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Pequeños detalles cartel reducidoPequeños detalles(The little things)
Dirigida por John Lee Hancock
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Los ganadores del Oscar Denzel Washington ("Día de entrenamiento", "Tiempos de gloria"), Rami Malek ("Bohemian Rhapsody") y Jared Leto ("Dallas Buyers Club") protagonizan el fascinante thriller policíaco titulado "Pequeños detalles". John Lee Hancock ("The Blind Side [Un sueño imposible]", "Al encuentro de Mr. Banks", "El fundador") dirige la película a partir de su propio guión original.

El reparto principal también incluye a Natalie Morales ("La batalla de los sexos"), Terry Kinney ("Milla 22", serie de TV "Billions"), Chris Bauer ("Sully", serie de TV "The Deuce"), Joris Jarsky (serie de TV "Bad Blood"), Isabel Arraiza (serie de TV "Pearson") y Michael Hyatt ("Crazy Ex-Girlfriend").

"Pequeños detalles" está producida por Mark Johnson, el productor ganador de un Oscar y un Emmy ("Breaking Bad", "Rain Man") y Hancock, con Mike Drake y Kevin McCormick como productores ejecutivos.

Para realizar esta película Hancock se ha reunido con sus colaboradores habituales como el director de fotografía nominado al Oscar John Schwartzman ("Seabiscuit, más allá de la leyenda", "El fundador", "Al encuentro de Mr. Banks"), el diseñador de producción nominado al Oscar Michael Corenblith ("Apolo 13 [Apolo XIII]", "El fundador", "The Blind Side [Un sueño imposible]), el montador Robert Frazen ("El fundador"), y el diseñador de vestuario Daniel Orlandi ("El fundador", "The Blind Side [Un sueño imposible]"). La música es obra de Thomas Newman, compositor nominado a varios Oscar ("1917", "El puente de los espías", "Al encuentro de Mr. Banks").


Algunas cosas nunca nos abandonan…
Joe "Deke" Deacon y Jim Baxter son dos policías en fases muy diferentes de sus vidas y carreras cuando inesperadamente se ven obligados a trabajar juntos para resolver el caso de un asesino cuyo objetivo son mujeres de la zona de Los Ángeles. A medida que se desarrolla el caso, se obsesionan con un sospechoso en particular, pero rastrearlo hace que ambos se enfrenten a sus propios demonios, y en el caso de Deke, sus secretos enterrados durante mucho tiempo acaban saliendo a la luz.

John Lee Hancock, dirige y produce la película partir de un guión que él mismo escribió hace casi 30 años. El director recuerda que quiso estudiar la naturaleza descarnada del trabajo como un medio para explorar el lado intelectual y psicológico de la resolución de crímenes. "La historia se me ocurrió a principios de los años 90, cuando los cines estaban llenos de películas de policías colegas", dice el realizador. "Quería hacer algo diferente y darle un toque de película de los 70".

Además, Hancock logra subvertir el género policíaco de los 90 al desentrañar, en lugar de concluir, la historia, de forma que la culpabilidad del sospechoso principal de Deke y Baxter no llega a probarse y el caso no queda cerrado. Baxter depende en gran medida del instinto más experimentado de Deke, pero ambos policías se obsesionan rápidamente con detalles cuestionables. Eso los lleva de la sospecha a la certeza, una peligrosa zona gris que los impulsa a actuar de una forma que no solo podría destruir su caso, sino también sus vidas.

Denzel Washington encarna a Deke y el actor opina sobre el guión: "Fue una buena lectura, una historia realmente interesante que no había visto nunca, con un personaje lleno de cicatrices, cínico, reservado... Si alguna vez tuvo algo de fe, ahora la ha perdido, pero continúa en lo que es una especie de un viaje espiritual a través del tipo de infierno que solo un policía podría entender, y eso me pareció tremendamente interesante. John me parecía un guionista y un director fantástico, así que trabajar con él fue una decisión realmente fácil".

