Bárbara de Niños mutantes en la versión de Trepàt para el álbum Mutanciones (2016).
Estreno 17 de marzo de 2016.
Así la presentan los mutantes:
De todos es sabido que el paso del tiempo es una obsesión constante en la lírica de Juan Alberto. Si tienen dudas cojan una canción al azar de nuestra discografía y verán que casi seguro habla de ello. No es el caso de ésta, Bárbara, pero sí que dicha obsesión es culpable de que Juanito no aceptase ser miembro de pleno derecho en el jurado de una edición del Concurso Emergentes de Planta Baja en Granada. No fue jurado; pero sin embargo fue a casi todos los conciertos de dicha edición y fue también a la final. En esa final él lo tenía claro, su apuesta era Trepàt, pero el tiempo, que es relativo, también es muy cabrón y dejó a nuestro cantante con voz, pero sin voto. Y Trepàt quedaron segundos.
Desde ese momento Juan Alberto siempre ha seguido la pista muy de cerca a Trepàt y nos alumbró a los demás el gusto por su propuesta. Yo (Nani), personalmente caí rendido a sus pies de inmediato; en cuanto escuché los primeros adelantos de su primer disco. En la medida que hemos podido hemos predicado su evangelio nombrándolos en entrevistas, recomendándolos a amigos, incluyéndolos en conciertos o proponiéndolos a promotores cuando se han puesto a tiro. Un sinfín de desvelos por estos gamberros del tecno-rock granaíno que van y nos pagan haciendo una versión de una canción nuestra sin pedirnos permiso; y lo que es peor, a nuestras espaldas.
Y no acaba aquí tamaña felonía, no. Encima van y la hacen bien, ¿cómo bien? La hacen más chula que la nuestra. Y eso ya es el colmo de la irreverencia.
Bárbara es una canción truculenta, aire y temática que les va de perlas a Trepàt; terreno en el que se sienten cómodos sin duda; y no debe ser casual la elección del tema. Sabían que les permitiría adentrarse con su letra y algunos de sus riffs en la electrónica oscura que tanto les mola, en los sintes de peso que suenan a disco de los Cure puesto para atrás y las cajas que soñaran Joy Division. Si nuestra Bárbara es un puñetazo en la cara, la de Trepàt es un nudo en el estómago del tamaño de Nueva York, que para intentar disolver, Patricia te canta un único estribillo desde el Hades, a punto de perder la barca de Caronte y riéndose de Juan Luis, que evidentemente canta las estrofas desde la otra orilla de la laguna Estigia.
Ellos son así y viva la madre que los parió. Ésta Bárbara son ellos en estado puro y a la gente hay que regalarle lo que uno sabe que le va a gustar. Y a nosotros nos gusta, nos flipa, su música y esta magnífica versión densa y oscura, brillante y maravillosa, que se ha convertido en una de nuestras mutanciones favoritas.
Con todos ustedes, Bárbara vista por los jóvenes, gamberros y encantadores de serpientes del rock granadino: Trepàt.
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