Yalda, la noche del perdón es el segundo largometraje del director iraní Massoud Bakhshi (A Respectable Family). Esta coproducción Francia-Irán recibió el Gran Premio del Jurado (World Cinema Dramatic Competition) en el Festival de Sundance y también participó en la Sección Generation 14Plus de la pasada Berlinale.
Elenco artístico
Sadaf ASGARI - Maryam
Behnaz JAFARI - Mona
Babak KARIMI - Ayat (el productor)
Fereshteh SADRE ORAFAEE - La madre
Forough GHAJEBEGLOU - Keshavarz
Arman DARVISH - Omid (el presentador)
Fereshteh HOSSEINI - Ana
Entrevista con Massoud Bakhshi
P: ¿De dónde viene la idea para este programa de televisión?
R: Este tipo de reality shows existen en mi país. Montan un teatrillo y ponen en juego el perdónde los convictos de diversas formas. El programa que más me inspiró lleva en antena unosdiez años y es un gran éxito en Irán durante el mes del ramadán. Un amigo que sabía que,en mi próxima película, quería contar la historia de una mujer a la que sentencian a muertepor matar a su marido, me recomendó que lo viera. No di crédito: ¡un programa en directoen el que un ser humano se juega la vida! Me inspiró para el programa de la película, al quellamé de forma satírica La alegría del perdón.
P: ¿Por qué ese título para la película?
R: Yalda es una celebración zoroástrica que marca el comienzo del invierno, la noche máslarga del año. Las familias se reúnen con sus familiares y amigos, y la gente recita poemasde Hafez, uno de los pilares de la cultura persa. Esta celebración siempre me ha impactadomucho, desde que era niño, y me pareció el contexto ideal para mi historia: una noche larga,en la que puede pasar cualquier cosa; una oportunidad para Maryam, la protagonista, queha sido sentenciada a muerte, de dar su versión de estos hechos tan trágicos. También esla última oportunidad para Maryam de que Mona la perdone. De ahí que se esfuerce tantopor contar su verdad, después de una complicada espera en la cárcel.
P: La ley del Talión y el indulto son el centro de la película…
R: La ley del Talión, esta idea del «ojo por ojo, diente por diente», es parte esencial de la leyislámica. Es un derecho que se le otorga a la sociedad civil: si la familia de la víctima estádispuesta a perdonar, no se ejecuta al convicto, sino que este debe cumplir una pena decárcel, dependiendo del crimen, y pagar un «precio de sangre» a la familia de la víctima. Lacantidad se fija en base a criterios concretos; hay más de 80 supuestos distintos.
P: Maryam se casa con Nasser Zia mediante un matrominio temporal. ¿Puedes hablarnos deeste concepto?
R: Un matrimonio temporal («sigheh») es un contrato de matrimonio de duración determinada.Esta se acuerda de antemano, y puede ser de un día o de varios meses. La pareja deberespetar este plazo. Los matrimonios temporales se remontan a los comienzos del islam.En esta época de constantes guerras, abundaban las viudas. Por tanto, los hombres podíantener varias esposas que se encargasen de sus hijos. Las mujeres podían hacerlo a cambiode una suma económica, también acordada previamente, o de nada, pero no tenían derechoa la herencia de su marido bajo ningún concepto. Aunque cualquier hijo concebido en unode estos matrimonios puede reclamar una parte de la herencia de su padre, los hombressuelen dejar a sus esposas «temporales». De este modo, sus hijos acaban siendo«bastardos», sin apellido y sin padre. Hay leyes recientes que intentan proteger más a lasmujeres y a los hijos nacidos de estos matrimonios.
P: También parece haber un conflicto de clases implícito en ese plató: Maryam es de unaclase social distinta a la de Mona, la hija de su difunto marido.