Rami Malek interpreta a Baxter, un policía con un gran futuro. "Ya desde la primera lectura comprendí que era un thriller extremadamente potente, pero también comprendí que era mucho más que eso. Profundiza en las capas de estos personajes y encuentra el profundo impacto psicológico que tiene el trabajo que ejercen", afirma el actor. Malek añade que "uno de los motivos por los que me atrajo de esta historia es que no tiene el final habitual de Hollywood. Al final te cuestionas tu forma de ver a los demás —ya sean criminales o nosotros mismos— y qué sucede cuando nos obsesionamos mucho con algo. Después de leerlo, seguí dándole vueltas en mi mente".

Un elemento clave que genera el enfrentamiento entre Deke y Baxter proviene de la naturaleza compleja de Albert Sparma, su principal sospechoso. El productor Mark Johnson cree que el suspense de la película va in crescendo porque tanto los dos policías y el público no saben qué está pasando. "Albert Sparma es un hombre del que podemos decir con total seguridad que es culpable", afirma Johnson. "La pregunta es: ¿de qué?".

Jared Leto, que interpreta al inescrutable Sparma, ya conocía a Hancock y afirma: "Hace tiempo que quería trabajar con John Lee porque es un guionista y un director increíble. Cuando leí el guión por primera vez, me cautivaron los personajes. Ha hecho un trabajo magnífico manteniendo el suspense a lo largo de toda la cinta. La historia plantea preguntas no solo sobre la culpabilidad o la inocencia, sino sobre las suposiciones, la identidad. Es realmente sorprendente y creo que a la gente le va a impactar el final".

Para los realizadores, el recorrido de "Pequeños detalles" hasta llegar a la pantalla fue casi tan largo y tortuoso como el de Sparma con Deke y Baxter. Mientras trabajaba en varios proyectos como guionista y director a lo largo de los años, el propio recorrido de Hancock se cruzaría con frecuencia con el de Johnson. Johnson había producido uno de los primeros guiones de Hancock, a lo que siguió la producción de dos de sus películas como director, así que no olvidará nunca el trabajo que realizaron para llevar este trabajo al cine. El productor declara: "El guión de 'Pequeños detalles' era el sueño de un productor: una espectacular y oscura historia policíaca que es en realidad un estudio de personajes sobre lo que significa ser policía y cómo la naturaleza obsesiva de ese trabajo puede apoderarse de tu vida, sin olvidar ese tipo de suspense y ansiedad que te obliga a leerlo hasta el final".

"Cada pocos años, Mark me preguntaba sobre este guión y yo siempre le decía que no había llegado el momento, que no estaba listo para hacerlo", reflexiona Hancock. "Después empecé a hablar con amigos a los que les había gustado el guión y me instaron a revisarlo".

Una vez que decidieron seguir adelante, Hancock y Johnson se preguntaron si debían actualizarlo para un público moderno. "Esa fue una de nuestras preguntas más importantes", señala Johnson. "Cuando lo escribió, no era una obra de época. Realizó sus investigaciones basándose en detectives que trabajaban en el Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles a principios de los 90, y está ambientada en 1990. Pero lo estamos haciendo ahora, así que, ¿qué hacemos?, ¿lo actualizamos? Al final, lo dejamos tal y como estaba", dice sonriendo.

Tal y como explica Hancock: "una de las principales ventajas de mantenerlo en 1990 era el elemento tecnológico. Todavía no teníamos teléfonos móviles, había que utilizar teléfonos públicos o buscas, y ocurría antes del uso generalizado de pruebas de ADN, que lo cambió todo para el trabajo en la escena de un crimen. Así que creo que la ausencia de la tecnología actual hace que esta historia en particular resulte mucho más convincente".

"En los primeros días del ADN, había que esperar mucho tiempo para obtener resultados", prosigue Johnson, "y esto dificulta en gran medida el trabajo de policías como Deke y Baxter, que saben que sacar a un sospechoso de las calles significa impedir a un asesino volver a matar".

