El estado de Bahía, en Brasil, ha cosechado en abundancia músicos que sin duda alguna han conquistado al mundo con su talento. A mediados de los años 60, una nueva generación de artistas bahianos se encontraban en proceso de darle forma al polémico movimiento musical llamado Tropicalismo, mientras en Candeal Pequeno, una pequeña región dentro del barrio de Brotas en Salvador, una pareja de jóvenes llamados Renato y Madalena seguían los pasos de su primogénito. Las expectativas con respecto a este niño eran que se convirtiera en un buen hombre y aprendiera un oficio. El nombre dado a este pequeño en su certificado de nacimiento fue el de Antonio Carlos Santos de Freitas y su destino sería demarcado definitivamente por la música.
Mas tarde, ya en su adolescencia, Antonio Carlos empezó a conocerse como Carlinhos Brown, nombre inspirado en los dos grandes líderes negros - James Brown, el rey de la música soul norteamericana, y H. Rap Brown, militante del movimiento Pantera Negra. Carlinhos Brown se convirtió en un cantante, compositor e instrumentalista de nivel internacional.
Indiscutiblemente considerado uno de los artistas más creativos dentro de la nueva generación de músicos brasileños, muy conectado a las últimas tendencias contemporáneas, el mérito fundamental de Carlinhos ha sido el lograr una total integración entre los ritmos Afro-Brasileños y la música pop.
Osvaldo Alves da Silva, un retirado conductor conocido como el Maestro Pintado del Bongo, fue quien introdujo a Carlinhos Brown en el universo musical. Carlinhos Brown comenzó tocando la pandereta, fue progresando con pequeñas baterías y luego con el reco-reco (un instrumento de percusión que consiste en una pieza de madera calada con pequeños dientes; el sonido es el que produce un palillo al deslizarse por sobre esos dientes). Desde el reco-reco, rápidamente, Carlinhos llegó a dominar todos los instrumentos que el Maestro Pintado sabía tocar.
A principios de los 80, incluso antes de que el samba-reggae se convirtiera en un gran éxito en Bahía, el incansable Carlinhos Brown experimentaba dos procesos de aprendizaje simultáneos, que afectaron profundamente su carrera musical.
Por un lado, en los estudios WR de Bahía, aprendió a tocar instrumentos que hasta entonces desconocía. También adquirió técnicas de grabación y producción componiendo nuevas canciones. Por el otro, bien acompañado por músicos como Tony Mola, Ivan Huol y por la Banda Rumbahiana, trabajó muy duro codificando los diferentes ritmos diseminados a través de todo el territorio de Bahía.
En 1985, cuando Carlinhos tocaba con la Banda Acordes Verdes, Luis Caldas - otro músico de la generación Bahiana de artistas y líder del grupo- grabó Visâo do Cíclope (visión de Cíclope), la primera composición de Carlinhos Brown que se convirtió en un éxito en las emisoras de radio. Poco tiempo después, llegaría Remexer, O Coco, É díficil entre otras canciones que sonaban hasta 50 veces por dia, cantadas por artistas diferentes. Hubo 26 composiciones de Carlinhos en las playlists de las emisoras de radio. Fenómeno que le consiguió el Trofeu Caymmi, el premio más importante de música Bahiana.
Un año más tarde Caetano Veloso, uno de los iconos de la música Bahiana y de Brasil, le hizo parte de su banda y transformó a Carlinhos Brown en el triunfo de sus conciertos.
Hoy en día Maria Bethania, Gal Costa, Cassia Eller, Nando Reis, Arnaldo Antunes, Margareth Menezes, Daniela Mercury, Herbert Vianna y Marisa Monte entre otros ya han grabado composiciones de Carlinhos Brown o han cantado junto a él. La colaboración musical más insólita de todas formas ha sido con la banda de heavy metal brasileña Sepultura.
Carlinhos Brown también aplica sus intuiciones y su atrevimiento a proyectos colectivos musicales. La Timbalada - una banda de percusión formada por percusionistas adolescentes y adultos, cantantes y compositores del barrio de Candeal Pequeño y de otras comunidades de Salvador - es el más visible de estos proyectos hasta ahora y ya ha grabado 8 discos. En 1993 el álbum Timbalada fue nominado como el mejor disco producido en Latinoamérica por la revista Estadounidense Billboard.
En 1995 la banda actuó en el Festival de Jazz de Montreux y giró por varios países del mundo.
En el extranjero Carlinhos Brown ha dejado su huella en los albumes de Lee Ritenour, Bill Laswell y Wayne Shorter. También ha sido galardonado indirectamente con un Grammy por mejor álbum de world music en 1993: cinco de los doce temas de Brasileiro, producido por Sergio Mendes, son composiciones de Brown.
Carlinhos Brown también ha participado como productor en los albumes de Arnaldo Antunes (Paradeiro) y Margareth Menezes (Maga Afropopbrasileiro) y como autor y productor de la banda sonora de la coreografía Pracatum para el Ballet de Bahía, compañía oficial del Teatro Castro Alves en Salvador.
A finales de 2002, en un acto celebrado en el Teatro Nacional Claudio Santoro de Brasilia, Carlinhos Brown recibió el Premio UNESCO en la categoria de Juventud.
Carlinhos Brown ha sido reconocido por este premio debido a que es el fundador de la Asociación Pracatum Açâo Social - APAS, en el Barrio de Candeal Pequeño, históricamente una de las barriadas más pobres de Salvador de Bahia.
El núcleo de dicha asociación es la Escuela de Música Pracatum, la única escuela de Brasil que enseña cursos de Música Popular.
En 2003, Carlinhos Brown editó el disco Carlito Marrón. "Carlinhos Brown es Carlito Marrón: el resultado de un proceso de relatinización", dice el cantante. "Salvador de Bahía es una encrucijada del mundo porque aquí confluyen el tráfico de esclavos, la invasión holandesa y los yorubas, angoleños, jejés, fon, marrín, abakuá... Y también los sajones, ibéricos, libaneses y gente del mundo entero".
Carlinhos Brown gira alrededor de El milagro de Candeal, una película única de alcance y repercusión internacional. La película, dirigida por Fernando Trueba, es la historia del viaje de Bebo Valdés a Salvador de Bahía (Brasil) para reencontrarse con sus orígenes africanos. El álbum El milagro de Candeal es un recorrido de excepción por la música brasileña, desde lo más primitivo a lo más actual, desde lo ancestral a lo sofisticado. Un disco de enorme riqueza musical en el que Carlinhos Brown, Bebo Valdés y los músicos de Candeal son los protagonistas (también son los personajes principales de la película), a los que se unen artistas de la importancia de Caetano Veloso o Marisa Monte.