Thanks for the dance

Thanks for the dance es un álbum póstumo de Leonard Cohen. Se anuncia que "no es una colección conmemorativa de caras B y descartes, sino una cosecha inesperada de nuevas canciones, emocionantes y vitales; una continuación del trabajo final del maestro".

Siete meses después de la muerte de su padre, Adam Cohen se retiró a un garaje reformado, en un patio cerca de la casa de Leonard, para trabajar nuevamente con su padre y permanecer en compañía de su voz. De su colaboración anterior en You want it darker (2016) quedaron muestras musicales básicas, a veces poco más que grabaciones de la voz. Leonard le había pedido a su hijo que completara estos trabajos.

Este 'Thanks for the dance' se hizo en muchos lugares. Javier Mas, el músico español que acompañó a Leonard en el escenario durante los últimos ocho años de gira, voló desde Barcelona a Los Ángeles para capturar el espíritu del artista en la propia guitarra de Leonard. En Berlín, en un evento musical llamado People Festival, Adam invitó a amigos y camaradas a abrir los oídos y compartir sus propios talentos. Damien Rice y Leslie Feist cantaron. Richard Reed Parry de Arcade Fire tocó el bajo. Bryce Dessner de The National tocó la guitarra, el compositor Dustin O'Halloran tocó el piano. El coro berlinés Cantus Domus cantó, y la orquesta s t a r g a z e tocó. En Montreal, apareció por allí el productor Daniel Lanois, que aportó algunos arreglos. El coro Shaar Hashomayim, que había participado en el sonido del anterior álbum, colaboró en una canción, y Patrick Watson aportó como coproductor de una canción. Además, la cantante española Silvia Pérez Cruz también colaboró con su voz en dos de las canciones del álbum. De vuelta en Los Ángeles, Jennifer Warnes, una de las encargadas de mantener viva la llama de Leonard, cantó los coros y Beck colaboró con la guitarra y el arpa de boca. Michael Chaves, quien grabó y mezcló You want it darker, se encargó de la sonorización y la mezcla.

"Al componer y hacer arreglos de la música para que se adaptara a sus palabras, elegimos sus marcas musicales más características, consiguiendo así que él estuviera con nosotros", dijo Adam Cohen. "Lo que más me emociona del álbum es la gran sorpresa que se llevaron aquellos que lo han escuchado. '¡Leonard vive!' decían, uno tras otro".

Con The goal como primer single. Da continuidad Happens to the heart.