No importa la época, la historia ofrece una visión muy potente del efecto que la investigación de estos asesinatos tiene en la psique de Deke y Baxter. Johnson observa: "La historia presupone que no se puede hacer este tipo de trabajo sin que te afecte. Deke y Baxter van a la escena del crimen en la que alguien ha atacado brutalmente a otra persona, y esa imagen se queda grabada a fuego en su memoria y en su alma. Es complicado, pero como policías, tienen que prestar mucha atención a todos los pequeños detalles porque las cosas pequeñas son importantes. Es la culminación de estas imágenes lo que hace que estos dos hombres no solo sean quienes son sino las personas en las que temen convertirse".

De ahí el título de la película, que se mantuvo intacto a lo largo de los años. Hancock lo reconoce: "No sé cómo se me ocurrió el título, pero refleja muy bien esos detalles diminutos que mantendrán en vilo al público. Por un lado, habla de la investigación de los homicidios: algún detalle minucioso, ya sea forense o de otro tipo, puede cambiar el curso de un caso. Pero, por otro lado, arroja luz sobre los personajes".

Porque, tal y como Deke advierte a Baxter…

"Son las pequeñas cosas las que te destrozan".


Reparto + personajes
Cuando vemos por primera vez al personaje de Denzel Washington, Joe 'Deke' Deacon, está trabajando como patrullero en el Condado de Kern, a dos horas y media en coche de Los Ángeles por la Interestatal 5, pero a un mundo de distancia. Parece que está en el exilio, y lo está... pero porque lo ha elegido; tuvo un motivo para abandonar Los Ángeles y no quiere volver. Pero cuando le ordenan ir a Los Ángeles a recuperar unas pruebas que ayudarán a condenar a un criminal en Bakersfield, Deke no tiene más remedio que obedecer. Además, cuando llega al laboratorio, se entera de que la prueba que venía a recoger no estará disponible hasta el día siguiente. Y para colmo de males, uno de los mejores policías de Los Ángeles, el sargento Jim Baxter, está a punto de llamar a la grúa porque la camioneta de Deke le ha bloqueado el paso.

A diferencia de lo que ocurre en Kern, Deke se da cuenta que la oficina del Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles es pura actividad. Baxter tiene un juicio sobre un asesino suelto cuyo objetivo son mujeres. Deke observa por un momento el panorama y después llama a un viejo amigo y salen para ponerse al día. Pero antes, Baxter escucha el nombre de Deke y lo reconoce ya que es una especie de leyenda del departamento, aunque bastante oscura. Baxter lo sigue y, mientras está en la cafetería, recibe una llamada que le comunica que se ha descubierto una nueva escena del crimen y creen que está relacionada con su asesino. Invita a Deke a acompañarlo; un nuevo par de ojos podría ser de gran ayuda en su investigación. Como de todos modos Deke tiene que pasar la noche en la ciudad, acepta unirse a ellos.

Y así es como Deke vuelve al sitio al que juró no volver nunca más. Una sola mirada a la escena del crimen es suficiente para recordarle su pasado.

Washington observa: "Cuando conocemos a Deke, él está arreglando letreros, haciendo cosas sin importancia, escondiéndose de su pasado y aburrido de la vida que lleva. Es el asesinato, o más bien los asesinatos, lo que enciende la mecha en su interior. Hay similitudes con un caso en el que trabajó hace varios años, así que se siente atraído. No quería hacer algo así. Sólo iba a recoger lo que le habían pedido y volverse a casa. Pero Baxter le ofrece quedarse: '¿Por qué no te subes al carro? Después es como montar en bicicleta, no se te olvida nunca. Se mete de lleno en el juego y su mente empieza a funcionar. Creo que está contento -aunque sin echar las campanas al vuelo- de regresar a la escena del crimen, por así decirlo. Puede que crea que esta es una segunda oportunidad para hacer las cosas bien".

