Electroviral

Tras los lanzamientos de los EPs Cientocero y Supersubmarina, Electroviral es el primer disco grande del grupo de Baeza.

Como avance del álbum LN Granada, un medio tiempo, "con esta capacidad para el matiz que caracteriza a la banda jienense junto a su personalidad a la hora de desarrollar las canciones, un ejemplo de pop enérgico y guitarrero, delicadamente ambientado y matizado".

Producido por Óscar Claver, se incluye una versión del Chas! y aparezco a tu lado de Álex y Christina.


Supersubmarina presenta sus canciones

Eléctrico
"Decisiones que se toman en un segundo y cambian tu sino, que se crean en las entrañas y atraviesan la mente como un relámpago. Es curioso que esta canción surgiera durante una tormenta y termináramos de grabarla una tarde en la que el cielo nos dejaba ver sus venas iluminadas por la electricidad; los rayos, que parecían enviarnos toda su energía y casi tocar la tierra sucedían a miles de kilómetros de nosotros. Esta es la energía sobre la que gravita el disco y que queremos transmitir. Que la electricidad os acompañe".

Niebla
"Niebla es el espacio que queda entre el pensamiento y la acción, lo que hace que nuestras decisiones no sean frías y meditadas. ¿Quién es capaz de no dejarse arrastrar por el calor del momento? ¿Quién puede ganar a ese instante de imbecilidad y ver más allá de los días de mal humor? Qué suerte, poder olvidar a la primera y que rápidamente se antepongan los buenos momentos y los mejores recuerdos. Qué bueno sería no dejar que niebla lo estropeara todo".

Supersubmarina
"Es el mejor momento de la semana y la mejor situación posible. No importa cuál sea el escenario, lo único esencial es que ella, como cada viernes, puntual a su cita baje por la estrechísima escalera con la sonrisa más grande que pueda caber en su cara. Con todo lo que transmite Supersubmarina, no llega a representar la décima parte de las emociones que se viven en ese momento. Esto sólo es la canción de un reencuentro, lo que importa es el momento".

Ana
"Ana ha logrado fundirse con el paso del tiempo, ha vencido a la soledad y a sus propios miedos. Ahora es una mujer libre, capaz de hacer cualquier cosa que le apetezca, no depende de nadie. Así que ten cuidado con lo que dices porque puede volverse en tu contra, déjala en su espacio, en su universo, sumérgete en él y disfruta.".

LN Granada
"Cambiar el transcurso de los días, viajar en segundos allí, donde queremos estar, en Granada, donde el Darro y el Genil tocan sus canciones para la Alhambra, en el Paseo de los Tristes, donde desde siempre y donde para siempre las callejuelas del Albaicín y el Sacromonte han sido testigos del amor, inmutable al paso de los años. Notar como ahora os toca a vosotros y sentir que el universo se queda pequeño al lado de eso tan inmenso que sólo se puede sentir allí, en Granada".

Cientocero
"Lo que se ve y lo que no se ve. El movimiento rutinario de los esclavos de la magia y todos sus allegados, que como cada noche, pasean de un sitio a otro en cada ciudad, en busca del gran subidón, del aún puedo más y de la diversión total. Ir al máximo y empezar de cero, en un baile de mandíbulas y pupilas, de sonrisas torcidas y de vasos vacíos. Esto no ha hecho más que empezar".

XXI
"¡Hagámoslo!, somos capaces, ahora sí. Tenemos los medios suficientes, todo se propaga como un virus eléctrico, mágico. No sabemos qué habrá mañana, pero sí podemos orientar nuestros pasos, luchar y no dejarnos llevar por la pasividad. Los bichos del siglo XXI estamos en conexión universal. Podemos hacer reales las viejas utopías, la paz, el final del hambre y el sufrimiento, la igualdad. Somos el presente, hagámoslo".

