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Baptism

Pop-Rock

Fecha de publicación del disco: 17 de mayo de 2004

1.Minister of Rock 'n' Roll
2.I Don't Want To Be a Star
3.Lady
4.Calling All Angels
5.California
6.Sistamamalover
7.Where Are We Runnin'?
8.Baptized
9.Flash
10.What Did I Do With My Life?
11.Storm
12.The Other Side
13.Destiny

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Lenny Kravitz: Baptism - portada mediana
Lenny se bautiza en su séptimo disco de estudio, con las colaboraciones de Jay-Z y Lionel Richie
El disco te parece que es:

Como todos los buenos discos, las semillas de Baptism vinieron de un renacimiento personal. Kravitz había pasado muchos meses a principios del 2003 en Miami trabajando en canciones para un álbum total dedicado al funk. Pero en el otoño del 2003, su dirección inicial se transformó en inesperada revelación cuando Kravitz visitó su anterior lugar de residencia, la ciudad de Nueva York. El viaje fue un retroceso, un volver atrás a una época anterior de su vida cuando era un músico que empezaba a florecer y trabajaba en lo que sería su original, revolucionario y aclamado por la crítica álbum de debut, Let love rule. "A la larga las cosas cambian en la vida, pero yo echo mucho de menos esa sensación", cuenta Kravitz. "Allí estaba yo, yendo en bicicleta por la ciudad y sentí el camino que había hecho hace quince años".

Kravitz encontró más que consuelo nostálgico en ese viaje: encontró una puerta a la simplicidad. "Regresé a Miami, cogí mi guitarra acústica y me puse a tocar", recuerda. "Empezaron a salir todas esas canciones - dos, cuatro, cinco, ocho". Kravitz fue a su estudio de Miami y empezó a explorar lo que podían llegar a ser estas canciones. "Me di cuenta que lo que tenía que hacer, lo tenía que hacer ahora", explica. "Era urgente. Simplemente estaba fluyendo, saliendo, así que me dejé llevar por el proceso creativo". El álbum de funk podía esperar.

Con BAPTISM, Kravitz renace. Hace el recorrido completo en su carrera, listo para cerrar un ciclo y abrazar el comienzo de otro. Con su cargado y elegante rock 'n roll, sus descarados riffs y letras sentidas y sinceras, Kravitz ha hecho un revelador álbum que se alza como tributo a lo esencial de la vida. Entregado con el arte que ha dominado con maestría a lo largo de su carrera, la música de Baptism salta de los altavoces.

Kravitz compuso y grabó el álbum en el transcurso de un año. "Todo parece que encajaba", explica. "Me ponía a ensayar voces sobre la música, pero entonces las letras simplemente me salían. Fue muy franco". En Baptism todos los instrumentos los toca Kravitz (excepto las secciones de cuerdas y los saxofones): desde cada acorde aporreado de bajo, hasta cada golpe sublime de batería y cada vertiginoso riff de guitarra. El multi-instrumentalismo de Kravitz es uno de los aspectos más olvidados y pasados por alto de su trabajo como músico y una fuente de energía que empuja en el disco.

"Where Are We Runnin'?, el primer single de Baptism, es un himno cargado de groove que, fiel al estilo de Kravitz, golpea con pulverizadores riffs y contoneos con las llamadas de blues de los grandes del soul. Desde los primeros golpes atronadores de batería de la canción hasta el vertiginoso solo de piano rockabilly en el final, es una maravillosa rebanada de rock 'n roll.

En Lady, Kravitz celebra el fuego consumidor del amor y la pasión. Se lamenta con el ánimo desnudo de un sonido con ritmo de la vieja escuela, elevando a la estratosfera con sus carismáticos silbidos y apasionada súplica su rock sureño con toques de blues. alifornia es como conducir por la Autopista 1, cuesta abajo y sobrepasando 50 kilómetros el límite de velocidad. Definitivamente tiene ese algo de la costa oeste, definitivamente, explica Kravitz. Es una canción muy divertida sobre Los Ángeles y sobre todas las experiencias que tuve de niño".

California se hace eco del viaje de Kravitz desde Nueva York a Los Ángeles a la edad de 11 años, facilitado por el traslado de su madre (la actriz Roxie Roker) de Broadway al aceptar el papel de Helen en una serie de éxito de televisión, The Jeffersons. "Fue un shock cultural. Al crecer en Nueva York, eres muy independiente. De repente, estaba en un sitio en Los Ángeles y no había nadie en la calle. No puedes ir a ningún sitio a menos que tu madre te lleve en coche", cuenta Kravitz riendo. Pero es en Los Ángeles donde Kravitz encontraría el rock 'n roll - en el colegio John Adams Junior High School en Santa Mónica a mediados de los 70. "Al haber crecido en Nueva York, conocía mucho el R&B y funk y jazz y gospel y blues que escuchaban mis padres. Ahora estoy en Los Ángeles y salgo por ahí, voy en monopatín y escucho a Zeppelin, Kiss, Aerosmith y Hendrix".

