Diego Ramón Jiménez Salazar nació en Madrid en diciembre de 1968. Sobrino de Rafael Farina, cantaba por los bares del Rastro cuando a los 12 años ganó un concurso de televisión y el primer premio del certamen Flamenco Joven de Getafe. Dice la leyenda que fue en 1988 cuando Camarón le bautizó artísticamente con el nombre de Dieguito y fue quizá esa relación la que hizo escuchar al aficionado un cierto parecido en el metal de sus voces, en su eco y en la gitanería de su cante.
En 1991 se le escucha en la Misa flamenca de Paco Peña y en 1998 publica Undebel, su primer álbum en solitario con David Amaya, Tomatito y Paquete entre los guitarristas. En el 2000, aparece en escena Javier Limón para producir Entre vareta y canasta, un disco que se publicó arropado por Gran Wyoming, Santiago Segura, Pablo Carbonell y Javier Krahe, entre otros, y con las guitarras de Niño Josele y Vicente Amigo. El videoclip del álbum estaba realizado por Fernando Trueba. Un año más tarde aparece Corren tiempos de alegría, de nuevo con Javier Limón y Niño Josele a su lado, con Bebo Valdés y Jerry González como artistas invitados. El álbum fue candidato al Mejor Disco de Flamenco en los Grammy Latinos.
Su cuarto disco se graba durante un concierto en directo en el Teatro Real, de Madrid, con el único acompañamiento de la guitarra de Niño Josele y también producido por Javier Limón. Corría el año 2002 y estaba a punto de producirse uno de los fenómenos más sorprendentes de la música española en las últimas décadas. Con Fernando Trueba como inspirador de la idea y productor, Bebo Valdés y Diego El Cigala comienzan a ensayar juntos. 50 años de diferencia de edad entre el pianista cubano y el cantaor español. Se estaba pariendo Lágrimas negras. Nacía Bebo & Cigala.
En la primavera de 2003 se publicó el álbum Lágrimas negras y pronto se convirtió en un fenómeno mayúsculo en la música internacional. En 2004 consiguió un Premio Grammy, tres Premios de la Música, un Premio Ondas, cinco Premios Amigo, tres Discos de Platino en España y uno en Argentina, México y Venezuela. El periódico The New York Times consideró Lágrimas negras como "Mejor disco del año" y Bebo & Cigala llenaron los mejores teatros: París, Nueva York, Londres, La Habana, Buenos Aires, Tokio, México DF, Madrid, Barcelona... Al final de 2004, Lágrimas negras había vendido más de 700.000 ejemplares en todo el mundo. Pocas veces ha habido tal coincidencia sobre la enorme calidad y originalidad de un disco, sobre la maestría de un piano y la fuerza enraizada de una voz.
Tras el gran éxito mundial de Lágrimas negras, Diego El Cigala retoma su carrera con Picasso en mis ojos. De nuevo a solas con su voz, con el apoyo de enormes artistas, uniendo pintura y cante y vistiendo a Picasso de flamenco: "Y tú me estás enamorando y chanelando, con esa manera de pintar por tangos". Puro Cigala.