Casi inmediatamente, a Deke vuelven a invadirle los viejos fantasmas de mujeres jóvenes cuyos asesinatos no pudo resolver. "Proteger y servir. Eso es lo que es", añade Washington. "Busca la redención de una época porque entonces no fue capaz de hacerlo".

Para prepararse para su papel, Washington siguió una especie de cursillo intensivo. "Me hice fan del programa 'The First 48 Hours'; era como hacer los deberes. Lo veía una y otra vez y observaba el comportamiento de la gente que investiga los crímenes y cómo logran atrapar a los llamados criminales inteligentes", dice el actor. "Como actor me preparo de forma similar a lo que hacen los detectives en el sentido de que me tomo mi tiempo quitando las capas para llegar al núcleo del personaje.

"De hecho, un día le dije a nuestro asesor técnico que comprendía que los detectives se obsesionaran con su trabajo", continúa diciendo el actor. "Se trata literalmente de 'los pequeños detalles". Empiezas a construir un caso con cada pista y, a medida que las pistas van encajando, tienes un subidón de adrenalina".

Hancock disfrutó muchísimo observando cómo evolucionaba la interpretación de Washington. "Denzel te ofrece un montón de opciones y toma decisiones diferentes en todas y cada una de las escenas, algo en lo que no hubiera pensado ni en un millón de años. De hecho, es algo que no había visto nunca", recuerda el director. "Una expresión o un gesto en un momento aparentemente sin importancia lo cambia todo. Es absolutamente genial".

A Washington, que ha participado en innumerables producciones, le gustó mucho la actitud discreta de Hancock en el plató. "Dirige un plató con total tranquilidad, sin dramas. Lleva mucho tiempo trabajando con su equipo así que saben moverse rápidamente y hacer las cosas bien. Ha sido una experiencia muy satisfactoria".

Rami Malek, que Hancock eligió para el papel de Jim Baxter, está de acuerdo. "La compenetración entre John Lee y su director de fotografía, John Schwartzman, es increíble", comenta Malek. "A diferencia del ritmo de la historia que, al principio evoluciona muy lentamente, el ritmo al que trabajamos fue tan rápido que en un primer momento me sorprendió, hasta que me di cuenta de que era la consecuencia de una maquinaria muy bien engrasada".

Sobre la experiencia de trabajar con Hancock, el actor afirma: "Me fijo sobre todo en los guionistas y en los directores, y John Lee es extraordinario en ambos oficios. Cuando leí el guión, y cuando entré en el set, sentí inmediatamente que iba a ser una película muy especial. La historia tiene un tono nostálgico maravilloso que no suele verse en las películas actuales y el personaje no se parece a ningún otro que haya interpretado. Así que me fascinó interpretar la dualidad de un hombre que tiene un trabajo que puede ser muy abrumador a escala emocional y psicológica pero que luego tiene que volver a casa y ejercer de padre y marido. Me pareció un desafío muy especial".

Durante sus investigaciones para elaborar los personajes, Hancock descubrió que "hay algunos policías que saben separar mejor las distintas facetas de su vida. Son capaces de volver a casa, darse una ducha, sonreír y besar a sus hijos. En definitiva, llevar una vida normal. Ese es Baxter, al menos, por ahora. Después están los que no son capaces y pueden caer en un pozo muy oscuro".

Deke es un policía que se entregó en cuerpo y alma al trabajo y eso afecto a sus relaciones personajes así que sabe lo que le pasará a Baxter si sigue por ese camino. "Hay una razón por la que estos dos personajes encajan como compañeros", comenta Hancock. "Deke y Baxter pueden tener un enfoque diferente para resolver un caso (la vieja escuela frente a la nueva, el instinto frente a la ciencia forense), pero saben lo beneficioso que resulta trabajar en equipo. Joe Deacon usa su instinto y deja que la escena del crimen le dé las claves. Pero lo cierto es que ambos son grandes detectives; la diferencia es que Deke tiene más experiencia".

