Basada en la novela homónima de la escritora francesa Karine Tuil, la película está dirigida por Yvan Attal (Buenos principios, 2019; Una razón brillante, 2017) y protagonizada por Charlotte Gainsbourg, Matthieu Kassovitz, Benjamin Lavernhe, Ben Attal, Suzanne Jouannet, Pierre Arditi y Audrey Dana.
Se presenta en la Sección Oficial fuera de concurso de la 78ª Edición de la Biennale de Venecia que se celebra entre el 1 el 11 de septiembre de 2021.
ENTREVISTA CON YVAN ATTAL
¿CÓMO LLEGÓ A SUS MANOS EL LIBRO "LAS COSAS HUMANAS" DE KARINE TUIL?
La novela se acababa de publicar. Me interesaba la autora, a quien ya había leído, y también el tema: un joven acusado de violación el día después de una fiesta. El relato me estremeció. Lo sentía por el acusado -en quien podía ver a mi hijo-, lo sentía por la víctima -en quien podía ver a mi hija-, me identifiqué completamente con los padres de los dos jóvenes implicados en el suceso. Modifiqué la estructura de la historia -primero "él", luego "ella" y por último el juicio- para que el espectador tuviera tiempo de conectar con ellos. Quería saber de dónde venían, quiénes eran, cómo había percibido cada uno la velada que precedió al drama, por qué para ella se trataba de una violación y por qué para él había sido consentido. El tema era contemporáneo, los personajes complejos. Y por primera vez, este libro me daba la oportunidad de alejarme de la comedia, de encontrarme con un género cinematográfico que me inspiraba a hacer cine con elementos que nunca había tenido la ocasión de grabar: una comisaría de policía, un Palacio de Justicia, el registro de un domicilio, etc.
MÁS ALLÁ DEL MATERIAL DE LA NOVELA, ¿HIZO INVESTIGACIONES POR SU CUENTA?
Durante el proceso de escritura me entrevisté con jueces, policías o abogados para ver de cerca su campo de acción, y entender cómo conciben su oficio. La novela me proporcionó un magnífico material dramático, pero necesitaba impregnarme del sistema, del escenario en que se mueve cada personaje. Lo que más me marcó fue la sala del juicio, donde reinaba el silencio y una tensión muy palpable. No es una sala de espectáculos. Evidentemente, los abogados hacen sus "actuaciones", en ocasiones teatrales, pero con el objetivo de causar un fuerte impacto y convencer, porque hay mucho en juego. Asistí a un juicio por violación. En ese caso no había duda alguna sobre la culpabilidad del hombre. Pero, después de todo, hay un ser humano en el banquillo y otro que engrosa la lista de víctimas. Hay varias vidas en juego y, a pesar de las convicciones que uno pueda tener, de las emociones, se sale estremecido. La lectura de la novela no era suficiente, tenía que vivir la experiencia.
¿CÓMO SE PUEDE TRANSMITIR LA COMPLEJIDAD DEL SER HUMANO?
Gracias a los actores.
¿CÓMO SE ENCUENTRA AL INTÉRPRETE IDEAL PARA CADA PERSONAJE?
Cuando haces una película, tienes ganas de trabajar con gente que te gusta. Primero, me pregunto: "¿Hay un papel para esta persona?" Cuando rodé Una razón brillante, no vi a mi familia durante cuatro meses. Esta vez ha sido una oportunidad para compartir un tiempo juntos. Empecé con el casting del papel de la madre del acusado: una ensayista feminista. La elección de Charlotte [Gainsbourg] era evidente por su pertinencia, su vulnerabilidad. Para encarnar al padre pensé en Pierre Arditi. Tiene algo de teatral, de chic y culto que recuerda al personaje: un periodista protagonista y seductor. Luego se planteó el problema de la nueva pareja de Charlotte. Enseguida me di cuenta de que no tenía que hacerlo yo. Habría creado confusión. Para este papel de profesor, Mathieu Kassovitz era perfecto. Hace más de 20 años actué en uno de sus cortos. Me encantó volver a verle y, sobre todo, grabarle. Para el papel de la madre de la víctima pensé en Audrey Dana. Tiene el punto de locura necesario para interpretar a esta judía ortodoxa religiosa e iluminada. En cuanto al abogado de la defensa, como sabía que iba a grabar el alegato en plano secuencia, necesita a un actor capaz de decir un texto de varias páginas. Busqué en el mundo del teatro y elegí a Benjamin Larvernhe. Todos me dijeron que sí, algo por lo que les estoy enormemente agradecido.
