Gaditano de 1967, Antonio Martínez Ares es un graduado "cum laude" de la Universidad de la Calle; "dejé los estudios a los 15 años e ingresé en un periódico, Cádiz Información. Estuve cinco años en la sección de Local y ahora puedo presumir de conocer perfectamente todo el sistema nervioso de la ciudad, desde la vertiente lúdica -los carnavales- a los nudos más conflictivos, lo laboral y lo social".
Hijo único, su padre le introdujo en el mundillo del carnaval gaditano: "seguramente, lo hizo con la intención de disuadirme, para hacerme ver que aquello era un trabajo duro, meses de ensayos que te ocupan todas las noches, incluyendo sábados y domingos. Ocurrió todo lo contrario: me quedé fascinado y aquello determinó mi vida".
Se estrenó en 1984, con la comparsa Requiebro, "y llegamos a la final, sexto premio: se me metió el veneno". Desde entonces, ha participado en todos los carnavales hasta 2003: "éste año ya no he salido, me he dedicado a preparar mi primer disco como solista. Y mi ausencia ha creado bastantes comentarios". Ocurre que Martínez Ares tenía una doble vida...musical. "El primer disco que me compré era Bohemian rhapsody, de Queen. Luego oscilé entre el pop -toda la saga de Manolo García, comenzando con Los Rápidos- y los cantautores: Silvio, Pablo, Sabina, Serrat, Aute".
Estas cosas solo ocurren en Cádiz. Y es que, según avanzaban esos 19 años como muy destacado animador de las comparsas carnavalescas, Martínez Ares también sintió la necesidad de componer otro tipo de canciones. Grabó maquetas, actuó ocasionalmente con grupos de rock, "siempre con mi repertorio". Ese cancionero tuvo gran aceptación fuera de Cádiz. Primero, en la voz de Pasión Vega. Luego, sus propias maquetas alborotaron los despachos de las discográficas. Paco Gordillo, toda una institución en el mundo madrileño de la representación artística, le tomó bajo sus alas. Y Warner Music le firmó un contrato en 2003. Pancho Varona, José Antonio Romero y Antonio García de Diego -para los amigos, los "sabinianos"- se apuntaron a trabajar con él. Le conocían y admiraban: "produjeron mi tema en el disco del programa de Jesús Quintero, Ratones coloraos; a traves de ellos, me llamó Joaquín para que hiciera una versión gaditana del himno del Atleti. Ahora somos amigos y nos intercambiamos sonetos".
Los Carnavales gaditanos son todo un universo, en cuyo desarrollo están implicados miles de personas. Un campo tremendamente competitivo, que también tiene su dimensión industrial: las mejores agrupaciones venden decenas de miles de CDs, "a pesar de la piratería", y actúan por todo el país durante los fines de semanas. En diecinueve años, sus sucesivas comparsas ganaron seis veces el primer premio. Aparte, también compuso para coros, chirigotas y cuartetos.
En total, Martínez Ares intervino en unos veinte discos: "alguno, como el de Los Piratas, que fue mi comparsa en 1996, vendió 30.000 copias. Los otros despacharon entre quince y veinte mil ejemplares".
Una industria secreta pero una industria real: "fundé mi propio sello, Los Duros Antiguos. Y una tienda del mismo nombre donde se vendía todo tipo de material carnavalesco, aparte de artesanía y souvenirs". Algunos de los más prolíficos creadores gaditanos se conforman con la fama local y ni se preocupan de registrar sus canciones. Martínez Ares siempre se consideró un profesional, "tengo unos 300 temas declarados en SGAE".
Pero es el otro repertorio, el de las canciones del autor, el que ha difundido el arte de Martínez Ares a escala nacional. Aquí se hace inevitable mencionar el nombre de Pasión Vega. Cuenta, Antonio: "me fijé en ella cuando cantaba copla clásica, vi que tenía mucho gusto interpretando. Hablé con ella, para invitarla a cantar en Villancicos piratas, un disco navideño que estábamos preparando. Cantó maravillosamente y empezó una relación profesional".
Cuando Pasión saltó del circuito andaluz a una multinacional, las canciones de Martínez Ares viajaron con ella. "En el primer disco de Ana -es el verdadero nombre de Pasión- había tres canciones mías. Con "La vida en gris", ganamos un Premio de la música. Bueno, en realidad allí iban tres y medía. Para el siguiente, compuse seis. Y me fui con ella de gira. Tuvo su parte buena y su parte mala. Conocí a unos músicos impresionantes pero Ana y yo nos enfadamos. Nada, por una tontería".
Muchos son los artistas gaditanos que han llamado la atención de las discográficas madrileñas. En todos los estilos: Andy y Lucas, Los Caños, David de María, El Barrio. Para Martínez Ares, la sorpresa es que no ocurriera antes: "Cádiz es la capital del mundo con más artistas por metro cuadrado. Artistas que igual no se consideran tales pero que tienen un oficio inmenso, un sentido de la competitividad muy desarrollado, una gran voluntad de expresarse. Fuera de la capital, la cantera también es impresionante. Y todos bebemos en las fuentes del flamenco, aunque nos dediquemos a otras músicas. Además, tenemos grandes modelos. Camarón, claro, pero también un Javier Ruibal, que vive en el Puerto de Santa María y que desarrolla una carrera tranquila, a su ritmo".
En 2004 su contrato con Warner produce su primer disco Martínez Ares por Martínez Ares.