Southern blood

Southern blood es el último álbum de Gregg Allman. Primer disco en solitario del artista en publicarse desde Low country blues, su álbum del 2011 nominado a un GRAMMY®, es una colección de canciones emotivas compuestas por sus amigos y artistas favoritos incluyendo a Jackson Browne, Willie Dixon, Jerry Garcia & Robert Hunter, Lowell George y Spooner Oldham & Dan Penn, que sirven como un adiós para sus seguidores. Allman trabajó en este proyecto de clausura con su mánager y amigo del alma, Michael Lehman, y con el productor ganador de varios GRAMMY, Don Was, conocido suyo desde hace tanto tiempo y acérrimo seguidor de su trabajo, que le ayudaron a conseguir sus aspiraciones concretas para este proyecto.

"Como su productor, me he dedicado a ayudar a Gregg a cristalizar su visión para este disco y a ayudarle para asegurar que su visión consiguiera grabarse como él quería", dice Was. "Fue uno de mis héroes musicales y, en los últimos años, se había convertido en un buen amigo. La gravedad de su situación particular no se me escapó. Gregg era dulce, un hombre humilde de buen corazón y buenas intenciones y fue un gran honor ayudarle a poner sus asuntos musicales en orden y a decir adiós de forma apropiada".

Allman, consciente del poco tiempo que le quedaba, se acercó al proyecto con una agenda ambiguamente realista. En lo más alto de su lista de prioridades estaba el capturar el sonido de la última Gregg Allman Band en esencia, considerándoles como el combo más fuerte de todas las formaciones que le han acompañado en sus casi 40 años de carrera en solitario. A pesar de sus problemas de salud, la Gregg Allman Band se colocó donde la Allman Brothers Band lo había dejado en el 2015, pasando casi dos años en la carretera.

"Gregg estaba emocionado de estar en el estudio", dice Lehman. "Estaba especialmente encantando de estar grabando en este estudio con su banda - estaba tan orgulloso de ellos y adoraba su sonido. Gregg se sentía muy unido a cada uno de ellos. La Gregg Allman Band era como una familia para él y una máquina bien engrasada, siempre sabía lo que cada uno de ellos pensaba y hacía".

"La Gregg Allman Band le permitía crear un sonido que había estado escuchando en su cabeza durante décadas pero que nunca antes había sido capaz de capturar. Hablamos mucho sobre su primer LP, LAID BACK - ¿cómo sonaría ese tipo de álbum en la actualidad tocado por estos tíos y con un Gregg Allman más mayor y más sabio?".

Otro de los puntos fuertes de la visión de Gregg Allman para Southern blood es su decisión de grabar el disco en los FAME Studios en Muscle Shoals, AL. Aparte de su legendaria historia, el estudio era un asunto pendiente y personal en la agenda de Allman.

"El volver a Muscle Shoals ha sido una constante discusión durante mis casi 15 años trabajando con Gregg", dice Lehman. "Siempre me decía que necesitaba volver a los FAME estudios para cerrar el círculo".

"Muscle Shoals es terreno sagrado musicalmente hablando", dice Was. "FAME fue el lugar donde el hermano de Gregg, Duane, empezó a despegar en el mundo de la música y donde surgieron las primeras semillas de la Allman Brothers Band en una de las habitaciones de atrás durante sus primeros y fecundos ensayos. La presencia de Duane todavía se siente en el edificio. Grabar allí era la forma de Gregg de mantener su espíritu como parte de este álbum, de la misma forma en la que su espíritu siguió formando parte de la vida de Gregg".

