Nació en Sevilla hace 16 años y acaba de grabar su primer disco. De las diez canciones del álbum, ocho llevan su firma. El escepticismo se desvanece cuando se escucha a David Carmona, sus composiciones, su voz, su manera de interpretar.
David Carmona no es un jóven prodigio. Es un artista inspirado, consistente y precoz, que ha vivido la música casi desde que comenzó a andar y que, como cualquier otro autor, vale lo que valen sus canciones. Hay que escucharlas. Son canciones enmarcadas dentro de un pop rock con cierta raíz sureña, porque nacer en Sevilla marca carácter. Producido con la solvencia que caracteriza a Carlos Narea (productor de Miguel Ríos, Luz Casal, Nacha Pop, Antonio Vega, Rosendo, Fito Páez, Kiko Veneno, Antonio Flores, Pedro Guerra y Raimundo Amador, entre muchos otros artistas capitales).
Si sorprenden sus canciones, no causa menos admiración las versiones que David Carmona hace de Triana (Una noche de amor desesperada, compuesta por Jesús de la Rosa) y de Los Burros (Conflicto armado, compuesta por Manolo García y J.L. Pérez), artistas muy queridos por David y que forman parte de su reciente equipaje musical. A pesar de estos gustos tan definidos, las primeras canciones que escuchó David Carmona fueron otras.
Cuando tenía cuatro años, David Carmona cantó Campanera, un clásico de la copla, delante de todo su colegio y a los seis ya actuaba en obras de teatro. Después ganó un concurso de relatos cortos con el cuento El renacer de la naturaleza, participó en varios programas de TVE, hizo el Don Hilarión de La verbena de la Paloma, hasta que...
Un día, su padre le regaló el disco Nunca el tiempo es perdido, de Manolo García. Después apareció Estopa y David Carmona decidió que lo suyo era la música. Con su hermano Javi formó un grupo, Al Andalus, para cantar a Estopa, Los Delinqüentes y Navajita Plateá y actuar en cualquier sitio. Con su primo Migue descubrió a Triana y aprendió a tocar la guitarra. Las primeras composiciones llegaron pronto.
El resto de la historia coincide con la de otros muchos artistas en todo el mundo. Buen estudiante, David Carmona pidió un regalo de Reyes muy especial: la grabación de una maqueta. Tenía 14 años. Las canciones comenzaron a circular por Carmona, un pueblo sevillano de 25.000 habitantes y ya todo fue sobre ruedas. Las canciones encandilaron al manager Jesús Martos, después a la editorial Sony Music y por último a la productora discográfica Sony BMG. La grabación de su album debut fue el siguiente paso de David Carmona, que en los tiempos muertos se entretenía durante el verano tocando en la calle con su hermano y pasando la gorra: 320 euros en tres días, un capital para dos chavales.
A partir de ahora, David Carmona no tendrá mucho tiempo para aburrirse entre la música, el colegio y las aficiones propias de un chico de su edad: pintar, leer, jugar al fútbol y ver por enésima vez El señor de los anillos y Harry Potter, sin olvidar el cómic manga y las historietas de 13 rue del Percebe. Y, por si fuera poco, dice que también le gustaría ser actor.