R: Hace cuarenta años, durante la Revolución, la sociedad iraní era un 30 % urbana y un 70 %rural. Hoy, ocurre lo contrario. Desde el mal llamado período de «reconstrucción» tras laguerra contra Irak, Irán ha hecho frente a los efectos, tanto buenos como perjudiciales, delmundo neoliberal y el mercado global, pese a no haberse integrado del todo en ellos. Se hanproducido cambios sociológicos y demográficos en el campo y las ciudades pequeñas; lacultura tradicional está evolucionando. En la actualidad, hay más mujeres estudiantes quehombres. Las universidades están llenas de chicas. Los conflictos de clase se desarrollanen este contexto, y que la familia de Maryam se mude a Teherán es una consecuenciadirecta de estos. Su padre era el chófer de Nasser Zia, un publicista adinerado que acabacasándose con ella. Este ayudó a su familia cuando su padre murió, un gesto bastantetradicional. El conflicto de clases se pone de manifiesto en el matrimonio temporal entreMaryam y Nasser Zia. Al final de la película, Mona perdona a Maryam, pero no va a permitirque su hijo lleve el apellido de su padre, negándole así la herencia. Hay un punto trágico encómo se niega a rebajarse a la altura de la familia de un chófer y cómo deshereda a supropio hermano.
P: ¿Cómo refleja tu película la sociedad iraní?
R: En mi opinión, todos los géneros, incluso el melodrama, reflejan la realidad. Pero, comoempecé dirigiendo documentales, me parecía muy importante que cada detalle de lahistoria fuera verosímil y que esta estuviera arraigada en la sociedad iraní actual. Los girosde la trama, como la aparición del hijo de Maryam, la huida de Mona o el modo en que loshechos y los intereses ocultos se revelan… Todo se basa en sucesos reales que ocurren hoyen Irán. Para documentarme, visité el ala de maternidad de un hospital para presidiarias delas afueras, a 60 km de Teherán.
En cuanto al accidente de Mona con el motorista, para mí es bastante simbólico: muestralas injusticias de la sociedad moderna, el choque entre ricos y pobres. El motorista al queMona atropella podría ser el nieto de ese viejo que lleva la bandeja con la bebida en elestudio y en el que nadie repara. Una vez iba en un taxi en Teherán con un conductor deochenta años que apenas podía conducir pero tenía que trabajar igualmente. Estospersonajes representan ese estrato social, el de la gente orgullosa, que no está dispuesta amendigar. El motorista de la película muestra el mismo orgullo; no insulta a Mona, solo seenfada por cómo lo desprecia. En este mundo, a menudo los pobres son más orgullosos,más humanos y más respetables.
P: ¿Cómo describirías Yalda, la noche del perdón?
R: Para mí, Yalda, la noche del perdón es ante todo una película «de juicios» en la que invito alespectador a cuestionar su propio papel de juez. También me gustaría que fuese unareflexión sobre la televisión desde una perspectiva crítica. Muestra cómo se hace y cómofunciona, incluido lo que ocurre tras las cámaras. Los anuncios de vidas perfectas que seemiten durante el programa parecen absurdos comparados con la vida real… La televisiónnos vende la receta de la felicidad, un ideal de éxito, una ilusión. Mucha gente despreciaestos programas sin verlos, sin discutir sus mensajes, aunque se hayan convertido en partede nuestro día a día y millones de iranís los suscriban. Creo que es muy importante mostrarque existen. Sin duda, es un espectáculo con un toque kitsch, y aun así es real.
P: ¿Dirías que Yalda, la noche del perdón tiene un final feliz?
R: ¿De qué final feliz hablas? A partir de ahora, a Maryam no le espera más que miseria. Si en este mundo la moral parece haberse esfumado, debemos construir una nueva, a la quepodríamos llamar «humanidad», en la que perdonar consista en ponerse en la piel del otro.En lugar de por un giro emocional, opté por mostrar varios coches alejándose en distintasdirecciones en plena noche. Sus destinos se separan y nos toca a nosotros imaginar cómoserán las noches venideras.