White Light/White Heat
Pop-Rock1968
1.White Light/White Heat
2.Gift, The
3.Lady Godiva's Operation
4.Here She Comes Now
5.I Heard Her Call My Name
6.Sister Ray
Durante el mes de Marzo de 2002, la revista norteamericana Rolling Stone publicó un artículo en el que reconocía como disco más singular de siempre el "White Light/White Heat", de "The Velvet Underground". Los críticos de Rolling Stone destacaron como punto culminante del disco la apertura de "Sister Ray", 17 minutos de guitarras gritando hasta llegar al éxtasis.
Grabado en Septiembre de 1967 en los estudios Mayfair de Nueva York, y producido por Tom Wilson, en el disco se tratan temas como decadencia juvenil, marginalidad, sexo, homosexualidad, y drogadicción que impactan por la crudeza de su planteamiento en una época en la que los grupos no acostumbraban a hablar de la realidad en forma tan explícita. Esa forma de ver al rock fue lo que con el tiempo influiría a movimientos como el punk y el new wave, y convertiría a los Velvet en una banda de culto, innovadora, vanguardista, y visionaria.
En éste disco, Reed sigue con su particular universo, aunque cede protagonismo al genial John Cale, que impone su sello en "The Gift" y "Lady Godiva's Operation" en las que se palpa un clímax angustioso y oscuro. En "The Gift", la voz de John Cale salía por el canal izquierdo contando una historia de Reed, mientras el sonido psicodélico y funky de la banda lo hacía por la derecha. Dependiendo como ajustes tu equipo entonces tendrás una de las tres versiones posibles del tema.
En el tema que da título al LP "White Light/White Heat" , Reed compone un clásico surf-rock y lo transforma por completo en una repetición de acordes en los que todos los instrumentos parecen uno solo, llegando a un caos sonoro hipnótico que crece hasta el silencio final. En "I Heard Her Call My Name" la demencia llega hasta extremos peligrosos para el sistema neurológico.
El tema que marca la diferencia en este álbum es "Sister Ray" . La canción va evolucionando de una manera totalmente improvisada a medida que cada instrumentista cambia de estado de ánimo. Un auténtico duelo de titanes con un frenético caos sonoro como trasfondo. Cada músico expresa la música y su relación con el instrumento como lo siente en ese momento, dejando a un lado el tono y la melodía. Cuando el tema parece que va acabar, vuelve a dar un giro de tuerca en el que los cuatro instrumentistas vuelven a tocar con una perfecta y asombrosa conjunción dentro de la demencia general.
Hugo Fernández 29/03/2002