¿Y PARA LOS PAPELES DE LA VÍCTIMA Y EL ACUSADO? ¿ERA FUNDAMENTAL PARA AYUDAR A LOS ESPECTADORES A IDENTIFICARSE CON ELLOS QUE ALEXADRE Y MILA ESTUVIERAN INTERPRETADOS POR ACTORES CASI DESCONOCIDOS?
¿Qué actores hay de 17 y 18 años que sean muy famosos? No hay. Para mí no era especialmente tranquilizador trabajar con jóvenes para esos papeles de tanto peso. Primero hice un casting y luego varios ensayos antes de elegir a Ben [Attal] y a Suzanne Jouannet. En los ensayos, destacaron cuatro actrices. Suzanne es la que me más me impactó. Toma tras toma, su emoción estaba ahí. Intacta. Me encantó su actuación. De principio a fin. En cuanto al chico, al leer el libro, pensé inmediatamente en Ben. Ya había tenido un papel en mi última película, Buenos principios. Pero yo estaba reticente. La directora de casting tuvo que convencerme. "No quieres verlo porque es tu hijo, pero es el que mejor lo ha hecho en los ensayos". Tuve que admitirlo.
¿QUÉ ERA DIFÍCIL DE ADMITIR?
Darle un papel a mi hijo. ¿Cómo se supone que tengo que trabajar con él? Soy su padre. Tenía la sensación de tener una doble responsabilidad. Luego me dije que, como director, era un poco el padre de todos los actores que están bajo mi mirada. Para encarnar al acusado -un joven a veces arrogante pero carismático-, Ben tenía muchas cualidades. Es dulce, generoso, y se avergüenza de los padres que tiene. Le hubiera gustado nacer en otro entorno. Esta complejidad le hace conmovedor. Y además, es fotogénico. Hay actores que te llegan, y otros que no, aunque sean buenos. ¡Es así! Ben me llega. Así que no tenía sentido complicarme la vida buscando a otro. Ben abordó el trabajo de la misma manera que en Buenos principios, con la diferencia de que aquí tiene un papel más importante, sin duda el más delicado de todos. Pasó el confinamiento aprendiendo a tocar el piano y preparando la película conmigo. Después vino el trabajo con todo el reparto. Organicé muchas lecturas previas. Desmenuzamos el texto juntos, intentamos averiguar la verdad de cada personaje. En qué momento va a mentir, a ser honesto, a cuestionar la certidumbre del espectador... Había que encontrar el justo equilibrio. El rodaje es un momento crucial, pero EL ACUSADO también se fraguó durante la fase de montaje. Era facilísimo guiar la mirada en un sentido o en otro. Incluso sin darse cuenta. Podríamos haber hundido al personaje de Alexandre y después absolverlo para provocar una reacción visceral en el espectador. Pero ese no era nuestro objetivo. Mantener la neutralidad era lo que daba sentido a la película. Nos guiamos por una evidencia: sabemos con certeza qué ocurrió entre ellos. Es más, si encadenas el testimonio de Mila y de Ben durante el juicio, te das cuenta de que dicen lo mismo. Los hechos son indiscutibles. Lo que lo cambia todo es la manera en que cada uno los ha vivido.
NO DEJÓ DE LADO LA TRAYECTORIA DE LOS PADRES...
Al hacer esta película no me identifiqué con los dos protagonistas, sino con los padres.
LAS FAMILIAS QUE SE RECOMPONEN Y SE DESCOMPONEN ES UN TEMA RECURRENTE EN LA MAYORÍA DE SUS PELÍCULAS, DESDE "MI MUJER ES UNA ACTRIZ" HASTA "BUENOS PRINCIPIOS"...
No me corresponde a mí analizarlo, pero siento fascinación con todo lo que cuestiona los vínculos, ya sean de sangre o de corazón. Es lo que me conmueve del monólogo de Charlotte durante el juicio, la pareja herida que forman Mathieu Kassovitz y Audrey Dana, la de Mathieu Kassovitz y Charlotte Gainsbourg que va a explotar, la manera en que Pierre Arditi sufre, a su manera, la ausencia de Charlotte. A pesar de todo lo que les ha separado, algunos se unen para defender a sus hijos contra "el otro", el enemigo común. Me encanta la escena en la que Charlotte y Mathieu se encuentran en la cafetería. No se hablan desde hace años, la pareja que formaban voló en pedazos. Es un paréntesis apacible a la vez que desgarrador que muestra los efectos colaterales de esta historia. Un poco como ese momento algo extraño en el que Pierre le pide a Charlotte volver a vivir juntos.