Elástica galáctica
"Sólo te pido que sigas siendo todo lo que has sido siempre, con tus virtudes y mis defectos, con tu dulzura y con mi agriedad. Sé todo para mí como hasta ahora, sin fin, sé mi galaxia, mi imperio y mi país. Quiero que siempre sea así, quiero que seas tú por mí y yo por ti".

Ola de calor
"Mi luz del sol, mi ola de calor, la ráfaga de viento sideral… Todo lo que me faltó en el peor mes de mi vida. ¿Cómo es posible sentirme tan solo cuando únicamente falta una persona? Sencillamente si ésta es la razón de tu movimiento, de tu pensamiento, de tus circunstancias y de tu realidad. Ola de calor es la historia de una época fría, de soledad y de espera. Cuando paséis por algo así intentad olvidarlo cuanto antes".

Centro de atención
"Yo, que un día valgo tanto y al siguiente tan poco, que pierdo una vez y otra, que soy capaz de lo mejor y de lo más bajo. Yo, que soy el ombligo del mundo, el centro de atención y al segundo sólo soy la realidad de ser uno más, que me rindo ante cualquier situación, que lloro, me escondo y me pierdo. Yo voy a hacerlo bien, ahora quiero hacerlo bien".

Eres
"El tiempo, odio que pase y tú a veces eres tiempo, y yo odio que te escapes. Te sueño, sólo un instante, fugaz, no parece un sueño. Sólo quiero ver pararse al tiempo, único en fase. Yo no quiero ser su dueño sólo quiero que no pase".


Buzos eléctricos y utopías pop (J. María Rey, Bulevar, Radio 3 - RNE)
Hey!. Aviso. Aquí llega sangre joven. Auténtica. Nada que ver con el tópico juvenil de siempre. Estos cuatro veinteañeros primerizos bombean música viva. Canciones que chocan y luego enganchan. Inusuales por aquí. Que delatan esa conexión global con la última generación sónica (Kooks, Wombats, Arctics, Editors, Bloc Party, etc).A su manera, claro. Y con otra gran diferencia. En español.

Al margen de tus gustos, preferencias o divergencias, esto va en serio. Música de verdad. Electroviral es un disco con el encanto naive de estar vivo. Con la huella de su progresión al desnudo. De la explosividad brutal -¿latin-punk?- de Cientocero (demoledor reportaje de sociología nocturna, coca incluida), a la arrogante concreción de los temas mas recientes (Niebla, Ola de Calor).

Un debut que aúna elegancia de rascacielos y fibra integral. Es decir, un curioso injerto de estilo y autenticidad. Canciones ágiles y precisión metronómica. Con gusto por el detalle. En la voz (esos quiebros tan singulares) o los arreglos. Trenzados electrónicos y riffs cortantes. Y estribillos persuasivos. Piezas cortas, justas. Radiogramas rítmicos de su edad y su tiempo. Pop instantáneo en vena -perdón, electroviral- atravesado de intensidad eléctrica que, sin embargo, transita encauzada con pasmosa naturalidad. Velocidad valle y estallidos próximos a los crispados arrebatos de Vetusta Morla (Niebla).Y originales líneas melódicas que a ratos evocan las que hicieron de Piratas o Vetusta una anomalía en el pop español.

Supersubmarina es, por fin, el sonido de la era del AVE. Confort en la entrega y tracción de vértigo. Estamos tal vez ante el eslabón inédito entre el pop español clásico y la trepidación generacional de la década. Y, para colmo, lo tienen casi todo. Imagen actitud y canciones. Jose (Chino), un frontman nato, un guitarrista (Jay) con pinta british y una ultraligera sección de ataque (Juancar y Pope). Chavales de su época, atentos al panorama (de Strokes a MGMT, Foals o Maccabees) o las redes sociales donde han crecido como la espuma pero sin desdeñar las relaciones clásicas: salidas, cañas y, en su caso, el futbolín (jeje, la banda con las muñecas de mantequilla, no hay otra que nos gane al futbolín! y al fútbol de verdad tampoco nos mojan la oreja, seguro!!!).

