Himno crápula por excelencia, Me cago en el amor presentó en sociedad al artista. Ahogando en grappa sus experiencias anteriores (Tijuana In Blue, Kojón Prieto), Antonio De La Cuesta renacía transformado en un cruce imposible entre Adriano Celentano, Renato Carosone y Luis Aguilé. Con sus sonrisa pícara y sus ojos de querer, Mondo Difficile (Chewaka-Virgin, 00) conoció ediciones en Alemania, Arabia, Argentina, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Hungría, Polonia, Portugal, Suecia, Suiza, Turquía y Uruguay. Conquistó Italia, traspasando la frontera del disco de oro, más de setenta mil unidades vendidas, y desatando el fenómeno Tonino Carotone en la que es, desde entonces, su segunda patria.
Il ragazzo de Pamplona vuelve en 2003 con un álbum producido por Arturo Soriano, Senza Ritorno, o lo que es lo mismo Sin retorno, música freak y divertida a su puro estilo, el Carotone Power.