La presencia de su hermano está presente en Southern blood, desde la canción de Jackson Browne Song for Adam - Was dice que el verso final le recordaba a Gregg la muerte de su hermano mayor - hasta la funky Blind bats and swamp rats, originalmente en el Ton-Ton Macoute!. Producido por Duane, un clásico perdido del guitarrista de blues zurdo Johnny Jenkins. Allman, Was y Lehman pasaron bastante tiempo planeando cómo hacer Southern blood, seleccionando con mimo el material que capturara el momento y simultáneamente sirviera como sinopsis de una vida indudablemente extraordinaria. Canciones como el Going going gone de Bob Dylan y el inmortal Once I was de Tim Buckley le dan a Allman la oportunidad de mirar atrás a lo que ha sido su vida mientras reflexiona sobre el viaje que tiene por delante.

"Gregg, Don y yo escuchamos muchísimo material", dice Lehman. "Le dimos muchas vueltas entre nosotros para terminar con las canciones que Gregg sentía que reflejaban su estado de ánimo, dónde se encontraba en ese momento, tanto en su vida personal como profesional, así como qué pensarían sus fans".

Allman era un maestro de la melodía dotado de un gran talento y poder evocador, autor premiado de standards modernos como "Midnight rider", "It's not my cross to bear", "Dreams" y "Whipping post". Southern blood destaca por una de las canciones más cándidas de toda su larga carrera, My only true friend, co-escrita con Scott Sharrard, guitarrista y director musical con la Gregg Allman Band.

"My only true friend es el intento de Gregg de contextualizar el curso de su vida", dice Was. "El hombre que sus fans veían tocando en el escenario era Gregg Allman en esencia - estaba total y verdaderamente satisfecho tocando allí arriba. Las pruebas y problemas a los que se enfrentó en la vida, fuero en su mayoría resultado de no saber qué hacer con el tiempo que le quedada entre giras. En esta canción, se dirige a una mujer y le explica que aunque la quiere y no quiere vivir su vida en soledad, estar en la carretera y tocando cada noche es su vida. Si entiendes esto sobre Gregg Allman, cualquier otro aspecto de su vida tiene sentido total".

Sharrard - que también contribuye con su Love like kerosene - guió a la Gregg Allman Band durante las dos semanas de grabación, con los nueve músicos tocando juntos en la misma habitación y Allman cantando su parte en directo. A pesar de los innegables "matices de finalización", las sesiones fueron relajadas y entretenidas para todos los que participaron en ellas. A pesar de que las disminuidas fuerzas de Allman hicieron que hubiera que acortar las sesiones diarias, él rellenó cada momento de la experiencia en el estudio con cada onza del fuego y entusiasmo marca de la casa de Gregg - una intensidad que prevaleció hasta la última nota.

"Gregg no se encontraba bien", dice Lehman, "pero siendo el gran profesional que era, dió todo lo que tenía. Fue al estudio cada día unas cuatro o cinco horas y clavaría como siempre una o dos canciones".

"Gregg estaba emocionado porque el sonido de su cabeza se estuviera plasmando tal cual en la cinta", cuenta Was. "No tenía esa fuerza de sus pulmones como cuando era joven, pero sentimos que estas actuaciones, tan crudas, eran honestas y convincentes. Estuvimos de acuerdo en dejarlas como salieron el día de grabación. De la misma forma que en LAID BACK, Gregg quiso que escucháramos cosas en el fondo como armonías vocales y la reverberación de su voz, pero este álbum es esencialmente un documental de nuestras dos semanas en el estudio".

"A pesar de que conocía a Gregg desde hacía tiempo, todavía estaba sobrecogido por estar allí con él y poder ser testigo de su genio al marcharse. Todavía recuerdo alucinar con sus interpretaciones. ¡Estaba tan comprometido con la música! Trabajar tan cerca de él, reforzó y amplió aún más mi opinión de que Gregg Allman era uno de los artistas más grandes de este o de cualquier tiempo".

Un disco con la marca de Gregg Allman, despedida y homenaje a un gigante de la música americana.

Formatos doble LP, vinilo de 10" (picture disc) de edición limitada y numerada de doble cara, llamado Live, que incluye 3 temas en directo de All my friends, nunca antes editados.