Y un disco sin tregua. Sin apenas tiempos medios. Dinamita total. Salvo la discordante intro electrónica con su singular orientalismo (nos pusimos a hacer una intro para el directo -en el estudio se nos suele ir un poco la olla mirando soniditos y sintes- y nos pareció interesante. Le da otro registro más al disco). O la estilizada oda de erotismo y moratoria al cronos(Eres) que cierra el álbum con Jose como alquimista perfecto en la sensualidad flotante. El resto es músculo puro. Con un nada casual equilibrio entre la urgencia rítmica y la ansiedad elegante con que una voz viril y tierna encarna intachables informes emocionales salpicados de frases certeras, inusual madurez para los años de estos angelitos, divertidos juegos reiterativos, decididamente resultones (su su su su, si te, si te si te, etc, en Supersubmarina -temazo!!-) o su notable arsenal de hallazgos: desde el fraseo alargado a lo Morrissey (Niebla) a los brillantes falsetes en alguno de las mas sólidos cortes (Ola de calor, etc).

No solo eso. Tienen además, un talento especial para encajar el castellano en una vorágine rítmica tan anglófona. Y, en vez de caer en la evasión pretenciosa, hablan de cosas reales. Dilemas emocionales y confusión del momento. Resultado: son creíbles. Y sus canciones salen airosas de ese piélago trillado donde la mayoría naufraga en el tópico.

Hay historias en primera persona sobre indecisión y compromiso (Eléctrico), mitología juvenil por la mujer madura (Ana: cuyo estribillo no consigo despegarme), declaración de principios de aspirante a perdedor (Centro de atención). Teclados sombríos a lo Editors (Granada) y hasta bienintencionadas proclamas medioambientales (XXI). Pero también curiosas cortinillas y chisporroteos electrónicos e incluso hard-rock poderoso en su contundente lectura de Chas y Aparezco a tu lado que Alex y Christina encumbraron cuando ellos andaban en pañales. Literalmente, claro (1987). Lo hemos escuchado desde que eramos pequeños por nuestras hermanas mayores y nos divierte tocarla (Jose).

No esta mal como leve crónica sonora que va del instituto (en su Beaza natal) a la universidad (Granada y Jaén), con la única ayuda de un entorno entusiasta: su técnico y mentor, Javier Valverde (el 5º Supersubmarina) y un guerrillero del rock infiltrado tantas veces en discográficas, grandes y pequeñas, y ahora como manager suicida (Ernesto Muñoz) y su socio (Alfonso Valverde). Es el fruto del talento pero también de la amistad y la humildad de reconocer un origen nada heroico: siempre hemos estado juntos para todo, jugar al fútbol, salir... y esto fue otra de tantas, pero nos tiraba mucho más y salió bien.

Además, ha sido un proceso inteligente. Sin prisas. Por primera vez alguien ha tenido el tino de calmar prisas y dejar madurar música y banda. Como el vino. A su tiempo y temperatura. Con estrategia a la inglesa: dos EP’s inaugurales, distanciados, a lo largo del 2009 y secundados por sus impecables videos -uno con su propia carrera en festivales de cortos- para desembocar en Electroviral (febrero 2010), un álbum que incorpora parte de las canciones ya emitidas. Mientras el grupo acredita su vigor en internet y la solidez de su directo en mas 70 conciertos desde garitos indies a fiestas mayoritarias (MTV, con premios adicionales, Love Factory,etc.).

Conseguir que un presidente de multinacional se implique en el desarrollo de un grupo hasta el punto de escaparse a su guarida baezana para ver como el diamante se pule, es -antes y ahora- tan insólito como su propuesta. Tal vez él intuye también algo distinto. En forma y contenido. Sangre fresca para la crisis. Y lo más importante: de verdad. Puede que la credibilidad no sea el factor imprescindible para el éxito, pero si lo es en ese otro mundo paralelo (altenativo, blogs, etc) que marca hoy la diferencia y que vislumbra en estos truanes submarinos todas las papeletas con opción a futuro en el relevo inminente del pop español.

J.M. Rey