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Las brujas (de Roald Dahl) cartel reducidoLas brujas (de Roald Dahl)(The witches)
Dirigida por Robert Zemeckis
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Llega a las pantallas "Las Brujas (de Roald Dahl)", la aventura de fantasía del director ganador del Oscar Robert Zemeckis ("Forrest Gump"), un auténtico maestro de la narración. La película está protagonizada por las ganadoras del Oscar Anne Hathaway ("Los Miserables", "Ocean's 8") y Octavia Spencer ("Criadas y señoras", "La forma del agua"), Stanley Tucci, nominado al Oscar (películas de "Los juegos del hambre", "The Lovely Bones"), con Kristin Chenoweth (series de TV "Glee" y "BoJack Horseman") y Chris Rock, la premiada leyenda de la comedia. El debutante Jahzir Bruno (serie de TV "Atlanta") también es uno de los protagonistas junto a Codie-Lei Eastick ("Holmes & Watson").

Zemeckis dirige una innovadora adaptación visual de la popular novela de Dahl dirigida al público actual. La película, no exenta de humor negro, cuenta la conmovedora historia de un pequeño huérfano (Bruno) que, a finales de 1967, se va a vivir con su querida abuela (Spencer) a Demopolis, un pueblo de Alabama. El niño y su abuela tienen extraños encuentros con algunas brujas aparentemente glamurosas pero absolutamente diabólicas, así que ella decide quitarse de en medio y llevarse al chico a un hotel de lujo en la costa. Por desgracia, llegan al mismo tiempo que la Gran Bruja (Hathaway) que ha reunido a sus brujas de todo el planeta -que van de incógnito- para llevar a cabo sus nefastos planes.

Basado en el libro de Roald Dahl, el guion es obra de Robert Zemeckis y Kenya Barris (serie de TV "Black-ish", "Shaft") y del ganador del Oscar Guillermo del Toro ("La forma del agua"). Zemeckis también es el productor junto con Jack Rapke, del Toro, Alfonso Cuarón y Luke Kelly. Como productores ejecutivos son Jacqueline Levine, Marianne Jenkins, Michael Siegel, Gideon Simeloff y Cate Adams.

El equipo de Zemeckis está compuesto por muchos de sus colaboradores habituales como el director de fotografía nominado al Oscar Don Burgess ("Forrest Gump"), el diseñador de producción Gary Freeman, los montadores Jeremiah O'Driscoll y Ryan Chan, la diseñadora de vestuario nominada al Oscar Joanna Johnston ("Aliados", "Lincoln") y el compositor nominado al Oscar Alan Silvestri ("Polar Express [El Expreso Polar]", "Forrest Gump").

Warner Bros. Pictures presenta "Las Brujas (de Roald Dahl)", una producción de Image Movers/Necropia/Esperanto Filmoj dirigida por Robert Zemeckis.

Lo que sabemos sobre las brujas: Siempre usan guantes incluso cuando hace calor fuera. Sus fosas nasales son más grandes que las de la mayoría. Todos llevan pelucas para ocultar sus cabezas calvas. No tienen dedos en los pies. Tienen bocas alargadas que pueden estirarse hasta las orejas. ¿Y qué es lo más importante? Que son la maldad en estado puro.

"Las Brujas (de Roald Dahl)" es una historia tremendamente divertida a la vez que conmovedora sobre un niño que se topa con una sociedad secreta de brujas y que, con ayuda de su cariñosa abuela, debe intentar detener su malvado plan que aspira a convertir en ratones a todos los niños del mundo. Y en manos de un realizador magistral como Robert Zemeckis, es una experiencia visual extremadamente emocionante y compleja.

"Es una historia diabólica", afirma sonriendo Zemeckis, el director/coguionista/productor de la película que se mostró entusiasmado de poder reinventar la popular novela. "Los libros de Roald Dahl son como todos los grandes libros infantiles: en realidad no son libros infantiles. Hay niños que son los personajes principales, por eso les gustan a los niños, pero lectores de todas las edades pueden disfrutar de sus libros, y esta película es para todos".

Aunque Roald Dahl tiene una amplia biblioteca al servicio de cualquier realizador, "creo que Las brujas es uno de los mejores libros de Roald Dahl, si no el mejor, y por eso estaba particularmente interesado en hacer esta película. Las brujas son diabólicamente deliciosas. Son malvadas pero no se arrepienten. Quieren librar al mundo de los niños. Me pareció que era una idea maravillosamente subversiva para un cuento infantil".

A pesar de sus muchas anomalías físicas, la mayoría de las veces las brujas de la película se parecen más a mujeres glamurosas que verías a bordo de un yate en la Riviera, y no montadas en una escoba. Anne Hathaway interpreta a la Gran Bruja, su ultra sofisticada líder.

"Roald Dahl escribe personajes terroríficos mejor que nadie, y basa la maldad en cosas que vemos en el mundo. Por esa razón resulta familiar, entretenido, pero también aterrador", explica Hathaway. A la actriz también le entusiasmó la idea de trabajar con el legendario director Zemeckis, y añade: "Bob comprende la sensibilidad del humor de los dibujos animados como si se tratara acción real y de esa forma consigue una verdadera profundidad emocional. Ha escrito las reglas de lo que es tecnológicamente posible en el cine actual. Cuando combinas su imaginación y su nivel de habilidad técnica, con una historia de Roald Dahl, el resultado es absolutamente extraordinario".

