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Scream cartel reducido de personajesScreamDirigida por Matt Bettinelli-Olpin, Tyler Gillett
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Dirigida por Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett, escrita por James Vanderbilt y Guy Busick basada en personajes creados por Kevin Williamson, Scream fue producida por William Sherak, James Vanderbilt, Paul Neinstein, y está protagonizada por Melissa Barrera, Kyle Gallner, Mason Gooding, Mikey Madison, Dylan Minnette, Jenna Ortega, Jack Quaid, Marley Shelton, Jasmin Savoy Brown, Sonia Ammar, con Courteney Cox, David Arquette y Neve Campbell. Los productores ejecutivos son Kevin Williamson, Chad Villella, Gary Barber, Peter Oillataguerre, Ron Lynch, Cathy Konrad y Marianne Maddalena.

Las mejores películas de terror suelen dejar una huella indeleble en los espectadores. Puede que sea porque el miedo, en palabras del autor HP Lovecraft, es la “emoción más antigua y más intensa” de la humanidad. Una película verdaderamente terrorífica puede tener una repercusión especialmente duradera si la película se ha visto a una tierna edad, como fue el caso del codirector de Scream, Tyler Gillett, que vio la película de terror de 1996 Scream, de Wes Craven, con 13 o 14 años.

“El recuerdo que tengo de ir a ver Scream es de genuino pavor”, dice Gillett. “Entré en contacto con ese terror cuando era muy joven, así que me impactó de una forma muy profunda. La película fue la puerta de acceso al terror para toda una generación, porque era una especie de enciclopedia de todo lo bueno que tiene el género. Me abrió los ojos de par en par y descubrí el poder que se conjura cuando se combina el terror de verdad con momentos de humor inteligente y personajes que realmente te importan.”

Ambientada en la soporífera ciudad dormitorio de Woodsboro, Scream narra la escalofriante historia de la estudiante de instituto Sidney Prescott (interpretada por Neve Campbell) y un grupo formado por sus mejores amigos, que se ven acosados por un asesino en serie obsesionado por las películas de terror llamado Ghostface. Cargada de un inquietante suspense, y estructurada como la típica historia de misterio, aunque con un giro sangriento, la película era, simultáneamente, un espeluznante largometraje de psicópata con cuchillo descomunal, y un entrañable homenaje al género.

Cuando Scream llegó a las salas cinematográficas el 20 de diciembre de 1996, rompió todas las reglas y reinventó un género que necesitaba imperiosamente sangre nueva. La popularidad de las películas de terror se estaba desvaneciendo a mediados de la década de 1990, y a mitad de la década, los taquillazos del género cada vez eran más infrecuentes. Los aficionados habían empezado a aburrirse con la inacabable sucesión de nuevas versiones recicladas, secuelas sin imaginación y cansinas imitaciones que se estrenaban periódicamente.

Scream cambió todo eso. El ingenioso guion, obra del brillante debutante Kevin Williamson, deslumbró a los espectadores, que tuvieron claro desde el principio que estaban ante la obra de un genio con un conocimiento enciclopédico del género. Los admiradores de la película la vieron en repetidas ocasiones, y su fama no dejó de crecer a medida que la popularidad de la película se extendía.

La repercusión cultural de Scream, con su sucesión de increíbles escenarios, personajes perfectamente desarrollados y algunas de las más estremecedoras escenas de asesinato jamás captadas en la pantalla, fue profundísima. El largometraje generó por si solo toda una nueva categoría de películas de terror autorreferentes, y su arrollador éxito dio alas al moribundo género de los psicópatas con arma blanca, dando pie a taquillazos como Sé lo que hicisteis el último verano, escrita también por Williamson.

Nada de esto hubiera sido ni siquiera remotamente posible de no ser por la genialidad del director Wes Craven, cuyo legado en el género no ha sido superado. Después de estremecer a los aficionados hasta dejarles exangües en la década de 1970 con películas independientes como La última casa a la izquierda y Las colinas tienen ojos, Craven invadió el inconsciente colectivo del público con el clásico de 1984 Pesadilla en Elm Street, que tuvo seis secuelas, una película basada en su universo, y una nueva versión, así como una serie de televisión con dos temporadas. La saga cargada de efectos protagonizada por Freddy Krueger fue la pionera del subgénero de “realidad que se estira y se encoje”, en el que las fronteras entre los sueños y la realidad se diluyen, y que se convirtió en un rasgo distintivo del estilo narrativo de Craven.

Después de dirigir una serie de películas independientes aclamadas por la crítica, como La Serpiente y el arco iris y El sótano del miedo, Craven volvió a dejar sin respiración al público con su estreno de 1996, Scream. La película sigue siendo el mayor éxito de taquilla de su distinguida carrera, con cuatro secuelas, que hacen que toda la serie de Scream haya obtenido la asombrosa cifra de 608 millones de dólares de ingresos en todo el mundo.

El codirector de Scream, Matt Bettinelli-Olpin, que junto a Gillett y el productor ejecutivo de Scream Chad Villella, forman el colectivo cinematográfico conocido como Radio Silence, afirma que al ver la revolucionaria obra maestra de Craven por primera vez disfrutó de la experiencia que siempre aspira a tener cuando va al cine. “Fue terrorífica, y divertida y conmovedora. Tenía todo lo que se podía pedir, y más. No solo eso, sino que era la primera película que veía que era autorreferente y que comprendía de verdad las películas que habían abierto el camino de la cinematografía para hacerla posible.

