del corazón de los personajes, cada nota de cuerda o viento, suena en el momento preciso y ayuda a que la animación cobre vida. Por eso me gusta hacer música para este género; eres parte importante del producto final».
Como gran fan de la primera película, el compositor se mostró entusiasmado con la idea de unirse a la producción. «Siempre me ha gustado Los Croods. Una aventura prehistórica, y la idea de hacer una secuela me atraía mucho», dice Mothersbaugh. Aunque ha sido un año raro, el proceso y el proyecto han sido muy disfrutables. Agradezco mucho que Joel y Mark me eligieran».
Para el compositor era importante honrar los temas de Silvestri sin resultar repetitivo. «Alan es uno de los grandes de la historia, y me inspiré mucho en su obra», asegura Mothersbaugh. «Lo bonito de su banda sonora es que tiene muy pocos elementos que te hagan pensar realmente en cavernícolas. Si te limitaras a escuchar la música sin ver Los Croods. Una aventura prehistórica, seguramente no podrías adivinar la situación. Decidimos en esta ocasión añadir más percusión cavernícola e ingredientes así. Además, la mitad de los temas de esta entrega son de personajes que no hemos visto antes».
Cuando barajaba ideas para el estilo de música que compartir con los cineastas, Mothersbaugh recordó una idea que le llevaba un tiempo rondando. «Al observar la casa de los Masmejor, que les dan mil vueltas a los Croods en lo que a tecnología respecta, me acordé de que llevaba tiempo queriendo componer música tipo "espacial para solteros"», dice Mothersbaugh. «Sabía que esta podía ser la oportunidad. Les puse a Mark y Joel un poco de Esquivel, y quedaron encantados. A partir de ahí, era cuestión de averiguar cómo grabar ese estilo de música sin dejar de transmitir esa situación de cavernícolas y habitantes de árboles».
LOS CROODS: UNA NUEVA ERA no solo es el primer proyecto en el que Mothersbaugh ha trabajado con el director Crawford y con el productor Swift, sino también su primera composición para DreamWorks Animation. Para ensamblar su trabajo con las canciones incluidas en la película, el músico colaboró con Mike Knobloch, presidente del departamento de edición y música cinematográfica global de Universal Pictures, con el objetivo de llevar sus sonidos a la pantalla.
Sus colaboradores quedaron impresionados por la forma que tuvo el compositor de afrontar la yuxtaposición de la primera familia del mundo con el nuevo siglo. Con esa finalidad, Mothersbaugh transmitió numerosas referencias a instrumentación/música tipo Esquivel/cócteles de los 50 para crear un paisaje visual acorde a las escenas. Knobloch asegura que el compositor destaca especialmente en películas que se centran en «características narrativas, cómicas, excéntricas y fuera de lo habitual. Mark es maravilloso creando conversaciones serias sobre las cosas más tontorronas».
Mothersbaugh valora la apreciación de que, al crear una película, hay que discutir ciertas cosas que parecen absurdas, pero que en otro nivel tienen sentido. «O te encanta o te vuelve loco», asegura Mothersbaugh. «Y si eres de los segundos, te has equivocado de trabajo. Estás añadiendo la pieza del rompecabezas más difícil de articular».
Para el artista, la música no es como el montaje o la animación, facetas en las que uno puede pedir cambiar el color o la temperatura del cielo. «Cuando editas una película, tienes el número exacto de fotogramas», dice Mothersbaugh. «Parte de la gracia de la música es averiguar lo que los creadores opinan sobre cómo debería integrarse la música en la película, además de cómo la describen. Nadie habla de copases, medidas, agudos, graves o instrumentos específicos. Te dicen: "Necesitamos que esto sea dramático" o "Esto tiene que ser triste". Te piden colores, y a veces pueden estar un tanto perdidos. Pero eso es lo mejor, porque me brinda pistas sobre lo que piensan de la película con el vocabulario que eligen».
Era responsabilidad de Mothersbaugh casar la música con lo visual, garantizando la consistencia de los personajes y los tonos, además de manteniendo la historia en movimiento como elemento de fondo. El compositor nos desvela unas palabras sobre los temas claves que ideó. «Cuando compongo, lo que más me gusta es crear temas que se puedan convertir en piezas», asegura. «Para ello hay que decidir cuánto quieres desvelar del tema final —si lo muestras al principio o lo insertas de un modo menos evidente— o si vas a componer diferentes temas por personaje. En esta película, compuse tanto en torno al tema principal como temas para los personajes principales. Luego contrasté ideas con Mark y Joel y busqué aquello por lo que ellos sentían más afinidad. Hice varias probaturas en busca de un tema para los Croods antes de decidirnos por uno. Soy lo suficientemente disléxico como para estar pensando en algo que me gusta, y si alguien me hace una sugerencia de algo que ya existe, aunque intente hacerlo del mismo modo, ¡el resultado acaba siendo ligeramente diferente y nuevo!».
A pesar de los desafíos de componer durante una pandemia mundial, Mothersbaugh disfrutó las oportunidades. «Debido a la naturaleza del mundo durante la mayor parte de este año, la forma de trabajar fue atípica», asegura Mothersbaugh. «Pese a todo, se puede componer en una situación de asilamiento. Seguimos avanzando durante el confinamiento, y este periodo nos brindó tiempo adicional para redefinir y colaborar mutuamente más de lo que lo haríamos normalmente. Lo habitual es que el compositor entre en acción cuando hay primer montaje, y te toque ir a la carrera. Esta vez, pudimos pensar las piezas y trabajar en ellas más de lo usual».
