Woman
ElectrónicaFecha de publicación del disco: 18 de noviembre de 2016
1.Safe and sound
2.Pleasure
3.Alakazam!
4.Fire
5.Stop
6.Chorus
7.Randy
8.Heavy metal
9.Love S.O.S
10.Close call
Woman es el tercer álbum de estudio del dúo de música electrónica francés Justice. Una colección de 10 pistas con Safe and sound como primer single, al que dan continuidad Randy y Alakazam!.
"Randy, que de por si es un nombre 'sin sexo', es un buen ejemplo del cinismo y la multifacética naturaleza de las canciones que Xavier de Rosnay y Gaspard Augé trabajaron para 'Woman'. Emociones opuestas que se escuchan en este disco, desde lo rudo, sonidos electrónicos hasta voces sintetizadas de máquinas Morgan Phalen, hasta momentos cumbres orquestales".
Con la colaboración de la London Contemporary Orchestra, que se hace acompañar por un coro en los temas Safe and sound y "Close call". Algunos de los vocalistas que contribuyeron a este disco son el cantante francés Romuald, Johnny Blake de Zoot Woman, así como Morgan Phalen, con quien Justice ha trabajado en sencillos como "New lands" y "On 'n' on".
El arte del disco, que incluye el icónico crucifijo, fue creado por Charlotte Delarue.
Formatos CD, vinilo, y digital.
Presentación de las canciones (nota promocional)
El viaje de "Woman" comienza con Safe and sound que es la fanfarria perfecta para lo que viene a continuación. El recorrido catapulta al oyente desde el R&B/Pop elástico de Pleasure directamente al subidón de Alakazam!. Pasando a través de los sonidos tajantes del piano y clavinete de Fire, apenas pausando para respirar aterrizando en Stop, una rebanada agridulce y espumosa de disco pop que cuenta con uno de los mejores coros que la banda haya tenido alguna vez en sus canciones. Colaboran nuevamente con Morgan Phalen (Audio, video, disco) en la voz de Randy, mientras que Love S.O.S. suena como el disco himno más grande que jamás se haya escuchado, encontrando el equilibrio perfecto entre euforia y angustia, mientras que un sintetizador emula una sirena de policía. En el álbum se refleja un enfoque más directo a la grabación. Al menos eso es lo que inicialmente aparenta. Lo que parece ser una batería tocada con una contundencia inigualable, resulta ser una Roland 808 tratada al extremo, y lo que suena inequívocamente como un theremin, es realmente una mujer tocando una sierra musical. Las canciones en sí mismas son casi imposibles de descifrar. Al llegar a la mitad del álbum Chorus sacude al oyente de cualquier concepto de lo que el disco será a continuación.