En su debut como realizador, Ahmir “Questlove” Thompson nos presenta un documental potente y conmovedor, mitad película musical mitad documento histórico, sobre un acontecimiento emblemático que celebraba la historia, la cultura y la moda negras. El Festival Cultural de Harlem de Mount Morris Park (ahora Marcus Garvey Park) se filmó durante seis semanas del verano de 1969 en un lugar que estaba a solo 160 kilómetros al sur de Woodstock. El material nunca salió a la luz y cayó en el olvido... hasta ahora. "Summer of Soul" arroja luz sobre la importancia de conocer la historia para nuestro equilibrio espiritual y se erige como testimonio del poder sanador de la música en tiempos revueltos, tanto pasados como presentes. El documental incluye conciertos con actuaciones nunca vistas de Stevie Wonder, Nina Simone, Sly & the Family Stone, Gladys Knight & the Pips, Mahalia Jackson, B.B. King, The 5th Dimension y muchos otros.
“Summer of Soul (... or, When the Revolution Could Not be Televised)”, es el primer proyecto oficial del sello Onyx Collective. Ganadora tanto del Gran Premio del Jurado como del Premio del Público en el Festival de Cine de Sundance, Searchlight Pictures estrenará la película en los cines y se empezará a emitir en streaming en Hulu en Estados Unidos el 2 de julio de 2021. La película también podrá verse internacionalmente en streaming en la programación de Star en Disney+ en una fecha pendiente de confirmación.
Summer of Soul: (…Or, When the Revolution Could Not Be Televised), una producción de Vulcan Productions Inc., en Association con Concordia Studio, Play/Action Pictures, LarryBilly Productions, producida por Mass Distraction Media and RadicalMedia, está dirigida por Ahmir “Questlove” Thompson, y producida por Joseph Patel p.g.a., Robert Fyvolent p.g.a., y David Dinerstein p.g.a. Los productores ejecutivos son Jen Isaacson, Jon Kamen, Dave Sirulnick, Jody Allen, Ruth Johnston, Rocky Collins, Jannat Gargi, Beth Hubbard, Davis Guggenheim, Laurene Powell Jobs, Jeffrey Lurie, Marie Therese Guirgis, David Barse, Ron Eisenberg, Sheila C. Johnson y Ahmir “Questlove” Thompson.
El nacimiento del festival cultural de Harlem
"Una canción no es solo una canción. Puede capturar un momento en el tiempo. Si te fijas bien, te contará una historia. La historia de 'Summer of Soul' es mi voz". -Ahmir “Questlove” Thompson
Stevie Wonder. Sly and the Family Stone. Nina Simone. B.B. King. The Staple Singers. The 5th Dimension. David Ruffin. Mahalia Jackson. Gladys Knight and the Pips. Estos influyentes artistas negros y muchos otros actuaron ante más de 300.000 personas en un acontecimiento que solo ocurre una vez en la vida y lo hicieron la misma vez que se celebraba el Festival de Woodstock de 1969 a tan solo 160 kilómetros. El Festival Cultural de Harlem tuvo lugar en el Parque Mount Morris durante seis domingos, del 29 de junio al 24 de agosto. A diferencia del otro festival de música que se celebró en el norte del estado, las imágenes del Festival Cultural de Harlem no encontraron un medio donde verse y esta celebración trascendental estuvo oculta más de 50 años en un sótano hasta ahora.
En su debut como director, Ahmir "Questlove" Thompson busca recuperar el revelador espíritu de ese pasado cuando los nombres más importantes de la música, la cultura y la política afroamericanas se reunieron durante seis semanas consecutivas en un acontecimiento cultural negro histórico y transformador.
Sirviéndose de imágenes íntimas, recientemente restauradas y entrevistas actuales con los asistentes y los artistas que actuaron en el festival, SUMMER OF SOUL documenta el momento en que la vieja escuela del movimiento de Derechos Civiles y la nueva escuela del movimiento Black Power compartieron el mismo escenario haciendo gala de una variedad de géneros que incluyen soul, R&B, gospel, blues, jazz y Latino.
