En 1997, cinco años después de haber firmado su primer contrato y tras conseguir tres aclamados pero poco escuchados álbumes, David Gray se separó de su compañía discográfica. Aunque Joan Baez le había descrito como "el mejor escritor de canciones desde Bob Dylan", los expertos coincidían en que sus mejores cualidades, así como el poder absoluto que destilaba en sus actuaciones - en definitiva, esas fuerzas intangibles que constituyen el genio musical - se diluían en el trámite de la elaboración del producto.
La divergencia de caminos entre mercado y arte se hicieron patentes cuando, una vez roto su contrato con EMI, David experimentó un periodo de creatividad sin precedentes. Desilusionado y al tiempo inspirado por su experiencia, Dave construyó su propio estudio casero y comenzó a grabar junto a su colaborador, Clune. Tras descansar un verano en Irlanda (donde la popularidad de Dave crecía paulatinamente desde su primer álbum) el dúo de compositores escribió y grabó las canciones que acabarían por conformar el disco White Ladder.
"Llegué a un cruce de caminos", dice Dave, "o dejaba entrar a más gente, o me arriesgaba a marchitarme y morir. Clune se prestó a ayudarme, y juntos comenzamos a componer de una manera diferente. Todo estaba mucho menos organizado... Nos llevó un tiempo centrarnos. Pero al final me di cuenta de que había conseguido el mejor trabajo vocal de mi vida. Siempre me han gustado las grabaciones caseras, puede que sean un poco crudas, pero lo importante es que recogen el verdadero espíritu de las canciones. Capturar esa chispa era la idea central de nuestra producción. Ese poquito más que uno busca sin saber muy bien lo que es". Convencido de sus cualidades intrínsecas, como casi todos los que le conocían, y harto de lidiar con los intereses que David Gray llevaban tantos años frustrándole, Dave fundó Iht Records y emprendió su aventura en solitario.
Nacida en un mundo orgánico, de usar y tirar, la inamovible White Ladder, sin promoción ni publicidad de ningún tipo, pronto se convirtió en un auténtico fenómeno musical. Cualquiera que la escuchaba reconocía al instante que era una obra directa desde el corazón. Con ayuda de la laureada cadena de radio GLR, algunas actuaciones, y ocasionales programaciones en las radiocadenas nacionales, la noticia comenzó a correr de boca en boca. En Irlanda la expectación se tornó en apoteosis. En el mismo año de la publicación de White Ladder por Iht, David actuó junto a Robbie Williams (adepto suyo desde el primer momento) en Slane Castle frente a 80.000 personas, él sólo vendió todas las localidades en The Point (8.500 personas), y se encaramó a los primeros puestos de las listas durante seis semanas estableciendo hitos en ventas.
Mientras tanto los rumores habían llegado a Ibiza, y la remezcla del tema Please Forgive Me, realizada por Paul Harnoll (Orbital) se convirtió al instante en un llena pistas. En el Reino Unido los autores de la película This Years Love ya eran fans reconocidos, y eligieron a Dave para interpretar el tema central de la banda sonora. A la manera antigua, el terreno estaba preparado para un gran éxito. La leyenda se iba extendiendo y la demanda se disparó (con más de 300.000 discos ya vendidos). Era hora de establecer una nueva relación con el mercado musical, pero esta vez de igual a igual.
Artistas tan dispares como Chemical Brothers y Radiohead se han descubierto ante el poder nihilista de la música de Dave. El crítico del Telegraph, Neil McCormick, escribió "puede que este sea mi disco del año", y Bono dijo del disco que "puede cambiarte la vida".
En 2002 publica A new day at midnight, 12 canciones pop llenas de referencias a la muerte, como homenaje a su padre. Ya en 2005 vuelve con nuevo disco, Life in slow motion, con The one I love como adelanto.