Una de las sensaciones de la música estadounidense, llega de un pueblo de 2000 habitantes y publica su primer disco con 16 años. R&B, hip hop, dance, electrónica...

Cantante, compositor versátil y bailarín, Chris Brown tiene un estilo que recoge la tradición de la música negra a través de una frescura diferente, melodías diáfanas y una voz de gran pureza que los críticos comparan con Michael Jackson o Usher. Cuando se le escucha, las comparaciones se esfuman porque Chris Brown no se parece a nadie. "No quiero sonar demasiado infantil ni demasiado adulto", dice.

Chris Brown llega directamente de Tappahannock, un pueblecito de Virginia de apenas 2000 habitantes. De pequeño comenzó a aficionarse a la música que escuchaban sus padres (Michael Jackson, Sam Cooke, Stevie Wonder, Aretha Franklin, Anita Baker...) y pronto empezó a rapear. A los 11 años su madre le escuchó cantar por primera vez (“¡Puedes cantar!”, dicen que dijo) y le puso en contacto con algunos productores. "Cuando empecé a trabajar en la música, me encantó", dice Chris Brown. "Quiero cantar toda mi vida".

Su álbum de debut es un viaje por el universo adolescente: canchas de basket, centros comerciales, fiestas, calles...
El primer single del disco, Run It, está producido por Scott Storch, tiene a Juelz Santana.