Para Villella, ver el clásico de Craven en una sala cinematográfica llena, con un público cargado de energía, fue más que una noche de diversión... fue una fuente de inspiración para su carrera profesional. “Scream cambió la realidad para mí”, afirma. “Es la película que hizo que quisiera dedicarme a la cinematografía. Mis compañeros de residencia universitaria y yo nos pasamos viendo en bucle la película en cinta VHS todo el tiempo que compartimos habitación.”

Pero el terror prosiguió tras el final de este espeluznante taquillazo de Craven. Scream 2, estrenada menos de un año después de la original, y una vez más escrita por Williamson, arrolló en la taquilla en 1997, reforzando la posición de Ghostface como uno de los asesinos más icónicos de la gran pantalla. Ghostface volvió con Scream 3 en el año 2000, para abrir las puertas del nuevo milenio al terror, y volvió a acosar a sus tiernas víctimas en Scream 4 en 2011. Y cada una de las veces, Craven se puso tras la cámara para orquestar el macabro tumulto.

“La franquicia no dejaba de generar nuevas películas asombrosas cada pocos años”, dice Gillett. “La serie de Scream siempre ha evolucionado con los tiempos, y ha servido de contexto sobre la forma en que los aficionados se relacionan con los medios y lo que eso significa en un sentido cultural más general. Y todo eso lo hizo a la vez que provocaba un miedo cerval. Es una creación increíble, y Matt y Chad y yo estamos muy honrados de haber pasado a formar parte de su legado.”


Una perfecta combinación de talento
La travesía para llevar la franquicia de Scream al futuro comenzó en 2018, cuando el estudio cinematográfico independiente Lantern Entertainment adquirió los activos de la Weinstein Company, y entre ellos, los derechos de Scream. El veterano productor y líder de la industria del ocio Gary Barber y un grupo de inversores se unieron a Lantern para crear Spyglass Media Group, y asumieron los derechos de la biblioteca y de la franquicia.

De acuerdo con el Presidente de Producción de Spyglass, Peter Oillataguerre, que también es productor ejecutivo de Scream, continuar con la franquicia siempre fue una de las principales prioridades de Barber. “Gary percibió el valor que tenía Scream desde el principio, así que fue el primer proyecto al que prestamos verdadera atención”, dice. “Eso se debe a que Scream es algo más que una simple película de terror. Hay un cierto elemento de diversión en toda la serie que va más allá del terror. Las relaciones entre los personajes son únicas, y la franquicia satisface a un amplio conjunto de miembros del público, no únicamente a los aficionados al terror.”

Oillataguerre dice que rendir homenaje al legado de Craven fue el primer y principal objetivo de la empresa. “Ya desde el principio, ese fue uno de los principales temas de conversación cuando hablábamos de Scream. Queríamos rendir homenaje a Wes, así que nuestra misión consistió en organizar y coordinar a un grupo de cineastas que fuese adecuado para sacar adelante el proyecto.”

Scream ha sido producida por William Sherak, James Vanderbilt y Paul Neinstein, que formaron Project X Entertainment en 2019 y desempeñaron una función esencial en la producción de la película. Barber tiene una estrecha relación con el trío. “Conozco a Gary desde que era un crío”, dice Sherak, “así que cuando nos sentamos con él y dijimos que queríamos producir Scream, él nos encomendó el proyecto. Creo que podría decirse que las fichas cayeron en el lugar adecuado, en el momento adecuado.

Oillataguerre atribuye a Project X Entertainment el mérito de haber conseguido que el equipo de Radio Silence se uniera al proyecto. “Fue una gran decisión, porque supieron dar el tono adecuado que queríamos para el proyecto, y eran acérrimos seguidores de las películas originales de Scream. Todo salió a pedir de boca para todo el mundo.”

A diferencia de los miembros de Radio Silence, Neinstein no creció siendo un aficionado a las películas de terror. Pero después de ver Scream con un grupo de amigos durante su estreno inicial, su opinión cambió rápidamente. “Para mí, Scream fue una experiencia que me abrió los ojos”, dice el productor. “Después de aquello, empecé a ver el género de terror con ojos diferentes. Cambió toda mi perspectiva sobre el género.”

Vanderbilt, el aclamado guionista de Zodiac, The Amazing Spider-Man y Asalto al poder fue coautor del guion junto a Guy Busick. Como tantos otros miembros del público en 1996, Vanderbilt había visto Scream muchísimas veces y estaba asombrado por su sofisticación y por la maestría demostrada en su elaboración. Con el tiempo, esto le llevó a desarrollar un aprecio más profundo por todo el trabajo cinematográfico realizado por Craven. “Es uno de los contadísimos directores que han logrado enormes éxitos que han cambiado radicalmente un género en tres décadas diferentes”, dice Vanderbilt. “En la década de 1970 tomó la escena al asalto con La última casa a la izquierda, y después volvió con Pesadilla en Elm Street en la década de 1980, para volver a revolucionar el género del terror con Scream en la década de 1990. Es una asombrosa sucesión de éxitos cinematográficos, se compare con lo que se compare.”

“Jamie entró en éxtasis cuando le dijimos a que íbamos a hacer Scream”, dice Sherak. “Y tengo que decir que nunca viene mal tener a uno de los mejores guionistas de Hollywood colaborando contigo en una película”.