La consigna inicial para el festival la estableció la Ciudad de Nueva York y el maestro de ceremonias Tony Lawrence, un carismático cantante e intérprete de salón, y consistía en conmemorar el primer aniversario del asesinato de Martin Luther King bajo la bandera de la unidad negra. La Ciudad de Nueva York había organizado versiones más reducidas del Festival Cultural de Harlem en el 67 y el 68, aunque se parecían más a verbenas de barrio. Pero el festival de 1969 tenía otra envergadura. De hecho, algunos pensaron que la intención de esta versión ampliada era apartar a la población local de los disturbios provocados por el aniversario del asesinato de Luther King. El alcalde de la Ciudad de Nueva York, John Lindsay, recorrió las calles de Harlem en un intento por sofocar los disturbios y se convirtió en un patrocinador clave del festival. Contrataron al veterano de la televisión Hal Tulchin para filmar seis conciertos ese verano, y firmaron un contrato de patrocinio con Maxwell House Coffee para financiar esta producción gigante. Tulchin decidió colocar el escenario mirando al oeste para aprovechar la luz natural del sol y, en última instancia, para poder grabar todo el festival de principio a fin. Aunque los agentes de la policía de Nueva York estuvieron presentes en cada concierto, Lawrence solicitó la ayuda de las Panteras Negras como servicio de seguridad con el fin de proteger a los ciudadanos de Harlem de la policía.
La cadena de televisión de Nueva York, WNEW Metromedia Channel 5 (ahora FOX), transmitió especiales de dos horas de duración, pero cuando pasó el verano le dijeron a Tulchin que no había mucho interés en un "Woodstock negro”. “Fue una operación insignificante porque a nadie le importaban los espectáculos negros”, dijo Tulchin en el Smithsonian en 2007, “pero yo sabía que iba a ser como un inmueble que, tarde o temprano, tendría valor para alguien”. Este material poco visto estuvo almacenado durante los últimos 50 años y de esa forma se ocultó al mundo un acontecimiento singular de la historia de Estados Unidos... hasta ahora.
La resurrección de una revolución
Desde el principio, capturar este importante acontecimiento exigió una gigantesca dedicación por parte de muchos creadores. Para grabar el Festival Cultural de Harlem de 1969, Tulchin utilizó cuatro cámaras cargadas con una cinta de video de 2 pulgadas, una decisión que más tarde resultaría beneficiosa gracias a las cualidades de conservación que tiene ese formato. Robert Fyvolent, guionista (RASTRO OCULTO) y productor (FRANCESCO), supo de la existencia de este material en 2016 a través de un amigo.
Fyvolent afirma: “un compañero de clase de la universidad me contó la existencia de este material sobre una serie de conciertos icónicos que tuvo lugar en Harlem casi al mismo tiempo que Woodstock. Me intrigó así que busqué al propietario original del material, Hal Tulchin, y estuve en contacto con él durante muchos años”. Después de ver el material con el productor David Dinerstein, (LA CORRESPONSAL, WINTER ON FIRE, nominada al Premio de la Academia, Fyvolent y Dinerstein empezaron a hablar con Tulchin en vistas a producir un largometraje documental. Después de la muerte de Tulchin en agosto de 2017, la viuda de Tulchin informó a Fyvolent y Dinerstein que Tulchin había firmado su contrato por los derechos del material justo antes de fallecer, con la esperanza de que la película fuera su legado. Dinerstein lo cuenta así: “El material estaba en el sótano de Tulchin en Bronxville, Nueva York. Una vez que obtuvimos los derechos, empezamos a elaborar un dossier y un video promocional”.
Los productores también elaboraron una lista ideal de directores y Ahmir "Questlove" Thompson era el primero. Fyvolent afirma: “Hace 25 años que seguimos la carrera de Ahmir y sabíamos que era un narrador extraordinario que conocía muy bien por dónde iban las tendencias culturales. No solo tenía conocimientos enciclopédicos de cine, su estilo tiene una calidad inmersiva que coloca a los espectadores en el corazón de este acontecimiento histórico”. Dinerstein continúa diciendo: “Fue crucial encontrar un director que entendiera la música y su historia. Alguien que supiera situar en contexto el material y su relevancia. Ahmir encarnaba todas esas cosas”.
