Hannes es un apocado repartidor de cervezas que vive en Dortmund y cuya gran pasión es aprenderse los horarios de los trenes. Lleva meses preparando su participación en la nórdica ciudad de Inari para participar en el Primer Concurso Internacional para expertos en guías ferroviarias, pero antes de partir tiene que hacer una visita al nuevo jefe de zona. El nuevo jefe intenta evitar que se vaya de vacaciones alegando que le va a despedir y la respuesta del bueno de Hannes es contundente: un puñetazo en la cara. Hannes alterado por la discusión se deja la bolsa en el despacho del jefe y se dirige directamente hacia la estación de tren. Lo que no sabe Hannes es que al día siguiente aparece el cuerpo de su jefe muerto en el despacho e inmediatamente van todas las sospechas a parar hacia él y el comisario Stefan Fanck empiezan a seguirle el rastro. Mientras tanto, Hannes traba amistad con el revisor del coche cama en el que viaja.