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Insumisas cartel reducidoInsumisas(Insoumises)
Dirigida por Fernando Pérez, Laura Cazador
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Del premiado director cubano Fernando Pérez quién codirige junto a la realizadora debutante Laura Cazador.

Una producción que nos traslada a la Cuba colonialista de comienzos del siglo XIX y que nos cuenta la historia de un médico suizo que llega a la isla convirtiéndose en testigo de la compleja realidad que vive el pueblo cubano. La afirmación de sus convicciones antiesclavistas y su matrimonio con una humilde mujer de los alrededores, marcan el inicio de graves problemas.


Génesis y fabricación de la película
Insumisas explica la increíble y verdadera historia de Enriqueta Faber, una mujer de Lausana (Suiza) que llega a Cuba a comienzos del siglo XIX. Vestida de hombre para poder ejercer la medicina, profesión en ese momento prohibida a las mujeres, se enamora de Juana, una joven mujer pobre de baja reputación. Su boda así como sus convicciones antiesclavistas marcan el comienzo de serios problemas.

Los orígenes: destinos cruzados de una suiza de Lausana y otra de Ginebra en Cuba
En 2005, la joven cineasta de Ginebra, Laura Cazador escucha hablar de Enrique(ta) Faber (proveniente del cantón suizo de Vaud) en un set en La Habana donde trabaja como asistente de dirección. La presentan como la primera doctora de Cuba y el primer caso conocido, en retrospectiva, de matrimonio de lesbianas. Su gran interés en esta historia resucita con motivo de una nueva estadía en Cuba en 2009. De regreso a Suiza, decide escribir una película sobre este increíble historia y le ofrece al cineasta cubano Fernando Pérez una colaboración tanto en la escritura como en la realización. Se conocen desde hace varios años y han estado trabajando juntos como parte de un colectivo artístico. En 2010, Laura Cazador presenta su proyecto a André Martin de Bohemian Films. Curiosamente, el productor también se enteró de la historia de Enrique(ta) Faber y acepta producir la película.

Inmersión en la Cuba de hace 200 años
Comienza un largo período de investigación, documentación y escritura para Laura Cazador y Fernando Pérez. Si bien hay una serie de novelas, artículos e incluso una obra de teatro sobre el tema, la única fuente histórica sólida son los registros de la corte, guardados en el Tribunal de La Habana. Los escritores se toman la libertad de dar rienda suelta a su inspiración de los hechos reales. Por ejemplo, usan extractos originales de la acusación del fiscal para la escena del juicio, pero imaginan por completo los aspectos más íntimos de la historia, como el momento de la confesión de Enrique(ta) Faber a Juana de León sobre su verdadero sexo. Los autores también están interesados en comprender el contexto sociopolítico cubano de la época. Eligen restaurar la esencia, en lugar de hacer grandes recreaciones. Este es un período decadente y contradictorio de la historia cubana, entre la opresión colonial, las aspiraciones separatistas nacientes y las rebeliones de esclavos, por un lado, y los intentos de sincretismo del catolicismo español y las religiones africanas, por el otro. Quieren que estos diferentes aspectos se reflejen tanto en el sonido como en la imagen de la película.

Un desafío sonoro y musical
Una pieza musical que mezcla batería y música clásica se compone especialmente para el carnaval del Día de los Reyes, en colaboración con la diseñadora de sonido cubana Sheyla Pool. En general, los directores conciben con esta última una banda sonora la mayoría de las veces muy simple y realista, a excepción del prólogo que traza el hilo de la memoria atormentada de la protagonista, así como de otras secuencias. Para reforzar la austeridad de los tiempos mencionados en la película, se decidió junto con el compositor suizo Philippe Héritier utilizar solo música diegética. Finalmente, para la grabación de sonido directo, se decide componer con todos los sonidos de la Cuba moderna (tubos de escape de coches viejos estadounidenses, bocinas personalizadas, reggaetón ensordecedor...) y armarse de paciencia. Finalmente, aproximadamente la mitad de los diálogos tendrán que grabarse en estudio para su sincronización entre Ginebra y La Habana.

Buscando la imagen de la película
En cuanto a la imagen, se ha realizado un trabajo importante con el director de fotografía Raúl Pérez Ureta y el director artístico Alexis Álvarez en el momento de la preparación de la filmación para reproducir con sobriedad la realidad dura, sucia y contrastada de la Cuba de la época. Las luces, el vestuario, el maquillaje y los decorados se tamizan hasta el final para obtener una textura realista, desgastada, degradada, mate, muy poco colorida.