Naturalmente, la situación implicaba que el proceso de crear la banda sonora fuera a distancia. «Por suerte, conozco bien Abbey Road, porque pongo la banda sonora a varias películas al año en Londres», nos cuenta Mothersbaugh. «Con TIM DAVIES (Trolls: Días de fiesta), que es normalmente mi director y siempre ejerce para mí de responsable de orquestación, juntamos a parte de nuestro equipo allí para que pudieran acudir a las sesiones. Ya era gente estrechamente conectada con la película, no nadie que viniera de nuevas». Tras una pausa, añade: «Fue un poco raro quedarnos en Los Ángeles, pero hicimos bien los deberes y surgieron pocos problemas técnicos que solucionar. Una vez colocados los micros correctamente, nos pusimos en marcha y todo fluyó como la seda».
La composición combinada con canciones. HAIM y Tenacious D se unen a la familia
Para satisfacer el deseo de los cineastas de añadir un poco de su propia historia reciente, hay muchos elementos de los 70 y los 80 en la selección de la banda sonora. Desde un tema de The Partridge Family para Eep y Chico, y las Hermanas Trueno alzándose cual Fénix, hasta la amistad de Phil y Grug ambientada con la canción de Spandau Ballet «True», hay espacio tanto para el desparpajo como para la nostalgia.
Para añadir un toque aún más funk al cóctel, Mothersbaugh y Knobloch decidieron fichar a los enigmáticos Tenacious D (JACK BLACK y KYLE GASS) y al trío roquero de Los Ángeles HAIM (las hermanas DANIELLE, ESTE y ALANA HAIM) como ayuda para crear y/o reimaginar varias canciones de la banda sonora.
Con el deseo de que las Hermanas Trueno tuvieran un himno propio tan arrollador como los propios personajes, HAIM y su habitual productor ARIEL RECHTSHAID compusieron «Feel the Thunder». Knobloch explica cómo se incorporaron a la producción. «Su implicación surgió de un modo muy orgánico», asegura. «Los cineastas necesitaban un himno para un momento de exaltación en el que las Hermanas Trueno acuden y salvan la situación. Cuando se pusieron a hablar, enseguida se les ocurrió que sería increíble contar con unas Hermanas Trueno del mundo real como Danielle, Este y Alana Haim, junto con su productor Ariel, para componer una canción original que convertir en ese himno del rock».
Las hermanas se mostraron entusiasmadas con la perspectiva de ser parte del empoderamiento que DreamWorks Animation quería infundir a la producción. «No hay nada más potente que un grupo de mujeres con una misión, y ese es el motivo por el que nos lanzamos de cabeza cuando nos brindaron la oportunidad de participar en la historia de las Hermanas Trueno en LOS CROODS: UNA NUEVA ERA», nos cuentan las integrantes de HAIM. «Fue muy divertido componer y grabar la canción, y estamos deseando ver a las Hermanas Trueno en acción en la gran pantalla.
Mothersbaugh señala que, cuando HAIM se sumó al proyecto, le recordaban a él mismo cuando era un joven artista. «Pensé que era muy reseñable que estas chicas tan jóvenes estuvieran en un momento tan genial de su trayectoria», dice Mothersbaugh. «Las miro y me acuerdo de lo bien que lo pasamos en DEVO cuando estábamos en un momento similar al suyo. Tienen mucho talento y es muy divertido trabajar con ellas».
Por su parte, Tenacious D colaboró con Mothersbaugh en la irreverente portada del álbum de The Partridge Family «I Think I Love You», título que evoca la frase que se dicen continuamente Eep y Chico («Creo que te quiero») y la primera canción reinterpretada en los títulos de crédito. «Conozco a Jack desde hace ya mucho; tiene una energía fantástica. Vino a verme justo antes del confinamiento para un asunto de Tenacious D», nos cuenta Mothersbaugh. «Tony Hawk y su hijo también estuvieron, y yo llamé al batería de DEVO. Improvisamos sobre "Freedom of Choice", que es una de nuestras canciones. Cuando le pregunté a Jack si le apetecía cantar un par de cosas para mí, no lo dudó un instante. Hizo una versión alucinante de "I Think I Love You"».
El músico supo que estaba en consonancia con el espíritu de la película cuando provocó una reacción clave en cierto miembro de su familia. «Me gustan especialmente las escenas emotivas entre los niños de la película», confiesa Mothersbaugh. «Tengo una hija que llora en las escenas muy emotivas, y siempre sé cuando lo hace que he dado en el clavo».
Knobloch analiza la secuencia de dos canciones de los títulos de crédito de la película. Hablando del primer número, que muestra a los Croods y a los Masmejor juntos en «armonía», Knobloch dice: «A Mark se le ocurrió la idea de hacer una versión irreverente de "I Think I Love You", de The Partridge Family. Sobre si tiene relación o no con los Croods, yo la defiendo. Cuando sea. ¡En cualquier momento!».
Lo que Knobloch llama «el segundo punto al final de la frase» está basado en el tema familiar de los Croods compuesto por Mothersbaugh. Titulada "We Are Here Together", la canción final de la película sale de la melodía principal de la banda sonora. Compuesta y producida por Mothersbaugh —y con las voces de HAIM y Jack Black—, la canción subraya la tregua acordada por los Masmejor y los Croods. «La letra habla básicamente de que todos vivimos en el mismo planeta, y de que no es mala idea unirnos para solucionar asuntos», explica Mothersbaugh. «Surge de este maravilloso espíritu de colaboración cuando las Hermanas Trueno se unen para salvar la situación».