Para Thompson, situar esta historia en el contexto adecuado era primordial. Thompson describe el material desechado como un ejemplo de la eliminación de la historia negra. No acababa de creerse que no hubiera ningún archivo o documentación sobre un acontecimiento histórico y cultural de esta envergadura. “El hecho de que las 40 horas de material estuvieran ocultas al público es la prueba palpable de que la historia revisionista existe, así que para mí era muy importante transmitir esta historia de la forma correcta”, dice Thompson. “Los negros siempre han sido una fuerza creativa en nuestra cultura. Pero ese trabajo suele despreciarse con mucha facilidad. Quiero asegurarme de que la eliminación de la historia negra no vuelva a ocurrir mientras yo viva y esta película era una oportunidad para trabajar por esa causa”.
Thompson continúa diciendo: “es absolutamente increíble que todos esos artistas actuaran en ese festival y que no exista ninguna documentación al respecto. Demuestra que la historia revisionista y la eliminación de la historia negra, ya sea por mezquindad, con intención o por accidente, es muy real”.
Una vez que Thompson se embarcó oficialmente en el proyecto, Fyvolent y Dinerstein dieron luz verde a la película y empezaron a completar el equipo creativo: Joseph Patel, un viejo amigo de Ahmir y exdirector de contenidos en Vevo, The Fader, Vice Media y MTV fue contratado como tercer productor, Radical Media fue contratada como socio creativo y fue responsable de los servicios de producción y licencias musicales y se contrató a todos los jefes de departamento clave como el montador Joshua L. Pearson (WHAT HAPPENED, MISS SIMONE?, KEITH RICHARDS: UNDER THE INFLUENCE), el supervisor de la música Randall Poster (EL GRAN HOTEL BUDAPEST,EL LOBO DE WALL STREET, THE VELVET UNDERGROUND), la coproductora Cora Atkinson y la documentalista Lizzy McGlynn.
Los productores trabajaron en estrecha colaboración con Thompson para ayudar a dar forma a la historia. Patel afirma: “lo que siempre me ha gustado de Ahmir es que sigue siendo un fan. Era así cuando lo conocí y sigue igual ahora. Tiene la curiosidad inagotable de un fan en la cultura y quiere compartir sus conocimientos con los que le rodean. Es una combinación única que se asemeja tanto a los frikis como a los fans tradicionales y eso le convierte en un narrador tremendamente auténtico. Y esa peculiaridad se refleja en todo su trabajo, desde sus álbumes con The Roots hasta sus numerosos créditos de producción y los cuatro libros que ha escrito. Pasábamos tiempo en su apartamento y hablábamos sobre el concierto: la música, los artistas y ciertas canciones. Ahmir es el tipo de creativo que al principio se obsesiona con detalles pequeños y divertidos. Cuando hace álbumes de The Roots, piensa en la carátula, en el título del álbum y en los textos que van a ir en el álbum antes de grabar una sola nota. Así que supimos desde el principio qué artistas e incluso qué canciones queríamos incluir. Pero después empezamos a hablar sobre lo que estaba sucediendo en Estados Unidos en ese momento en el plano socio-político. En parte, su idea era hacer una película de concierto, pero también quería contar una historia importante sobre un momento y un lugar concretos de la historia de Estados Unidos”.
Hace mucho tiempo que el supervisor musical Randall Poster era fan de Thompson. “Ahmir aporta un caudal tremendo de conocimientos musicales. Trazó una sutil línea de percusión a lo largo de la película, donde vemos a Stevie tocando la batería, una conversación sobre el batería de Sly Stone y también sobre Ray Barretto y Mongo Santamaría. Además de la crónica cultural y de las extraordinarias actuaciones, la película es un homenaje muy sentido a la percusión”.
La revolución se repite
"Cuando la situación empezó a estallar hacia abril y mayo de 2020, y sobre todo en junio, me dije: ¿No es muy raro? Las mismas circunstancias que propiciaron este concierto están volviendo a suceder mientras intentamos hacer esta película." -Ahmir “Questlove” Thompson
En 1969, los vendavales sociopolíticos que barrían todo el país llegaron al Parque Mount Morris de Harlem. Durante los 60, los estadounidenses fueron testigos de la Guerra de Vietnam, de una escalada del consumo de drogas y de los asesinatos de John F Kennedy, Malcolm X y Robert Kennedy. Un año antes, en el verano de 1968, partes de la ciudad de Nueva York se incendiaron tras la muerte de Martin Luther King Jr. Aunque la película se centra en las actuaciones, SUMMER OF SOUL utiliza imágenes de la época para instar al cambio y a la reflexión en tiempo real.
