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Las fantasías cartel reducidoLas fantasías(Les fantasmes)
Dirigida por David Foenkinos, Stéphane Foenkinos
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Desenfadada comedia coral dirigida y escrita por los hermanos David y Stéphane Foenkinos (Algo Celosa, La Delicadeza). Con actores de la talla de Ramzy Bedia (Lola y sus hermanos), Nicolas Bedos (La belle époque), Monica Bellucci (Spectre), Carole Bouquet (Wasabi: El trato sucio de la mafia), Suzanne Clément (Mommy), Joséphine de Meaux (Intocable), Joséphine Japy (Respira), William Lebghil (Mentes Brillantes), Denis Podalydès (De Nicolas a Sarkozy), Jean-Paul Rouve (La Vida En Rosa), Céline Sallette (Casa de Tolerancia), Alice Taglioni (La Pantera Rosa) y Karin Viard (Las Apariencias).

LAS FANTASÍAS está inspirada en el film australiano de 2014 La pequeña muerte, cuyo concepto y tema cautivó a los productores Éric y Nicolas Altmayer (Frantz, Los Inocentes). De modo que decidieron extrapolar las escenas que encontraron en ella, con grandes posibilidades de cruzar fronteras y de hacer comedia, así como de tratar algunos tabúes.


La prensa ha dicho...
"La Palma de Oro de la fantasía es para la pareja formada por Carole Bouquet y Monica Bellucci" - FEMME ACTUELLE.

"Una comedia atractiva que hace reír al espectador con un gran elenco de actores de gran talento. [...] Genial e inspirado guion escrito a cuatro manos por los hermanos Foenkinos" - BULLES DE CULTURE.

"Humor atrevido que nunca cae en la vulgaridad" - 20 MINUTES.

"Impresionante reparto" - TÉLÉ LOISIRS.

"¡Apasionante!" - VOICI.

"Reirás a carcajadas" - ELLE.


Entrevista a David y Stéphane Foenkinos

P: Después de “Algo celosa”, donde se exploraba el atrevido tema de los celos de una madre hacia su hija, ahora abordan el de las fantasías sexuales. ¿Cómo surgió la idea?

R: Ya estábamos trabajando en un tema en específico cuando nuestros productores, Éric y Nicolas Altmayer, nos mostraron una película de sketches australiana sobre las fantasías sexuales. El concepto y el tema nos cautivaron. Tomamos la idea, modificamos la estructura de gran parte de las escenas y escribimos algunas nuevas. Inmediatamente vimos numerosas posibilidades narrativas con un gran potencial a nivel cómico. Esto nos permitió el atrevimiento para cruzar algunos límites o incluso tabúes.

P: El mundo de las fantasías es extenso. ¿Bajo qué criterios escogieron explorar algunos más que otros?

R: Actuamos casi como sociólogos, preguntando a diferentes profesionales y buscando exhaustivamente por internet. El resultado fue una impresionante lista de casi 250 fantasías, que la medicina sigue llamando parafilias, o “desviaciones”, porque salen de lo que se consideran las normas de comportamiento. Nuestra principal motivación era ser lo más realistas posible. Por muy incongruentes que sean las situaciones, la identificación siempre nos debía hacer empatizar con lo que viven los personajes. Nos pueden excitar, molestar o repeler, pero una cosa muy importante que hay que recordar es: ¡Todas la fantasías mencionadas en la película existen realmente!.

P: ¿Por qué habéis conservado la estructura de sketches de la película original?

R: Nos pareció evidente, en aras del realismo, que las historias debían ser distintas. Habría sido muy improbable que todos nuestros personajes, con deseos tan particulares, cohabitaran en un mismo universo. Además, como espectadores siempre nos han gustado las películas divididas por capítulos en torno a un mismo tema, ya sea “Todo lo que usted siempre quiso saber sobre el sexo pero nunca se atrevió a preguntar” de Woody Allen, o “Relatos salvajes” de Damián Szifrón, o la serie “Monstruos de hoy” de Dino Risi o Mario Monicelli. Dotar a las diferentes secuencias de una verdadera independencia nos permitió llevar el tema aún más lejos. Por último, y quizás era por donde debíamos comenzar, el sketch nos ofrecía la posibilidad de trabajar con muchos actores que nos gustan.

