Cronica Festival Qubocultural Zip 2010

Con los primeros vientos fríos de lo que empieza a parecer el invierno, arranca una nueva edición del festival Qubocultural Zip (y ya van seis) celebrado en la sala Óxido de Guadalajara. Este año los grupos tenían poco que ver entre sí, pero todos se dejaron la piel en el escenario, en su estilo y entregados.

A las diez el escenario fue literalmente ocupado por Autumn Comets, formación que sitúa a seis originales músicos en la línea de fuego, y se atreve a romper el hielo de un recinto aún desangelado. No importó, porque los madrileños ejecutaron con seguridad y sensibilidad su nuevo trabajo, ‘A perfect trampoline jump’, una exquisitez de lo que podríamos llamar Nuevo Folk, con delicadas bases que beben de Wilco o Death Cab for Cutie, tildado de ritmos más personales y progresivos, como los últimos Radiohead u Oceansize.

Los ‘cometas’ presentaron sus nuevos temas, a destacar el pegadizo sencillo, ‘I can’t solve your problems anymore’, la tranquilidad de ‘Deer’ o la deliciosa versión del ‘Paper Planes’ de M.I.A. La armonía de sus componentes, entre los que contamos hasta con una viola, se hace patente tanto sobre la tarima (sorprende su firmeza por delante de su juventud) como en el bien hilado álbum, el primero que lanzan con la discográfica Cuac!, después de haber autoeditado, y con muy buen gusto, dos E.Ps. De esta progresión pudimos hablar con Gonzalo, teclista de la banda:

LaHiguera – Resúmenos ‘A perfect trampoline jump’.
Gonzalo (Autumn Comets) – Es un disco inusualmente largo para lo que se lleva ahora y que ha salido como hemos querido nosotros: ecléctico, con muchos estilos y que podrá gustar más o menos, pero estamos muy contentos.

LH – ¿Qué tal la experiencia con Edu Baos, tras vuestro anterior productor Manuel Cabezalí? (Havalina, Russian Red)
G (AC) – Hemos dado un paso diferente yéndonos a grabar a Zaragoza 14 horas diarias, y así plantearlo de otra manera, en otra ciudad. ¡Aún así le seguimos debiendo mucho a Manu!

LH – En el directo se ha notado vuestra nueva línea. De hecho sois diferentes a lo que erais, y hasta a los grupos que están tocando hoy: os salís un poquito de la norma.
G (AC) – Es cierto, ahora somos un miembro más: la viola le da un buen toque al grupo y también lleva el directo a otro nivel. Quizá sí que seamos algo distintos al resto de bandas, pero en el país hay una gran escena de este estilo, puede ser que tirando más hacia lo americano o canadiense.

LH – ¿Y en Madrid? ¿Cómo ves el panorama?
G (AC) – Hay un grupo muy similar a nosotros que es Atención Tsunami y, aunque ellos tiren por otro rollo, sí que tenemos puntos en común. Estamos acostumbrados a que ahora salgan muchas bandas que buscan el ‘hit’, lo cual es respetable, pero a nosotros no nos sale hacer eso.

LH – Vosotros estáis a medio camino entre Delorean y ritmos más tranquilos.

G (AC) – Sí: en directo somos más como ellos, y en el disco hay momentos más pop-rockeros a lo Mogwai. Estamos en un punto en que cada uno escucha música diferente: desde hip-hop a electrónica; y así nos sale desde M.I.A hasta el remix que nos ha hecho Eme DJ. Tratamos de innovar un poquito.

LH – Y ¿qué próximos proyectos tenéis? ¿Tirar por derroteros aún más diferentes?

G (AC) – ¡Tocar todo lo posible, y si puede ser, en el FIB! (risas) Y por supuesto componer. En ello estamos, con muchas ganas de no parar, de hacer lo que salga porque cada canción tiene su propio ritmo. A veces creemos que una canción encaja con nosotros y luego no es así, por lo que vamos siguiendo el camino que nos marcamos nosotros mismos.

Tras un pequeño altercado que nada tuvo que ver con el buen trato recibido por parte de Agustín (Cuac!) y Carola (Vertical Pop), la siguiente banda fue Igloo, desde Galicia. Alineación contundente y cada vez más afianzada, este cuarteto dio una lección de guitarreo – posiblemente por la potente Gretsch que acarreaba el flanco izquierdo – y de melodías conseguidas.

Distorsión amenazante fue lo que se respiró cuando hizo su aparición Layabouts, grupo liderado por un desborde de energía. Desde Madrid, desglosaron su segundo larga duración, titulado ‘…And they ran into the Woods’, con infinita fuerza y mucha más garra que en el cierre de su gira, hace unas semanas en la sala Sol. Canciones con marcado aire vintage, como ‘Desertika’, o repletas de sangre y sudor como ‘The River and The Razorblade’, culminan un empinado ascenso al Everest del rock gracias a los ya himnos ‘Fine for me’ y la revisión del clásico de los Animals, ‘Inside looking out’.

Por último tocó dar una bocanada de aire y arrancar el baile final con Mendetz, expertos en la fusión del ritmo discotequero con el carisma del Indie. Los catalanes sorprendieron versionando el ‘Freed from desire’ de Gala y salieron a hombros de la improvisada plaza. Lástima que el néctar servido desde los tendidos de la Óxido supiera más bien a llameante Napalm, pues de no haber sido así, quien aquí suscribe hubiera podido acabar esta última actuación sin tener la sensación de ser el toro apuñalado. Un consejo a la organización: mejor buscar un nuevo lugar para venideras ediciones, porque es una pena que una iniciativa tan defendible tenga que ser ensombrecida por las ganas de otros por ahorrarse unas pesetas en catering líquido.

Concluyendo: bandas en auge, dj’s que hacen retorcer – y retozar – los cuerpos de los presentes, buen rollo en general e ilusión por que la música hecha desde el corazón emerja de una vez. Así fue el Qubocultural Zip de este 2010, y desde aquí nuestros ánimos y felicitaciones: los tiempos dorados están por venir.