Y Baxter es lo suficientemente inteligente como para aprovechar esa experiencia, al igual que hizo Malek mientras se preparaba y elaboraba su papel. "Recuerdo que uno de nuestros detectives con los que trabajamos durante el rodaje me dijo que no podía asistir a una cita que habíamos fijado para investigar y hablar sobre mi personaje, porque acababa de encontrar 'una nueva pista'", dice Malek. "Esas palabras se me quedaron grabadas y me obsesionaron. Pero llega un momento en que eso es algo habitual para ellos. Deben sufrir cierto efecto de insensibilización porque no comprendo cómo puede uno acostumbrarse a ver lo que ellos ven a diario".

Puede que se deba a que ven ese tipo de cosas todos los días. En el caso de Baxter y Deke la presión aumenta a medida que sienten cada vez más responsables de hacer justicia para cada víctima. Y una vez que tienen un sospechoso, la presión va en aumento ya que Baxter elige trabajar en el caso en lugar de tomarse tiempo para hacer otras cosas como por ejemplo dormir.
"Me resultó fascinante meterme en la piel de este hombre que equipara la idea de atrapar a un asesino con cumplir una misión porque ese es su trabajo", afirma Malek. "Encontrar a las víctimas, encontrar al asesino, se convierte en un objetivo, es así de sencillo".

Excepto que tal vez no lo sea. Sobre todo cuando se concentran en un tipo que les parece que encaja con los asesinatos, un enigmático repartidor de electrodomésticos llamado Albert Sparma. A Jared Leto le gustó mucho el misterio que envuelve a su personaje.

"Albert Sparma podría ser un villano", dice Leto. "Podría ser una pista falsa... Incluso podría ser una especie de salvador. Pero al final resulta ser un marginado que no encaja en la sociedad. Puede que sienta que lo subestiman, pero lo cierto es que muy inteligente. Ve el mundo de una manera diferente y el mundo, especialmente la policía, lo ve a él como alguien diferente, y eso me gustó mucho. Es muy probable que se meta en la piel de todos con los que interactúa, especialmente la policía".

Y eso se debe en gran parte a que, como afirma Johnson, "En un momento dado, Sparma deja ver con total claridad que le encantan los crímenes. Sigue los casos, sabe quién es Baxter, y afirma saber mucho sobre esos casos viendo las noticias".

Está claro que es un juego del gato y el ratón; pero lo que no está claro a veces es quién es el ratón.

"Quiere sentirse parte de algo, demostrar que puede ser productivo y hacer un buen uso de su cerebro", explica Leto. "Creo que resolver problemas es algo muy importante para él y los crímenes sin resolver son un terreno fértil para explorar".

Leto habla sobre cómo se preparó para el papel: "Dediqué mucho tiempo a su físico; estaba convencido de que iba a ser una auténtica transformación, que llegaríamos tan lejos como pudiéramos sin perder el interés del público, en lo que respecta a la interpretación. Y eso fue tremendamente gratificante. Me divirtió mucho interpretar a este personaje no había reglas. Por los motivos que sean, no logra tener un trabajo donde puede hacer uso de su inteligencia y sus habilidades, así que creo que es la razón por la que Albert se siente atraído por los personajes de Rami y de Washington. Le interesa la complejidad de sus trabajos. Se considera un detective a tiempo parcial, algo que hace en su tiempo libre".

Teniendo en cuenta sus trayectorias, está claro que ni Hancock ni su reparto parecen tener mucho tiempo libre. "En primer lugar, como realizador, quieres actores con mucho talento. Eso está claro", comenta Hancock. "Pero no quieres dejarte llevar porque estás seguro de que tus deseos no se harán realidad. No puedo imaginar mejores actores para estos papeles, así que es posible que haya sido el momento perfecto para hacer esta película".

