Corría el año 2002 y una canción comenzó a sonar en la radio. Era Complicated y la cantaba una joven de apenas 17 años. El mundo escuchó atento aquella voz y aquella canción, sorprendentemente sólida y desgarrada para esa edad. Cantaba contra la hipocresía en las relaciones personales. Cantaba Avril Lavigne.
Había nacido el 24 de septiembre de 1984 en Napanee, un pueblecito de Ontario (Canadá) con sólo dos calles principales y 5.000 habitantes, junto a a la autopista MacDonald-Cartier, a medio camino entre Toronto y Montreal. Aficionada a la música gospel, al skate, al béisbol y al hockey, Avril Lavigne comenzó a tocar la guitarra a los 12 años porque quería aprender la canción Fly away, de Lenny Kravitz. Pronto amplió sus conocimientos musicales en la American High School y comenzó a escribir sus primeras canciones: "Me encanta componer", dice. "Cuando necesito desahogarme, saco la guitarra. A veces siento que es mi terapeuta". Antonio L.A. Reid, entonces presidente de Arista Records, se fijó en las canciones de aquella muchacha de 16 años y no la dejó escapar. Con un contrato discográfico bajo el brazo, Avril Lavigne se convirtió en la comidilla de Napanee.
Cuando su primer disco, Let go, vendió más de 14 millones de ejemplares en todo el mundo y fue candidato a ocho Premios Grammy, Avril Lavigne convenció a los más incrédulos. Su energía, su poderío en escena y la fuerza de sus canciones convirtieron a la joven canadiense en la gran esperanza del rock. Porque ya nadie duda: cuando se habla de Avril Lavigne se habla de una actitud musical puramente rock.
A finales de 2003 aparece un disco en directo My World, que incluye como inédito una versión del Basket case de los Green Day, y también se atreve con uno de los grndes clásicos de la música, el Knockin' on heavens door de Bob Dylan.
Dos años después de su debut este gran impacto musical y comercial, Avril Lavigne publica su segundo disco Under my skin (2004). Y vuelve a ser directa en sus canciones cuando en su primer single, titulado Don't tell me, canta: "No me digas lo que tengo que hacer. Sal de mi cama, sal de mi vida, lo has oído bien".