The Mars Volta nos han enseñado que en sus manos el riesgo y la innovación conducen directamente hacia la admiración. No hay trabajo de esta particular banda que no suscite el interés desmedido y el asombro por parte del oyente. En Octahedron los de El Paso nos presentan un trabajo eminentemente acústico en el que exploran territorios sonoros de una belleza inusitada en los que prima el sabor de la frontera, magistralmente mezclado con el particular savoir faire psicodélico de la banda. Temas como Since We've Been Wrong funcionarían perfectamente como complemento sonoro al momento climático de una película de Alejandro González Iñárritu (Babel, 21 Gramos), mientras que otros como Cotopaxi recuperan el sonido más visceral de la banda.
The Mars Volta no es ni una banda de discos de concepto, ni una banda âprogâ. Van más allá de ambas cosas, ya que Omar Rodriguez-Lopez y Cedric Bixler-Zavala formaron the Mars Volta en 2001 con el fin de no depender de las etiquetas ni de las limitaciones de ningún tipo, querían ir más allá de los géneros que ya se quedaban obsoletos, ya fueran dinosaurios prog ó 2-D punk.
"Estamos verdaderamente cansados de las etiquetas y las preguntas," dice Rodríguez-Pérez, guitarrista, co-fundador y productor. "¿ílbum Concepto? ¿Cómo puede un proyecto enorme que se lleva toda tu vida durante un año, no tener un concepto? ¿Prog? ¿Cómo puede cualquier forma artística innovadora no ser progresiva? Esto me recuerda a cuando escuché por primera vez la etiqueta "Emo", que me pareció la etiqueta más ridícula del mundo. ¿Cómo puede algo en lo que pones tu corazón y tu alma no ser emocional?"
The Mars Volta no es la secuela de De-Loused In The Comatorium, su álbum de 2003.
De alguna manera, la inalterable negativa de the Mars Volta a desviarse de esa singular visión, ha resultado ser un triunfo tanto artística como comercialmente. El debut de la banda en 2003, De-Loused In The Comatorium, estaba basado en una historia de Cedric en la cual el héroe Cerpin Taxt (inspirado, como ya hemos dicho, en el fallecido artista de El Paso, Julio Venegas) cae en coma, experimentando fantásticas aventuras en sus sueños, batallas elementales entre los aspectos buenos y malos de su conciencia, y que al final sale del coma pero elige morir. Con muy poca promoción convencional, De-Loused In The Comatorium vendió más de medio millón de copias en todo el mundo, reforzado por la ya legendaria experiencia en directo de Volta en teatros y festivales del mundo entero. A finales de 2003, De-Loused In The Comatorium había conseguido hacerse un hueco en SPIN (A), ENTERTAINMENT WEEKLY (A-), LOS ANGELES TIMES (cuatro estrellas), BLENDER (cuatro estrellas) y MAXIM (cinco strellas!), y se había colocado en el Top 10 de la crítica y los lectores del NEW YORK TIMES, LOS ANGELES TIMES, TIME OUT, GUITAR WORLD, MODERN DRUMMER, ALTERNATIVE PRESS, REVOLVER, XLR8R, NEW YORK DAILY NEWS y muchos más.
Antes de De-Loused, the Mars Volta grabaron Tremulant un EP en su propio sello, Gold Standard Laboratories, mientras que sus actuaciones en directo le granjeaban más aliados: Rick Rubin firmó como productor de De-Loused; Flea ayudó en la batería; el viejo amigo John Frusciante puso la guitarra a la canción "Cicatriz." Desde el comienzo, sin embargo, el objetivo estaba claro y el resultado fue apasionante, elaborado, innovador y recompesante, uno de esos raros ejemplos donde la innovación musical se mide cara a cara con la profundidad emocional.
"Parece como si ahora fuera el punto de partida," concluye Omar. "Así es como yo nos presentaría objetivamente. Los últimos años han sido como nuestra etapa adolescente, donde se nos permitía salir y jugar, pero aún teníamos que estar en casa a una determinada hora. Ahora eso se ha acabado. Las cuerdas se han cortado. Cualquier cosa que nos ate a cualquier tipo de convencionalismos, ha desaparecido. Somos sencillamente un grupo de amigos auto indulgentes, que hacemos lo que sentimos.."