¿CÓMO SE EXPLICA QUE EL GÉNERO JUDICIAL, TAN POPULAR EN ESTADOS UNIDOS, SIGA ESTANDO POCO EXPLOTADO EN FRANCIA?
Lo que puede intimidar es el aspecto estático de las secuencias. Yo mismo me lo planteé: "¿Cómo voy a conseguir que el espectador mantenga el interés durante una hora, con un único decorado y personajes que no se mueven?". Volviendo a ver películas de juicios, me di cuenta de que no tenía sentido desplazar una cámara cuando no hay que moverla.
¿CÓMO LE HA AYUDADO SU EXPERIENCIA COMO ACTOR PARA GUIAR EL TRABAJO DE LOS INTÉRPRETES?
No me olvido de la dificultad del oficio. Un intérprete está obligado a ponerse en manos del director.
En el set no tengo un método. Si lo tuviera, no lo podría aplicar a todos los intérpretes. No tienen ni las mismas pautas, ni la misma experiencia. Sobre todo, intento comprender a la persona con la que estoy trabajando, si es más productivo generarle confianza o desestabilizarle. Por ejemplo, con Ben y Suzanne, la primera vez que les eché la bronca- muy a mi pesar-, observé que se hicieron más frágiles, lo que era útil para la película. Así que seguí. Para mí un actor es una herramienta más. Aunque sea más delicado y complejo de manejar. Evidentemente, la emoción pasa por la imagen, no solo por los diálogos y los actores. Pero lo que cuenta, es que sea acertada. No quiero una réplica que no me diga nada. Hay demasiados actores que piensan que interpretar no cuesta, que basta con ponerse el vestuario y decir un texto. Sin embargo, lo hermoso es cuando se quitan la careta. Sin vulnerabilidad, no hay nada.
CUANDO ESTÁN INTERPRETANDO, ¿CONSIGUE VER A SU MUJER Y A SU HIJO COMO SIMPLES ACTORES?
¡Por supuesto! Y eso es lo que les molesta. Como los conozco, me reprimo menos todavía. Soy impaciente y a menudo me dejo llevar. ¡Es verdad! Aunque casi siempre con quien estoy enfadado es conmigo. No nos damos cuenta de lo solos que están los directores, pero a fin de cuentas, yo soy el que toma las decisiones. Y hay que asumirlas. ¡Todas! Es una carga.
Y EN ESTE CASO AÚN MÁS, PUES ES LA PRIMERA PELÍCULA DESDE EL #METOO QUE ABORDA UN CASO DE VIOLACIÓN. ¿NO LE HA DADO ALGO DE RESPETO?
No. Ahora es cuando empiezo a sentir una cierta presión. Siempre he sabido que este momento iba a llegar, pero mientras rodaba la película, no quería ni pensarlo. Me decía: "Esta historia es fuerte, me conmueve, así que voy a contarla". En esta época de denuncia, es evidente que la película tiene un valor político y social. Es un tema que es importante abordar, pero sin maniqueísmos. Además, la película está inspirada en una novela escrita por una mujer, y vivo rodeado de mujeres: mi madre, mi suegra, Charlotte, mis dos hijas. No puedo evitar ser feminista, y más aún cuando me siento mejor con las mujeres que con los hombres. Dicho esto, era consciente de que estaba rodando una película que puede crear divisiones. Hay algunas que reconcilian, otras que suscitan el debate. Sin embargo, por definición, el debate es la contradicción.
¿QUÉ HA APORTADO EL MONTAJE A LA PELÍCULA?
Su forma definitiva. Por lo demás, es de principio a fin la película que tenía en mente. Aunque rápido, el montaje fue complejo. Había que buscar el equilibrio entre el punto de vista del acusado y el de la víctima. La mirada de Albertine Lastera, la montadora, fue inestimable.