Entre los trabajos de Busick como guionista cabe mencionar la serie “Castle Rock” y el largometraje Noche de bodas, también dirigido por Betinelli-Olpin y Gillett. Su experiencia en el género hizo que fuese la opción ideal para ayudar a trazar un nuevo camino hacia el futuro para Ghostface, según Neinstein. “Emparejarlo con Jamie fue la perfecta combinación de talento para escribir Scream” dice el productor. “Desde el momento en que Guy y Jamie nos presentaron su idea, supimos que habíamos dado con el tono que necesitaba esta franquicia. La historia que nos presentaron era nueva, pero reconocible, y eso es una combinación muy difícil de lograr, cuando tienes ante ti 25 años de películas”.

La adoración que siente Busick por Scream se remonta al día del estreno, cuando la vio con sus amigos. Mientras volvían al coche después de haber visto la película, él y sus amigos empezaron a mencionar partes de los diálogos... después de haber visto una sola vez la película. “Volvió a despertar otra vez mi entusiasmo por el género”, afirma. “Los comentarios postmodernos eran abracadabrantes, pero la película también tenía unos personajes perfectamente trabajados, que se ganaban el interés del público. No eran simplemente pasto del machete. Cuando veías Scream establecías un verdadero vínculo con Sidney y sus amigos.”


El valiosísimo Kevin Williamson
Un elemento crucial en el que el equipo de Scream insistió antes de seguir adelante fue involucrar al creador de la serie, Kevin Williamson, en el proyecto. Williamson, brillante guionista de Scream, Scream 2 y Scream 4, y productor de Scream 3 y Scream 4, conocía el percal mejor que nadie. “Conseguir la bendición de Kevin para este proyecto lo significó todo para nosotros”, dice Gillett. Sería imposible exagerar la importancia que tuvo su participación y hasta qué punto nos incluyó su trabajo mientras crecíamos. Lo que quiero decir es que Matt y yo somos admiradores de Kevin en un nivel que resulta difícil expresar, así que que nos haya ayudado a dar forma esta película es algo que no tiene precio.”

Busick está de acuerdo. “No me habría sentido cómodo haciendo esta película si Kevin no hubiese estado cuidando del proyecto. Desde la primera noción hasta el guion de rodaje, fue una especie de padrino de la película.”

Según Vanderbilt, cuando surgió la oportunidad de rodar Scream, lo primero que hizo fue ponerse en contacto con Williamson, con la esperanza de conseguir que participase de alguna manera. No obstante, encontrarse en medio de una conversación sobre Scream con la mente maestra de la serie es una experiencia acongojante, por no decir otra cosa. “Cuando Guy y yo nos sentamos y le explicamos a Kevin lo que queríamos hacer con Sidney Prescott y el resto de los personajes históricos que había creado, fue uno de los momentos más surreales de mi carrera profesional”, afirma Vanderbilt. “Y créeme, le propusimos cosas bastante desquiciadas, pero eso fue precisamente lo que le gustó de la experiencia.”

Williamson, que ha actuado como productor ejecutivo, no esperaba que se fuese rodar otra película de Scream tras el fallecimiento de su íntimo amigo y mentor Craven en 2015. “Cuando Wes falleció, me imaginé que era el final de la serie Scream, y que, si alguien acababa haciendo otra película de la serie, yo probablemente me limitaría a verla a distancia en la tele por cable o algo así”, afirma. “Llegado aquel momento, yo ya lo había dejado todo a un lado y me había despedido del proyecto. Así que cuando Jamie me llamó por primera vez para hablarme sobre el rodaje de esta película, no quise saber nada sobre el asunto. Le dije que siguiese adelante y que hiciese una película fantástica, pero que no contase conmigo.”

Sin embargo, Vanderbilt insistió. Después de concertar una segunda reunión, esta vez con asistencia del coguionista Busick, los dos guionistas expusieron detalladamente a Williamson el concepto que tenían sobre Scream, paso a paso. “La historia que me plantearon sonaba verdaderamente bien”, dice Williamson. “Así que me levanté una mañana y pensé ¿a quién quiero engañar? ¿De verdad quiero que hagan otra película de Scream y no participar en ella? A continuación, llame a Jamie y le dije que quería participar, siempre y cuando pudiésemos dedicarle la película a Wes. Y me contestó que sí, que lo diese por hecho. Incluso se aseguró de que el estudio incluyese una cláusula escrita en el contrato, y ahora tenemos este estupendo tributo a Wes Craven.”


El estado del terror
Busick y Vanderbilt estaban comprometidos a respetar el legado de Scream, cumpliendo las reglas y los temas que Williamson había establecido en la serie. “Jamie y yo hemos sentido la influencia de la forma de escribir de Kevin de miles de maneras a lo largo de los años”, afirma Busick. “Realmente creo una fórmula que hizo que la serie Scream tuviese un éxito arrollador, y ha sido tremendamente generoso con su tiempo y sus ideas en este proyecto. Suelen decir que es mejor no conocer a tus héroes, pero en este caso la experiencia no podría haber sido más positiva.”