Casting
Se presta especial atención al casting; los actores y los extras deben cumplir requisitos históricos específicos que no corresponden necesariamente a las modas actuales. Se necesitan bigotes, barbas y cabellos bastante largos, nunca afeitados. Los tatuajes, piercings, cejas afeitadas y tintes para el pelo están, por supuesto, prohibidos. Además, para interpretar a los esclavos, los directores necesitan cabello naturalmente rizado y no alisado con queratina, como suele ser el caso hoy en día. Del mismo modo, se buscan pieles muy negras, y no mixtas (todavía había poca mezcla racial en Cuba a principios del siglo XIX, a diferencia de hoy).

A la búsqueda de una pareja de Insumisas
Sobre todo para los dos papeles protagonistas, Enrique(ta) Faber y Juana de León, que los cineastas se esfuerzan por "ser lo más realistas posibles". Desde el principio, parece obvio que el primero debe estar en manos de una actriz europea, principalmente por el acento extranjero que se le proporciona al personaje a su llegada a Cuba. El interés expresado por la francesa Sylvie Testud para interpretar a Enrique(ta) parece llegar como anillo al dedo. Su físico andrógino, su disposición a aprender español en unos pocos meses y su capacidad para penetrar en la piel de esta insumisa vestida de hombre, a la vez fría, hermética y frágil, la convierten en una verdadera opción para hacer con el papel. La joven actriz cubana Yeni Soria, quien interpreta al personaje de Juana de León, fue descubierta por los cineastas hace años durante unas prácticas en la Escuela de Cine de San Antonio de los Baños. También fue elegida en función de las características físicas de Sylvie Testud (principalmente la talla, el peso y la forma de la cara). Se trata que la pareja “funcione”, que la imagen de Juana de León "no se debilite", o más bien "que no feminice" la imagen de Enrique(ta) Faber, manteniendo la fuerza y la irreverencia necesaria en este personaje maltratado por la vida.

Sets de rodaje
Por razones logísticas, todos los lugares de filmación se encuentran alrededor de La Habana. Un verdadero desafío a la luz de las peculiaridades geográficas del este de Cuba, y aún más de Baracoa. Pero la existencia en la capital y sus alrededores de muchos edificios apenas renovados y los paisajes variados, salvajes, salvajes y exuberantes, - especialmente durante el período de rodaje, en plena estación húmeda - ayudaron a la reconstrucción del contexto. La película se rodó en particular en Puerto Escondido (en dirección a Matanzas) donde se construye la choza de Juana en medio de la naturaleza "baracoesca", entre la montaña y el mar; en el área de Angerona, hacia la provincia de Pinar del Río, donde el antiguo edificio de un alemán del siglo XIX, clasificado patrimonio nacional pero en estado deplorable, servirá como local de trabajo a Enrique(ta); y en Regla (barrio popular de La Habana) donde las casas del siglo XIX están casi intactas y donde está instalada la casa de Garrido en el edificio de los Veteranos de la Revolución Cubana. Y luego, el Peñón de Santa Cruz ofrece el escenario perfecto para el abismo donde está la monja Enriqueta, rehén de sus recuerdos ante un mar embravecido. Si el período de la filmación no parecía propicio para la presencia de fuertes olas y viento, la llegada del ciclón tropical Irma a principios de septiembre de 2017, ha capturado imágenes poderosas, que abren y cierran la película.


Entrevista Fernando Pérez
Por Sergio Ferrari (swissinfo.ch)
Festival del Cine y Foro Internacional sobre los Derechos Humanos (FIFDH), Ginebra, Marzo 2019


swissinfo.ch: Muchas de sus numerosas películas tienen un fuerte acento crítico-autocrítico de y desde la sociedad cubana. Pienso, por ejemplo, en La Vida es Silbar, Suite Habana o el anterior, Últimos días en La Habana. Producir un filme histórico, como es Insumisas, no significa escapar de esta perspectiva crítica para recluirse en una zona de confort y evitar la polémica...

