Con Ramón Campos, Gema R. Neira, Salvador S. Molina, y David Orea como guionistas.
En palabras del productor, Ramón Campos ("El caso Alcásser", "Fariña"): "Estamos felices de iniciar el rodaje de Malasaña 32, una película de terror inspirada en hechos reales sucedidos en Madrid en los años 70. Estamos seguros de que a todos los fans del género les entusiasmará esta historia dirigida por Albert Pintó, uno de los jóvenes directores con más talento de nuestro país, y en la que entre muchos otros participan David Martí y Montse Ribé, artífices de los efectos especiales de películas como 'El orfanato' o 'Mamá'".
El proyecto cuenta con un reparto coral encabezado por Begoña Vargas ("La otra mirada", "Alta mar"), Iván Marcos ("Fariña"), Beatriz Segura ("La caza. Monteperdido"), Sergio Castellanos ("La Peste", "Todos los saben", "Tu hijo"), José Luís de Madariaga ("Hierro"), Iván Renedo, Javier Botet ("IT", "IT: Capítulo 2", "Expediente Warren: El caso Enfield", "Mamá", "Rec"), María Ballesteros ("Que dios nos perdone") y Rosa Álvarez entre otros.
La película se rueda en diferentes localizaciones de Madrid, incluyendo el conocido e icónico barrio de Malasaña, que sirve de telón de fondo de esta terrorífica historia.
Biografía de Albert Pintó
Director y guionista, graduado en la ESCAC en la especialidad de dirección, donde imparte clases de narrativa audiovisual desde hace más de siete años.
Galardonado en la 50a edición del Festival de Sitges con el premio a mejor película por votación popular con su opera prima “Matar a Dios” (2017) y mejor cortometraje con “R.I.P.”.
En 2015 fue nominado a mejor cortometraje en los premios Gaudí con “Nada S.A.” cuyos derechos fueron adquiridos por HBO.
En enero de 2020 estrenará “Malasaña 32”, su segundo largometraje, producido por Mr. Fields and Friends, Atresmedia Cine, Warner Bros. Entertainment España, Bambú Producciones, Malasaña Movie AIE y 4 CATS Pictures.
Notas del director (Albert Pintó)
Malasaña 32 es una película de terror que, más allá del susto, cuida a sus personajes y se preocupa por el componente humano. Una familia llega de un pueblo decidida a construir un nuevo y mejor futuro en el Madrid del 76. Los Olmedo han comprado un piso en la icónica calle Manuela Malasaña, en el barrio anteriormente conocido como Barrio Maravillas y hoy famoso Malasaña, y lo que pronto van a descubrir es que ese inmueble, la inversión de sus vidas, trae consigo una hipoteca sobrenatural además de la económica.
Una mala decisión que pondrá en jaque las ilusiones, deseos y sueños de nuestros protagonistas que creían que sus problemas, así como la dictadura, habían quedado atrás.
Después de estudiar quiénes eran los personajes y lo que deseaban, estaba muy claro que el contexto de la película tenía que sumar para contar más cosas sobre ellos. El pueblo se había quedado pequeño y sofocante, el proceso lógico era la migración hacia un lugar con futuro; la gran capital. El Madrid del 76, centro neurálgico de la España de la transición, la viva imagen de la luz, la esperanza y el progreso para la familia Olmedo. Generar esa ilusión en los protagonistas era clave para después arrebatársela al descubrir que ese oasis que perseguían en Madrid, en realidad les iba a engullir poco a poco. Alienándolos poco a poco de todos y de todo.
En concreto, sentí que la cinta debía centrarse desde un principio en la historia de Amparo (Begoña Vargas); una niña que saldrá de un pueblo y en la ciudad se hará mujer. Un personaje que durante el metraje deberá asumir la responsabilidad de sacar adelante a una familia que se queda sin herramientas y recursos ante un escenario totalmente nuevo y terrorífico.
En ese marco incómodo y agobiante lo más importante era que el terror viniera de lo cotidiano, de lo español. Sentir que en el transcurso de la normalidad algo se truncaba y se volvía peligroso y maligno. Usando elementos icónicos y españoles para brotar el miedo. Usar aquello que nos hace únicos, diferentes y notorios: la peonza, la canica, los boleros, las corralas, el tendal de los patios interiores...
Mi labor fue conseguir que esos elementos que son de nuestro entorno y, aparentemente no tienen ninguna maldad, se pudiesen convertir en terroríficos tal y como marcaba el guion. De este modo, los canalizadores del terror debían ser, por lo general, los niños y la relación que tienen con estos objetos y el uso que les dan. Coger desprevenido al espectador igual que se sorprende el niño al ver que su objeto de juego y diversión puede llevarle a caminos muy oscuros.
