Su nombre verdadero es Eithne Ní Bhraonain y nació en Gweedore, County Donegal, dentro de una familia de músicos. Su propia formación musical transcurrió en el marco de la música clásica, y lejos de la escena folk irlandesa, que en principio no le interesaba demasiado. En 1980, cuando todavía era una adolescente, Enya (una transposición de la pronunciación de su nombre en gaélico, Eithne) formó con varios miembros de su familia el grupo Clannad, a petición de Nicky Ryan, que entonces era el mánager del grupo.
Ryan creía que Enya daría nueva vida a los arreglos del grupo y se convirtió en la primera teclista del grupo. También contribuyó a la creación de un nuevo sonido con extraordinarias texturas vocales "Siempre quisimos que la presencia de Enya en el negocio de la música fuera solamente temporal, siempre pensamos que después veríamos qué dirección tomaba el asunto" recuerda Nicky. "Pero era obvio que tenía un talento notable para componer su propia música y también estaba claro que tenía una buena voz, pero dentro del grupo no tenía suficiente espacio para desarrollarse".
Cuando Nicky y Roma, su mujer y socia en el negocio, se separaron de Clannad en circunstancias bastante desagradables, a Enya se le planteó la decisión de si debía continuar en el grupo o debía probar suerte como artista en solitario. A pesar de las dificultades que planteaba separarse de un grupo integrado por su propia familia, Enya decidió abandonar para construir su propia y única visión musical.
Durante los años que siguieron, los tres se convirtieron en un equipo que superaba la noción convencional de las relaciones que suelen establecerse entre managers y artistas. "Enya se vino a vivir con nosotros, lo que fue una gran demostración de confianza por su parte," reconoce Nicky Ryan.
Pero en realidad todos tuvieron que arriesgarse mucho, reuniendo todos sus recursos para construir su propio estudio de grabación en el jardín de los Ryan. El banco no quiso darles un crédito, y Enya tuvo que vender su saxofón, mientras Nicky y Roma invertían en la empresa todos los ahorros de su vida. Montaron ellos mismos la primera consola del estudio, y Enya y Roma dedicaron tres meses a ajustar todos los componentes, mientras Nicky lo iba soldando todo. "Invertimos absolutamente todo lo que teníamos en aquel estudio, y si no hubiera funcionado, nos hubiéramos hundido", recuerda Nicky.
Una vez que el estudio estuvo operativo, empezó a alquilarse para otros artistas, y Enya solo podía grabar allí en los ratos libres que quedaban, desarrollando una colaboración a tres bandas que ha continuado hasta nuestros días. Roma escribe las letras y Nicky se encarga de la producción, la grabación y los arreglos de su música.
El primer signo de que su fe en sí mismos podría dar resultados llegó cuando Enya recibió del encargo de componer la música de la banda sonora de la película The Frog Prince, de David Puttnam, en 1984. Después, en 1986, siguió el encargo de componer la música para un documental de televisión titulado The Celts. En esta ocasión, Enya también interpretaba la música y las emocionantes canciones de la película, escritas en ingles y gaélico. Aquello se convertiría en su primer álbum en solitario, titulado con su propio nombre y publicado en 1987. En este momento el disco no generó mucha atención, aunque la canción 'Boadicea' fue versionada por The Fugees y Mario Winans, en su éxito de 2004 'I Don't Wanna Know'.
Uno de los pocos que se interesaron por Enya fue Rob Dickens, entonces presidente de Warner Brothers. De hecho, se quedó tan hipnotizado por el disco que la contrató inmediatamente. Muchos en la discográfica pensaron que estaba loco, y no veían mucho potencial comercial en la etérea música de Enya, que parecía tener poco que ver con los movimientos pop del momento. Pero a Dickens le daba igual. Le encantaba la voz de Enya, y lo que hacía, y para él eso era suficiente. "A veces la discográfica se dedica a hacer dinero y otras a hacer música", dijo Dickens en una famosa frase. "Enya se dedica a lo segundo".
De hecho, contratar a Enya demostró ser una decisión acertada comercialmente y no sólo artísticamente, pues Enya se convirtió rápidamente en la artista irlandesa que más discos había vendido de todos los tiempos. Watermark, su disco de debut con Warner en 1988, marcó el ritmo que iba a seguir su carrera. Contagiado del éxito de su single Orinoco Flow, que estuvo en los primeros puestos de las listas, el álbum vendió ocho millones de copias.
Tres años después, Enya publicaba Shepherd Moons, que vendió diez millones de discos y supuso su primer Premio Grammy. Cuatro años después llegaría otro Grammy con The Memory of Trees (1995).
En 1997 apareció una colección de grandes éxitos, Paint The Sky With Stars: The Best of Enya, una publicación que incluía nuevas canciones junto a composiciones tan queridas como "Orinoco Flow", "Caribbean Blue" y "Book of Days". Un nuevo álbum, A Day Without Rain, apareció finalmente en 2000 y vendió 13 millones de copias, convirtiéndose en su disco más vendido hasta la fecha.
El álbum se mantuvo en las listas estadounidense durante dos años. Durante ese tiempo, por supuesto, ocurrieron cosas como los atentados del 11 de Septiembre y la conmovedora "Only Time", una de las canciones de "A Day Without Rain", fue adoptada por muchas cadenas de televisión y radio como fondo de sus reportajes. Muchos de sus fans se sorprendieron de este inesperado uso de su música, pero Enya publicó una edición especial del tema para recaudar fondos para ayudar a las familias de las víctimas de los atentados.
Más tarde, también en el mismo año, dos temas de Enya, May It Be y Aniron aparecieron en la película El Señor de los Anillos- La Comunidad del Anillo, después de que el director Peter Jackson le pidiera personalmente a Enya que colaborara con la película. Enya, Nicky y Roma fueron nominados a los Oscar y a los Globos de Oro por el tema "May It Be".
Con más de 80 millones de discos vendidos, 3 Premios Grammy, 3 Premios World Music y una nominación al Oscar a la mejor canción, Enya - una de las artistas femeninas más reconocidas mundialmente - vuelve con Amarantine en 2005, un nuevo disco de estudio después de cinco años de ausencia.