Una de las reglas más importantes que Williamson estableció para la franquicia, desde el inicio, es que cada entrega es un reflejo del estado en el que se encuentra el género de terror en el momento de rodaje. Así que la primera cuestión que Vanderbilt y Busick se plantearon a la hora de escribir el guion de Scream fue ¿qué aspectos del género de terror actual se prestan a recibir el tratamiento Scream? Esto les llevó a las nociones de “recuelas” y “terror elevado”. Las “recuelas” son, en parte, un replanteamiento de una historia y, en parte, una secuela, y eso es algo que cada vez se ve con más frecuencia. No solo en el género de terror, sino también en la cinematografía general”, dice Vanderbilt.

El “terror elevado” es un término que se refiere a un subconjunto del género que recurre en menor medida a los sustos y a los baldes de sangre y se centra, alternativamente, en un contexto alegórico, una atmósfera onírica y el comentario social. “Soy un gran aficionado del abrir comillas cerrar comillas ‘terror elevado’“, dice Busick. “Hay autores que trabajan en el género que están haciendo unas películas exquisitas. Así que en Scream hemos hecho unas entrañables bromas sobre la fina línea que separa el terror tradicional y lo que algunas personas consideran el género elevado.”

Además de rendir homenaje a la primera Scream, Vanderbilt tenía la impresión de que era importante homenajear también a las otras tres secuelas. “Existe la tendencia, especialmente en la actualidad, de seleccionar qué secuelas son importantes y qué secuelas no lo son”, afirma. “Pero en esta película reconocemos que todas las secuelas anteriores han tenido lugar, y el público podrá ver a unos cuantos personajes que fueron presentados en las secuelas y que vuelven a aparecer en esta película.” Después de leer el guion completo de Scream, el equipo de Radio Silence quedó deslumbrado por lo que habían logrado Vanderbilt y Busick. “En cuanto terminamos el guion de Jamie y Guy nos miramos los unos a los otros y pensamos ¡Dios mío! ¡Tenemos que hacer esto! ¡Es increíble!”, dice Bettinelli-Olpin. “Devoramos cada escena y cada momento, y volvimos a repasarlo todo desde el principio con el mismo nivel de emoción.”

Aunque es un gran admirador de la serie, Gillett reconoce que el guion de Scream escrito por Vanderbilt y Busick deja claro que los guionistas están en una liga diferente. “Las únicas personas del mundo que son aún más admiradoras del universo Scream que Matt y yo, son Jamie y Guy”, afirma el director. “Su amor por la franquicia queda de manifiesto desde la primera línea del guion. Dan en el clavo una y otra vez. No hay un paso en falso, y no hay ni una sola página que no esté cargada de terror o de misterio.”


Viejos amigos en nuevos lugares
Su gran admiración por los personajes creados por Williamson en el original resultó de gran utilidad para Busick y Vanderbilt a la hora de desarrollar los nuevos personajes de Scream. “Nuestra historia sigue a una joven de nombre Samantha Carpenter, que se fue de Woodsboro hace cinco años”, afirma Busick. “En pocas palabras, se desentendió de su hermana pequeña Tara y todavía se culpa por ello. Así que cuando Tara es atacada por Ghostface, dicho ataque se convierte en el catalizador para que Samantha vuelva al pueblo. Y a partir de ahí, presentamos un nuevo grupo de amigos del Instituto de Tara. Naturalmente, todos son sospechosos, y acabaremos señalando con el dedo a cada uno de ellos. Después, empiezan a aparecer poco a poco nuestros personajes clásicos, Sidney Prescott, Gale Wheathers y Dewey Riley y se ven involucrados en el misterio.” A la hora de volver introducir a estos personajes clásicos, Vanderbilt y Busick decidieron comenzar con cada uno de ellos en lugares muy diferentes de los que ocupaban cuan
do el público los vio por última vez. “Con Sidney, pensamos que como había experimentado tanto dolor y espanto en su vida, merecía estar en una situación feliz cuando volviésemos a verla”, dice Vanderbilt. “Dewey, sin embargo, fue en la dirección contraria.”

El dinamismo innato y la ambición de Gale Weathers la llevó a un nuevo inicio en su vida, afirma Busick. “En Scream 4 se apreciaba que Gale no estaba satisfecha habiendo renunciado a su carrera y viviendo en Woodsboro con Dewey. En aquella película hizo un gran sacrificio personal por él, así que pensamos que deberíamos darle una maravillosa nueva oportunidad como presentadora de televisión en Nueva York.”


Sidney nunca se rinde
La serie Scream introdujo al público cinematográfico a una de las heroínas más valientes y decididas de la historia del terror: Sidney Prescott. Interpretada por Neve Campbell en su primer papel protagonista en una película, Sidney ha tenido más de una experiencia terrorífica y se ha llevado más de un baño de sangre en los últimos 25 años. Pero como una auténtica campeona, nunca rehúye el combate. “Simplemente, no sería Scream sin Sidney Prescott” dice Villella. “Así que tener a Neve de vuelta para la película fue un elemento esencial para el éxito.”

Durante su primera reunión con Campbell, Bettinelli-Olpin puso las cartas sobre la mesa y afirmó que la película no se podría hacer si ella no participaba. “Simplemente le dijimos lo que pensábamos: Si no participas tú, ¿qué queda de Scream? Y afortunadamente accedió a colaborar con nosotros en el proyecto.”

