Fundado en Río de Janeiro en 1985 por Roberto Medina, Rock in Rio se ganó rápidamente la reputación de ser el mayor festival del mundo. En su primer año, 1,38 millones de personas se reunieron en la primera Ciudad del Rock en Río de Janeiro para ver a artistas icónicos como Queen, AC/DC, James Taylor, George Benson, Ozzy Osbourne, Yes y Rod Stewart durante 10 días. El lugar, construido específicamente para el evento, se llamó Ciudad del Rock y estaba lleno de escenarios, restaurantes y tiendas. A lo largo de los años, Rock in Rio se ha convertido en un fenómeno mundial y ha viajado a cuatro países: Brasil, Portugal, España y EE.UU. Con más de 10,2 millones de personas en 20 ediciones y más de 2.000 artistas han actuado en 119 días de evento.

A lo largo de sus 8 ediciones en Portugal, y los 40 días del festival, más de 2 millones de personas y más de 800 atracciones musicales han pasado por la ciudad de Lisboa. El festival ha invertido más de 200 millones de euros en el país, habiendo generado más de 73 mil empleos (directos e indirectos). En 2019, la organización anunció que "Rock in Rio no se detiene" y como parte de la celebración de los 15 años del festival en Portugal, lanzó un calendario de eventos que marcarán los "años impares", reforzando la oferta cultural del país. Este año Galp Music Valley Sessions, Worten Game City, Rock in Rio Innovation Week and Celebration formaron parte de ese calendario.

Mucho más que un evento musical, Rock in Rio es también un evento sostenible. En 2001, a través del proyecto social "Por un mundo mejor", la marca se comprometió a concienciar a la gente de que las pequeñas actitudes son la forma de hacer del mundo un lugar mejor. En 2013, el festival recibió la certificación ISO 20121 - Eventos Sostenibles, un reconocimiento a la concretización del poder de la marca que ya ha creado más de 242.500 empleos directos e indirectos (en el total de sus 20 ediciones) e invertido más de 25 millones de euros en causas socioambientales, construyendo así un legado positivo en las ciudades donde se celebra el evento.

Junto con sus socios, Rock in Rio Lisboa donó alrededor de 4,5 millones de euros a causas sociales y ambientales en Portugal, y también desarrolló varias acciones: la instalación de 760 paneles fotovoltaicos en escuelas; un proyecto de reforestación con 70 mil árboles en Portugal; equipó hospitales y construyó 14 salas sensoriales para jóvenes en todo el país; entre otros proyectos.