Mezclar los elementos divertidos y fantásticos de la historia, como transformar a las brujas glamurosas en seres horripilantes y niños muy monos en ratones adorables, era una de las razones para que Zemeckis aceptar el proyecto, pero también le atraían los temas humanos subyacentes en el núcleo de la historia de Roald Dahl. Zemeckis observa: "Creo que la verdadera historia trata sobre la aceptación y la individualidad y sentirte bien con quien eres en realidad. Es un viaje para encontrar tu verdadero yo y ser aceptado por tu verdadero yo, y creo que por eso es intemporal y hace las delicias de tantas generaciones de lectores".

"Las Brujas (de Roald Dahl)" se cuenta a través de los ojos del personaje central, el Héroe anónimo, que se va a vivir con su abuela, que sólo se llama Abuela, cuando queda huérfano al principio de la historia. "La idea de quedarse huérfano o perder a tus padres es un miedo universal", dice Zemeckis. "No solo concierne a los niños. Es un miedo que experimentamos todos y esa empatía con el personaje principal te conquista desde el principio".

Octavia Spencer interpreta a la Abuela, un personaje que derrocha amor y planes para preparar a Héroe para el futuro, como unas lecciones muy extrañas para aprender a detectar a una bruja. "Quería formar parte de esta película por muchas razones", afirma Spencer. "Soy una gran admiradora de Bob Zemeckis, creo que es un talento incontestable de esta industria. Soy fan suya y también he leído el libro. Esta historia aborda muchos temas interesantes y me pareció muy interesante interpretar a la abuela, que no es la típica abuela. Me pareció un proyecto divertido, aterrador y muy entretenido, y quería formar parte de él y trabajar con Anne".

Gran parte de la historia se desarrolla en un complejo hotelero donde la abuela y el nieto se refugian (¡o eso creen!) de las brujas que invaden su ciudad natal. A medida que avanza la historia, el Héroe y la Abuela se encuentran con más y más brujas, lo que le permite a Zemeckis revelar la moraleja subyacente de Roald Dahl: las cosas no siempre son lo que parecen. Una advertencia para no juzgar a los demás por su apariencia.

Stanley Tucci encarna al gerente del hotel, que debe hacer malabarismos ya que debe lidiar con una convención de brujas y una supuesta plaga de roedores. A Tucci, al igual que a Hathaway y Spencer, le encantó la idea de trabajar con Robert Zemeckis, sobre todo en un proyecto de Roald Dahl. "Robert Zemeckis es un titán del cine. Cambió la forma en que vemos las películas. Lo que hizo con Roger Rabbit fue increíble. Es prolífico y brillante pero también muy versátil. Ha hecho una carrera extraordinaria y tiene un talento descomunal". Además el actor es un fan de Roald Dahl y le encantan sus historias porque asumen esa oscuridad que otros escritores infantiles suelen evitar. "No le tenía miedo a la oscuridad, y los niños quieren esa oscuridad; a veces nos da más miedo que a ellos. Y creo que él lo reconoció. Y también era tremendamente divertido y el humor surgía de esa oscuridad".

A Héroe, que interpreta el debutante en el cine Jahzir Bruno, se une en su búsqueda para detener los nefastos planes de las brujas, una dulce y atrevida ratona llamada Daisy, a la que pone voz la excelente actriz Kristin Chenoweth. La actriz dice que, ante todo, el papel le atrajo "por el material original; siempre vuelvo al material original y, para mí, era el libro de Roald Dahl", pero también por la naturaleza luchadora del pequeño pero potente personaje. "Tiene algo de líder", dice la actriz.

La historia en sí se cuenta en parte a través de la narración de nuestro joven héroe cuando es mayor, con la reconocible voz de Chris Rock. "Quería trabajar con Bob Zemeckis y él tenía un papel para mí", afirma el actor. "Llevo más de 30 años en este negocio pero no había tenido la oportunidad de trabajar con él, así que la aproveché. Además estaban Anne Hathaway, Octavia Spencer y Stanley Tucci… grandísimos talentos. El resultado tiene que ser bueno si cuentas con una gran historia, un gran director y grandes actores".

Para contar la historia, Zemeckis se asoció con el guionista Kenya Barris para desarrollar un guión de Guillermo del Toro, el productor de la película. Barris afirma: "Soy un gran admirador de la obra de Roald Dahl. Las historias siempre tienen un toque diferente y mezclan oscuridad, magia e incertidumbre con fantasía. Eso y el talento y la habilidad técnica de Bob Zemeckis eran la combinación perfecta. Así que escribir con él era una oportunidad que no podía dejar escapar".

Aunque los realizadores se mantuvieron fieles a la naturaleza deliciosamente retorcida y caprichosa de los personajes y la premisa, trasladaron la historia de su escenario en Europa al estado norteamericano de Alabama. Y en lugar de trasladarlo a la época actual, decidieron retroceder a la década de los años 60. "Eso nos permitió contar la historia de una manera más bonita, antes de que existieran los móviles, las cámaras de seguridad y la vigilancia de 24 horas", explica Zemeckis. "Lo más importante era mantener el tono del libro; creo que esa fue la clave".