Después de decir que es una “colaboradora consumada”, Bettinelli-Olpin dice que Campbell aportó ideas valiosísimas sobre la manera de orientar el guion para que hiciese verdaderamente justicia a Sidney. “Todo el mundo que ha trabajado en esta película conocía bien la serie, pero Neve entiende al personaje de Sidney como si fuera ella misma, así que sus aportaciones no podrían haber sido más importantes.”

Para Williamson, ver a Campbell interpretando de nuevo al heroico personaje que había creado fue una alegría inconmensurable. “En su primera película, Neve interpretó a una adolescente que estaba dispuesta a comerse el mundo, y de pronto se desencadena toda esa horrorosa pesadilla. Pero en esta nueva película, ha superado los traumas del pasado y ha decidido que va a ser feliz a toda costa. Eso es lo que me encanta de Sidney Prescott Nunca deja que nadie la convierta en víctima. Hará lo que tenga que hacer y también defenderá a los demás. Y ver a Neve interpretando de nuevo el papel, con todo su sentimiento y su sensibilidad, fue simplemente impresionante.”

Campbell dice que inicialmente tuvo dudas sobre hacer una película de Scream sin Craven, pero Bettinelli-Olpin y Gillett le enviaron una emotiva carta personal expresándole hasta qué punto querían homenajear la voz de Craven y su espíritu con la nueva película. “Ese gesto lo fue todo para mí”, dice Campbell. “Además, los aficionados adoran esta película con todo su corazón, y me preguntan constantemente cuándo voy hacer otra entrega, así que me pareció que era una manera fabulosa de homenajear también al público.”

Esa forma de relacionarse con el público significa mucho para Campbell. A lo largo de los años ha escuchado innumerables historias de espectadores cuyas vidas se vieron afectadas por su trabajo en la serie. “Frecuentemente se acerca alguien y me dice que Sidney le dio fuerzas y le inspiró para seguir adelante porque era un personaje de origen humilde que fue capaz de superar muchas cosas muy difíciles en su vida”, afirma. “Sidney no era una víctima, y por lo tanto ha sido para mí todo un privilegio interpretar a un personaje tan fuerte como ese.”

Aunque hayan pasado 10 años desde el momento en el que protagonizó Scream 4, Campbell dice que volver a introducirse en el papel de Sidney resultó sorprendentemente sencillo, porque conoce perfectamente al personaje. “También fue muy útil el hecho de que el nuevo guion tuviese la misma energía y dinamismo que el primero”, afirma. “La historia estaba cargada de ideas divertidas, de modo que el guion captó realmente la emoción que había rodeado a la película original.”

Aunque trabajar con sus compañeros que interpretaban a los personajes históricos trajo grandes recuerdos del pasado, Campbell también disfruto mucho conociendo a la nueva generación de estrellas de Scream. De hecho, sus escenas con las nuevas estrellas dan pie a algunos de los momentos más emocionantes de Scream. “El nuevo reparto es maravilloso” afirma. “En primer lugar, son unos admiradores acérrimos de la saga, y fueron un auténtico amor: estaban emocionados de formar parte de esta película. Son muy disciplinados, están muy comprometidos y ha sido un verdadero placer trabajar con ellos.”

Como cabía esperar, al hablar de la franquicia Scream surge la figura de Craven, y los recuerdos de Campbell sobre su adorable y gentil personalidad quedan de manifiesto en la conversación. “Wes era un espíritu muy especial”, dice. “Tenía un sentido del humor muy retorcido, claro, pero era muy dulce en su interior. Era muy respetuoso y amable, muy parecido a un padre en muchos aspectos. Y me dio mi primer papel protagonista en una película, por lo que le estaré agradecida eternamente. Era mágico. De verdad.”


El cortante sentido del humor de Gale
Es fácil pasar por alto que cuando Scream se estrenó en 1996, el reparto estaba compuesto por actores esencialmente desconocidos para la mayoría del público. Excepto, claro está, en lo que respecta a Courteney Cox, que a esas alturas había aparecido en docenas de películas y programas de televisión y ya estaba protagonizando la serie “Friends”. En Scream Cox repite su personaje de intrépida periodista Gale Weathers, que una vez más queda atrapada en la red de asesinatos, locura y acertijos cinematográficos de Ghostface.

“Gale siempre ha sido un personaje al que resultaba muy divertido observar”, dice Gillett. “Siempre que aparece en pantalla se siente un nivel de energía desbordante, y eso se debe a que Courteney tiene un impresionante dominio de las tablas. Aporta a su trabajo un nivel de energía que genera un increíble dinamismo.”

Después de haber trabajado con Craven en cuatro películas de Scream, Cox se mostró comprensiblemente cauta ante la posibilidad de interpretar a Gale sin que el cineasta original estuviese tras la cámara. Sin embargo, después de reunirse y debatir el guion con los directores de Scream, tuvo la impresión de que podía depositar en ellos su confianza. “Al reunirme con Matt y Tyler y ver Noche de bodas me quedé sorprendida. ¡Eran el equipo perfecto para reinventar Scream!” afirma. “Sabían cómo equilibrar el terror y el humor, y habían desarrollado algo único que, no obstante, tenía un tono muy similar a la primera película.”

Cox dice que su único comentario sobre el guion fue asegurarse de que la personalidad competitiva y el cortante sentido del humor de Gale permanecían intactos. “Esas son las cosas que me encantan de Gale”, dice la actriz. “Es un personaje muy divertido de interpretar, porque tiene muchas facetas diferentes. Puede ser despiadada y dura, pero también tiene su corazoncito. Y en esta película en particular, creo que se logra un bonito equilibrio.”

