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Kesha

Si hay algo que Ke$ha sabe hacer es contar historias. Ahí va una buena: hace dos años, la entonces aspirante a cantante pop y autora decidió que Prince produjera su primer álbum. Averiguó su dirección, subió al coche y se dirigió a su casa en Beverly Hills, donde dio cinco dólares al jardinero para evitar problemas. Dejó el coche aparcado entre líneas moradas, se coló por una puerta lateral que estaba abierta, montó en el ascensor y subió al tercer piso, donde Prince estaba ensayando con su banda. "Me senté en uno de los tronos morados hasta que él se dio cuenta que estaba allí", dice Ke$ha. "¿Cómo diablos has entrado?" dijo Prince. "Y antes de de que su servicio de seguridad me echase, le dejé un CD con mis canciones envuelto en colores morados".

Ke$ha no ha vuelto a tener noticias de Prince, pero la anécdota es significativa y define la personalidad y la determinación de esta chica de 22 años. "Siempre he sabido que quería ser artista", dice. "Tengo un vídeo en el que, con cinco años, desnuda y con el cuerpo pintado, me pongo a gritar: ¡Voy a ser una estrella del rock y nadie podrá pararme! Es mi vocación. Si no lo consigo, cuando tenga 50 años me sentiré fatal".

Afortunadamente, parece que esto no sucederá. Ke$ha ha trabajado en su álbum de debut con Dr. Luke como productor ejecutivo. Dr. Luke ha conseguido Nº1 con Britney Spears, Katy Perry, Kelly Clarkson, Avril Lavigne y Flo Rida, que no es mal currículo. Después de haberla escuchado, el productor la llevó a RCA Records y firmó contrato en febrero de 2009. En el álbum también aparecen nombres como el veterano fabricante de éxitos Max Martin (Pink, Kelly Clarkson, Britney Spears) y el compositor y productor Benny Blanco (Katy Perry, 30H!, Spank Rock), para conseguir una irresistible colección de canciones de pop electrónico, con la energía punk del más alto octanaje y las irreverentes letras y la actitud de Ke$ha. "Quiero que mi música sea divertida, interesante, nueva, graciosa y diferente, pero con sustancia", dice. "Bajo las apariencias, soy una persona emocional. Quiero que la gente me escuche y sienta lo que cuento".

No puede sorprender que la capacidad de Ke$ha para contar historias y su elección de los temas sea poco convencional. Hay una canción que describe cuando Ke$ha vomitó en un armario en una fiesta de un amigo de Paris Hilton (Party at a Rich Dude’s House), otra que habla de la ocasión en la que "una estúpida zorra pretendió hacerse pasar por mi amiga y quiso jugármela" (Backstabber) y una más sobre el momento en el que se dio cuenta de que su chico le era infiel con una famosa estrella del pop, de la que no da su nombre (Kiss & Tell). ¡Ah!, y otra que escribió sobre comenzar a ver el universo como una cadena cíclica de acontecimientos conectados… poco después de haber conocido a un chico en un club (Chain Reaction).

Y es que a Ke$ha le gustan las canciones con historia desde pequeña, cuando ya conocía a los veteranos cantautores de Nashville. Pebe, su madre, cantaba en una banda punk-rock y compuso la canción Old Flames Can’t Hold A Candle To You, que llevaron al éxito Joe Sun en 1978 y Dolly Parton en 1980. Pero cuando Ke$ha nació en 1987 durante una fiesta en Los Angeles, su madre atravesaba dificultades para mantener a la familia con su música y tuvieron que utilizar vales de comidas para los más hundidos. "Uno de mis primeros recuerdos es a mamá diciéndome: Si quieres algo, cógelo", dice Ke$ha.

En 1991, Pebe volvió a Nashville donde había conseguido un nuevo contrato editorial. Ke$ha era habitual de los estudios de grabación. "Pienso que crecí en un estudio", asegura. Fue a la escuela de música ("Donde alguno iba descalzo", dice), tomó clases de composición y se enamoró de iconos del country como Johnny Cash, Dolly Parton y Patsy Cline: "Escuchaba sus canciones y contaban historias. Nashville Skyline de Bob Dylan es uno de mis discos favoritos". Algunas veces, Ke$ha cantaba en los estudios mientras su madre trabajaba: "Siempre me decía: Tienes una bonita voz, utilízala. Y yo cantaba todo el rato".

Cuando Ke$ha cumplió los 17, dejó el instituto antes de ir a la Universidad de Columbia a estudiar psicología. "Quería ir a Los Angeles y hacer mi música". Y fue en ese momento cuando encontró a Dr. Luke. "Estaba buscando a una artista con una voz especial y distinta, con su propio estilo. Apareció Ke$ha y se acabó la búsqueda", dice Luke, que un día la invitó a grabar una voz en una canción del álbum R.O.O.T.S. de Flo Rida. Era Right Round, que vendió 636.000 descargas digitales en una semana, destrozando todos los récords.

"Cuando escuché mi voz en Right Round, comencé a gritar", dice Ke$ha. "Puedo parecer una loca, pero sé muy bien lo que quiero. He trabajado duro para lograrlo y es agradable no volver a pasar momentos difíciles. Hace tres años robaba verduras en tiendas baratas para sobrevivir. Ahora tengo algo de dinero en el bolsillo. Poder invitar a mamá a comer es lo mejor del mundo".