DE HECHO, DA LA IMPRESIÓN DE QUE LA BÚSQUEDA DE ESE EQUILIBRIO HA SIDO SU BRÚJULA. TANTO EN LA ESCRITURA, COMO EN LA DIRECCIÓN, LA BANDA SONORA...
¡Sí! Mientras escribía el guion me preguntaba: "¿Quién es este chico? ¿Quién es esta chica? ¿Qué es lo que hace que nos emocionen y qué tienen que nos podría llevar a dudar de ellos?". Al igual que sus padres, la educación que han recibido juega en su favor o en su contra. Efectivamente, todo era una cuestión de equilibrio. De intentar contrarrestar sistemáticamente lo que se pensaba de ellos. El reto consistía en la posibilidad de hacer una película sin tintes maniqueístas pero que no se interpretara como una traición a la causa de las mujeres o de las víctimas.
¿QUÉ LE DIRÍA A QUIENES SE LAMENTAN DE QUE NO SE HAYA PUESTO DEL LADO DE LA VÍCTIMA?
Podría haber hecho una película con un acusado violento a quien todo señala como culpable, por supuesto Pero lo que me interesaba era poner al espectador en el lugar del jurado, ante un caso donde se trata de la palabra de uno contra la de la otra. En el caso del chico, quería destacar el aspecto conmovedor de su personalidad, a pesar de la violencia de la que se le acusa. En cuanto a la chica, aunque inspira una empatía inmediata, quería sembrar un ápice de duda en su testimonio. No para que resultara antipática -no se trataba de eso-, sino para resaltar lo difícil que es juzgar, llegado el caso.
¿QUÉ CUENTA LA PELÍCULA, EN DEFINITIVA?
Que todas las historias son complejas. Si no se cuenta con todos los elementos, se tiene una visión distorsionada. Solo la instrucción y el juicio permiten confrontar las versiones. Pero incluso en esas condiciones, con un asunto que ha necesitado meses de investigación, es difícil hacer justicia.
¿QUÉ QUIERE TRANSMITIR?
Emociones. No me olvido de que cuando un espectador entra en una sala, independientemente de sus gustos, solo pide una cosa: embarcarse en una historia, en una película generosa, que le conmueva, que le haga reír o reflexionar.
ENTREVISTA BEN ATTAL
¿CÓMO Y CUANDO TE PROPUSO YVAN ATTAL INTERPRETAR A ALEXANDRE, EL PERSONAJE PRINCIPAL?
En cuanto leyó el libro. Hicimos pruebas menos formales que en BUENOS PRINCIPIOS, la anterior película en la que trabajamos juntos. Me pidió que leyera el guion con él. Soy consciente que esta lectura fue un ensayo encubierto.
¿QUÉ RECUERDO CONSERVAS DE ESA PRIMERA LECTURA DEL GUION?
Me gustó mucho y el personaje me atrapó rápidamente, aunque al principio no sentí ninguna simpatía por él. Pero leer junto a mi padre me ayudó a entender toda su complejidad.
¿CUAL ES TU OPINIÓN SOBRE EL PERSONAJE DE ALEXANDRE?
Mi padre me lo presentó como una persona arrogante y conmovedora. Podemos decir que no es el tipo de personaje que me guste porque no tenemos la misma forma de hacer las cosas, ni de hablar con la gente. Además está el episodio por el que se le acusa. No se sabe si realmente cometió esa violación o no pero perdonarlo era culpar a la víctima y eso para mí era inaceptable. Me costó mucho identificarme con él.
SIN EMBARGO TU PADRE DICE QUE TENÉIS MUCHAS COSAS EN COMÚN...
Es cierto que al principio solo vi los defectos de Alexandre. Pensé que no se avergonzaba de nada pero para interpretarlo tenía que buscar también lo que me gustaba de él. Al concentrarme en esos detalles, me di cuenta de que durante el juicio tenía emociones y que no era un monstruo.
¿QUÉ TE CONMOVIÓ MÁS DE ÉL?
La relación que tiene con sus padres. Mientras leía el guion, pensaba: "¡Qué lástima tener unos padres que nunca tienen tiempo para ti!". Alexandre, aunque tiene de todo, está muy solo.
INTERPRETAR UN PAPEL TAN COMPLEJO POR PRIMERA VEZ, BAJO LA MIRADA DEL PROPIO PADRE ACTOR, DEBE IMPRESIONAR. ¿EN QUÉ TE APOYASTE?