Tras describir sus colaboraciones con Craven como “acontecimientos que te cambian la vida”, Cox recuerda su risa franca y el ingenio que aportaba a todos los encuentros. “Lo que más aprecio son las bromas que compartimos, los recuerdos que tengo, riéndome con Wes”, afirma. “Tenía un desbordante sentido del humor. Recuerdo que cuando nos acercábamos al final del rodaje de Scream 4, a todos nos entró la tontería en el plató, y pasó algo que hizo que Wes empezase a reírse a carcajadas como un loco. Todavía tengo un video del momento. Ver a Wes Craven, el rey del terror, mientras es incapaz de dejar de reír es enternecedor. Era una persona encantadora. En el rodaje se sentaba contigo y compartía su sabiduría, pero al terminar siempre estaba dispuesto a compartir una copa de vino y bromear. Una persona increíble.”


Conozcamos a la siguiente generación
De la misma manera que la película de 1996 estuvo protagonizada por un grupo de jóvenes actores que después obtuvieron un enorme éxito, los cineastas de Scream se propusieron que su película contase con un grupo igual de consumado de jóvenes promesas destinadas al estrellato. Sherak atribuye al director de casting Rich Delia el mérito de haber reunido al grupo de jóvenes rostros que configuran el reparto. “A la hora de seleccionar actores jóvenes, nos dio un amplio abanico de opciones increíbles con las que pudimos trabajar”, afirma Sherak.

Melissa Barrera (En un barrio de Nueva York) interpreta a Samantha Sam Carpenter, que vuelve a Woodsboro después de una larga ausencia cuando su hermana pequeña, Tara, es atacada por Ghostface. Al igual que el personaje que interpreta, Barrera tiene una hermana pequeña en la vida real, y dice que se identificó con el instinto de protección de Sam.

Barrera afirma que Sam arrastra una gran carga, porque no está segura de cuál es su lugar en el mundo. “Tiene la impresión de que en ciertas ocasiones pierde el control, y me parece que es una persona que está acostumbrada a tener que luchar con sus demonios internos”, afirma. “Sin embargo, de pronto se encuentra luchando contra Ghostface en el mundo real, y al combinar todas esas cosas, se convierte en un personaje polifacético y complejo de interpretar.”

Jenna Ortega (“You”) interpreta a Tara Carpenter, la hermana pequeña de Sam. Aunque nunca había actuado para dos directores en la misma película, y no estaba segura de cómo iba a resultar esa experiencia, Bettinelli-Olpin y Gillett la tranquilizaron enseguida. “Eran los tipos más graciosos y enrollados que se puede imaginar para trabajar”, dice Ortega. “Creo que con esta película han escrito una emocionante carta de amor a Wes Craven”.

Como buena parte de la historia de la película depende de la estrecha conexión existente entre Sam y Tara, las dos actrices supieron que tenían que establecer una relación creíble antes de que comenzase el rodaje. Afortunadamente, el vínculo entre ellas fue instantáneo. “La primera vez que ensayamos juntas, en cuanto cruzamos la mirada, nos sentimos como hermanas de verdad” afirma Ortega. “Creo que las dos nos dimos cuenta de repente de que este trabajo iba a ser mejor de lo que podríamos haber soñado.”

Jack Quaid (Los Juegos del Hambre, “The Boys”) interpreta al enamorado novio de Sam, Richie. Su encanto natural y su facilidad de trato hacen que sea ideal para el papel, afirma Bettinelli-Olpin. “Jack tiene toda la bondad y amabilidad que requiere un personaje de gran corazón como Richie, y lo mejor es que se tomó absolutamente en serio todos los aspectos de su personaje e hizo sus deberes a la hora de desarrollar el personaje desde cero.”

Quaid describe a Richie como un novio que presta apoyo a Sam en el momento en el que esta lo necesita. Cuando los espectadores ven por primera vez a Richie, está trabajando con Sam en una bolera, y cuando ella descubre que su hermana ha sido atacada, Richie viaja a Woodsboro con Sam para protegerla. “En mi opinión, Richie es un buenazo” dice Quaid. “En cierta manera, es una representación del público. Es el que se da cuenta de que probablemente lo que todos deberían hacer es largarse de Woodsboro cuanto antes para sobrevivir.”


Un psicópata icónico
Además de lanzar todo un subgénero de películas de terror auto referentes deslumbrantemente inteligentes, Scream introdujo a un flamante nuevo destripador a las pantallas de cine. Embozado en una túnica negra con capucha, oculto tras una nauseabunda máscara blanca, con una espeluznante voz procesada por una caja de voz sintética, y blandiendo un descomunal cuchillo de caza, el asesino conocido como Ghostface captó la imaginación de los aficionados al terror de todo el mundo.

A diferencia de carniceros sobrenaturales como Michael Myers, Jason Voorhees y Freddy Krueger, cada nueva encarnación de Ghostface es enteramente humana, pero tan mortífera y aterradora como la de los otros villanos. Aunque sea de carne y hueso, Ghostface tiene una escalofriante habilidad para aparecer y desaparecer, lo que hace que sea prácticamente imposible acabar con el personaje.

