Nacido en Esparragosa de Lares (Badajoz) en 1946 y afincado en Madrid desde los años 60, Pablo Guerrero utiliza un estilo sobrio y poético en los textos de sus canciones, según la nota publicada por el Ministerio de Cultura. “Musicalmente, parte de armonías y melodías tradicionales de su tierra aderezadas con sonidos del folk americano, el rock, el jazz o el flamenco. A mediados de los años 80 introduce ritmos africanos y de otras culturas, además de sonoridades más vanguardistas como el minimalismo, la música aleatoria, el ambiente o la música electrónica. Es un cantante español con una larga y reconocida carrera artística. Aunque más conocido como cantautor, como poeta ha ido publicando asiduamente desde 1988. Recientemente, anunció su retirada de los escenarios”.
Pablo Guerrero ha dedicado su vida a la pequeña artesanía de hacer canciones, a cuidar las palabras, a grabar discos como un alquimista musical. Alejado de todos, Pablo Guerrero ha ido desgranando minuciosamente una obra personal y poética que ha publicado con tranquilidad y parsimonia, alternándola con las ediciones de sus libros de poemas, durante una de las carreras más largas y profundas de la música española.
Guerreo anunció su retirada de los escenarios con la publicación de su último disco, ‘Y volvimos a abrazarnos’, en el que ha contado con la colaboración de artistas y amigos personales, como Rozalén, Depedro, Olga Román, Luis Mendo, Javier Paxariño, José María Guzmán, Christian Pérez, Javier Palancar, Juan Ferrari, Lagar Sitar, Santi Vallejo, Javier Álvarez, Cristina Narea, Begoña Olavide, David Sancho, Cello, Juan Pérez de Albéniz, M. José Hernández, Miquel Ferrer y Alicia Sánchez.
Publicó su primera canción ‘Amapolas y espigas’ en 1969, comenzando una renovación de la música popular, que ha marcado su obra a lo largo de los años. La publicación del primer álbum ‘A cántaros’, en 1972, convirtió a esta canción en un himno de los perseguidores de utopías en tiempos difíciles: “Tú y yo muchacha estamos hechos de nubes, pero ¿quién nos ata?”.
En 1975, llegó el álbum más vendido de su carrera, ‘Pablo Guerrero en el Olympia’, grabado en directo en el Olympia de París, al que siguió otras obras maestras como ‘Porque amamos el fuego (1976)’ y ‘A tapar la calle’ (1978), un disco innovador por su inmersión pionera en las sonoridades flamencas.
Artista inquieto y eterno navegante a contracorriente, comenzó con Suso Sáiz una etapa innovadora y radical, con el álbum ‘El hombre que vendió el desierto’ (1988). Después publicó ‘Toda la vida es ahora’ (1992), ‘Alas, alas’ (1995), ‘Sueños sencillos’ (2000), ‘Plata’ (2005), ‘Hechos de nubes’ (2007), ‘Luz de tierra’ (2009), ‘Lobos sin dueño’ (2013), ‘Catorce ríos pequeños’ (2014) y su último álbum ‘Mundos de andar por casa’ (2017).
En su álbum ‘Hechos de nubes’, producido e impulsado por Ismael Serrano,en el que artistas como Javier Ruibal, Pedro Guerra, Luis Eduardo Aute, Javier Bergia, Joan Manuel Serrat, Javier Álvarez, Luz Casal, José Antonio Labordeta, Acetre, La Cabra Mecánica, Quique González, Ismael Serrano, Víctor Manuel, Suburbano y Luis Pastor, interpretan canciones de Pablo Guerrero.
Pablo Guerrero también es autor de una obra escrita de elevado calado poético, con libros como ‘Los dioses hablan por boca de los vecinos’, ‘Donde las flores se convierten en agua’, ‘Tiempo que espera’, ‘Mi laberinto’, ‘Los rastros esparcidos’, ‘Viviendo siglos’, ‘Escrito en una piedra’ y ‘Las letras de Morella’.
Pablo Guerrero también ha sido distinguido por su obra, como lo hizo la Academia de la Música que decidió, por unanimidad, concederle el ‘Premio a Toda una vida’ en la XIII Edición de los Premios de la Música en 2009.