Además los solicitados coprotagonistas se deshacen en elogios mutuos. Leto lo afirma de esta manera: "Cuando supe que Denzel Washington y Rami Malek estaban en el proyecto, no dudé en aceptar. Para mí, Denzel es Brando, uno de los Titanes, uno de los grandes. Fue maravilloso estar cara a cara con él. Y Rami es un gran compañero, generoso y paciente. Ha sido un placer trabajar con él, y su forma de interpretar a Baxter encaja muy bien con el personaje de Sparma".

Washington recuerda: "Jared y Rami estuvieron en la sala de interrogatorios durante la primera mitad del día, donde estaban las cámaras, mientras yo los veía desde la sala contigua. Fue fascinante e inspirador ver sus diferentes estilos y cómo funcionan, probar cosas distintas y encontrar la forma de meterse en la piel de los personajes, verlos entablar un combate que podría denominarse una 'justa' entre caballeros. Fue un día muy interesante y estimulante. Ambos son grandísimos actores. Son minuciosos, complejos e inteligentes y nunca sabía qué iba a hacer ninguno de ellos y eso es genial. Eso es lo que quieres", dice sonriendo.

Al referirse a lo mismo, aunque en una parte posterior de la secuencia, Malek comenta: "No tenía ninguna duda de que si pones a Denzel y a Jared en la misma habitación, verás fuegos artificiales. Y eso es lo que ocurrió. El ambiente estaba muy cargado, pero en el buen sentido. Fue tenso, conflictivo… Había muchas emociones en el aire aunque todos intentaban reprimirlas. Y eso es lo mejor para una buena historia".

Johnson lo reconoce: "Llevo mucho tiempo produciendo películas pero en esta tuve la impresión de asistir a un curso de interpretación. Vi a tres actores extraordinarios, cada uno con un enfoque diferente sobre su papel. Eran pesos pesados totalmente comprometidos con los personajes que interpretaban y verlos fue un auténtico placer".

El reparto principal lo completa Natalie Morales que encarna a la detective Jamie Estrada. "Jamie es la detective más joven del equipo de Baxter", dice. "No tiene tanta experiencia como los demás, el trabajo no la ha agotado todavía; es muy espabilada y también muy inteligente; Baxter confía en ella".

Para prepararse para el papel, Morales habló con los asesores técnicos de la policía que había en el set, Mitzie Roberts y Tim Marcia. "Tim me contó unas historias extraordinarias, mucho mejores que las mías", dice riendo.

Además de Morales, Terry Kinney interpreta al supervisor de Baxter, el capitán de LASD Carl Farris; Chris Bauer es el detective Sal Rizoli, amigo de Deke y ex compañero en la policía de Los Ángeles; Joris Jarsky es el sargento detective Rogers; Isabel Arraiza es Ana, la muer de Baxter; y Michael Hyatt es Flo Dunigan, un ayudante del forense de Los Ángeles que comparte cierto pasado con Deke y entiende perfectamente que…

"Son los pequeños detalles los que te atrapan".


Localizaciones + diseño de producción + cámara + diseño de vestuario
"Pequeños detalles" se rodó en localizaciones del área metropolitana de Los Ángeles y sus alrededores. Llegaron hasta Twentynine Palms cerca del desierto y en la dirección opuesta hasta Ventura para recrear cómo era Los Ángeles en 1990. El director de fotografía John Schwartzman, el diseñador de producción Michael Corenblith, el diseñador de vestuario Daniel Orlandi y el montador Robert Frazen ya habían trabajado con el director John Lee Hancock.

Schwartzman lo confirma: "Esta es la quinta película que hago con John Lee. Colaboramos desde 2000 así que nos conocemos muy bien; ahora, cuando tenemos que hablar de algo, nos basta con unos cuantos párrafos. No necesitamos un email de cinco páginas".