Otro detalle estremecedor es la vil manera de burlarse de cada víctima antes de asesinarla. Habitualmente, tras una llamada telefónica en la que al principio se muestra encantador, Ghostface pasa a las amenazas en un abrir y cerrar de ojos, a medida que la voz procesada empieza a describir gráficamente el inminente asesinato de cada víctima, sin escatimar detalle.

Ghostface se convirtió instantáneamente en un icono de las películas de terror, y en uno de los villanos cinematográficos más populares de la historia. Para saciar la inagotable demanda de recuerdos y material publicitario de los seguidores de Scream, no han dejado de fabricarse los juguetes, videojuegos y prendas de ropa de Ghostface, y el disfraz oficial de Ghostface está entre los más famosos disfraces de Halloween de todos los tiempos.

Antes de Scream, siete personajes diferentes habían asumido la legendaria personalidad de Ghostface. En la película original Scream, los desquiciados adolescentes de instituto Billy Loomis (Skeet Ulrich) y Stu Macher (Matthew Lillard) llenaron de sangre las calles de Woodsboro vestidos de Ghostface. En Scream 2, la señora Loomis, (Laurie Metcalf) en busca de venganza y el desequilibrado estudiante universitario Mickey Altieri (Timothy Olyphant) se encargaron de blandir el mortífero cuchillo de Ghostface. En Scream 3, el homicida director de cine Roman Bridger (Scott Foley) fue quien se ocultó tras la máscara de Ghostface. Y en Scream 4, la joven prima de Sidney, Jill (Emma Roberts) y su compañero de conspiración Charlie (Rory Culkin), fueron los encargados de filetear al reparto mientras vestían el distintivo disfraz de Ghostface.

Este plantel de desconcertantes psicópatas convierte a las películas Scream en perfectos ejemplos de largometrajes de la mejor escuela de películas de misterio y asesinos. Literalmente, cualquier personaje del universo Scream podría ser Ghostface en cualquier momento, lo que no hace sino acrecentar el factor de terror.

“Lo que hace que Ghostface sea tan terrorífico es que no sabes quién es hasta que es demasiado tarde”, dice Cox. “Lo que quiero decir es que Ghostface lleva un disfraz que se podría comprar en cualquier tienda de Halloween, pero es ominoso y terrorífico porque no sabes quién se esconde bajo la túnica. Lo único que hay que hacer para matarme del susto es combinar la perversa máscara con la clásica musiquilla de Scream.”

A pesar de haber aparecido en todas las películas de Scream rodadas hasta la fecha, Arquette sigue impresionándose cada vez que tropieza con el personaje homicida durante la producción. Para mantener la tensión, el actor, no obstante, suele mantenerse deliberadamente alejado de Ghostface entre tomas. “Me esfuerzo deliberadamente en no relacionarme mucho con Ghostface mientras estamos en el plató de rodaje, al margen de las escenas que compartimos ante la cámara, porque quiero que sea un ente real en mi mente. Ghostface es un asesino, así que me he esforzado por tratar de esa forma al personaje cuando la cámara no está rodando. Da mucho más miedo así.”


Vestido para matar
La diseñadora de vestuario Emily Gunshor se encargó de recrear el terrorífico disfraz de Ghostface y pasó buena parte del periodo de preproducción asegurándose de que todas sus características, incluida la textura del tejido, fuesen las indicadas. En la película Scream de 1996, el tejido de la túnica de Ghostface tenía un apreciable brillo que Gunshor estaba decidida a imitar.

En cuanto a la icónica máscara Ghost Face® Gunshor no modificó el diseño original, que pertenece a, y está cedido bajo licencia por, Fun World Div., Easter Unlimited Inc. “La máscara de Ghostface es mi favorita personal de todas las máscaras de películas de terror famosas”, afirma Bettinelli-Olpin. “Hay algo intrigante en su sencillez, y en el hecho de que resulta a la vez familiar y levemente extraña. Recuerdo la primera vez que la vi en el rodaje, en persona; fue un momento verdaderamente inquietante.”

Volver a ver la distintiva máscara de Ghostface produjo una avalancha de recuerdos agradables para el elenco de personajes clásicos, especialmente Campbell, que recordaba el proceso de ensayo y error que se siguió para encontrar la máscara adecuada en la película original. “Wes tenía conversaciones inacabables sobre esta materia, y se repartieron diferentes máscaras por el plató durante los primeros días, mientras se comentaba el asunto”, afirma. “Así que ver cómo se ha convertido en una imagen icónica es auténticamente impresionante. A lo que me refiero es que ahora todos los años la vemos en Halloween, y eso es muy gracioso, porque cuando hicimos la primera película, una noche nos sentamos alrededor de una hoguera y estuvimos hablando sobre la posibilidad de que un día hubiese un disfraz de Ghostface, si la película tenía éxito.”

El arma favorita de Ghostface durante toda la serie Scream es un resplandeciente cuchillo de caza con una empuñadura alargada. Basado en un cuchillo de caza real de Buck Knives, esta robusta hoja vuelve a aparecer en Scream. “Ghostface no existe sin ese cuchillo específico, así que nos esforzamos en que fuese perfecto”, dice el director de atrezo Patrick Storey. El otro cachivache favorito de Storey en la película es el modulador de voz que usa Ghostface para burlarse de sus víctimas por teléfono. “Es un chisme muy divertido”, dice. “En algunas de las películas anteriores nos esforzamos mucho en crear un dispositivo que pareciese de alta tecnología y muy avanzado. Pero Matt y Tyler estaban muy interesados en mantener la continuidad con la primera película, así que volvimos directamente al artilugio original, que era simplemente un modulador de voz de juguete, muy barato. Personalmente, me encanta lo simple que es.”