Mientras que algunas canciones remueven los ingredientes de sus influencias en su propia receta, en otras Kravitz se mete en direcciones hasta ahora nunca exploradas. En Storm hay una aparición estelar de Jay-Z, a quien Kravitz conoció tocando en el álbum de las superestrellas del hip-hop, BLUEPRINT 2.0 (en la canción "Guns & Roses"). Indica Kravitz, "Nunca había tenido antes a un rapero en mi música. Pero sentí que la canción necesitaba ese toque". Kravitz se puso en contacto con Jay-Z a través del teléfono y el artista se ofreció, en ese mismo momento, a hacer la canción. "Musicalmente, tiene un gran talento", cuenta Kravitz. "Se sentó, tocó la canción unas cuantas veces y sencillamente se metió en la sala y la clavó en una sola toma".

El álbum muestra las mismas cualidades polifacéticas de los mayores genios renacentistas, solo que aplicadas al mundo del rock and roll. El álbum incluye colaboraciones como es el caso de Lionel Richie en la canción Destiny, así como el rapero Jay-Z en Storm.


Ya el séptimo disco de uno de los grandes músicos de la historia. Comienza con Minister of rock 'n roll, un tema en el que se confirma el mismo como el ministro, con las bases electrónicas que ya había incorporado en Five, y su talento para ese rock tan especial. Es el ministro, pero sin embargo, no quiere ser una estrella I don't wanna be a star, es uno de los temas a priori con sonido más Kravitz del disco, con un muy interesante riff de guitarra final, guitarra que cómo no toca Kravitz.

En los créditos del disco para no variar aparece como la figura estelar, produce, arregla, escribe y toca.

Sigue Lady, otro de los temas Kravitz, con sonido electro-rock marca de la casa.

El cuarto tema del disco es una balada, Calling all angels, y uno de los puntos de inflexión del disco, con un sonido más pop oscuro, quizá con influencias de Lennon. El tema contiene un interesante arreglo de cuerdas, bueno, pero por ponerle un pero un poco lento.

La cosa se anima con California, que pese a tener una base de guitarras es de lo más pop de Lenny. Sigue Sistemamal over, ya con un sonido más Kravitz de siempre. El primer single del disco Where are we running'? es posiblemente el tema más comercial del disco, un tema interesante con una sólida base de guitarras.

Baptized es el octavo tema del disco, un tema lento de esos que llegan, con la voz en background de Tawatha Agee, y cuyo título apoya al del disco. Quizá con el nombre del álbum Lenny quería mostrarse nuevo, bautizado, de ahí ese nuevo sonido más suave, más pop en algunos de sus temas.

Flash, es pop-rock con una base electrónica de fondo y una batería muy animada. Una guitarra sensacional como siempre, esa que rinde tributo al mejor guitarrista de la historia Jimi Hendrix.

Uno de los temas favoritos del disco What did I do with my life, un tema que realmente no suena mucho a Lenny Kravitz y con marcada influencia Lennon, pero que demuestra que además los registros musicales de Kravitz son ilimitados... Un pop lento con tintes oscuros, baladón, más que interesante.

En Storm colabora Jay-Z rapeando. Es un tema con pocas revoluciones, y poca carga instrumental, la guitarra no suena de manera constante.

Otro tema de esos que quizá no nos esperábamos The other side. Un comienzo lento que se va animando sin llegar a muchas revoluciones, y con un especial medio solo de saxo de David Sanborn.

La puntilla final la pone Destiny, un tema que Kravitz coescribe con el gran Lionel Richie, el tema más intimista del disco al que Kravitz pone voz y guitarra acústica.

Baptism es quizá el disco menos Kravitz de todos los que ha sacado, pero demuestra que en casos como este las pre-etiquetas sobran para hacer un buen disco, de rock y en este caso algo más pop, aunque sea oscuro-pop. Parecen claras las influencias estilo Lennon en algunas de las canciones.

Un disco que personalmente gusta más cuanto más lo escuchas y que necesita varios singles, potencialmente los tiene, para desarrollar la inmenso calidad que tiene. Lenny lo ha vuelto a hacer.

Hugo Fernández

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