El productor Jack Rapke observa: "No hay duda de que Roald Dahl es uno de los grandes. Sus historias son muy accesibles para los niños porque escribe desde su perspectiva, pero su sentido del humor irónico funciona tanto con los adultos como con los niños. Dahl siempre tiene algo que ofrecer a todos en sus libros y si combinas esa característica con el talento único de Bob para contar historias, estaba claro que podía ser una experiencia maravillosa para el público de todas las edades".

Para dar vida a su visión de este cuento tan colorido, Zemeckis se dirigió a los Warner Bros. Studios Leavesden, y recurrió a su equipo creativo de confianza, que incluía al director de fotografía Don Burgess, el diseñador de producción Gary Freeman, a los montadores Jeremiah O'Driscoll y Ryan Chan, a la diseñadora de vestuario Joanna Johnston y al compositor Alan Silvestri. En la película hay personajes que van de niños pequeños a una abuela increíblemente joven de corazón, así que todo el mundo puede identificarse con alguien. A Zemeckis le encantó reunir a la impresionante lista de actores que interpretan al variado elenco de personajes de la película.

"Estaba entusiasmado con mi reparto", afirma el director. "Teníamos a Anne Hathaway, que interpreta a la Gran Bruja. Ha hecho un trabajo fantástico y se ha divertido muchísimo con las malvadas cualidades de su personaje. También estaba Octavia Spencer, que encarna a la abuela de nuestro héroe. Es una actriz maravillosa con la que trabajar; además es una gran intérprete dramática con una gran sensibilidad para la comedia. Además contábamos con Stanley Tucci. Me encantó trabajar con él. Soy un grandísimo fan suyo. Puede hacerlo todo. Y descubrimos a Jahzir Bruno, un chico para él que ésta es su primera película, pero es un actor con una naturalidad tremenda.


"¡Ella es la Gran Bruja más importante del mundo!"


La Gran Bruja
De niña, a Anne Hathaway le encantaba leer historias de Roald Dahl. "Una de las muchas cosas que me gustaban de Roald Dahl es la ternura que imprime a su manera de escribir y cómo los sentimientos que experimentan los niños son reales y nada sentimentales. Creo que eso es absolutamente genial porque los libros infantiles suelen describirlo todo a través de una nebulosa color de rosa. Pero a muchos niños les encantan las historias de Roald Dahl, especialmente Las brujas, porque las cosas se ven con mucha claridad y eso es de agradecer".

Tal y como se describe en el guion de "Las Brujas (de Roald Dahl)", la Gran Bruja es extraordinariamente hermosa con una piel de alabastro perfecta, pómulos perfectamente esculpidos, cejas negras arqueadas y labios rojo sangre. Pero a pesar de que es muy hermosa físicamente, el fuego del infierno arde en su oscuro y feo corazón. Seguramente se trata de uno de los personajes más memorables del escritor y suelen describirlo como una de sus creaciones más aterradoras y uno de sus villanos más oscuros. Y a Hathaway le entusiasmó la idea de explorar el papel.

A la actriz le encanta describir las malévolas cualidades de su personaje: "La Gran Bruja es una auténtica pesadilla, pero es muy entretenida. Odia todo. Nada la hace feliz. No sabe lo que es la alegría".

En la historia, la Gran Bruja dirige una convención de brujas que odian a los niños en el Hotel Grand Orleans Imperial Island, bajo el disfraz de la Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Niños. Lo cierto es que ha elaborado una poción que librará al mundo de la maldad de los niños convirtiéndolos en ratones.

"Para ella, el mundo es un lugar tremendamente doloroso, así que intenta causar todo el dolor que pueda. ¡Pero eso no le impide ser absolutamente fabulosa!", añade Hathaway.

Rapke apunta: "Anne Hathaway aporta una dimensión polifacética al personaje de la Gran Bruja. Aporta glamour pero con un fantástico sentido del humor cuyo resultado es una interpretación estilizada y brillantemente exagerada. Pero también es vulnerable y accesible, así que cuando intenta seducir a los niños pareciendo auténtica, pura y cariñosa, Anne consigue vender esa ilusión sin mucho esfuerzo. Ha logrado la síntesis perfecta de las características de la Gran Bruja, y su interpretación es increíblemente entretenida, muy dramática a veces y divertidísima otras veces.

Aunque el escenario se trasladó a Estados Unidos, fiel al material original, la Gran Bruja es oriunda de Noruega, así que Hathaway tuvo que dotar a su personaje de un acento nórdico. Es más fácil decirlo que hacerlo, afirma la actriz. "El guion decía que tiene un acento escandinavo extraño, así que empecé a buscar acentos escandinavos, pero lo cierto es que son preciosos", dice Hathaway. "Son agudos y tienen cierta musicalidad así que me dije: '¡No voy a asustar a nadie con esto!’"

Hathaway, junto con su profesor de dialectos, se puso a investigar el nórdico antiguo. "Encontré un video de un especialista que estaba interpretando poesía, y cuando hablaba en nórdico antiguo alargaba las 'erres'. Sonaba mágico, pero con cierto misterio. Me encantó. Aparentemente estaba hablando de ovejas en un prado, pero el acento le daba un estilo grandioso, aterrador y dramático, así que empecé a hablar así". Después se lo mostró a Zemeckis y la actriz recuerda: "Me dijo la frase del libro que explica el crujido del beicon. Así que combiné ese sonido con el acento y funcionó".