En Malasaña 32 he querido abordar el terror desde la simplicidad y el poco artificio. Escondiendo el truco y sugiriendo más que mostrando. Siento que el miedo cala cuanto más tiempo y pausa se les da a las escenas y se deja respirar al personaje en la situación adversa en la que se encuentra. Evitando cortar y fragmentar en exceso para no engañar al espectador y dejarle sentir y oler el miedo igual que lo sienten los personajes. Un miedo que vendrá desde lo inesperado, desde lo diurno. Esculpir las escenas de miedo en su máxima expresión de cotidianidad en una mañana de verano. Lograr que el espectador no sepa cuando va a surgir el terror puesto que ni durante el día se siente a salvo.
En definitiva, Malasaña 32 siento que es una rara avis dentro del terror español. Es una película que enamorará por cómo aborda el terror en medio de un guion rico en matices y sensibilidades. Atrapará porque a los espectadores les importará lo que suceda en la vida de esa pobre gente que lo ha dado todo por un futuro que se desmorona ante sus ojos. Una película de terror, sustos y tensión, pero también de emoción, sueños rotos y madurez. Sin duda un híbrido muy especial y merecedor de experimentar en la gran pantalla.
Notas de producción
En el año 2018 encontramos una historia real que nos pareció que podría inspirar una gran película de terror. La historia se desarrollaba durante los años 70 en el madrileño barrio de Malasaña, uno de los más característicos de la capital. Esta historia nos permitía además hablar sobre algunos de los temas que más nos interesan como creadores: El choque entre el campo y la ciudad, la familia, la maternidad, el rechazo al diferente... en un entorno social, el final de la dictadura y el comienzo de la democracia, de auténtica ilusión para nuestro país.
Cuando les contamos la historia a los equipos de Warner Bros. Pictures España y Atresmedia Cine se mostraron tan entusiasmados como nosotros y nos propusieron intentar estrenarla en enero de 2020. Corría entonces junio del año 2018 por lo que quedaba un año y medio para la fecha de estreno. Durante meses trabajamos en el guion de lo que luego se titularía “Malasaña 32” con una idea en mente: Que el terror procediese de elementos muy reconocibles por el público español. Así fue como entraron en la historia la peonza, la canica, la cuerda del tendal, el crucifijo fluorescente, la música de Rafael, los programas infantiles de TVE...
Era enero de 2019 cuando terminamos el guion y quedaba un año exacto para el estreno. Cualquiera que sepa algo de cine entenderá que un año es un tiempo muy justo para rodar y postproducir una película y mucho más si es de terror. Para dirigirla todos teníamos claro que queríamos una nueva voz. Alguien que aportase la frescura que buscábamos en el guion. Así fue como llegamos a Albert Pintó que ya había sorprendido con sus cortometrajes y sobre todo con su primera película “Matar a Dios”, ganadora del Gran Premio del Público en el Festival de Sitges. Desde la primera reunión nos dimos cuenta de que hablábamos el mismo idioma cinematográfico y que compartíamos el amor por un terror en el que el entretenimiento no desmerece a los personajes ni al subtexto. Juntos comenzamos a trabajar en el diseño de la película y en el casting.
Para protagonizarla necesitábamos encontrar a un reparto que fuese lo suficientemente fresco como para que esa familia fuese creíble al tiempo que muy experimentado para poder cumplir con los tiempos de rodaje que teníamos establecidos. Para el personaje de Amparo, la figura central de la historia, necesitábamos una actriz que pudiese ser una chica de campo y al tiempo que funcionase en sus sueños de ser azafata de Iberia. Begoña Vargas tiene todos esos elementos. Es posiblemente una de las actrices jóvenes más versátiles que tenemos en este país y debemos disfrutar de su talento mientras podamos porque no tardará en convertirse en una estrella internacional. A su alrededor fuimos seleccionando el resto del casting hasta conformar a la familia protagonista. Iván Marcos, (conocido por su trabajo en Fariña) Sergio Castellanos, (coprotagonista de la Peste) Bea Segura (coprotagonista de La caza Monteperdido) y José Luis de Madariaga (que entre otras muchas ha trabajado en Hierro) acompañados del pequeño y sorprendente Iván Renedo.
Si hay un elemento clave en una historia de terror este es el monstruo o fantasma. Para diseñarlo queríamos a los mejores y si alguien dice esto en una película de este género siempre aparecen tres nombres sobre la mesa: Montse y David de DDT, ganadores del Oscar por el Laberinto del Fauno, y Javier Botet, intérprete detrás de algunos de los monstruos más icónicos del cine mundial. En julio del 2019 comenzamos a rodar "Malasaña 32” en pleno centro de Madrid con una idea en mente: Trasladar a pantalla el storyboard de la película que Albert había dibujado detalladamente. Todos los planos que el espectador podrá ver en pantalla, desde el primero al último, estaban ya en aquel storyboard de Albert. Hoy, 29 de noviembre del 2019, queda poco más de un mes y medio para el estreno. Acabamos de terminar la película y podemos decir que es exactamente lo que teníamos en mente. Solo esperamos que el espectador disfrute tanto como lo hicimos nosotros en este apasionante año y medio de trabajo para crear la que esperamos sea una de las principales películas de terror de este año, además del descubrimiento para el gran público de los nuevos grandes talentos del cine español como director y como actores.
Malasaña 32Dirigida por Albert Pintó