Corona sucia de Niños mutantes en la versión de Havalina para el álbum Mutanciones (2016).
Estreno 16 de marzo de 2016.
Así la presentan los mutantes:
Se podría trazar un mapa de caminos entre grupos de música, entre sus canciones y sobre todo entre aquellos y aquellas que las tocan. Pueden ser caminos emocionales, afectuosos, amistosos, estilísticos o de cualquier índole. En algunos casos, son caminos aún por andar. En otros, son autopistas bien asfaltadas con dos o tres carriles en cada sentido. Y en la mayoría de ellos, son caminos circulares. Todos nos conocemos, todos nos hemos oído, todos hemos coincidido alguna vez.
En el caso de Havalina, hasta el día de hoy, pudiéramos decir que era uno de esos caminos por andar. Sabes quiénes son, sabes qué hacen, sabes cómo lo hacen, pero para llegar hasta ellos necesitábamos de un mapa. Ahora lo tenemos mucho más fácil. Estos señores, doctorados en arquitectura del sonido, han construido un puente, de ida y vuelta, con diseño impecable, estilo propio, reconocible y sobre todo, con mucho alma. Antes de eso, teníamos que echar mano a esos mapas de los que hablaba para saber cómo llegar hasta ellos. Y sorprende ver que teníamos un sin fin de caminos entre ambos. Para empezar, diremos que desde hace relativamente poco tiempo compartimos manager, ambos llevamos el sello de la familia Ernie impreso en el lomo. Pero la conexión es mucho mayor. Productor de Pasajero y Rufus T Firefly, músicos de Zahara, Russian Red o Julio de la Rosa, amantes de Sonic Youth
Demasiados caminos. Demasiadas coincidencias. En algún punto teníamos que cruzarnos.
Aún así, el principal mapa para llegar a un grupo, siempre son sus canciones. Ese camino nunca falla. Y yo me quedé colgado una vez de una de ellas. Incursiones
cómo diantres podía sonar un grupo así. No recuerdo cuando fue, pero sí sé que gracias a esa canción descubrí que existía un tal Manuel Cabezalí. Un tipo que, aunque nacido en Fuenteheridos (uno de mis pueblos preferidos del país y casi del planeta), debía ser un poco extraterrestre. No era normal que alguien hiciera sonar su guitarra como una orquesta del diablo. Y fui siguiéndole la pista. Hace unos meses pude disfrutar de sus trucos y artificios gracias a Santiago Bustamante y su programa '6x3' de Radio 3 (altamente recomendable para cualquier amante de la guitarra y la buena música). Simplemente BESTIAL.
La mutanción de Havalina fue de las primeras que escuchamos, justo después de que Josiño nos desvelara de qué iba todo esto y nos dejara con las patas colgando, literalmente sin habla y con los ojos vidriosos por la emoción. La sacudida fue tremenda, no sólo por la noticia en sí, sino por todo lo que oímos a continuación. Con ojos como platos y orejas afiladas, casi sin mirarnos, empezamos a descifrar el enigma de la canción. No fuimos capaces de reconocerla hasta que empezó a cantar, momento en que intuí un levantamiento de cejas orquestal. Asombro. Corona Sucia es un tema extraño en la discografía mutante, pertenece a una época un tanto oscura, no solo en cuanto al sonido. Y seguimos sin hablar, sin mirarnos, cada uno intentando digerir en su cerebro ese sonido de apisonadora, esos arreglos
Y entonces llega el estribillo. Sólo hay un grupo capaz de sonar así. Risilla tonta, cara de tontos, asombro continuo. Maldita sea, cómo tocan estos cabrones
No solo nos han hecho felices con este detallazo. Nos han demostrado en lo que se puede convertir una canción. Ya lo he dicho antes, ellos la han convertido en un puente. Un puente entre islas de cemento, hecho de sonidos envolventes, creado por la conjunción de tres mentes prodigiosas. Un puente que va desde la sabiduría de Havalina directo al corazón de los Mutantes. Y sobre todo, un puente que promete tener mucho tránsito.
Señores, sin palabras. GRACIAS MIL.
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