Pero Hathaway hizo muchas más cosas para el papel; después de todo, las brujas vuelan. "A Anne no le importó subirse al cable y hacer todo el vuelo", añade Rapke.

"La gente me mira como si tuviera tres cabezas cuando digo cosas como, '¿Crees que podría bailar por el aire encima de las cabezas calvas de brujas calvas?'", dice Hathaway entre risas. "Pero Bob, que tiene una imaginación ilimitada y grandes conocimientos tecnológicos, me dijo: 'Claro, sería genial. Sé cómo lo haremos.’ Y consigue hacerlo realidad. Fantástico. ¡Muchas gracias!"


"No importa quién eres o cuál es tu aspecto mientras alguien te quiera".


Abuela
La Abuela está descrita como una mujer dura con un gran corazón que no dudaría en darte una paliza si te lo mereces o un gran abrazo si lo necesitas y era un papel que Octavia Spencer no podía rechazar. Lo cierto es que Las brujas es uno de los libros favoritos de Spencer, sobre todo porque aborda conceptos interesantes que tienen una gran actualidad.

"El estilo de Roald Dahl es maravilloso", dice la actriz, "y Bob Zemeckis clava todos los temas: el humor, la emoción, el terror y, en definitiva, las lecciones de la vida".

Cuando el joven Héroe pierde a sus padres en un accidente de coche, la Abuela pasa a ser su tutora y se lo lleva a vivir con ella a Alabama. Es una mujer compasiva y quiere a su nieto por encima de todo. Quiere ayudarlo a atravesar el duelo y a empezar a vivir de nuevo. "Tiene que preparar a su nieto para la vida, o sabe que su futuro no va a ser fácil", dice Spencer. "Ella le enseña la dureza de la vida pero también es un hombro en el que llorar cuando lo necesita. Y me gusta ese equilibrio. Me gusta cómo Kenya y Bob escribieron el personaje de la Abuela. Es divertida, cariñosa pero también es severa cuando hay que serlo. Y es una auténtica fuerza de la naturaleza".

Zemeckis anota: "Octavia es una actriz absolutamente maravillosa. Es una intérprete dramática increíble, pero también tiene una gran sensibilidad cómica".

Rapke está de acuerdo: "Ha sido un gran honor y un inmenso privilegio trabajar con Octavia Spencer. Llega todos los días al plató perfectamente preparada. Su instinto no falla nunca y deja alucinados a todos los miembros del equipo. Es pura alegría".

A medida que avanza la historia, queda claro que la Abuela está familiarizada con la existencia de las brujas en el mundo. De hecho, sabe todo lo que hay que saber sobre ellas y se lo cuenta a su nieto. Rapke observa: "Octavia infunde a la Abuela calidez, inteligencia y compasión, y una comprensión innata de un mundo que no existe para que lo veamos. Aporta dignidad e integridad y también honestidad y autenticidad al personaje. Verla actuar ha sido una experiencia extraordinaria".


"¿No llevará un ratón dentro, o sí?"


Sr. Stringer
El reparto estelar también cuenta con Stanley Tucci como director del Grand Orleans Imperial Island Hotel, el Sr. Stringer. Al describirlo, Tucci dice: "Es increíblemente quisquilloso, y cuando se enfrenta a alguien que no cree que tenga el estatus adecuado o que no tenga la clase suficiente para ser un huésped del hotel, se molesta. Sin embargo, siempre intenta hacer lo que beneficie al hotel y a los estimados huéspedes —que, en este caso, resultan ser brujas— y termina recibiendo su merecido".

Aunque un argumento a su favor, según explica Tucci, es que las brujas "se han registrado bajo el nombre de un grupo humanitario totalmente falso, la Sociedad Internacional para la Prevención de la Crueldad contra los Niños, aunque son todo lo contrario. Odian a los niños y quieren que todos los niños sean asesinados. Las brujas de esta historia no pueden tener hijos. Los encuentran nauseabundos y no pueden soportar su olor, ni nada de ellos. Su objetivo es convertir a todos esos niños en ratones para exterminarlos después".

A Tucci le encantó la idea de trabajar con Hathaway. "Annie Hathaway encarna a la Gran Bruja. Es alguien con quien trabajé hace mucho tiempo en 'El diablo viste de Prada', en la que estaba extraordinaria. En esta película, interpreta a un personaje que no podría ser más opuesto al que encarnó en esa película, y está absolutamente maravillosa. Fue estupendo volver a verla y trabajar de nuevo con ella. Y ese acento que hace es tremendamente divertido y también muy difícil de hacer. Lo hacía muy bien y lo cierto es que me hacía reír en cada toma".

A Hathaway también le encantó volver a reunirse con su antiguo coprotagonista. "Stanley Tucci encarna al Sr. Stringer y está maravilloso en el papel. Se le ocurrió hacer un acento sureño realmente maravilloso, suave y profundo con el que parece tremendamente servil, pero al mismo tiempo se nota que el Sr. Stringer está dispuesto a dejar su trabajo en cualquier momento. Y yo interpreto a un huésped infernal. Así que creo que desde el momento en que me conoce, está contando los minutos para que me vaya, y con razón. La Gran Bruja no es el tipo de huésped que quieres en tu hotel".

