Kanye West, con una corona de espinas, posa como Jesucristo en la portada del próximo número de la revista Rolling Stone. El artista americano justifica su actitud contestataria ante la vida en un artículo de la revista. También hay una fotografía donde West aparece como Muhammad Ali.
Según West, en Estados Unidos quieren que los artistas sean grandiosos, pero a la vez que desaparezcan del escenario al estilo del ilusionista David Copperfield. "¿Quieres que sea grande, pero nunca quieres que diga que soy grande?", se preguntó.
West también afirmó que su éxito Gold Digger fue la mejor canción del año en el 2005 y debió de ser nominada en la categoría de mejor canción rap de los premios Grammy. Pese a todo tuvo 8 nominaciones por su segundo disco, Late Registration, sin deuda uno de los mejores álbumes del año pasado.
Un tío polémico, durante un telemaratón para reunir fondos para las víctimas del Huracán Katrina, dijo que al presidente estadounidense George W. Bush "no le importaban las personas negras".
"Si fuese más complacido, mi vida sería más fácil, pero ustedes no se sentirían tan entretenidos", manifestó. El artículo también revela que West se siente un adicto a la pornografía. Menciona que vió por primera vez una revista Playboy de su padre cuando tenía apenas cinco años.
No hay comentarios por el momento