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Eliza Doolittle

Eliza Doolittle (de ideas firmes, cara sonriente y piernas fuertes) nació en Camden, al norte de Londres, el 15 de abril de 1988. Influenciada por el estrés de la vida urbana moderna, la agresividad, los líos propios de adolescente, el pop clásico, el viejo soul y el atractivo de las melodías sencillas y potentes construidas a partir de percusiones y coqueteos con el jazz, el primer álbum de Eliza (titulado sencillamente Eliza Doolittle) rebosa vida, entusiasmo y vigor por los cuatro costados, al igual que su creadora.

Con un padre pianista y una madre cantante, Eliza Doolittle compone canciones desde que tenía 12 años. Mr. Mysterious fue una de las primeras. "Estaba escuchando a Destiny’s Child y pensé que tenía que escribir algo sobre un chico. En realidad me tira para atrás escribir todo el rato sobre chicos", comenta riendo. Otra de sus primeras composiciones fue Without Your Presence, que todavía le gusta y quiere dársela a Leona Lewis: "Es una canción un poco como de diva. Es muy bonita".

Su precoz talento para escribir canciones se dejó notar muy pronto, cuando Eliza firmó un contrato discográfico a los 16 años. Según iba madurando, sus canciones empezaron convertirse en preciosas joyas pop que extraen sonidos de los años 60 y 70 a la vez que suenan indiscutiblemente frescas. No es de extrañar: a pesar de ser una acérrima fan del pop clásico en todas sus formas (nombres como Beach Boys, The Kinks y Stevie Wonder surgen constantemente mientras habla efusivamente sobre música) no se ve perteneciendo al actual y aburrido molde fijo, definido y encorsetado del pop. "Me gustaría ser un músico pop al estilo de la buena vieja escuela, cuando no había tantos géneros diferentes como hay ahora, era todo sencillamente música pop", declara. De las influencias actuales, no se le ocurre ninguna. "Hay muchas cosas que me gustan, como Vampire Weekend, Kid Harpoon o Arctic Monkeys, pero no sueno nada parecido a ninguno de ellos", insiste.

En cuanto al nombre… Bueno, Eliza es su nombre real. "Me encanta mi verdadero apellido pero no es muy de estrella de pop", cuenta Eliza, explicando por qué decidió utilizar su apodo de infancia como su alias de artista. "Y ahora simplemente soy Eliza Doolittle, todo el mundo me llama así". En su álbum de debut, que se publicará después del verano, Eliza combina ágilmente melodías preciosas e ingeniosas, letras eruditas con un toque deliciosamente desquiciado y un don para pegadizos estribillos. Canciones como Rollerblades y Skinny Genes (el primer single que se lanzó el pasado 29 de marzo) refleja sus intenciones a la perfección, evocando canciones perdidas de la era Motown por las Marvelettes o las Supremes, completándose con pegadizos silbidos.

La actitud de Eliza, ya sea al micrófono, en el estudio o sobre el escenario, no es la de una diva exigente que requiere muchas atenciones, "Coges algo, lo tocas, buscas un ritmo y un rollo, un toque, ya sea un carillón o un ukelele. Me encantan los instrumentos pequeños. Me gusta el aspecto y el sonido que tienen. En Rollerblades la batería es en realidad una batería de niños".

Pack Up, otro single de éxito, hace una incursión audaz en el estribillo de una canción con ritmo de marcha de George Henry Powell (Pack Up Your Troubles In Your Old Kit Bag) y lo adapta con un efecto asombroso, creando un precioso himno para el club sobre las alegrías de ser el eterno optimista. Money Box es una bonita diatriba orquestada contra el materialismo sin sentido, con Doolittle insistiendo de forma conmovedora que "no estaré deprimida por ninguna moneda. Todo lo que necesito está aquí contigo, mi amor". Police Car tiene un ambiente más nocturno, un lamento de ritmo suave envuelto en melancolía de instrumentos de viento y madera en la que destaca la lágrima en la extraordinaria voz de Eliza. "Trata sobre mí metiéndome en problemas por ser un poco directa y demasiado franca a veces y decir las cosas equivocadas", explica. "En ocasiones me arrepiento de lo que digo, pero luego pienso: bueno, es lo que siento, no importa. Pero quizás ¡todavía estoy aprendiendo!".

En el fondo, Eliza quiere que la gente que escucha su música se lo pase bien. "Quiero escribir canciones que la gente pueda cantar. No se me ocurre nada más emocionante que viajar por el mundo tocando para distintos públicos y conseguir que canten las canciones conmigo". Con ese fin, ha estado ensayando su concierto en directo, rodeándose de "los músicos más increíbles" ("Son originales y cantan las canciones conmigo también") y está preparándose para su primera gira. "Cuando actué en directo por primera vez, temblaba de miedo y mi voz también. Pero lo hago porque es algo que amo. No hay nada que me guste más que tocar en directo".

"En comparación con la gente genial que veo, soy simplemente yo" reflexiona en Nobody, un tema sobresaliente del álbum. Ella no tiene que preocuparse; si su primer álbum es indicativo de algo, sin duda tiene humor, inteligencia, talento y el excepcional saber hacer pop para llegar lejos. Eliza Doolittle es la prueba de que todavía existe potencial para una música pop extraordinaria y que se pueden romper las reglas y estereotipos mientras se hace música.

En 2013 y dando continuidad a su debut homónimo, publica su segundo álbum.