“¿Hemos regresado al punto de partida 50 años después con los mismos disturbios, protestas, https://open.spotify.com/playlist/37i9dQZF1DWWxPM4nWdhyImuertes, tiroteos e injusticias? La respuesta es un rotundo 'sí'”, dice Thompson.
Aunque muchos describirán SUMMER OF SOUL como “actual”, en realidad se trata de un testimonio trágico sobre la naturaleza cíclica y constante de los prejuicios raciales. El mismo deterioro urbano que sufrió Harlem durante los años 60 se produce ahora en zonas urbanas de todo el país donde viven personas de color. “Sabíamos desde el principio que esta película tenía que ser algo más que una película de concierto", dice el productor Patel. Y añade: “Estaban sucediendo demasiadas cosas fuera del escenario, en Harlem, en Nueva York, en Estados Unidos, para que nos centráramos solo en lo que ocurría en el escenario. Cuanto más nos adentrábamos en el material, más similitudes veíamos con lo que estaba sucediendo hoy en Estados Unidos, 50 años después”.
Montaje y sonido
El título entre paréntesis de la película es una referencia al poema y a la canción de 1971 de Gil Scott-Heron "The Revolution Will Not Be Televised" en su álbum recopilatorio del mismo nombre. El título de la canción recogía un eslogan popular del movimiento Black Power en la década de los 60 y fue una respuesta directa al poema que se recita en la canción "When the Revolution Comes" de The Last Poets.
“Hablamos mucho todos juntos como equipo. Queríamos fusionar el contexto político con las opiniones del público que asistía al festival y con el hecho de que ese concierto fue un punto de inflexión en la música negra", explica el montador Joshua L. Pearson sobre su colaboración con Thompson, Fyvolent, Dinerstein y Patel. Además de entrevistar a los artistas originales que actuaron en el Festival Cultural de Harlem, Thompson también entrevistó a varios artistas actuales como Chris Rock, Sheila E, Lin-Manuel Miranda y Selema Meskela para que aportaran el mensaje real de los derechos civiles de la película.
En octubre de 2019, el equipo de producción llevó el material a un laboratorio especializado para que limpiaran y restauraran las más de 40 horas de cintas de video. Afortunadamente, el material estaba prácticamente intacto gracias a las características de conservación de las cintas de vídeo de 2 pulgadas. Pearson lo explica: “Es casi un milagro que las mezclas de sonido original sean tan buenas, porque solo las grabaron en una pista mono. Creo que realizaron un backup de la grabación, pero las mezclas les tenían que salir bien a la primera porque no había una segunda oportunidad”.
“Después de montar la película, hicimos que Jimmy Douglass, un mezclador de música, mejorara la pista mono y creara un sonido estéreo. Lo suavizó y lo equilibró, pero las pistas no suenan tan diferentes de las grabaciones originales en bruto”. Pearson también recuerda: “En lo que se refiere a la película, pasó por las manos de nuestro colorista, Yohance Brown, que aumentó la resolución y lo coloreó todo. Pero una vez más, la calidad del material en bruto era sorprendentemente buena, teniendo en cuenta que se grabó en cintas de vídeo y no en película”.
Los festivales de música, los conciertos, las quedadas y los lanzamientos de discos han sido fundamentales en la vida de Thompson. Thompson no podía dejar de pensar en cómo Woodstock influyó a toda una generación. Se preguntaba que si el Festival Cultural de Harlem hubiera tenido esa misma difusión, cómo habría cambiado toda esa generación de cultura negra. En un principio, Thompson pensó en “Black Woodstock” como título de la película, pero después recuperó su título original, SUMMER OF SOUL, añadiendo un guiño a Gil Scot Herron (creador del poema-canción 'The Revolution Will Not Be Televised'). Su visión consistía en definir la importancia de este acontecimiento único mostrando sus propios logros. “Sin lugar a dudas, el material entraba en el concepto del 'efecto mariposa', y eso me hizo comprender que la película necesitaba su propio nombre”, recuerda Thompson. “Al escuchar cómo Tulchin describía lo desgarrador que fue que el material no pudiera venderse, comprendí que necesitábamos un buen título para nuestra película, en lugar de seguir relacionándola con el Festival de Woodstock que se celebró en el Estado de Nueva York”.
