Tras una formación musical autodidacta, y sin jamás haber estudiado clases de canto, Javier Ojeda pasó a formar parte de Danza Invisible, la que sería primera banda de su vida. Y lo cierto es que llegó a la música casi por casualidad, puesto que su primera vocación era el periodismo. Su edad, como los buenos salseros, no la oculta, pero tampoco la confiesa.
Muchos son los años de carrera junto al grupo, de sobra conocidos por las biografías existentes, pero lo que quizás se desconozca es que durante unos 5 años ha dirigido un programa de radio local (en M-80) llamado Pal' Bailador, en el que ponía su música favorita "sin atender a estilos, épocas, idiomas o modas". Además, ha ofrecido ocasionalmente alguna conferencia sobre música.
Aparte de Danza, ha actuado ocasionalmente en solitario en formato acústico y, con el Tercer Mundo, banda creada especialmente para dar salida a algunas composiciones hechas con músicos ajenos a Danza, sirviendo posteriormente como vehículo para probar en directo algunas de las canciones que se grabaron en "Pura Danza", con independencia de quién fuera su autor. "¿Quién sabe?, lo mismo lo retomamos en el futuro, porque me consta que había buen material. Los resultados de la experiencia se atestiguan en temas como 'Caudal' , 'Frió en mi corazón' o 'Amándote'".
Figuró en listas de elecciones municipales como miembro simbólico de Los Verdes de Andalucía, aunque nunca ha estado ("ni lo estaré") afiliado al partido. Apoya sin condiciones a Greenpeace y Amnistía Internacional, además de otras ONG's menos conocidas. En 2003 ha recibido el premio "Colega del año" por su implicación directa en la crítica a la actuación armada en Irak, más la denuncia de la corrupción y los desmanes urbanísticos de la Costa del Sol.
Su colaboración en No me crees un tema con Efecto Mariposa, le vuelve a llevar al primer plano de la actualidad musical.
En 2006 publica su primer disco en solitario con DRO, Polo Sur.