Secretos y sorpresas
Scream incluye gran cantidad de menciones a situaciones pasadas, cameos e ingeniosos homenajes visuales a las películas anteriores de la franquicia, que harán las delicias de los seguidores habituales. Con tantas referencias repartidas a lo largo de toda la película, hasta el más penetrante de los espectadores tendrá que ver varias veces la película para captarlas todas. “Los guionistas han hecho un trabajo excelente repartiendo huevos de Pascua por toda la película”, dice Sherak. “Y créeme cuando te digo que hay algunos verdaderamente divertidos escondidos por ahí.”

Neinstein coincide. “Esas referencias ocultas harán que el público quiera volver a ver las películas originales, simplemente para descubrir todas las conexiones. Hay unas cuantas cosas que pasé por alto las seis o siete primeras veces que vi la película, ¡y eso que soy uno de los productores!”.

Sin descubrir las mejores, Bettinelli-Olpin ofrece una pista sobre las cosas a las que deberían prestar atención los aficionados. “Wes Craven era un aficionado a los pájaros en la vida real, así que es posible que se aprecie que hay un número poco frecuente de pájaros en el diseño de escenarios. Pero eso es todo lo que voy a decir por el momento.”

Uno de los secretos que los cineastas nunca divulgarán es la identidad de Ghostface. Como Ghostface resulta ser un personaje diferente en cada película, la identidad del personaje siempre es una gran sorpresa. Mantener ese aire de misterio fue todo un desafío en el plató de rodaje, y fue necesario actuar con gran creatividad para mantener la verdadera identidad de Ghostface oculta al elenco y al equipo técnico.

“Como cineastas que trabajamos en la era de las redes sociales, nuestro mayor temor era que la identidad de Ghostface se filtrase antes del estreno de la película”, dice Sherak. “Así que en lo que respecta al guion, una de las cosas que hicimos fue no mostrar el verdadero tercer acto a nadie, al margen de un grupo muy selecto de personas. Pusimos en circulación diferentes finales, para que nadie que trabajase en la película supiese realmente cuál era el guion auténtico. Las últimas 30 páginas eran diferentes para cada uno.”

Busick nunca había escrito un final falso para una película con anterioridad, pero estuvo a la altura de las circunstancias. “Eliminamos algunos fallecimientos y los sustituimos con otros elementos” afirma. “Y modificamos unos cuantos personajes para desorientar a la gente. Incluso teníamos nombres en código para las diferentes redacciones; de esta manera, a nadie se le entregaba el guion auténtico por accidente. Fue todo un poco conspiranoico, pero al final casi era divertido.”


Un legado duradero
Con Scream finalmente lista para aterrorizar al público en todo el mundo, los cineastas están entusiasmados ante el hecho de que el público vaya a poder experimentar la película en salas cinematográficas, que es donde siempre pretendieron que se disfrutase de la película. Después de todo, ver a Ghostface saliendo de un salto de entre las sombras, blandiendo un cuchillo en la mano, da mucho más miedo cuando estás en medio de una multitud absorbida por la historia. “Esta es una película para verla con público, y formar parte del grupo de personas que está sintiendo la misma tensión refuerza la experiencia”, afirma Vanderbilt. “Realmente hemos creado Scream desde el principio para que fuese una película que se disfrutase en sala cinematográfica, en la que el público estuviese absorto.”

Williamson, mientras tanto, está encantado de que los entrañables personajes que creó hayan vuelto a la pantalla para deleitar a los aficionados del terror, antiguos y nuevos. Pero les recomienda que tengan cuidado: Scream tiene más de un par de trucos escondidos en la manga chorreante de sangre. “En esta película hay ciertos rasgos completamente novedosos que van a pillar con la guardia baja a los aficionados tradicionales, y eso es una de las cosas bonitas del género. La película cuenta con una gran base de seguidores leales, y nada podría hacerme más feliz que el hecho de que Scream haya superado la prueba del tiempo y siga avanzando en el futuro.”

Reflexionando sobre la experiencia de dirigir una nueva entrega de una de las series de terror más admiradas e influyentes de los últimos 25 años, Bettinelli-Olphin vuelve a rendir homenaje una vez más al hombre cuyo nombre es sinónimo de Scream. “Lo primero que cada uno de los miembros del elenco de la película original Scream mencionó cuando nos dirigimos a ellos para hablar sobre la posibilidad de rodar esta película fue la atmósfera familiar que Wes Craven había creado, y cuánto les gustaba esa atmósfera” afirma. “Así que para Tyler y para mí ha sido muy importante crear un ambiente similar en nuestro plató de rodaje”.

Por decirlo de otra manera, Gillett afirma “Una de mis partes favoritas de toda esta experiencia ha sido trabajar con personas que conocieron a Wes en un plano muy personal, y estoy muy agradecido de haber podido trabajar con Kevin y con los miembros del elenco clásico y haber escuchado sus historias. Ha sido una experiencia verdaderamente destacable, que Matt y yo nunca olvidaremos.”