Capturando el espíritu: La música sanadora
"Gritar es tan terapéutico como cualquier otro tipo de liberación catártica" - -Ahmir “Questlove” Thompson
En las entrevistas de los participantes, hay un hilo conductor que recorre SUMMER OF SOUL: todos recuerdan lo maravilloso que fue ver a su comunidad reunida en el Festival Cultural de Harlem. Los que recuerdan ese verano sentían un enorme orgullo al ver a tantos afroamericanos unidos en un acontecimiento tan triunfal: “Una auténtica barbacoa negra", como declaró uno de los asistentes. Para los que asistieron al este acontecimiento, el Festival de Música de Harlem fue como un bálsamo por años y décadas de dolor y deshumanización.
“Greg Tate [guionista] y yo estábamos hablando de las actuaciones de gospel y free jazz y él dijo que no hay mucha diferencia entre Mahalia capturando el espíritu y Sonny Sharrock capturando el espíritu cuando tocó ese increíble solo de guitarra. Por no hablar de los gritos de David Ruffin”, dice Thompson. “Puede que tengas que tocar algunas notas atonales. Es posible que tengas que gritar de manera poco ortodoxa por el micrófono como terapia”, dice Thompson. “Y lo cierto es que también queríamos explicar que si no tienes acceso a una buena atención psicológica, tu malestar puede canalizarse en la música. Para nosotros era muy importante no interrumpir esas actuaciones para que el público se dé cuenta”.
Pasar el testigo: Mahalia Jackson
Aunque los asistentes convirtieron este evento en una reunión familiar trayendo comida y manteles de picnic, también experimentaron una euforia espiritual colectiva muy profunda. Thompson y Pearson tuvieron la osadía de dar protagonismo absoluto a las actuaciones de gospel más electrizantes. “Queríamos representar la evolución de la música negra pero no necesariamente de manera lineal: desde sus raíces en el gospel, hasta el blues y el soul para sentirse bien, pasando por el híbrido futurista del soul representado por Sly Stone y por la música activista de finales de los 60”, explica Pearson. “Pero el gospel terminó acaparando el protagonismo porque tiene mucha fuerza. Por ejemplo, cuenta la historia del asesinato de Martin Luther King (MLK), pero empezar con energía y optimismo. Y el protagonismo del gospel se convierte en el eje o en la piedra angular en la que se basa la música negra y la identidad negra para abrirse a un nuevo mundo post-MLK”.
Durante las interpretaciones de "O Happy Day" por The Edwin Hawkins Singers, de "Help Me Jesus" por The Staple Singers y de "Lord Search My Heart" por Mahalia Jackson, la cámara se adentra en la multitud para mostrar la alegría, los rostros radiantes, los bailes electrizantes y las convulsiones catárticas que demuestran el poder sanador de la música.
En un momento, Jesse Jackson y la organización Operation Breadbasket de Ben Branch se suben al escenario para pronunciar un sermón acompañado de música. Jackson recuerda la trágica noche del asesinato de King en el Motel Lorraine de Memphis, Tennessee, cuando esa misma noche, King pronunció su discurso "He estado en la cima de la montaña" en Mason Temple. Esa noche, King le había pedido a Mahalia que cantara su canción favorita, “Precious Lord” durante el banquete. El recuerdo de Jackson da paso a la actuación conjunta de Mavis Staples y Mahalia interpretando “Precious Lord”. El intenso derroche de Mahalia, la leyenda del gospel y la voz nueva de Mavis Staples iban a mezclar en género con el R&B y el blues. De esa forma, Staples recogió el testigo de una generación de artistas para pasarla a la siguiente. Se pasaba del Movimiento por los Derechos Civiles a la cruzada que emprendería el Black Power.
Un shock para el sistema: Hitsville USA
Stevie Wonder y David Ruffin, que integraron la famosa recopilación Hitsville USA: The Motown Singles Collection 1959–1971, tenían un estilo que atraía tanto a blancos como a negros y en ese verano de 1969 habían empezado a dar un giro a sus carreras. Ruffin se había separado recientemente de The Temptations y estaba empezando una carrera de solista mientras que Wonder se distanciaba de sus bonitas canciones de amor para internarse en un sonido funk con tintes políticos. Esa nueva identidad de Wonder se hace evidente en la apertura de la película, donde su solo de batería anuncia su nueva forma de persona que iba a definir su carrera posterior.
