Canta Roberto Carlos

El gato que está triste y azul es el primer tema extraido de Tamara Canta Roberto Carlos. Es su cuarto disco y én el ha querido homenajear a uno de los artistas y compositores latinos más importante.

Grabado íntegramente en Río de Janeiro y producido por Max Pierre con arreglos de Lincoln Olivetti y Julio Teixeira y la colaboración de algunos de los músicos brasileños más importantes del momento, el cuarto disco de Tamara abre una etapa nueva en su trayectoria artística, abordando una serie de canciones convertidas hoy en clásicos de la música latina para otorgarles una nueva identidad y situarlas en los tiempos presentes, condensando su esencia y su sentimiento en interpretaciones de admirable solvencia vocal y elegantes arreglos de inspiración pop.

Un homenaje doble
El disco en realidad es un homenaje doble. Por un lado, Tamara ha querido rendir homenaje a su productor y maestro Bebu Silvetti, quien ya no se encuentra entre nosotros y que la cantante recuerda como un guía fundamental en su carrera. Por otro, es un tributo a una de las máximas figuras de la canción latina incorporando a su discografía once de los temas más representativos del compositor brasileño, uno de los artistas que, con la colaboración de Erasmo Carlos, ha sellado una de las carreras más prolíficas del mundo de la música con más de quinientos temas escritos y producidos desde 1962 hasta la fecha.

Desde los gritos e ingenuas protestas en los años sesenta hasta las reflexiones sobre el amor y el mundo actual, la obra musical de Roberto Carlos, gran admirador del rock y la bossa nova, ha atravesado generaciones y fronteras hasta hacerse un lugar de privilegio entre los mayores intérpretes del mundo latino.

Roberto y Erasmo Carlos son, pues, los creadores de la mayoría de las canciones que ahora reinterpreta Tamara en este disco. Y es Erasmo quien, con sus palabras, habla de la emoción de oír en la voz de Tamara algunos de estos temas que hoy forman parte de la memoria afectiva de millones de personas.

"Estoy muy feliz con la verdad y la sensibilidad con que ella personifica nuestras canciones. Que Dios ilumine a esta niña/mujer, pues el mundo es suyo. Y yo, que formo parte de él, me regalo con su dulce, sincera, envolvente e inolvidable voz".