Annie Clark debutó bajo el pseudónimo St. Vincent en 2007 con Marry Me, convirtiéndose rápidamente en una de las artistas más innovadoras y fascinantes de la música moderna. Entre sus discos de estudio posteriores destacan Actor (2009), Strange Mercy (2011) y su cuarto disco, el homónimo St. Vincent, que en 2014 se alzó con el GRAMMY al mejor álbum alternativo. En 2017 publicó su quinto larga duración MASSEDUCTION, con el que se colocó entre los primeros diez puestos de las listas en EE. UU. y Reino Unido, además de llevarse otros dos premios GRAMMY (mejor canción rock por el tema homónimo y mejor diseño de portada). Con Daddy’s Home (2021) St. Vincent consiguió captar el glamour trasnochado y la banda sonora mugrienta del Nueva York de la década de los setenta en un álbum que enamoró a público y crítica, que reconoció sus logros con un segundo GRAMMY al mejor álbum alternativo.
Entre 2021 y 2022 se embarcó en una gira internacional que cimentó su estatus como una de las artistas más interesantes en directo, con actuaciones en el Hollywood Bowl y Radio City Music Hall, entre otras salas míticas. Posteriormente, Clark empezó a trabajar en su séptimo álbum, el primero que produciría en solitario (tras coproducir todos los anteriores). En All Born Screaming, St. Vincent muestra su lado más primitivo. Clark guía a un «selecto grupo de máquinas» en la potente «Broken Man», nos mece amargamente mientras atravesamos el ensordecedor asalto lleno de desprecio hacia uno mismo de «Big Time Nothing» y nos deleita con la sublime y pegadiza «Sweetest Fruit». All Born Screaming es tanto desolación espiritual como aceptación eufórica. «Si naces gritando, es Hombre Roto buena señal», dice Clark, «porque significa que respiras. Que vives. Dios. Eso hay que celebrarlo. Pero ese grito es también un grito de protesta. Todos nacemos protestando, de cierta manera. Vivir es terrorífico. Vivir es eufórico. Vivir es todo».