Me apoyé en él, en mi padre. Interpretar ese papel era a veces aterrador porque tengo poca formación, pero también era emocionante, porque él podía ayudarme en mis momentos de duda. Nunca me soltó, nunca me suelta. Esta es seguramente una de sus principales cualidades.
¿CÓMO FUE SU INTERPRETACIÓN JUNTO A SUZANNE JOUANNET?
No hubo ningún problema porque tenía a la mejor actriz frente a mí. Trabajar con ella ha sido un sueño. Conectamos muy bien y me ayudó mucho porque no es nada egoísta cuando interpreta, incluso aunque la cámara no la esté enfocando a ella. Ésta es su primera película y en realidad para mi también es el primer papel protagonista. Eso nos hizo estar muy unidos.
YA HAS TRABAJADO ANTERIORMENTE CON TU MADRE. ¿QUÉ FUE DIFERENTE ESTA VEZ?
La escena del juicio donde es a la vez la madre del acusado que interpreto y la mía. Estaba sentado escuchándola y la secuencia tomó un giro muy real. No sé cómo se sienten los acusados en una situación similar, pero es espantoso ver sufrir a tu madre.
¿CUÁL FUE LA ESCENA MÁS DIFÍCIL?
Cuando Benjamin Lavernhe hace su alegato y Alexandre cierra la escena disculpándose con la víctima en un plano secuencia de 8 minutos. Benjamin lo hizo perfecto, pero yo cometí un error en mi texto al decir Suzanne en lugar de Mila. ¡Fue horrible! Sentí que lo había estropeado todo. Me sentía culpable por haber echado a perder el trabajo de Benjamin, de Suzanne, de mi padre...
¿QUÉ LE GUSTARÍA QUE EL PÚBLICO SE LLEVARÁ DE LA PELÍCULA?
La complejidad de las relaciones humanas, el hecho de que las cosas rara vez son todas negras o todas blancas.
ENTREVISTA SUZANNE JOUANNET
¿QUÉ SABÍAS DE LA PELÍCULA Y DEL PERSONAJE DE MILA ANTES DE HACER EL CASTING?
Nada excepto que tuve que representar una escena en la que dice a los policías que fue violada. Un agente se puso en contacto conmigo después de verme trabajar en el teatro y lo primero que pensé era que querían que me uniera a su agencia de actores pero en realidad era para hacer el casting. Como fue en la época del confinamiento me pidieron que hiciera un vídeo. Después me llamaron para hacer otras pruebas y ahí fue cuando supe que era una adaptación del libro "Les Choses Humaines" de Karine Tuil.
¿Y CÓMO FUE LA PRIMERA CITA CON YVAN ATTAL?
Iba con mucho miedo pero Yvan fue muy acogedor y tranquilizador. Me díó instrucciones muy precisas y exactas e inmediatamente nos pusimos a trabajar.
¿CÓMO SE PREPARÓ PARA INTERPRETAR A UNA ADOLESCENTE VÍCTIMA DE VIOLACIÓN?
En primer lugar volviendo a mis diecisiete y tratando de imaginar el trauma físico y mental sufrido. Leí muchos testimonios sobre el tema, vi películas, extractos de vídeos de juicios filmados en USA (en Francia está prohibido). También tuve acceso online a la carta escrita por la víctima del incidente que inspiró al autor del libro. Su testimonio fue muy enriquecedor, profundo y conmovedor.
¿CÓMO TE PRESENTÓ YVAN ATTAL A MILA?
Como una chica tímida. Me pidió que trabajara este aspecto de su personalidad especialmente porque Mila está bastante lejos de mí en la forma en que se relaciona con los demás, pero también en su estilo de vida y su educación.
CUANDO FINALMENTE LEISTE EL GUION ¿CUÁL FUE TU PRIMERA REACCIÓN?
Pensé que tenía mucha suerte. Soy una actriz joven, esta es mi primera experiencia en el cine y empiezo con una película así. Me gustó mucho lo que había que defender. El tema es actual y sentí que me iba a abrir a otros mundos. En el guion el personaje de Mila está mucho más desarrollado que en el libro. Me dije que sería una buena oportunidad para jugar con diferentes emociones en situaciones complejas y que, de hecho, también me permitiría crecer como actriz y como mujer.
¿CÓMO TRABAJASTE LA AMBIGÜEDAD DE MILA SIN CUESTIONAR LA VERACIDAD DE SU TESTIMONIO?
