Albertucho es un joven cantante sevillano que escribe. Escribe versos cotidianos nacidos de sus vivencias, casi todos en primera persona y los empapa en melodías que acaba expresándolas con su dulce y desgarrada voz. No sólo canta con sentimiento, sino que además lo hace bonito y a veces estremecedor. Dentro de la misma canción desgrana diversos estados de ánimos que navegan por pasajes musicales, que van alternado calmas con broncas alarmantes, y eso le hace sencillamente envolvente. Pertenece a la nueva generación de Rock de autor, esa generación que le canta tanto a la calle como al amor y que a lo mejor transgrede, pero que está lejos de su intención, lo que pasa es que vislumbran la vida de una forma no convencional, con alguna dosis de bohemia y alguna pizca de hipismo y eso les hace distintos.
Su ópera prima ve la luz en 2004 Que se callen los profetas, una propuesta musical andaluza, sevillana, que sin dejar de mirar al sur no abusa de él y hace constantes guiños a lo sajón y revive entrañables sonidos setenteros.