Los primeros cuatro versos son un aviso para navegantes: "Vamos a empezar/ Poniendo el punto final/ Por lo menos ya es una señal/ De que todo en la vida termina".
¿Contradictorio? No, a no ser que se haya perdido de vista el disco anterior de Moska. Muy acorde con el año 2001, sombrío colectiva y personalmente, "Eu falso da minha vida o que eu quiser" era de un depresivo casi terminal. Casi. De ahí al presente Tudo novo de novo, corte que da título al CD que marca diez años de carrera en solitario, y que es una especie de himno. A los 38 años, Moska se abre de nuevo al mundo y a la vida. Y lo hace a lo grande.
Musicalmente, este séptimo álbum como solista, es el tercero consecutivo en el que insiste en lo que el cantante, compositor y guitarrista llama, uniendo sus dos grandes referencias musicales, "rock con formación de MPB (Música Popular Brasileña)". Se trata de una banda tocando música brasileña, producida por Nilo Romero, bautizada como Quarteto Móbile Moska y que está formada por él mismo más Marcos Suzano (ritmo y percusión), Sacha Amback (interferencias y teclados) y Dunga (bajo). Por lo tanto a la fórmula "rock + MPB" se podría añadir "electronica", elemento que, a pesar de estar lejos de ser predominante en el formato descubierto en "Móbile" (1999), contribuye al clima general. De paso, participaciones especiales decoran todavía más el trabajo. Es el caso de Fernando Alves Pinto tocando el serrucho (!) en "O último adeus" y "Essa é a última solidão da sua vida".
Visualmente, "Tudo novo de novo" fue concebido por Moska, junto al diseñador Luiz Stein, a partir de una obsesión que desarrolló poco después del 11 de Septiembre: una semana antes, había estado en Nueva York, donde compró su primera cámara digital. De vuelta en Brasil, estando de gira, Moska comenzó una serie de auto-retratos captando su imagen reflejada en los metales de los cuartos de baño de los hoteles: duchas, picaportes, grifos, etc. Cuando vio el material, percibió que, sin querer, había desarrollado un extraño y solitario lenguaje. Son esas fotos, bautizadas como "Tudo novo de novo" (Todo nuevo de nuevo) -donde Moska se capta en el "huevo" de un picaporte- o "Lágrimas de diamante" (angustiosa composición con una grifo), que (de)forman la portada y libreto del CD.
Existencialmente, "Tudo novo de novo", aunque más leve que "Eu falso da minha vida o que eu quiser", no pierde el tono melancólico que caracteriza buena parte del trabajo de Moska. Basta una rápida ojeada a los títulos de las canciones: "Lágrimas de diamantes", "O bilhete no fim", "Cheio de vazio", "Jardim do silêncio", "A idade do céu"... Esta, de hecho, marca un feliz encuentro con un igual, el cantante, compositor y guitarrista uruguayo Jorge Drexler. La versión de Moska de "La edad del cielo" conservó toda la dulzura y serena tristeza del original en versos como "Não damos pé/ Entre tanto tic tac/ Entre tanto Big Bang/ Somos um grão de sal/ No mar do céu".
Drexler fue a Brasil para grabar unas voces en la versión portuguesa de "La edad del cielo" ("A idade do céu") y acabó grabando, además de las voces en "O jardim do silêncio", un conmovedor dúo con Moska en "Dos colores: blanco y negro". La edición española en CD de "Tudo Novo de Novo" se completa además con dos versiones en castellano de "Lágrimas de diamantes y "Pensando em Você" ("Pensando en Ti") que aparecen como "bonus tracks". El comentario del uruguayo, antes de que las dos voces y las dos guitarras entren en escena, hermanadas, al comienzo del último corte -"(...) Podemos relajarnos tranquilamente, que ya estamos seguros de tener algo muy, muy lindo"- vale para todo el CD. Vale para "Lágrimas de diamantes", por ejemplo, ingeniosa gema pop con el estribillo "Lágrimas de diamantes/ À noite, lágrimas de diamantes/ De dia lágrimas, à noite amantes/ Lágrimas de diamantes". Vale para a "bluesy" "Essa é a última solidão da sua vida", colaboración de Moska con Pedro Luís, Mart'nália, Thalma de Freitas e Talita Castro. Vale para la cubanizada "O último adeus". Vale para el "sambita" - en el mejor de los sentidos - "Acordando", en el que Moska comparte las voces con la impresionante Mart'nália. O para la balada "Pensando em você", incluida en la banda sonora de la novela de la TV Globo "Agora é que são elas". Vale, incluso, para el fantasmagórico vals "Impacto". Enumerar los 16 temas no sería exagerado, pues todos son, como diría Drexler, muy lindos. Pero sería redundante.
Lo que importa es percibir que, no importa cual sea el tema destacado, ni el disco destacado, ya sea "Vontade"(1993), "Pensar é fazer música"(1995), "Contrasenso"(1997) o "Através do espelho"(ao vivo, 1997), además de los ya mencionados, la obra solo de Moska, ex-Paulinho, ex-actor, ex-Garganta Profunda, ex-Inimigos do Rei, presenta tal entereza en el sonido y tal honestidad en las letras que permite llamarla así, "obra", sin pasarse.
Arthur Dapieve
En concierto en España
5 mayo: LA PALMA (Teatro Chico, en Santa Cruz de La Palma)
6 mayo: GRAN CANARIA (Teatro Victor Jara, en Vecindario)
10 mayo: MADRID (Sala Clamores)
12 mayo: BARCELONA (Sala Luz de Gas)
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