Quiero que arda es la pista de apertura y cuarto adelanto del álbum Nunatak y las flores salvajes (2019).
Narra una historia cargada de melancolía y resignación. La confianza y el amor consolidado, se topan con una realidad que les supera y que los acaba destruyendo. "Las esperanzadoras líneas guitarra, la armonía de las voces y la energía de su ritmo, nos invitan a conservar la huella que queda tras un vínculo emocional tan intenso. A su paso por los estribillos, la melodía se desgarra en el deseo frustrado de mantener vivo esa última llama que los unió".
El videoclip cuenta la historia de dos artistas performances en su última etapa. Es una analogía entre la creación artística y la relación sentimental. El esfuerzo físico y emocional que supone el proceso creativo que a su vez significa el desgaste de dicha relación, y de como estos elementos se retroalimentan. Todo desemboca en un último esfuerzo, una ultima obra, una nueva oportunidad para salvar lo que el destino quiere que se acabe, que arda. Las performances que aparecen en la pieza están inspiradas en versos de la canción para subrayar más esta metáfora. Estreno 10 de octubre de 2019.
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