Tucci también admira la forma de trabajar de Zemeckis. "No hay pérdida de tiempo, ni escándalo ni líos ni desorden en el set. Todo iba como la seda así que fue fantástico trabajar con él. Le pregunté si podría tenerme en cuenta para todas las películas que hiciera después".

El director Robert Zemeckis siente la misma admiración por Tucci y añadió: "Soy un gran admirador de Stanley y fue muy divertido trabajar con él. Tiene muchísimo talento".


"¿¡Por qué somos ratones!?"


Héroes grandes y (muy) pequeños
Jahzir Bruno, que debuta en el cine con "Las Brujas (de Roald Dahl)", interpreta a Héroe. Bruno solo tenía nueve años cuando se rodó la película y nació en Alabama, donde se desarrolla la historia. Spencer, con quien más trabajó, estaba encantado de actuar con él y afirmó: "Jahzir es pura naturalidad. Además, tiene un alma maravillosa. Encarna la bondad que hay en los niños. Jahzir tiene ese 'je ne sais quoi' que es tan hermoso, tan humilde y tan intenso al mismo tiempo".

Codie Lei Eastick encarna a Bruno Jenkins, el chico que Héroe conoce en el hotel y al que posteriormente intenta rescatar de las garras de la Gran Bruja antes de que él mismo sucumba. Jahzir Bruno y Eastick se hicieron grandes amigos durante el rodaje tanto dentro como fuera del plató. Se quedaban juntos en los hoteles cuando tenían que rodar fuera de casa después de pasar el día trabajando y haciendo los deberes escolares.

Por último, el reparto principal lo completa la popular actriz de cine y teatro Kristin Chenoweth que presta su voz a Daisy, la mascota que la abuela compra para animar a Héroe y que es una ratona. Era una niña llamada Mary, pero las brujas la convirtieron en Daisy, una ratona.

A pesar de que el papel solo requería su voz, la actriz se metió en la piel de la pequeña Daisy y explica: "Siempre me enamoro un poco de mis personajes. Digamos que Daisy tiene una misión y me gusta que mi personaje tenga una misión clara".

Su trabajo coincidió con el confinamiento en Nueva York así que tuvo que arreglárselas para buscar la manera de hacerlo. "Fue muy interesante", cuenta la actriz. "Mi novio convirtió mi vestidor en un estudio. Instalamos una pantalla de ordenador, un teléfono y una tablet, para que el director, los productores y los animadores pudieran hacerse una idea de mi personaje, porque en la animación si el actor hace algo divertido para el personaje, pueden incorporarlo dibujándolo y esa es mi parte favorita en este tipo de trabajo".

Cuando la Gran Bruja entra en el hotel, está rodeada por un séquito de 50 brujas de todo el mundo, casi tan glamurosas como ella. Las actrices elegidas para interpretarlas son Josette Simon como Zelda, la altanera y llamativa ayudante de la Gran Bruja; Orla O'Rourke como Saoirse, una bruja irlandesa pelirroja que lleva una cachiporra grande y pesada, o un bastón; Eurydice El-Etr como Samantha, una bruja francesa con un estilo muy chic; Ana María Maskell como Esmeralda, una bruja española que se distingue por llevar un moño en la nuca y flores en el pelo; y Eugenia Caruso como Consuela, italiana y morena.


"¡Viven entre nosotros en cada gran ciudad, en cada pueblo pequeño!"


Dando vida a un cuento intemporal...
La práctica totalidad del rodaje de "Las Brujas (de Roald Dahl)" tuvo lugar en los Warner Bros. Studios Leavesden, y para iluminar, capturar y, por supuesto, crear los entornos que Zemeckis había imaginado, el director recurrió al director de fotografía Don Burgess y al diseñador de producción Gary Freeman.

Freeman estaba encantado de volver a trabajar con Zemeckis y le entusiasmó la idea de diseñar una película ambientada en la Alabama de los años 60. Estaba deseando explorar la interesante estética de esa localización como telón de fondo de la historia y lo explica así: "Me encanta la cultura americana de los 60, y el sur tenía un aspecto, un feeling y un tono absolutamente únicos. Bob es un profesional consumado que sabe perfectamente lo que quiere conseguir así que su propuesta me entusiasmó".

Freeman adoptó el estilo arquitectónico anterior a la guerra, una audaz mezcla de estilo europeo y antiguo que caracteriza a esta parte del mundo. Le encantó la grandiosidad y la escala de los elementos del diseño sobre todo porque tuvo la oportunidad de construirlos en grandes tamaños. Pero también le interesó el detalle y la calidad que exigían los primeros planos: el plano de visión de un ratón está a solo a cinco o siete centímetros del suelo y no suele ser una zona en la que el departamento de arte centra sus recursos. Así que fue una oportunidad poco habitual de trabajar tanto a escala macro como a micro escala.

Los interiores se construyeron en solo dos escenarios en Leavesden, ya que un set podía transformarse en otro. Solo había que cambiar de un escenario a otro cuando era necesario, así que era fundamental que los horarios de rodaje y construcción estuvieran perfectamente sincronizados. Freeman recuerda: "Bob fue una magnífica elección para esta película porque debía hacerse de manera muy precisa y concisa dadas las limitaciones de tiempo y presupuesto. Para Bob, cada toma debe transmitir información. Tiene que significar algo en términos de narración, así que no es necesario hacer una toma amplia solo porque es bonita. Significa que, como diseñador, tienes que quitarle todas las florituras y darle exactamente lo que quiere transmitir en términos de narración".