Corenblith, que ha diseñado los sets de casi todas las películas que ha dirigido Hancock, nos cuenta por qué resulta fácil trabajar con este director. "John Lee tiene un talento inigualable para escribir la estructura de las escenas y los diálogos. También tiene el talento de dirigir sintetizando la aportación de sus numerosos colaboradores y plasmándola en una visión personal a la vez que universal".

Hancock tuvo muy claro desde el principio cómo debía ser el aspecto de la película Así que el equipo tuvo claro que debía rodar en ciertas zonas del área metropolitana de Los Ángeles y evitar muchas otras. Lo explica así: "Para mí, lo más importante era mantenerme alejado de los lugares emblemáticos de Hollywood como Musso & Frank's, el Teatro Chino y el famoso letrero de Hollywood, porque no quería que se pareciera a las películas que ya hemos visto todos; Quería dar una visión diferente de Los Ángeles. Los spots de esta película son los que escribí en el guión en 1990, sobre todo porque los conocía bien. Escribí pensando en el Hollywood Reservoir (un embalse situado en las colinas de Hollywood) porque vivía cerca de allí en ese momento y me pareció una localización interesante para las escenas".

La localización también influyó en su decisión de ambientar la acción fuera de la oficina del Sheriff, en lugar del LAPD. "La envergadura de la oficina del Sheriff de Los Ángeles es impactante. En un día cualquiera, pueden estar trabajando en un asesinato en Long Beach o Palmdale o Lancaster", añade el director. "Quería asegurarme de que todos comprendieran su envergadura, porque esto es también Los Ángeles, el Condado de Los Ángeles".

Para el equipo de Corenblith esto fue un auténtico desafío. El diseñador lo explica así: "al recrear el Los Ángeles de 1990, tuvimos que sustituir los municipios que no habían sufrido tantas remodelaciones pero que seguían siendo lugares emblemáticos. Quería ir más allá de los famosos iconos y puntos de referencia de Los Ángeles e imbuir cada lugar con una esencia inconfundible de la zona: Cahuenga Cross, Hollywood Dam, La Loma Bridge. Uno de los criterios que aplicamos a todas las localizaciones fue que si se podía encontrar lo mismo en Georgia o Louisiana, entonces debíamos seguir buscando".

A partir de ahí, dice Schwartzman, "definimos nuestros parámetros para la cámara: puede parecerse a esto, pero no parecerse a esto otro. Tuvimos que esforzarnos para dejar claro que no es una película rodada en el momento actual".

Y con todo lo que se ha construido en la ciudad de Los Ángeles en las últimas dos o tres décadas, el equipo tuvo que alejarse de la ciudad para lograr una secuencia en coche con Deke y Sparma, cerrando la Carretera Estatal 33 de California entre Ventura y Ojai.

Denzel Washington lo reconoce: "Llevo mucho tiempo viviendo en Los Ángeles y en esta película fuimos a lugares como Ventura y Pasadena, Alhambra, Whittier, Santa Clarita o Skid Row. Me sirvió para recordar lo grande que es Los Ángeles y su diversidad cultural y geográfica. Eso fue una de las partes más divertidas de esta película".

Johnson conjetura que "entre series de televisión y películas, hemos visto tanto de Los Ángeles que es casi imposible descubrir un rincón desconocido, pero lo conseguimos".

Una vez que se escogieron las localizaciones definitivas, Corenblith se centró en los detalles más evocadores. "Empecé haciendo que Bakersfield pareciera muy horizontal, con una paleta de colores de desierto, y la oficina del Sheriff del Condado de Kern donde trabaja Deke solo tiene tonos marrones y de madera. Después, en Los Ángeles, hice que todo pareciera mucho más verde y vertical, más complicado en términos de señalización y más frío, más premonitorio. La escala y la envergadura de la oficina del Sheriff en el Condado de Los Ángeles no pueden compararse al aspecto de pueblo pequeño del Condado de Kern. Y el ambiente de la casa de Baxter vuelve a contrastar con ambos: es un ambiente familiar que le ayuda a volver al mundo real y permite al público ver que tiene un hogar donde hay amor y comprensión, lejos del ambiente del trabajo. Visualmente, es más ligero, más brillante".

