A principios de la década del 2000, había cinco personas que formaban una banda llamada Passenger y publicaron un álbum debut que fue éxito de críticas, "Wicked Man's Rest". Pero, cuando los miembros de la banda decidieron separarse en 2007, Mike Rosemberg optó por conservar el nombre Passenger como su apodo y confiar en que su música, su voz y su guitarra lo llevarían donde quisiera. Tomó las calles y descubrió no sólo que la experiencia fue muy divertida, sino que también fortaleció al agradable trovador musical que había en él. "Estoy contento con que me esté yendo bien ahora, pero tocar en las calles y pasar la gorra se ha convertido en un estilo de vida. Su concepto y el hecho de estar solo, disfrutando de las ciudades y viajando, no sé, hay algo 'lo-fi' en ello, y algo honesto y sencillo en ese estilo de vida, que echo de menos cuando no lo hago", admite Mike.

Habiéndole tomado el gusto a tocar en la calle y viajar, pensó que probaría en sitios con un clima más soleado, y en octubre de 2009 Mike visitó por primera vez Australia. Allí publicó su primer álbum, "Flight of the crow", con el que Mike se hizo un hueco en la escena musical australiana. De vuelta a UK, durante el verano de 2012 actuó abriendo los shows de uno de los artistas más importantes del pop del Reino Unido, Jools Holland, y también con Ed Sheeran. Mientras tanto, los fans de Passenger han ido en aumento de una manera muy natural y orgánica. "La gente establece una relación especial y personal con nuestra música y ese elemento personal es fundamental para que la gente se sienta parte del proyecto y luego, con suerte, se haga fan".

El álbum All the little lights (2012), y sobre todo la canción que incluye Let her go, marca un antes y un después en su carrera.

En 2014 publica nuevo álbum: Whispers.