F.P.: (riendo) Interesante tu pregunta. Pero respondo categórico: ¡En absoluto! Aunque Insumisas, se basa en hechos ocurridos hace dos siglos, alcanza una proyección contemporánea y universal. Temas que se debaten, más que nunca, en el mundo entero. En Cuba, por ejemplo, hubo una propuesta para aprobar el matrimonio igualitario, es decir entre dos personas del mismo sexo, en la nueva Constitución, y no fue aprobada. Y se discutirá en breve para incorporarlo en tanto artículo en el Código de la Familia. Lo que plantea la película está vivo, forma parte de la cotidianeidad, no es una escapatoria hacia el pasado.


swissinfo.ch: ¿La podríamos clasificar como una película "feminista"?

F.P.: No me gustan las clasificaciones. Por lo menos yo no quisiera caracterizarlo como un filme feminista. Sí, como femenino, de mujeres, que trata de expresarse a través de una sensibilidad que es, claramente, femenina.


swissinfo.ch: Insumisas fue estrenada en diciembre pasado en el Festival Internacional de Nuevo Cine Latinoamericana de la Habana. ¿Cómo reaccionó el público cubano?

F.P.: Fue una reacción efusiva y provocó polémica, que es lo que me interesa y busco desde siempre con mi cine: contribuir para hacer avanzar el pensamiento. A partir del 7 de marzo empezó a estrenarse en los cines de Cuba. Ahora sí tendremos la verdadera respuesta y el termómetro de su impacto real...


swissinfo.ch: En muchos países de América Latina la movilización de mujeres, con reivindicaciones específicas de género, ha ganado en intensidad en estos últimos años. ¿Piensa que Insumisas tendrá una distribución/aceptación particular?

F.P.: Sería muy feliz si fuera así. Una de las motivaciones esenciales de la película es esa conciencia y movilización de las mujeres, que, aunque siempre han estado presente en el continente, ahora parecen hacerse mucho más visibles. Y en ese sentido, nuestro personaje, Enriqueta Faber, fue una mujer de vanguardia, que transgredió las limitaciones y las violaciones de su época, en favor no solo de su identidad femenina sino también de la justicia social.


swissinfo.ch: 74 años, más de 55 años ligado al cine, más de 30 de director, con casi una veintena de los más famosos filmes cubanos contemporáneos y una treintena de premios internacionales en su currículo ... ¿Insumisas cierra su producción o hay otros proyectos en vista?

F.P.: ¡Qué va! Para mí el cine es una pasión y una necesidad. La necesidad de comunicarse con los otros, y mi mejor forma de hacerlo es a través de imágenes. Acabo de terminar el guion de lo que -si encuentro un productor- sería mi próxima película. Se llamará Riquimbili. Una palabra que en sí no significa nada pero que tiene una sonoridad especial. Apuesto, por primera vez, al humor negro. ¡Y vuelvo a la realidad cubana tratando de complejizarla y de participar en ella desde sus luces y contrastes!


Entrevista Laura Cazador
Insumisas o la descolonización de la mujer
Por: Kiana Anandra Pérez (Habana Film Festival, 2018)


Una historia de hace doscientos años, el volver a trabajar con actores vestidos como en el siglo XIX y en medio de condiciones tan adversas como fue filmar bajo el huracán Irma no suponían un futuro muy prometedor para Insumisas. Una cinta que independientemente de los contratiempos, transgrede más límites que el de género: social, moral, de todo tipo.
Insumisas tuvo su génesis en el año 2005, cuando su codirectora, la suiza Laura Cazador, al visitar Cuba, supo de los avatares de su compatriota Enriqueta Faber en la nación caribeña. Cazador fue la mirada femenina que Fernando Pérez encontró para profundizar y entender bien la complejidad de un carácter tan fuerte como lo es el de la protagonista, una mujer adelantada a su época que llegó a la oriental ciudad cubana de Baracoa, a principios del siglo XIX, vestida de hombre, ejerció con éxito la medicina, e incluso llegó a casarse con una joven local.


P: ¿Por qué escoger esta temática para llevarla al cine?

R: Aunque trate de una historia que pasó hace doscientos años, la película tiene para mí una resonancia muy contemporánea e importante. Trata de la libertad individual en un orden establecido, y de cómo el ser humano lidia con su sociedad -en una dinámica más o menos tensa- para que esa no lo aplaste, para poder vivir en coherencia con sus valores morales y éticos, para obedecer a su conciencia. Hay veces que la única forma de hacerlo es transgrediendo códigos, costumbres e incluso leyes.