“Era la visión de Ahmir, y todos estuvimos de acuerdo en que el solo de batería debía inaugurar la película”, dice Pearson. “Como batería, le encantaba ver a Steve tocando la batería. Además reconoció que poca gente sabía que Stevie era un batería tan increíble... fue una forma sorprendente y contundente de empezar la película, y con el paso del tiempo, la usamos como tema recurrente para presentar las actuaciones de la película”. Thompson quería combinar visiones de estilos musicales cambiantes, el activismo político negro y los principales líderes de los derechos civiles, todo al ritmo de una batería desgarradora que define muy bien a la generación de Wonder.
El patrimonio de la música latina de Harlem
Harlem, entonces y hoy, acoge una bulliciosa comunidad latina. “Un 'nuyorican' (neoyorquino y puertorriqueño) es alguien de ascendencia puertorriqueña que vive en Nueva York; está influenciado tanto por la cultura puertorriqueña como por lo que está sucediendo en Nueva York”, explica Luis A. Miranda, Jr. “Y tiene mucha importancia en la música porque gran parte de la salsa, la pachanga o el babalu las tocaban en Nueva York los puertorriqueños neoyorquinos”.
El trompetista sudafricano Hugh Masekela, el percusionista puertorriqueño Ray Barretto y el percusionista cubano Mongo Santamaria eran los voces de la diáspora presentes desde hace mucho tiempo en Harlem y que ahora encontraban su camino en la música negra, afrolatina y latina contemporánea. “Lo que resulta muy interesante de Mongo [Santamaria] en este festival y en ese momento en Harlem en los años 60 es que él es el nexo entre las comunidades negras y latinas que conforman el uptown de Nueva York. Es afrocubano y su primer éxito 'Watermelon Man' es la fusión de la música cubana con el jazz”, dice Lin-Manuel Miranda.
“Los vínculos entre negros y latinos en Harlem fueron muy fuertes durante las protestas de Black Lives Matters en 2020 al igual que ocurrió en los años 60 y antes. Todos aspiraban a la igualdad de derechos. Es muy emocionante ver tocar en este festival de Harlem a Ray y a Mongo porque comparten una lucha, pero también comparten mucha alegría”, dice Lin-Manuel.
Patel afirma: “Sabíamos que muchos de los problemas que experimentaban las personas de raza negra y los latinos en 1969 no habían cambiado en absoluto en 50 años, y eso iba a ser un hilo conductor en nuestro documental. Era importante ofrecer un contexto para lo que estaba sucediendo en el escenario. Cuando hablamos con los asistentes reales sobre el Festival, muchos tenían recuerdos maravillosos y muy concretos. Les mostramos imágenes que no se habían visto en 50 años pensando que les divertirían muchísimos. Pero lo que no sabíamos es la reacción tan emotiva que íbamos a provocar. Fue cuando empezamos a profundizar en la idea de la memoria y por qué era tan importante preservar esta historia”.
Un nuevo tipo de banda negra: Sly & The family stone
Es muy probable que ningún artista represente tan bien este período de transición como esa superbanda donde había diferentes géneros y razas. Nos referimos a Sly and the Family Stone, el único grupo que tocó tanto en Woodstock como en el Festival Cultural de Harlem, algo lógico porque se trataba una banda que estaba a caballo entre los dos mundos y que abrió nuevas oportunidades a los artistas negros. “Sí, está claro que esa actuación fue una prueba. Ningún artista negro en su sano juicio se subiría al escenario vestido con ropa de calle", afirma Thompson. “No llevas esmoquin, el batería es un chico blanco tocando en una banda negra y además hay mujeres. ¿Qué es esto? Durante las primeras cuatro canciones que tocó Sly, todas las personas mayores de 21 años se quedaron alucinadas. ‘¿Quiénes son estos extraterrestres?’”
El reencuentro: The 5th dimension
Con un foro de 50.000 personas a la semana, los artistas que actuaron en el festival recibieron las muestras de admiración y adulación que suelen recibir los artistas blancos de música comercial en grandes conciertos de rock que se celebran en los estadios. Mientras veían las imágenes de sus actuaciones eufóricas de 1969, Marilyn McCoo y Billy Davis Jr. de la banda The 5th Dimension recuerdan que a menudo se los percibía como un “grupo blanco” debido a su estilo vocal y cuyo objetivo no era un público afroamericano.
