La Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos convocó hoy, martes 17 de junio, a directores, compositores, guionistas, distribuidores, productores y a responsables de distintas empresas que forman el llamado "sector cultural", con el objetivo de mostrar los efectos directos y concretos que tiene la piratería digital para el sector. El Instituto Cervantes fue escenario de este encuentro en el que se reclamó al Gobierno una mayor iniciativa contra la descarga ilegal en la Red.
Agustín Almodóvar, productor y cofundador de EL DESEO junto a Pedro Almodóvar, Antonio Carmona, músico, autor y fundador de Ketama, Jorge Molist, escritor y director general de Paramount, Coque Martín Valmaseda, del grupo Los Vengadores, Francisco Martínez, director general de la discográfica AVISPA, José Miguel Fernández Sastrón, compositor, y Jorge Díaz Pastoriza, presidente de la Federación de Videoclubes, contaron experiencias propias o de gente cercana que se ve tocada por la piratería. Entre el público, el grueso del sector discográfico, de la producción de cine, de la distribución en salas y videoclubes.
Agustín Almodóvar, a propósito de la película Volver, contó que, entre marzo de 2006 y febrero de 2007, se produjeron en distintas redes P2P unos 4,3 millones de intentos de descarga del film. Resulta significativo que el 85% de esos intentos procediera de España. "Estos datos ponen de manifiesto", dijo Almodóvar, "el importante papel de nuestro país como demandante de contenidos pirateados frente al resto del mundo".
"A este paso vamos a tener que silbar el próximo disco" denunció José Miguel Fernández Sastrón, compositor y miembro de la SGAE. "¿Qué hace nuestro gobierno?", era la pregunta que repitió varias veces Jordi Molist, escritor y director general de Paramount España, que se dirigió a los asistentes como principal responsable de su empresa, además de escritor y como amante de la Historia. En tanto que empresario en contacto con el mercado exterior, afirmó que cada semana le llegan informes que señalan a España como un verdadero paraíso para los piratas.
Francisco Martínez, director de AVISPA, un sello discográfico de larga trayectoria en el sector, especialistas en rock, apeló a la responsabilidad de la Administración en la lucha contra la piratería. "Se nos llena la boca de decir que vivimos en un Estado de Derecho, pero quién defiende nuestros derechos? Somos una pequeña empresa que lleva más de 20 años trabajando duro para producir buena música. Por culpa de la piratería hemos tenido que reducir nuestra plantilla más de la mitad y no podemos invertir en buscar y lanzar nuevos talentos. Sólo nos queda sobrevivir.
Internet es un gran avance y sin duda un gran instrumento para dar a conocer la cultura y difundir la música, pero me gustaría que me dejaran decidir si quiero compartir gratuitamente mis productos... Compartir es fácil cuando lo que se comparte es propiedad de otros..."
Jorge Díaz Pastoriza recordó que él llegó a tener cuatro videoclubes y quince trabajadores. Ahora sólo tienen dos locales y tres empleados. Una manera muy clara de evidenciar las consecuencias que tiene para la industria la piratería en la red.
Antonio Carmona, autor y fundador de KETAMA, se encargó de cerrar el acto tras referir una anécdota que le sucedió hace poco: se encontró a un conocido suyo, que había sido productor de discos, conduciendo un taxi. "Voy a un concierto y me aparecen personas con sus maquetas y siento que muchos de ellos sufrirán un grave daño, porque la piratería va a embargar sus carreras".
El acto fue presentado por el actor y guionista Javier Veiga y la actriz Fanny Gautier. Fue ella la que leyó una Manifiesto titulado DERECHOS PARA TODOS EN INTERNET, que apareció hoy en varios periódicos (Se adjunta copia).
El jueves 19 de junio se clausura esta Semana por los Derechos de Todos en Internet en la Academia de Cine, a las 09.30 horas, con el Seminario Internacional sobre el Futuro de la Propiedad Intelectual en Internet, al que asistirán, entre otros, John Kennedy (presidente mundial de IFPI - Industria discográfica) y Dennis Olivennes (comisionado por el Gobierno francés para el acuerdo sobre propiedad intelectual), Enrique Cerezo (presidente de EGEDA), Antonio Guisasola (presidente de Promusicae) y Rubén Gutiérrez (Fundación Autor).
Manifiesto Derecho para todos en Internet
Las organizaciones, entidades y empresas promotoras de este manifiesto somos la industria de los contenidos. Somos los proveedores del principal nutriente de la Sociedad del Conocimiento. Representamos a los creadores, compositores, arreglistas, guionistas o realizadores, productores audiovisuales y musicales o de videojuegos, empresarios de la distribución y de la edición, miembros todos de una industria cultural tan alabada como desprotegida y que contribuye al desarrollo económico de España aportando una riqueza valorada en el entorno de un 3,5% de su PIB.
Alabada, sí, porque nadie en la Sociedad del Conocimiento a estas alturas desdeña el potencial enorme de la creatividad y su carácter estratégico para el presente y para el futuro. Pero también desprotegida, porque España no ha abordado ni la defensa ni el estímulo a la industria cultural mediante la protección de los nuevos bienes culturales digitales.
Los que firmamos este Manifiesto no hablamos de una política de apoyo subvencionado a la industria. Hablamos de algo más sencillo. Hablamos de la impunidad con la que se roba nuestro trabajo. Y de la necesidad de defendernos de ese ataque.
Desde hace años vivimos el desdén con el que se contempla el saqueo a los bienes culturales que ponemos en el mercado. Vivimos la indiferencia con la que la clase política elude su responsabilidad, a la vez que acude con oportunismo a actos donde se alaba la importancia de la cultura para nuestra sociedad y utilizando así la notoriedad que los medios de comunicación otorgan a nuestros estrenos, presentaciones o premios. A nuestro trabajo en definitiva.
La descarga de obras sin licencia es un bombardeo a los puestos de trabajo de este sector, a los proyectos creativos, a los emprendedores que creen en su trabajo. Y nos hace dudar, al final, de que vivamos en una sociedad justa.
La Sociedad del Conocimiento multiplica las posibilidades de acceso de los ciudadanos a la cultura. El respeto a la propiedad intelectual no sólo no es incompatible con esta nueva realidad, sino imprescindible para continuar retribuyendo el trabajo creativo y la inversión de la industria cultural que crea riqueza y empleo.
Por todo ello, exigimos un compromiso del Estado con los creadores y la industria de contenidos que evite su destrucción y la consolide como una apuesta estratégica para el futuro del país.
Un compromiso en la defensa de la propiedad intelectual, un compromiso efectivo para luchar contra la piratería, un compromiso por un país respetuoso con la creación intelectual. La piratería no es un problema de los creadores o de las industrias. Es un problema de país y de cómo protege y cuida el talento creativo, una de las más valiosas aportaciones a la innovación en la sociedad del conocimiento. Es un asunto de todos, de los derechos de todos en la nueva Sociedad del Conocimiento.
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