La historia se rodó en su mayor parte en orden cronológico. Los decorados interiores que conforman la casa de la abuela, la sala de estar y la cocina, el dormitorio, el pasillo, el baño y la buhardilla del ático fueron los primeros decorados que la producción construyó en el Plató M. "Construimos la casa de la Abuela casi como si la estuviéramos construyendo de verdad", dice Freeman. "En Europa, solemos enlucir las paredes, mientras que en el sur usaban tablas de madera para crear una pared, y después la revestían de tela de arpillera y papel. Eso otorga a las paredes una textura particular y para mí era muy importante conseguir que la textura de las paredes fuera la correcta, para que parecieran lo más auténticas posible". Se documentaron para reproducir los detalles de la arquitectura de las casas rurales sureñas de estilo chalet de doble altura de los años 20 y 30, que Freeman y su equipo recrearon con una minuciosa atención al detalle.

Algunos de los muebles que encontraron para la casa de la Abuela incluían un conjunto de muebles de madera pintados de blanco que creaban un aspecto ligero y femenino para el dormitorio del ático que perteneció en su tiempo a la madre de Héroe, con colchas y cortinas a juego típicas de la época. En la sala de estar, una cocina de Formica y cromo le dio a la casa un feeling muy de la época. De hecho, casi todos los objetos de la casa de la Abuela se obtuvieron en el sur de los Estados Unidos, y el equipo de diseño se emocionó al saber que a Octavia Spencer el decorado le recordaba la casa de su propia abuela.

El Hotel Grand Orleans Imperial Island en el Plató N era una construcción impresionante que comprendía el bar, el vestíbulo de la recepción, el comedor, la cocina y las suites. Los equipos de diseño y construcción reconfiguraban el escenario para convertirlo en otro a medida que la unidad de filmación se trasladaba de una escena a otra. Freeman diseñó el hotel con el estilo de una mansión sureña, una imponente estructura anterior a la guerra con pilares enormes, grandes balcones, claraboyas y gabletes, que dan un toque gótico del sur profundo y ligeramente espeluznante. "Bob me dio información sobre el hotel", recuerda Freeman. "Me dijo: 'Quiero que sea un personaje, quiero que nos hable’. Así que mezclamos muchos elementos diferentes para que tuviera una personalidad propia que encajara con una historia de brujas".

Zemeckis también le pidió a Freeman que el salón de baile, donde ocurren los sucesos más nefastos de la historia, transmitiera un feeling aterrador, siniestro e intimidante. El equipo de diseño utilizó todo el espacio para hacer que el entorno, que ya era enorme, pareciera aún mayor y lo decoraron con murales enormes y magníficos, pintados por un artista callejero al estilo de Thomas Hart Benton, un artista del siglo XX que representaba escenas románticas del sur rural. Pero en esas ilustraciones, el artista jugaba con una perspectiva distorsionada que resultaba inquietante. Freeman explica: "No hay un sentido real del primer plano, el medio o el fondo; es como mirar a través de una lente ojo de pez".

La Habitación 666, muy apropiada para la suite de la Gran Bruja, fue otra construcción imponente. Un espacio glamuroso y elegante con una paleta de color rosa empolvado y desaturado para dar una impresión tanto intimidante como seductora. El espacio, decorado con telas de damasco, muebles dorados y blancos, espejos dorados y consolas, y apliques de pared de gran tamaño, imita el estilo de Versalles, con muchas piezas provenientes de Farley's, una de las casas de atrezzo más famosas de Londres.

En el backlot de Leavesden, el equipo construyó el pueblo rural de Demopolis en Alabama, al que la Abuela trae a Héroe a vivir con ella. Freeman comenta: "Todo empezó con unas pocas casas y una pantalla azul y se convirtió en algo mucho mayor; ¡al final, acabamos construyendo una ciudad entera!"

Primero tuvieron que excavar una zona no utilizada del estudio, que resultó ser un terreno con una vista extraordinaria. "Fue genial", señala Freeman, "porque estábamos tratando de eliminar demasiadas tomas de ampliaciones de sets que necesitaran efectos visuales. Conseguimos 270 grados en la cámara con una gran vista a un valle sobre un campo virgen y extenso".

En un extremo del set estaba Demopolis 1932, y en el otro extremo 1967, así que fue un trabajo de construcción muy eficiente. El equipo de jardinería trajo árboles de 10 metros y plantó arbustos. El equipo de ambientación dio vida a Demopolis añadiendo farolas, vallas de jardín y letreros en las calles en el lado de la calle de los años 60 e hizo que el lado de los años 30 fuera más rural, con máquinas agrícolas en los campos, barriles y cajas de madera esparcidas, colada colgando fuera de las casas y porches sencillos con maceteros y mecedoras viejas.

