Hijos de un predicador que pasaron su infancia recorriendo el sur de EE UU. No tenían discos ni casa. Iban a la iglesia al menos tres veces por semana escuchando los sermones de su padre, un predicador de la Iglesia Unida de Pentecostés. Los tres hermanos Followill Caleb, voz y guitarra, 22 años, Nathan batería 23 años; y Jared bajo, 17 completan la formación con su primo Matthew guitarra solista de 19 años.
En 2002 se juntaron y RCA los fichó. Comenzaron a trabajar sobre su primer álbum Youth and young manhood que obtuvo una generosa puntuación.
Ya han sido comparados con bandas como The Strokes y Oasis, The White Stripes, Supergrass.
Los Kings se basan en varias influencias del pasado a la hora de desarrollar su propio estilo (en su caso confiesan haberse dejado influir por bandas como The Eagles, de los años 70, The Band, procedentes de los 60, o Lynyrd Skynyrd), pero actualizadas al presente con su energía y juventud.
Kings Of Leon: la mezcla ideal entre blues del sur de Estados Unidos, punk, garage y boogie.
Cuando se puso a la venta el primer álbum del grupo Kings Of Leon, Youth And Young Manhood, allá por julio de 2003, la histeria que rodeaba al grupo había alcanzado su punto más alto. El impresionante y sorprendente estilo blues que ofrecía la banda fue comparado en su momento con nombres tan variados como Robert Jonson, Bob Dylan o incluso con el director de cine David Lynch o el fotógrafo William Eggleston. Tan impactante fue el álbum que llegó a ser descrito por un crítico como "el disco culturalmente más importante desde el 'Definitely Maybe' de Oasis".
El disco se convirtió inmediatamente en un enorme éxito comercial, alcanzando unas ventas de más de 500.000 copias tan sólo en el Reino Unido. Además, 'Youth and Young Manhood' alcanzó el número 3 en las listas británicas, manteniéndose en el Top 10 durante 10 semanas. Del álbum se extrajeron tres singles de gran éxito, "Molly's Chambers", "Red Morning Light" y "Wasted Time", y por si fuera poco, el grupo recibió dos premios NME Brat Awards, y fueron nominados a dos premios Brit en las modalidades de Mejor Grupo Internacional y Artista Revelación Internacional.
Mientras tanto, sus conciertos se convirtieron en punto de encuentro obligado para un buen número de famosos. En lo que se refiere al público a nivel masivo, el álbum profundizó aún más en la imagen de Kings Of Leon como uno de los mejores grupos en directo, gracias a la energía que ofrecían aquellos cuatro jóvenes llenos de energía que por encima de todo intentaban divertirse en el escenario. Sin embargo, detrás del éxito y el glamour las cosas no funcionaban del mismo modo.
El grupo, procedente de Memphis, estaba compuesto por los tres hermanos Followill: el batería Nathan, el mayor de los tres a sus 24 años, Caleb, el cantante, de 22, y el bajista, Pared, de 17. Junto a ellos colaboraba en el grupo su primo, el guitarrista Matthew Followill, de 19 años. Para todos ellos, el cambio tan espectacular que supuso el éxito en sus vidas resultó demasiado grande.
"De repente tuvimos que pasar de vivir en el campo, que es donde estábamos acostumbrados a vivir, a meternos de lleno en unas interminables giras de conciertos por todo el mundo. Cuando estás de gira te conviertes en una persona totalmente distinta, es algo que no puedes controlar. Por decirlo de alguna manera, te transformas en una mierda de persona, alguien a quien acabas odiando", afirma Caleb. Desde luego, es algo curioso, porque cualquiera podría pensar que los miembros del grupo habrían disfrutado de los mejores momentos de su vida "Bueno, estábamos de marcha todo el tiempo, y en ese sentido resultaba divertido, pero de repente eso fue lo único por lo que la gente nos conocía, por las fiestas tan alucinantes que montábamos, y esa imagen no nos gustaba en absoluto, y ahora sigue sin gustarnos. Hubo un motón de gente famosa que empezó a ir a nuestros conciertos, y después todo el mundo hablaba de ello, más incluso que de los conciertos en si mismos, y eso nos molestaba bastante. Esa sensación de mosqueo constante empezó a crecer dentro de cada uno de nosotros, y por eso para todos nos parecía que era muy importante que grabáramos un nuevo disco lo antes posible".
Eso fue exactamente lo que hicieron. En febrero de 2004, después de viajar ininterrumpidamente durante 18 meses, la familia Followill se encerró en su casa de Mount Juliet, en el estado norteamericano de Tennessee, junto al lago Old Hickory, y empezaron a componer las canciones que acabarían formando parte de su nuevo álbum.
"En aquel momento recuperamos la costumbre de ser personas normales y corrientes", afirma Caleb. "Fue como si el cielo hubiera empezado a despejarse de tantas nubes. Cuando quieres componer nuevas canciones necesitas un mínimo de tranquilidad, porque cuando estás de gira, aunque quieras escribir algo, lo único que consigues es crear unas cuantas notas. Recuerdo que solía sentarme en el porche trasero de mi casa y allí encontraba la paz necesaria para componer. A la hora de crear este disco recordé muchas veces aquella sensación de calma y tranquilidad. De ese modo, en poco más de un mes creamos las canciones suficientes para empezar a grabar en el estudio".
El disco que recogió el testigo del éxito de Youth And Young Manhood se grabó en directo durante seis semanas, en plena primavera, en el estudio 3 Crows, propiedad de Ethan Johns, en Los Ángeles. El propio Johns, junto con uno de los mejores amigos y colaboradores del grupo, Angelo, se encargaron de producir un nuevo disco. El resultado, se publica a principios de noviembre, A-Ha Shake Heartbreak.
"Queríamos que en cierto modo este disco fuera como una especie de herida abierta", afirma Caleb. "Deseábamos mostrarnos totalmente sinceros y puros, y ésa es una de las razones por las cuales todas las nuevas canciones hablan acerca de nosotros. Por encima de todo, se trata de recuerdos que hemos convertido en una historia concreta, pero por encima de todo hablamos de cosas que nos han ocurrido en un momento u otro. Por ejemplo, compuse "Razz" acerca de Jared, porque siempre que estábamos de gira se pasaba el tiempo cabreándome. Pensé que esta vez era necesario que fuésemos totalmente sinceros a la hora de crear este nuevo disco".
Parte de esa idea estuvo inspirada por la pasión que Caleb siempre ha sentido hacia la música de Townes Van Zandt. Antes de que empezara a componer ninguna letra, solía tocar algunas de las canciones del famoso músico de country, para conectar de algún modo con "un poco de la profundidad que mostraba en todos sus temas". Una de las razones de ello era el deseo de alejarse de la imagen caricaturesca que a su juicio la prensa había creado acerca del grupo. El resultado es un disco más potente, más oscuro y con más emociones, especialmente en canciones como 'Milk" o a través de un tema tan potente y lleno de energía como 4 Kicks".
"Quería que las canciones de este disco me aportaran la misma sensación que experimentaba cuando iba montando en bicicleta y de repente saltaba una pequeña montaña", afirma Caleb con una sonrisa, "o cuando iba en el coche y escuchaba el sonido que hacían las ruedas al girar. Sabía que cada vez que escuchásemos nuestras nuevas canciones en el disco, me gustaría darme la vuelta y ver a los demás miembros del grupo con una sonrisa enorme en sus caras, de la misma forma en que me río siempre que escucho 'Be My Baby' o cualquier otra canción que sea igual de buena".