"Las lentes que utilizo suelen tener cierto tipo de pátina", comenta Schwartzman", pero en esta realmente hice todo lo contrario y elegí un aspecto muy crudo. Aunque estábamos filmando la película digitalmente (necesitábamos esa sensibilidad que las cámaras digitales nos ofrecen para rodar de noche), hay muchas escenas nocturnas y filmamos lo que había en las calles y lo aumentamos, en lugar de cambiar cada farola cada tres manzanas. Tomamos los colores mezclados de la ciudad y los utilizamos a nuestro favor, en lugar de preocuparnos por las lámparas de vapor de sodio".

El director de fotografía también utilizó diversas técnicas para recrear un ambiente de época en las imágenes digitales. "Solíamos tomar el negativo de la película y creábamos un archivo digital. Después lo volvíamos a escanear para convertirlo en película; en esta película, invertimos el proceso tomando la imagen digital, escaneándola de nuevo para pasarla a película y la volvíamos a escanear para que fuera una nueva imagen digital pero con grano de película, para darle esa textura de película de los 90".

Corenblith también se encargó de que el público retrocediera 30 años en otros aspectos. "Para mi equipo, esta ha sido una película con buscas, cabinas de teléfono donde no se sabe dónde está la gente en cada momento como ocurre hoy en día. Tenían que aprovechar esos vacíos de tiempo", dice Corenblith. "Nos divertimos muchísimo recreando la tecnología de 1990: procesadores de texto, máquinas de fax, teléfonos fijos con botones... Todas esas cosas debían ayudar al público a comprender, o a recordarle, las herramientas y las técnicas de comunicación de la época".

Por supuesto, el look de los personajes era tan importante como el ambiente para evocar esa época. Es la sexta vez que Orlandi colabora con el director y afirma con gran entusiasmo: "¡Seguiré a John Lee Hancock donde quiera que vaya! Y ahora, todos nos comprendemos sin palabras: el director de fotografía, el diseñador de producción, el jefe de atrezzo y el decorador de escenarios".

Con respecto a esta película, declara: "Es un guión muy interesante porque es muy oscuro y muy gris, así que en muchos sentidos no sabemos quién es bueno o quién es malo. Me intrigaron mucho los personajes del guión, en especial Albert Sparma. Cuando Jared y yo hablamos sobre su personaje, comprendimos que debía llevar uniforme porque es un repartidor de una tienda de electrodomésticos. Probamos muchas cosas diferentes porque me gusta trabajar de forma orgánica, ver qué sienta bien.

"Me gusta ofrecer a los actores las herramientas que necesitan para crear su personaje", continúa diciendo el diseñador. "Le dimos a Jared unas botas que le obligaban a andar de forma algo diferente y lleva el uniforme un poco desabrochado porque tiene barriga. La verdad es que estaba casi irreconocible".

Johnson lo confirma: "Basándose en el guión de John Lee, Daniel ha recreado un mundo donde estos uniformes, ya sean él de Sparma o él de Deke, estándar o civil, tienen ciertas tonalidades, están gastados. Sparma, en particular, tiene un aspecto muy singular. Es una de esas personas que pasa desapercibida entre la multitud, en quien no te fijas2.

Al reflexionar no solo sobre este personaje singular que creó, sino también sobre la historia, esta exploración interna de la dinámica policía-sospechoso, Hancock afirma: "Al final de la película, espero que el público se pregunte quién es Albert Sparma: ¿Es solo un bicho raro o un asesino? Pero también espero que sigan pensando en el comportamiento de Deke y Baxter y en esos pequeños detalles que no pueden dejar de lado mientras hacen ese trabajo sucio que nadie quiere hacer. Son dos hombres que intentan hacer lo correcto y a veces lo hacen de forma incorrecta… Pero lo hacen de todos modos y asumen las consecuencias".