Otros sets incluían el lugar del accidente en una carretera nevada y rural de Chicago; el Chicago South Shore Hospital, donde la Abuela viene a recoger a Héroe después del accidente; y la típica tienda de la esquina. Esto último exigió que el equipo de atrezzo reuniera unos 300 productos diferentes para colocarlos en los estantes: comida en cajas y latas, herramientas agrícolas, productos de mercería, semillas de flores y vegetales en las bolsas originales de los años 50, herramientas, juegos infantiles y una asombrosa colección de 300 antorchas de época que pertenece a un coleccionista particular norteamericano.

El rodaje también se desarrolló en dos lugares clave: en el Goldmiths' Hall de Londres y en el pueblo de Virginia Water en Surrey. Era importante que la escala del exterior del hotel resultara real y para ese fin los realizadores filmaron en el Goldsmiths', un edificio protegido de la ciudad, que sirve como oficina de ensayo y sede del Gremio de los Orfebres de Londres, la Worshipful Company of Goldsmiths. Es uno de los primeros gremios de Londres y tiene su sede en este lugar desde 1339. Virginia Water en Surrey fue un enclave fantástico para recrear el exterior del Hotel Grand Orleans Imperial Island, ya que tenía la escala que necesitaban, así como unas vistas magníficas junto a un gran lago. La unidad construyó 2,5 kilómetros de camino de chapa de metal para transportar el equipo de filmación, y construyó las columnas del hotel delante de las columnas romanas de Leptis Magna, unas ruinas protegidas de la ciudad romana en Libia que trajeron a Virginia Water en el siglo XVIII.


¡Cómo detectar a una bruja!
Elaborar un estilo para la Gran Bruja y sus seguidoras necesito del trabajo conjunto de la diseñadora de vestuario Joanna Johnston y de los diseñadores de maquillaje y peluquería Peter Swords King y Paula Price. A Johnston, que había colaborado con Zemeckis en muchas ocasiones, le encantó volver a trabajar con él, sobre todo en esta historia tan emblemática de Roald Dahl. "Estas brujas eran algo nuevo para mí y fue un gran trabajo de descubrimiento diseñar su vestuario. Llegué la conclusión de que tienen límites muy flexibles en lo que visten", dice la diseñadora. "Viven entre nosotros, tal y como dice la historia" y, a pesar de su atuendo glamuroso, "tienen vida propia en su primera aparición en la película, pero después evolucionan para convertirse en algo más extraño a medida que avanza la historia".

Juntos, los diseñadores ahondaron en el carácter individual de cada una de las 50 brujas para elegir cada look. El resultado fue una fusión sorprendente y ecléctica de finales de los 50 y principios de los 60. El look definitivo para cada una de ellas fue una combinación de varios elementos: el período en el que se ambienta la película, el personaje de la bruja y la personalidad de la actriz que la interpreta, y cómo influía el estilo en las escenas.

Comenzando con el personaje de Hathaway, Swords King explica en qué se inspiró: "Su apariencia se basó en visiones icónicas de principios de los 60, como cardados y un maquillaje de ojos muy intenso". Teniendo en cuenta la interpretación de Hathaway, Swords King pudo permitirse el lujo de ser bastante atrevido con su look, con influencias de todo tipo de iconos de la época, desde Jackie O hasta Marilyn Monroe, pasando por la supermodelo mexicana Nena von Schlebrügge, de ascendencia sueca y alemana, hasta Carmen Dell'Orefice.

"La Gran Bruja tiene una selección de pelucas basadas en sueños de grandeza cada vez más descabellados", afirma además Swords King. "Comenzamos con un aspecto bastante normal para no despertar demasiada atención o sospechas, pero a medida que avanzamos, los looks se vuelven más extremos. Se vuelve más y más histérica y lo mismo ocurre con su aspecto".

Hathaway tenía sus propias ideas sobre el look y trabajó en estrecha colaboración con Johnston y Swords King para desarrollarlo. Johnston comenta: "Anne Hathaway no solo es tremendamente profesional, también es muy divertido colaborar con ella.

Para la transformación física de Hathaway, Price trabajó con la diseñadora de prótesis Kristyan Mallet. La Gran Bruja tenía seis looks diferentes durante el rodaje, hasta el último que era muy oscuro y demoníaco, con un maquillaje extremadamente cargado que usa mucho negro y tonos morado muy oscuros. Su peluca también se transforma con un peinado hacia atrás muy tirante ya que Hathaway quería que parecieran cuernos visto de lado.

El proceso para preparar a Hathaway para uno de los estilos sin prótesis importantes llevaba unas dos horas, y llegaba a las cuatro horas cuando se necesitaron prótesis. Después de algunas semanas de práctica, el equipo pudo reducir el proceso a tres horas y media. El uso de prótesis de transferencia permitía una aplicación muy rápida, algo esencial ya que las cicatrices del personaje son visibles -hasta cierto punto- en todo momento. El look completo de la Gran Bruja incluía extensiones de dedos en el pulgar, el meñique y el índice de ambas manos; se colocaron calcetines azules en el dedo medio y el anular, que se retiraron digitalmente en posproducción. También se aplicaron prótesis en el dorso de las manos, para que pareciera que solo tiene tres nudillos. La Gran Bruja también lleva una calva de silicona con venas y cicatrices sobre la que se colocaba un turbante muy ajustado. Por último, Hathaway también tuvo que llevar pies protésicos para que pareciera un dedo medio del pie muy largo. Esa pieza se colocaba en el set ya que se desgastaba viajando de un lado a otro.

