El "We are never ever getting back together" mostraba a una Taylor Swift más poppy que nunca, queriendo abrirse a nuevos territorios. Era el primer avance de Red, su próximo disco cuyo lanzamiento está previsto para el 22 de octubre. Era, porque ya hay un segundo single, Begin again, en el que vuelve al territorio country. Por la estrategia parece que el objetivo principal es vender el mayor número de discos. Algo que es muy lógico, aunque haya a quien no le guste.