P: ¿Cómo se adaptaron a las limitaciones para construir cada historia y los personajes?

R: La idea era ver cada secuencia como una historia corta en lugar de un cortometraje. Nos focalizamos menos en los desenlaces y en los giros dramáticos obligatorios, que en el cuestionamiento que la propia fantasía plantea y la impresión que deja en el espectador. La verdadera limitación seguía estando en la exposición de cada historia. Teníamos que ser rápidos, pero tomándonos el tiempo necesario para comprender las motivaciones de cada uno. Finalmente, la logística resultó ser un dolor de cabeza en potencia. Pensamos que sería más fácil contratar a un actor durante varios días, pero nos encontramos con un gigantesco juego de Tetris, ¡era como si estuviéramos organizando cuatro bodas a la vez!.

P: ¿Qué tenía de peligroso y emocionante el tratar un tema como este?

R: En una distancia narrativa corta, se puede caer rápidamente en la caricatura. Una vez más, quisimos tratar las situaciones más extremas sin dejar el realismo de lado. Pensar en todas las variaciones de nuestra relación con las fantasías y ver las reacciones que suscitan fue en sí mismo emocionante. Que el espectador pueda plantearse: ¿sería capaz de hacer esto? ¿Cómo habría reaccionado en esta situación? En la película, algunos personajes gestionan muy bien su deseo, a veces intentando compartirlo, mientras que otros los descubren con asombro, o intentan alejarlo sin resultado. La relación que tenemos con nuestra sexualidad es seguramente el mayor indicador de cómo es nuestra personalidad.

P: Al igual que con Karin Viard, el reparto incluye varios actores con los que ya han trabajado, así como nuevos actores como Jean-Paul Rouve, Carole Bouquet, Monica Bellucci, Nicolas Bedos... ¿Qué guió vuestra selección?

R: Nos gustan los actores. Es, sin duda, una de nuestras mayores motivaciones a la hora de abordar una película. Así que aquí nos ofrecemos el placer de multiplicarlas. Además de contar con nuestros actores “recurrentes”, como Karin o Josephine De Meaux, con quien nos reencontramos después de “La delicadeza”, y Corentin Fila después de “Algo celosa”. Esto nos dio la oportunidad de trabajar con personas cercanas a nosotros, pero también con otras con las que habíamos soñado rodar desde hace mucho tiempo. Teníamos un proyecto pendiente con Carole Bouquet y fue una gran oportunidad para poder reencontrarnos. Y además de los ya mencionados, teníamos mucho interés, por ejemplo, de ofrecer a Ramzy Badia un papel de contrapunto, o en explotar el potencial cómico de Céline Sallette y Monica Bellucci.

P: …¿Y a la hora de formar las diferentes parejas y sus fantasías?

R: Lo que nos entusiasma, como siempre, es crear nuevos duos, y con LAS FANTASÍAS, estamos servidos: de Denis Podalydès / Suzanne Clément a Karin Viard / Jean-Paul Rouve, ante todo queda satisfecho nuestro particular apetito como espectadores. Ver a estos grandes actores reunirse, la mayoría de ellos por primera vez y, sobre todo, en la cama... ¡complacía inmediatamente nuestro placer! Cuando se menciona a la pareja Carole Bouquet / Monica Bellucci, ya es una fantasía en sí misma, seas quien seas. Las historias cortas también les ofrecía a todos más libertad de tono.

P: ¿Cuál fue su reacción a la lectura del guion?