Pienso hoy en día a los migrantes que se ven obligados a recurrir a la ilegalidad para proteger sus vidas, o a los que están acogiendo esos en sus casas aunque sea prohibido y castigado por la ley. A veces la transgresión es necesaria. Así le pasó a Enriqueta Faber, quien quería ser médico, profesión entonces prohibida a las mujeres. Su estrategia fue de «burlar» la ley y las apariencias, disfrazándose de hombre. En un sentido más íntimo también; al enamorarse de otra mujer, tampoco tenía otras opciones que hacerse pasar por hombre para poder vivir un amor homosexual rechazado por siglos de cristianismo y misoginia.

Hoy en día la mayoría de los países están todavía dominados por el patriarcado. Con métodos más o menos elaborados, algunos no admiten todavía relaciones homosexuales o bisexuales, otros le prohíben a las niñas y las mujeres estudiar y/o trabajar en ciertas profesiones, casi todos pagan menos una mujer que un hombre por el mismo trabajo, no remuneran el trabajo «doméstico», construyen una imagen de la mujer reducida a un objeto de deseo y ponen en peligro su integridad física, de forma más o menos consciente. Es impresionante la violencia de género que todavía persiste, incluso en el mundo llamado «desarrollado y democrático».


P: ¿Considera entonces que la mujer, de alguna forma necesita descolonizar su cuerpo y mente?

R: Como pasa con la independencia de los países colonizados que se dieron cuenta que una bandera y un himno no garantizaban la «real» independencia, la mujer todavía lo necesita. No hay que olvidar que la explotación de las mujeres ha tenido una función central en el proceso de acumulación capitalista. Enrique Faber compartió evidentemente este proceso. Siendo el cine hoy en día, una de las armas para descolonizar las mentes, me pareció importante llevar esa historia a la gran pantalla.


P: ¿Cuáles fueron los principales retos que tuvieron que enfrentar como parte del proceso creativo?

R: El principal reto que tuvimos que enfrentar fue el tiempo, tanto meteorológico como físico. Filmamos en pleno verano, imagínate el calor, sobre todo para los actores con los trajes de época, pero también el sol que imposibilita filmar en determinadas horas, así como las lluvias de fin de día que nos obligaban siempre a repensar el plan de rodaje. Por otra parte, la actriz francesa Sylvie Testud tenía otra filmación seguida a la nuestra en Francia, y tenía un tiempo contado. Al ser ella la protagonista casi absoluta de la película, eso nos condicionó. Pero su profesionalismo así como el de todo el equipo, entregado totalmente al proyecto, hizo que fuera posible «desafiar el tiempo».


P: En anteriores entrevistas han dicho que Insumisas no es una película biográfica.

R: Insumisas no es una película biográfica, es una ficción basada en hechos reales. A partir de las varias fuentes, -la mayoría «indirectas» a excepción por ejemplo de los archivos del juicio-, decidimos crear y dibujar nuestra Enriqueta. Es más una interpretación de ese personaje que un retrato histórico y biográfico. Si bien hay hechos indiscutibles (la llegada de Faber a Cuba en 1819, su práctica de la medicina en Baracoa, su matrimonio con Juana, su juicio, su condena...), hay muchas partes imposibles de «palpar»: su relación íntima con Juana, el momento que ella llegó a conocer el verdadero sexo de su «esposo», sus amistades en el pueblo, la razón del viaje a Cuba de Faber...


P: ¿Qué simbolizó para ti, trabajar con un director tan experimentado como lo es Fernando Pérez?

R: Trabajar en ese proyecto de largometraje con Fernando Pérez fue un honor inmenso, además de ser un director muy experimentado cuya obra me llega mucho, lo adoro en el plano personal, desde los quince años que nos conocimos. Sobra decir que aprendí muchísimo. Pero lo más importante es que tuvimos una relación de trabajo muy armoniosa, desde la escritura del guion hasta el día de hoy. No significa obviamente que no hemos tenido puntos de divergencias, pero fueron bien pocos y siempre resueltos con respeto, humor y sensibilidad. Por ejemplo, si había una duda en el rodaje, probábamos las dos versiones. En el momento de editar procedimos de la misma forma, hasta llegar a una obra que nos funcionara a los dos. El hecho que compartimos la escritura también nos permitió como co-directores tener muchas cosas claras bien antes del rodaje, muchas imágenes y sensaciones en común.


