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Sade

Helen Folasade Adu nació en Ibadan (Nigeria - 16 de enero de 1959). Su padre era un profesor de economía nigeriano y su madre Anne, una enfermera nacida en Inglaterra. La pareja se conoció en Londres mientras él estudiaba en la LSE (The London School of Economics and Political Science) y se trasladó a Nigeria poco después de casarse. Cuando nació su hija, nadie en Ibadan la llamaba por su nombre inglés y se quedó con Sade. Sus padres se separaron cuando la niña tenía cuatro años y se trasladó a Inglaterra con su madre y Banji, su hermano mayor, para vivir en la casa de sus abuelos en Colchester (Essex).

Sade escuchaba música soul americana, especialmente artistas de la década de los 70 como Curtis Mayfield, Donny Hathaway y Bill Withers. Cuando era una adolescente, vio a Jackson 5 en el Rainbow Theatre de Finsbury Park, donde trabajaba como camarera los fines de semana. "Estaba más fascinada por la reacción del público que por lo que pasaba en el escenario", recuerda. "Había chicos, madres con niños, gente mayor, blancos, negros… Es el público al que siempre he aspirado".

La música no era la primera opción de Sade como carrera. Estudió moda en St. Martin School Of Art y sólo comenzó a cantar cuando dos amigos de la escuela que tenían un grupo le pidieron que les ayudase con los coros. Para su sorpresa, descubrió que cuando cantaba se encontraba algo nerviosa pero que disfrutaba escribiendo canciones. Dos años después, Sade había superado su miedo escénico y comenzó a cantar regularmente con Pride, una banda de funk latino del norte de Londres. "Cuando subía al escenario con Pride, era como una sacudida", recuerda Sade. "Estaba aterrorizada pero intenté dar lo mejor de mí y decidí cantar casi como hablo, porque lo importante es ser uno mismo".

Con Pride, Sade aprendió lo que era el escenario y la carretera. Desde 1981 y durante tres años, realizó giras por Reino Unido con los siete músicos de la banda, incluso conduciendo la furgoneta. Los conciertos de Pride tenían una parte en la que Sade cantaba en cuarteto canciones más suaves, tranquilas, acercándose al jazz. Una de estas canciones era Smooth Operator, co-escrita por Sade, que llamó la atención del cazatalentos de una compañía discográfica y quiso contratarla como solista, sin contar con el resto de la banda. Obstinadamente leal a sus compañeros y amigos del grupo, Sade no firmó. Dieciocho meses después, se comprometió con Epic Records con la condición de mantener a tres músicos de la banda dentro de un nuevo proyecto conocido como Sade: el saxofonista Stuart Matthewman, el teclista Andrew Hale y el bajista Paul Denman. Hoy, 25 años después, continúan juntos.

El primer single de Sade, Your Love Is King, se situó en el Top 10 de las listas británicas en febrero de 1984 y su vida y la de la banda cambió para siempre. La elegancia de su música y su imagen exótica y sofisticada lanzó a Sade como un icono femenino de la década, con las revistas haciendo cola para situarla en sus portadas. "No era marketing", dice. "Era sólo yo y no trataba de promocionar una imagen".

En el momento de publicar su primer álbum, Diamond Life, la vida de Sade era lo menos parecido a un diamante. Vivía en un reconvertido parque de bomberos en Finsbury Park con su chico, el periodista Robert Elms. No tenían calefacción y Sade tenía que vestirse en la cama. El cuarto de baño, helado en invierno, estaba en la escalera de incendios y el lavabo en la cocina. "Literalmente, nos helábamos", recuerda. Durante el resto de la década de los 80, cuando sus tres primeros álbumes habían vendido más de un millón de ejemplares en todo el mundo, Sade realizó giras sin parar. "Si sólo haces televisión y vídeos, te conviertes en un instrumento de la industria discográfica, en un producto", dice Sade. "Cuando te subes al escenario con la banda, comprendes que la gente ama la música. Puedo sentirlo. Quiero estar en la carretera, es un sentimiento que me llena".

La presión de los medios de comunicación en su vida privada ha alejado siempre a Sade de participar en el juego promocional. Algunos medios se han inventado historias y Sade raramente se presta a las entrevistas. "Es terrible esta mentalidad de que si algo es sencillo y natural se debe a que algo raro hay detrás", dice. Durante la mayor parte de los últimos 20 años, Sade ha dado prioridad a su vida personal sobre la profesional, publicando sólo tres álbumes de estudio con nuevo material durante este tiempo. Su matrimonio con el director español Carlos Scola Pliego en 1989, el nacimiento de su hija en 1996 y su traslado del norte de Londres a una casa rural en Gloucesterhire con su nuevo compañero a principios del siglo XXI han consumido mucho de su tiempo y atención. "Sólo se puede crecer como artista si creces como persona", afirma Sade. "La vida está en permanente movimiento y no podía haber hecho Soldier of Love antes. Aunque para mis fans ha sido una larga espera, y es algo que siento, estoy muy orgullosa de lo que hemos conseguido".

Reconocida por su música y su sonido preciosista, cálido y acogedor, Sade ha conseguido en sus 25 años de carrera un gran éxito y reconocimiento internacional. Desde la publicación de su primer disco, Diamond Life, en 1984, la banda liderada por Sade Adu ha situado sus cinco álbumes de estudio entre los diez primeros en la lista Billboard Top 200 Album, vendiendo más de 50 millones de discos de su obra hasta hoy. Sade ha sido nominada a los American Music Awards, MTV Video Music Awards y ha ganado tres Grammy: en 1986 al Mejor Nuevo Artista, en 1994 a la Mejor Grabación R&B por No Ordinary Love y en 2002 al Mejor Álbum de Pop Vocal con Lovers Rock.