Black holes and revelations

Después del éxito de su anterior trabajo los miembros de Muse se tomaron un mes de descanso para tratar de adivinar dónde estaba eso que llamaban "su casa": Matt se trasladó a una ciudad a las afueras de Milan, Chris y su siempre prolífica familia se quedaron en Teignmouth y Dom siguió en Highbury, la zona de moda de Londres, antes de reunirse en verano de 2005 en un estudio infestado de murciélagos, el Chateau Miraval, en un pueblo templario del sur de Francia. Matt: "Me recordaba mucho a Devon. La mayor parte del proceso de escritura empezó allí, pues era un lugar mucho más tranquilo y muy alejado del estilo de vida que solíamos llevar".

Sus anteriores álbumes, en su opinión, habían nacido de la necesidad, bajo la presión de los inminentes conciertos y marcados por la obligación de asegurarse un buen directo. Esta vez trabajaron sin ponerse límites, no convocaron gira, y se permitieron todo tipo de locuras en el estudio; iban a explorar todas las posibilidades técnicas que encerraba ser un "grupo de estudio". La banda levantó el campamento de Chateau Miraval para irse a Nueva York para completar el grueso de la grabación en los estudios Electric Lady y Avatar, y para inundar el disco de ritmos de pista de baile. "Por ahí rondaba el fantasma de Hendrix", cuenta Matt, "y Bowie se pasó un día por allí para saludar. Estuvo bien contar con la aprobación de un viejo amigo. Si nos hubiéramos quedado en Francia, probablemente todo el álbum habría terminado siendo completamente previsible. Temas como 'Knights Of Cydonia' habrían durado veinte minutos. Por alguna razón, cuando nos marchamos a Nueva York, las cosas cambiaron y los temas empezaron a coger ritmo. Canciones como 'Starlight', 'Supermassive Black Hole' o 'Hoodoo' cambiaron completamente de estilo cuando llegamos a Nueva York, no sé si eran las vibraciones de la ciudad o qué". Así nació Black Holes And Revelations.

Si Muse parece un grupo nuevo en este nuevo disco es porque, después de Glastonbury en 2004, tienen la mente más abierta, el espíritu más asentado y un sonido que es cualquier cosa menos acomodado.

Algunas cosas en este disco van a suponer un shock: después de que el tema inicial, Take A Bow despegue allí donde "Absolution" aterrizaba – todos esos siniestros sintetizadores celestiales y los lamentos de predicador de Matt gritando "¡Arderéis en el infierno por vuestros pecados!" – salimos disparados hacia terrenos inexplorados. Starlight es como un concierto de Abba en la luna, Hoodoo es Depeche Mode suplantando a Queen y tocando un tema de Bond, y, lo más sorprendente de todo, Supermassive Black Hole es un tema electro-metal para pistas de baile, como si Beck le metiera a Marilyn Manson una carga de helio en mitad del Studio 54. Eso sin mencionar el tríptico de meta-country con influencias folk que cierra el disco en un frenesí de flamenco y trompetas mariachis. No es precisamente "Absolution 2: Back To The Planets".

Si buscamos continuidad, la encontraremos en los temas líricos, donde los fans del sonido apocalíptico, de la teoría de la conspiración de los locos, de la agitación revolucionaria, de todo ese asunto de los alienígenas que inventan religiones terrenas, los seguidores, en fin, de todos esos temas clásicos de Muse, no quedarán defraudados. La idea de que los carnets de identidad son el primer signo del comienzo del fin del mundo es la clave de "Take A Bow". Matt: "Efectivamente, en este tema hay una conexión con Revelations. Habla de un tiempo en el que la gente no podrá comprar nada sin tener un número, ni siquiera podrá existir si no tiene ese número. En vez de ir a una entrevista de trabajo, por ejemplo, de un solo golpe sabrán tu historial médico, tu situación financiera, todo de una vez". ¿Y esa teoría de que la Tierra en realidad se está expandiendo, siendo absorbida por un agujero negro gigantesco en el centro del universo, entendido como metáfora emocional? La respuesta está en "Supermassive Black Hole".

¿Miedo a que nuestra civilización siga el mismo camino que el Imperio Romano? Escuchamos el tema que cierra el álbum, Knights Of Cydonia. ¿El tema de la pérdida de esperanza ante un mundo lleno de guerras sin sentido? Es la historia que cuentan dos canciones del álbum Soldiers' Poem e Invincible. Y, para saber de qué trata Exo-Politics..., "Trata de la posibilidad de una invasión alienígena organizada creada por el Nuevo Orden Mundial" y, todo eso, explica Matt, sin ayuda de ninguna droga dura. "Dentro de unos años habrá una invasión alienígena organizada. No será exactamente una invasión, pero aparecerán alienígenas. O no aparecerán, pero empezaremos a hablar de ellos. Están pasando ya cosas bastante raras. Hay un montón de cosas, que, sumadas, contribuyen a crear esa sensación de que algo importante va a ocurrir en los próximos diez años. Puedes verlo y morirte de miedo o puedes verlo y decir que todo es una conspiración para mantener a la gente sometida".

Puede ser. Pero mientras "Absolution" apuntaba sin ninguna esperanza a la dominación de la humanidad por líderes mundiales corruptos y advertía de catástrofes medioambientales o galácticas (y ciertamente, Black Holes And Revelations sigue teniendo su buena dosis de paranoia en torno al cambio climático, a la crisis del petróleo, y a la confrontación mundial) en uno de los temas claves del disco, el ya comentado "Hoodoo", donde Bellamy parece estar llamando poco menos que a la revolución global. – "Shoot your leaders down/And join forces underground…. Destroy demonocracy" (Mata a tiros a tus líderes/ y únete a las fuerzas clandestinas...destruye la demonocracia).

"Creo que nos estamos acercando a ese momento", afirma Matt. "Si te fijas en todas esas protestas en Francia, por ejemplo, el nivel y la categoría de la protesta no se ajusta a lo que reclaman. Creo que hay algo por debajo de lo que esa gente está sintiendo, en particular la generación más joven. Sentimos que hemos nacido en una especie de situación preestablecida, en la que no tenemos ningún control sobre nada. Tenemos además una población envejecida y ese factor de control chirría un poco. A lo largo de todo el álbum tengo la sensación de sentirme cada vez más pesimista y más frustrado, pero al mismo tiempo siento que no estoy en contra de los movimientos revolucionarios, y que no me avergonzaría haber suscitado una pequeña revuelta, si es por una buena causa".

Nuestra opinión
Enigmáticos, psicodélicos, auténticos. Así no es fácil ser número 1 hoy en día, pero ellos son diferentes.

En Black holes... hay temas muy currados, pero sobresale por encima de todos Starlight, con una melodía de piano (parece) que le da ese contrapunto perfecto a un sonido Muse, cargado de detalles. Una de las canciones del año.

El otro gran favorito es el tema de apertura, Take a bow, una paranoia androide más psicodélica que la de Radiohead.

Entre lo mejor también el tema de cierre, Kings of Cydonia.