En total, Hathaway tenía 17 calvas, 22 pares de "dorso de manos", 198 extensiones de dedos y ocho pares de pies hechos que se colocaban durante el rodaje. El resto del reparto de brujas seguía su ejemplo, salvo para la prótesis del dedo medio largo del pie, ya que solo la Gran Bruja tiene ese dedo. En total, el equipo fabricó y colocó unas 62 calvas, 20 pares de pies, 80 prótesis de dorso de manos y 350 extensiones de dedos durante todo el rodaje. De hecho, el equipo dejó alucinado al departamento de locaciones cuando solicitaron una carpa de "dedos" destinado únicamente a la colocación de los dedos que se despegaban continuamente a lo largo del día… y que solían aparecer en los sitios más extraños.

El extraordinario trabajo que realizaron a diario los equipos de peluquería y maquillaje y prótesis lo realzaron aún más los equipos de efectos visuales en la posproducción, dirigidos por el supervisor de efectos visuales Keven Baillie. Gracias al ordenador, las cicatrices faciales se convierten en una mueca Chelsea completa, un término que se utiliza para una herida causada al realizar un corte desde las comisuras de la boca hasta las orejas y que deja una cicatriz en forma de sonrisa. Por supuesto, los efectos visuales también se emplearon a fondo para mejorar la apariencia de las brujas, para realizar digitalmente sus muecas, sus manos de tres dedos, sus garras largas y sus pies sin dedos, así como un dedo del pie grande y largo con una garra retorcida en el caso de la Gran Bruja.

Para cambiar de ritmo, Johnston también realizó un look para la Abuela, y Octavia Spencer reconoce que las prendas que le hicieron le resultaron muy útiles para comprender a su personaje. "Joanna Johnson es una magnífica diseñadora de vestuario", comenta Spencer. "La estética de esa época es muy singular y su interpretación de cada uno de los personajes fue impecable. Tenía una visión maravillosa de quiénes eran los personajes y de lo que aportaban a la historia".

En el caso de la Abuela, Johnston consiguió telas con estampados vintage para crear una serie de vestidos de flores estilo años 50 y algunos sombreros maravillosos, que le encantaban especialmente a Spencer, así como las telas, los patrones y las paletas de colores que eligió. "La Abuela lleva batas para lidiar con la humedad y el calor del sur", observa Spencer, "pero Joanna logró que fueran maravillosamente sofisticados. Es confección a medida".


Haciendo magia en el cine (¡y en los ratones!)
En todas las películas de Robert Zemeckis, la tecnología innovadora se funde maravillosamente bien con la narración real. El equipo de efectos visuales se enfrentó a dos desafíos diferentes en "Las Brujas (de Roald Dahl)": construir entornos y diseñar y crear animaciones. Como los realizadores habían decidido construir decorados en lugar de rodar en locaciones, pudieron decidir desde el principio qué decorados serían físicos y cuáles serían digitales. Baillie lo explica: "Hay cosas que, sin duda, tienen que hacerse de forma digital. Por ejemplo cuando la altura se ve limitada por el espacio físico real, así que todo lo que supera los seis metros debe realizarse en posproducción. Del mismo modo, cuando el espacio es demasiado pequeño para que quepa una cámara, dentro de un conducto de ventilación por ejemplo, hay que hacerlo de forma digital. Pero nos comprometimos a filmar tanto con la cámara todo lo que fuera posible, y cuando queríamos que los elementos parecieran táctiles como ocurre en las complejas secuencias de salón de baile, el comedor y la cocina".

Para Zemeckis era fundamental que los ratones digitales conservaran la esencia de sus personajes humanos, y que cada personaje que se convertía en ratón tuviera la oportunidad de comportarse como un actor, para que el público pudiera identificarse con ellos. "Nuestros héroes se convierten en ratones y pueden hablar, así que conservan la esencia de sus personajes humanos", dice Zemeckis, "pero su físico es el de un ratón de verdad. Marcamos en los ratones una determinada forma de ojo, o de ceja, para que se sepa que el personaje del actor está ahí. Siempre es parte del personaje real del ratón".

Baillie, que también ha colaborado muchas veces con Zemeckis, añade: "Bob es un mago de efectos visuales. Creo que se siente atraído por la tecnología en cada película que hace, pero no está interesado en la tecnología por sí misma, sino como un medio para ayudarle a contar la historia y para ponerla al servicio de la historia de la forma más eficaz posible. Se convierte en un socio y quiere entender todo el proceso, y gracias a eso me da mucha información sobre lo que tenemos que hacer. Nos permite alcanzar hitos en la innovación en áreas que tienen mucha importancia para la historia, algo que no veo que ocurra en muchas películas".

La combinación una narrativa maravillosa con la innovación tecnológica es un sello distintivo del cine de Robert Zemeckis, sobre todo cuando se trata de crear una película para un público más amplio que abarca niños, abuelos y todo lo que hay en medio.

El realizador lo resume de manera muy sencilla, afirmando: "Las mejores películas para niños son siempre aquellas que resultan maravillosamente divertidas para los adultos". Y continúa diciendo: "Creo que la clave para que una película guste a los niños es que no se hable nunca con condescendencia a los niños", algo que bien podría coincidir con la filosofía de Roald Dahl. "Se trata de hacer una película que guste a espectadores de 8 a 80 años".