La gira por teatros de Vetusta Morla

Vetusta Morla ha dado una vuelta de tuerca a las canciones de sus dos álbumes: Un día en el mundo (2008) y Mapas (2011), para adaptarlas a la gira por teatros que están realizando durante este mes de febrero. Tras los dos conciertos en el Palau de la Música de Barcelona, este fin de semana le tocaba el turno a San Sebastián en un marco espectacular como el Kursaal. Todas las entradas vendidas para un aforo de 1806 personas.

"Aprovecharemos que estos espacios favorecen la atención a los detalles y la apreciación de sensibilidades más sutiles, para ensayar paisajes y tímbricas nuevas en algunas de las canciones del repertorio", anunciaba el grupo.

Todo empezó con Pequeño desastre animal; Pucho cantando sin micro y Guillermo a la guitarra acústica. Ya con toda la banda interpretaron Los buenos, la única de las 22 canciones del setlist que no está incluida en los discos mencionados. La parte inicial del concierto era más acústica, para poco a poco ir subiendo los decibelios y convertirse en eléctrico.

Vuelve Autocrítica al repertorio del grupo, el tema que abre Un día en el mundo, y que no estaban tocando (al menos con frecuencia) durante este último año. Con los guitarristas sentados y en plan intimista hicieron Mapas.

Muy hablador, Pucho pidió la ayuda del público para Baldosas amarillas ("oooooooooooooooh ioio, oooooooooooooooh ioio, si yo..."). Una interpretación muy similar a la que habían hecho en el programa "Como lo oyes" que presenta Santi Alcanda para Radio 3.

A continuación enlazaron Maldita dulzura, Al respirar y Escudo humano. En esta última ya empezaba Guillermo a tocar la guitarra eléctrica. Pucho comentaba sobre las influencias de estas canciones: "Maldita..." con raíces americanas, "Escudo humano" del norte de África. Indicaba que quizá para la próxima visita a la ciudad llevarían una txalaparta (instrumento de percusión tradicional vasco) para interpretar En el río.

Sensacional el despliegue musical de los Vetusta. Ya hemos afirmado en multitud de ocasiones que es un grupo que lo tiene todo. Lo principal, las canciones; brillantes en melodía y ritmo, incluso en letra. Y después 6 tipos sobre el escenario encabezados por un gran cantante. 3 de ellos son multi-instrumentistas... y tocaron de todo. Apareció por primera vez el ukelele en Rey Sol.

El punto de inflexión llegaba con Canción de vuelta. El concierto se estaba convirtiendo en eléctrico. Algo que se confirmó con Boca en la tierra. Daban paso a Un día en el mundo y Copenhague. Dos de los temas que más nos gustan de su álbum debut. Siempre especial el juego melódico con las letras. De los más celebrados por el público.

Con cambios de ritmo, primero más lenta, luego más rock, y finalmente en plan medio tiempo, hicieron La marea. Fenomenal la iluminación del escenario. Pucho presentó Cenas ajenas como una canción que tiene que ver con husmear a tu vecino... Al terminar presentó muy agradecido a todas las personas que acompañan al grupo: técnicos, productor, al encargado de la iluminación (que lo hace fantástico)..., porque no es sencillo trabajar en el proyecto de un concierto acústico y eléctrico, con tantos instrumentos y detalles.

La traca final se iniciaba con Con Salvase quien pueda y Valiente, ya con todo el público en pie.

Al parecer Pucho es un gran aficionado al cine. Comentó que vivió de cerca la pasada edición del Festival de Cine de San Sebastián. Le llamó la atención en particular la película Kiseki (If I wish), del cineasta japonés Hirokazu Kore-Eda (un clásico del evento cinematográfico). Por el deseo y la ilusión del chico protagonista. Y es que según dice el cantante de Vetusta hay mucha gente que quiere entorpecer la búsqueda de nuestro destino. Era la presentación de El hombre del saco, un tema del que se estrenaba videoclip a finales de 2011.

Tres bises para llegar a los 22 temas que el grupo suele tener en su setlist en cada concierto. El primero Los días raros, quizá la mejor canción de Mapas, y con la estaban abriendo hasta ahora. Más o menos la interpretación habitual, la misma que la del Día de la Música del año pasado. Con una pequeña pausa. Y el final fantástico... Uuuuuuuuuuuh, Lo que te hace grande. Muy agradecidos se despiden con La cuadratura del círculo; 10 minutos de canción con Pucho recorriéndose la grada del Kursaal.

Más de dos horas de concierto para un día en el mundo, para otro día inolvidable.











Fotos: María Fernández