Carmen Boza es una gaditana nacida en 1987, que comenzó sobre 2007 a subir a YouTube vídeos musicales caseros, las canciones que iba componiendo. Con rapidez, se convirtió en fenómeno viral. A pequeña escala, pero viral. Sus canciones, interpretadas en directo delante de la cámara del ordenador, fueron calando de forma natural, atrapando a seguidores hechizados por esa naturalidad interpretativa suya y, por supuesto, por temas que pellizcaban sensibilidades. Poco a poco, el clásico sistema de difusión boca-oído (conexión a conexión en tiempos digitales) iba funcionando y el público respondía acudiendo a sus directos.

Instalada en Madrid desde 2010, comienza a frecuentar las salas de concierto de la capital y da forma a nuevas canciones, las que integrarán su primer álbum: La mansión de los espejos (2014). Carmen, para la grabación y edición, recurre al crowdfunding. La sorpresa es mayúscula: en ocho horas consigue el dinero que necesita, y en poco tiempo más se supera ampliamente la cantidad prevista inicialmente. Un disco que se acaba reeditando al año siguiente, ya con una gran repercusión.