Este escenario les permitió actuar para un público negro y sintieron que se trataba de un reencuentro sagrado con sus raíces. “La voz de Billy Davis era muy potente, lo que yo denomino el grito espiritual catártico de James Brown que no se escucha en ninguna otra actuación de The 5th Dimension. “Es interesante ver lo que sucede cuando los artistas negros actúan para audiencias negras, una oportunidad que no suelen tener a esta escala. Y ahí es cuando te das cuenta de la diferencia”.
Thompson se identificó personalmente con el tipo de cambio de código que los artistas negros suelen infundir a sus actuaciones. Cuando tocaban en festivales, The Roots solían variar los estilos de música decidiendo qué tipo de sonido cerraría la brecha entre ellos, y tuvo esto en cuenta cuando elaboraba el arco de la película. “Si éramos los teloneros de Beck sabía que debía dirigir el barco de cierta manera. Y tres meses después, si tocábamos con Wu-Tang o A Tribe Called Quest la dirección que tomábamos era diferente. Y más tarde, sí tocábamos con Rage Against the Machine volvíamos a cambiar de dirección. Así que comprendía muy bien los cambios que tienen que hacer un artista según sea el público del concierto”.
Harlem en la luna: El nuevo futuro político de la América negra
"En 1969 se hicieron avances pero todavía quedaba mucho por hacer. La lucha contra la pobreza, la educación para la igualdad en el trabajo, todas esas cosas. Para la comunidad de Harlem, había cuestiones mucho más importantes que llevar un hombre a la luna" - -Ahmir “Questlove” Thompson
El año 1969 fue un momento formativo de la América negra en lo que respecta a la política, el legado y la música. La estrategia de la no violencia que fue fundamental en el movimiento por los derechos civiles perdió fuerza y se pasó a la agresividad del Black Power. Los afroamericanos pasaron del traje y la corbata a los pantalones de campana y a las camisas dashiki (especie de kaftanes con motivos étnicos). Se puede ver al reverendo Jesse Jackson, que formaba parte del círculo íntimo de traje oscuro y corbata de Martin Luther King, con un dashiki durante su aparición). El cabello alisado con productos químicos dio paso al pelo afro. “Olía a Afro-Sheen y pollo”, recuerda un asistente al festival. (Afro-Sheen es una marca de productos especialmente formulada para el pelo afro). Y los afroamericanos más jóvenes empezaron a distanciarse de los looks de la gente blanca.
El alunizaje del Apolo 11 ocurrió el 20 de julio, el mismo día en que Stevie Wonder, David Ruffin y Gladys Knight and the Pips se subían al escenario. Pero el público del Festival Cultural de Harlem se mostró bastante ambivalente cuando recibió la noticia. “Fue una primera señal de desavenencia. Es como si dijeran: 'Vale chicos pero creo que esto es algo más que un concierto '”, recuerda Thompson. “Nos preguntamos si la película perdería interés para la gente si mostráramos menos actuaciones musicales e investigábamos el trasfondo de lo que estaba sucediendo en ese momento. Porque creo que es algo que el mundo ignora. La respuesta a la noticia de la llegada a la luna nos dio una nueva perspectiva”.
Ser joven, negro y con talento
"Abre tu corazón a lo que quiero decir. Debemos empezar a decirle a nuestros jóvenes que hay un mundo esperándote y que esa búsqueda acaba de comenzar". -Nina Simone, “To Be Young Gifted and Black”
Nina Simone hizo gala de una gran valentía en su actuación en la que cantó su himno "To Be Young, Gifted and Black" y que fue una de las primeras veces que se escuchaba esta canción. Esta composición reviste una importancia enorme ya que articuló el mensaje de la América negra en su transición a la década de los 70. “Sabes, en todo el mundo hay miles de millones de chicos y chicas que son jóvenes, negros y con talento. Y eso es un hecho”, decía la letra de la canción de Nina Simone.