R: Fue bastante buena. Rodamos después del primer confinamiento. Había unas ganas de divertirse multiplicadas por diez, al mismo tiempo que se aliviaban las preocupaciones por la imagen pública o la reputación. Estamos muy agradecidos de que se volcaran en el proyecto desde el primer momento. Para ellos fue divertido. Recordamos, por ejemplo, a Nicolás Bedos diciéndonos: “¿Y entonces voy a tener que llorar durante cuatro días?” O a William Lebghil: “Así que tengo una relación con Joséphine Japy... ¿y no pasa nada?”

P: Es vuestra primera película de skecthes. ¿Cómo preparasteis el rodaje?

R: Tratamos a cada pequeña historia con la misma atención que para un largometraje. Pero, por supuesto, nos encontramos con muchas limitaciones, sobre todo de cara a los escenarios. A diferencia de una película “clásica”, una vez que abandonas un lugar no puedes volver. Así que había una presión muy particular por terminar a tiempo. Y luego estaba el trabajo con los actores, para ajustar el texto o encontrar nuevas ideas.

P: ¿Cuáles fueron vuestras prioridades en cuanto al tono, el ritmo o la estética?

R: Aunque todas las historias eran distintas, queríamos mantener una unidad de tono general. Para conseguirlo, pensamos mucho en cada transición, para mantener la sensación de fluidez. Se convirtió en una obsesión. El orden de los sketches también se pensó teniendo en cuenta esto. Pero sin dejar de ser homogéneos en el ritmo, era importante caracterizar cada historia. De esta forma, cada skecth tiene su propia geografía, su propio color: desde el mundo frío y aséptico del dúo de Nicolas Bedos y Céline Sallette, hasta una casa colorida y ligeramente desordenada para Karin Viard y Jean-Paul Rouve. En cuanto a la ubicación, el ambiente, la generación y el entorno social y cultural, hemos trabajado deliberadamente para conseguir una cierta diversidad. Todo el mundo tiene fantasías. Por otro lado, la luz tenía que ser consistente a lo largo de la película, como un punto de vista idéntico y externo que deambulara y sondeara las derivas de todos. Fue una oportunidad para pensar en esto con nuestro maravilloso director de fotografía Alexis Kavyrchine, que recientemente ganó un César por “Adiós, idiotas”.

P: De todos los roles que debe desempeñar un director, ¿cuál es el que más os gusta?

R: LAS FANTASÍAS es ante todo una película de actores. Si tuviéramos que elegir un placer supremo, seguramente estaría relacionado con ellos. En muchas ocasiones fuimos claramente los primeros espectadores maravillados por lo que se desarrollaba ante nosotros. Pero nos apasiona cada paso del proceso. La elección del vestuario con Emmanuelle Youchnovski fue especialmente agradable, al igual que el trabajo en los decorados junto a Stanislas Reydellet. No podemos nombrar a todo nuestro equipo, pero tenemos la suerte de tener una relación especial con cada uno de ellos, quizás también porque después de una tercera película, nos complace más matizar ciertos elementos mientras seguimos enfrentándonos a la increíble aventura que representa. Para el montaje hemos colaborado por primera vez con Dorian Rigal-Ansous, un veterano de las películas de Olivier Nakache y Éric Toledano. Más que nunca, en una película basada en sketches, esta parte del trabajo fue decisiva y emocionante. Es como un segundo proceso de escritura en el que todo es posible, sobre todo gracias al tempo o a la música.

P: ¿Con que os quedáis después de esta nueva experiencia?

R: A diferencia de lo habitual, al final de la semana no nos deseábamos “buen fin de semana”. Fue extremadamente alegre cambiar de universo, de entorno, de decorados, de compañeros, y a la vez, un poco triste y frustrante el separarse. Y luego no olvidaremos las condiciones tan particulares en las que filmamos: seis historias de amor con escenas de intimidad en medio del boom de los gestos de separación entre personas y entre dos confinamientos.

P: Finalmente, ¿qué os interesaba explorar y contar al público?

R: ¡Hemos de ser libres de asumir nuestras fantasías! Y no olvidar que siempre habrá alguien igual de raro para compartirlo.