Fue complicado. Desde el principio defendí que obviamente ella estaba diciendo la verdad pero en el juicio miente sobre su vida sentimental y sexual. Aún así me dije a mi misma "Vale, está mintiendo, pero ella puede mentir y aún así estar diciendo la verdad sobre lo que sucedió aquella noche.". Es perturbador jugar a la mentira pero estaba feliz de poder darle otro color al personaje.
A DIFERENCIA DEL ACUSADO, MILA PROVIENE DE UN ENTORNO HUMILDE ¿CÓMO ES SU VIDA FAMILIAR?
Mila navega entre dos mundos muy distintos. Su padre, profesor de literatura, es muy abierto y después del divorcio Mila también optó por vivir con él, a pesar de que esto no es nada común pues su madre es judía ortodoxa practicante, con códigos muy estrictos, y esto lo hace todo más complicado. En el momento que Mila dice que quiere presentar una denuncia, su madre le aconseja que llame al rabino para no difundir la historia. Mila no cuenta con el apoyo de su madre para esto pero sabe cómo hacerse valer y pone la denuncia aún en contra de su opinión.
HÁBLANOS DE TU PRIMER DIA DE RODAJE...
Empezamos con la escena en la que Mila habla con los periodistas a la salida del juzgado. Era mi primera escena cinematográfica y había mucha gente a mi alrededor. Me ayudó mucho pensar en Mila, cómo ella tuvo que hablar delante de mucha gente aún siendo muy reservada, cómo encontró las fuerzas para testificar. Entonces fue cuando me dije a mí misma que el hecho de que la situación en la que me encontraba me impresionara era perfecto para utilizarlo para interpretar mejor todo lo que el personaje sentía.
¿CUÁL FUE PARA TI EL MOMENTO MÁS EMOCIONANTE?
El momento del juicio, rodado en una sala de audiencias de verdad. De repente todo lo que estábamos experimentando se volvió muy real. Pensábamos en todos los que habrían estado declarando allí, en lo que sucedía en las salas contiguas. Fue algo muy fuerte.
¿CUÁL ES TU OPINIÓN SOBRE ESTA HISTORIA Y SOBRE EL CONSENTIMIENTO?
Habría tanto que decir que es complicado hacerlo con pocas palabras. La película habla de esa zona gris que existe en el tema del consentimiento. Muestra hasta qué punto se puede vivir esa misma tarde con dos percepciones totalmente opuestas. Es importante que un hombre siempre deba asegurarse del consentimiento de su pareja, incluso aunque eso signifique hacer la pregunta, y viceversa.
BIOFILMOGRAFÍA YVAN ATTAL
Yvan Attal es un actor, guionista y director de cine nacido en Tel Aviv, Israel aunque creció en Francia. Su debut como actor fue en la película "Un mundo sin piedad" en el año 1989 y con la que obtuvo el premio César del cine francés al Mejor Actor Revelación. Detrás vinieron otros títulos como "A los ojos del mundo" (1991), "Y ahora damas y caballeros" (2002), la ganadora de siete premios César "Bon Voyage" (2003), entre los que Yvan Attal obtuvo el premio a Mejor Actor Secundario, "Es más fácil para un camello" (2003), "La Intérprete" (2003) junto a Nicole Kidman y Sean Penn, "El secreto de Anthony Zimme" (2005), la nominada al Oscar en el año 2006 "Munich" De Steven Spielberg, "Partir" (2009) por la que Yvan Attal ganó del Globo de Cristal francés al Mejor Actor, "No Molestar" (2012) y "Buenos principios" (2019) entre muchos otros.
Su primera película como director fue "Mi esposa es una actriz" en el año 2001, en la que dirigió por primera vez a Charlotte Gainsbourg, su actual pareja y madre de sus tres hijos. Con esta película, en la que también trabajó como guionista y actor protagonista, fue nominado al César en la categoría de Mejor Ópera Prima. Después dirigió más películas entre las que destacan "Están por todas partes" en 2016, "Una razón brillante" en 2017, "Buenos principios" en 2019 y su último trabajo en 2021 "EL ACUSADO", en la que vuelve a trabajar con su esposa Charlotte, como en la mayor parte de las películas que dirige, y a su hijo Ben Attal, con el que también había trabajado ya en su última película.