Simone aportó al concierto su combinación única de discurso casi de predicador, con citas potentes de una poesía de David Nelson de los Últimos Poetas y de un talento extraordinario como músico y vocalista. De hecho, Nina Simone se subió al escenario y se dirigió a la multitud: “¿Pueblo negro, estáis listos?", llevándose de calle a una multitud enfervorecida. Su actuación reafirmó el eslogan reivindicativo de aquella época: “Dilo bien alto, soy negro y estoy orgulloso”.
Sobre la actuación de Simone, Thompson afirma: “La gente negra, antes de 1968, durante la era de los Derechos Civiles, se identificaban con el apelativo de 'Negro’. Creían en el versículo que dice que hay que poner la otra mejilla. Eran un poco más conservadores”. Thompson continúa diciendo: “Había personas un poco más jóvenes (menores de 23 años) que eran muy impacientes, muy exigentes. Querían oponerse al sistema. Y se llamaron a sí mismos 'Negros’. Tenían una manera más insolente de protestar. Y Simone hablaba de eso”.
Thompson prosigue: “Creo que la gente tiende a convertir el Movimiento de los Derechos Civiles en un saco sin fondo en el que un seguidor de Malcolm X, o un seguidor de las Panteras Negras, o un seguidor de Martin Luther King son lo mismo”. Pero Thompson opina que “eso es absolutamente falso. Pero en 1969 se produjo una metamorfosis de la que no creo que mucha gente fuera consciente. Y nos pareció que era importante mostrarla y hacer la película sobre eso y sobre lo que está sucediendo ahora que es aún más importante. Mientras hacía la película, quise ser testigo y espectador de este acontecimiento, como fan de la música y como hombre negro”.
Participantes entrevistados en el documental
Roy Ayers
Ethel Beatty-Barnes
Barbara Bland-Acosta
Mike Boone
Dorinda Drake
Sheila E
Margot Edman
Greg Errico
Anthony Flood
Charlayne Hunter-Gault
Cyril “Bullwhip” Innis Jr.
Reverendo Jesse Jackson
Musa Jackson
Gladys Knight
Adrienne Kryor
Alan Leeds
Darryl Lewis
Selema Masekela
Marilyn McCoo & Billy Davis
Jim McFarland
Lin-Manuel & Luis Miranda
Denise Oliver-Velez
Roger Parris
Raoul Roach
Chris Rock
Reverendo Al Sharpton
Mavis Staples
Sylvester Stone
Greg Tate
Stevie Wonder
Sue Yellin
Allen Zerkin
Sobre Ahmir "Questlove" Thompson
Questlove es batería, DJ, productor, empresario culinario, autor de bestsellers de la lista del New York Times y miembro de The Roots, el grupo de hip-hop más influyente de Filadelfia. Es el director musical de "The Tonight Show Starring Jimmy Fallon", donde The Roots, su grupo, es la banda del programa. Además, la indiscutible reputación de este músico ganador de cinco premios GRAMMY® le ha convertido en director musical de multitud de artistas que van de D'Angelo a Eminem pasando por Jay-Z. Questlove también ha publicado cuatro libros, incluido el bestseller del New York Times “Mo' Meta Blues, Soul Train: The Music, Dance and Style of a Generation”, “somethingtofoodabout” y más recientemente “Mixtape Potluck”. Questlove y Black Thought of The Roots han sido los productores ejecutivos de la aclamada serie documental "Hip-Hop: The Songs That Shook America" en AMC con su sello de producción, Two One Five Entertainment, que recientemente anunció un primer acuerdo con Universal Television para desarrollar programas guionizados o no guionizados. Questlove será el productor ejecutivo del próximo documental, "The League", centrado en la tumultuosa historia de la Liga Negra de béisbol. También ha debutado como director del aclamado documental “Summer Of Soul”, que explora el legendario Festival Cultural de Harlem de 1969. La película se estrenó en la noche de apertura del Festival de Cine de Sundance de 2021 que tuvo lugar en enero.
Questlove también fue productor musical ejecutivo y compositor en la miniserie de A&E “Roots”. Además, compuso la música de la película de Chris Rock "Top cinco" y coprodujo "Original Broadway Cast Recording of Hamilton”, ganadora del premio GRAMMY. Questlove también tiene su propio podcast "Questlove Supreme" en iHeart. Más recientemente, Questlove coprotagonizó la película de animación de Disney y Pixar Soul, que se estrenó en diciembre de 2020.
Summer of soulDirigida por Questlove