P: Desde tu papel como cineasta, ¿qué importancia le concedes al hecho de que la mujer se esté abriendo paso en el mundo del audiovisual como sujeto creador y no como mero objeto de representación?

R: Me parece sumamente importante que la mujer ocupe su espacio y enuncie sus realidades, sus preguntas, sus aspiraciones, sus heridas, como sujeto creador en el cine, en un mundo de representaciones que fue (y todavía es) monopolizado por una ideología patriarcal, en el cual la mujer era (es) objeto de una retórica de la alteridad que la va condicionando. Vimos con el escándalo Weinstein cómo se liberó la palabra de miles de mujeres que, aclarando que no querían «matar o dominar, ni poner en el mismo paquete a todos los hombres», denunciaron casos de intimidación, chantaje, violación, que son propios de la violencia de género. La descolonización del cuerpo y de la mente de la mujer pasa también por recuperar su historia, su imagen, su representación, su identidad social y creativa. Ahora bien, eso no significa que sea imposible ni deseable que hombre y mujer colaboren para ese mismo objetivo, prueba de ello está en el compromiso de Fernando Pérez con la «causa femenina», para no decir feminista.


Comentarios acerca de la película
"Insumisas reclama fácilmente su lugar junto a Elisa & Marcela y Gentleman Jack al llamar la atención sobre las historias en gran parte olvidadas de mujeres históricas que vivieron y amaron contra viento y marea". - (FilmFest Munich)

"Insumisas culmina en una experiencia cinematográfica memorable y, a la vez, relevante a nuestros tiempos". - (Festival de San Juan, Puerto Rico)

"La facilidad con que Insumisas aborda el género y la raza como construcciones irrevocablemente entrelazadas, al tiempo que nos ofrece una relación sana y condenada del mismo sexo, hace que este proyecto cubano se sienta totalmente contemporáneo a pesar de su período". - (Manuel Betancourt, Remezcla)

"Insumisas es un film a caballo entre el drama histórico, la aventura y la crítica sin tapujos a algunas de las realidades más viles del ser humano, a saber: el racismo, el clasismo y el maltrato". - (Málaga Hoy)

"Atinada dirección de fotografía y soberbia interpretación de Sylvie Testud en su contención". - (Diario Sur)


Festivales y Premios
Festival de Málaga, 2019: Largometrajes Sección Oficial a Concurso

Festival Internacional de Soria, 2019: Inauguración Oficial

Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, 2019: Selección Oficial; Premio Especial del Jurado, Premio de la Prensa Latina

FilmFest Münich, 2019: Selección Oficial

FIFDH Ginebra, 2019 (Festival del Film y Fórum Internacional sobre los Derechos Humanos): Selección Oficial

Festival Internacional de Cine de San Juan, 2019: Selección Oficial. Gran Premio

OUTshine Film Festival, Miami, 2019: Audience Award Winner, Jury Award Winner

Festival de Cine de Lima, 2019: Selección Oficial

Festival Internacional de Cine Viña del Mar, 2019: Selección Oficial

Havana Film Festival New York, 2019: Proyección especial

Festival Internacional de Cine de Guadalajara, 2019: Selección Oficial


Los directores
Fernando Pérez
Cineasta cubano más destacado de la década de los noventa. Su filme La vida es silbar recibe el Goya como mejor película iberoamericana en el 2000 y su película Suite Habana inaugura el Festival de San Sebastián en el 2003.

Insumisas (2018), Últimos días en La Habana (2016), La pared de las palabras (2014), José Martí: el ojo del canario (2010), Madrigal(2007), Suite Habana (documental, 2003), La vida es silbar (1998), Madagascar (1995), Hello Hemingway (1990), Clandestinos (1987), Omara (cortometraje documental, 1983), Siembro viento en mi ciudad (cortometraje documental, 1978), Cascos blancos (cortometraje, 1975), Crónica de la victoria (cortometraje documental, 1975).

Laura Cazador
1983, Ginebra. Estudia Guion, Dirección y Actuación entre Suiza y Cuba. Vive entre su ciudad natal y La Habana desde 2003. Escribe también como periodista y termina una licenciatura a distancia en Historia Universal.

Insumisas (2018), Lucia 21 (cortometraje, 2013), El caso H2O (documental, 2013).


Ficha artística: Sylvie Testud, Yeni Soria, Antonio Buil, Giselle González, Hector Noas, Mario Guerra.